xavi valero
Entrenador de Porteros, West Ham, 2018-Presente
Mi carrera como entrenador pasó de cero a cien en un solo día.
Que me dieran la oportunidad de unirme al cuerpo técnico del primer equipo del Liverpool, allá por 2007, fue definitivamente inesperado.
Me había retirado del fútbol y, a mis 34 años, quería hacer otras cosas con mi vida. Pero me había sacado los títulos pensando que, tal vez en algún momento, me gustaría entrenar. Tal vez a nivel profesional, tal vez no.
Entonces, mientras estaba de vacaciones, recibí una llamada de Rafa Benítez, que me ofreció una entrevista de trabajo en Melwood, el antiguo centro de entrenamiento del Liverpool. Había gente de la Real Federación Española de Fútbol que había acabado trabajando para el Liverpool, y yo me había sacado los títulos con la Federación Española. Creo que le pasaron mi nombre a Rafa, refiriéndose a mí como una persona con la que valdría la pena tener una charla.
De manera que cogí un vuelo a Liverpool al día siguiente. Rafa necesitaba sustituir a su entrenador de porteros, así que tuvimos una conversación y me dio el trabajo.
Yo había jugado como portero, sobre todo en la Segunda División española, pero no tenía ninguna experiencia como entrenador. De repente me encontré con el cuerpo técnico de Rafa, que habían ganado títulos y habían pasado por todo.
"Es muy importante en la vida estar abierto a escuchar a la gente con la que estás"
Entrar en ese ambiente de élite y exigencia fue un reto enorme. Sientes que tienes que añadir algo a las conversaciones, aportar un punto de vista. Me costó dormir antes de mi primer día, porque pensaba: "¿Qué voy a hacer? ¿Cómo va a ser?".
Pepe Reina era el portero titular del Liverpool, y estaba en su mejor momento. No sabía lo que me aguardaba, pero decidí simplificar las cosas. Hablé con los porteros y fui franco sobre mi falta de experiencia en aquel momento.
Decidí que, ante todo, ayudaría a los porteros a mantener el nivel que tenían, que obviamente era muy alto. Como entrenador, a veces puedes aportar cosas, puedes ser útil para tus jugadores. Pero si no tienes cuidado, puedes ser todo lo contrario. Es una lección importante que he aprendido.
Así que decidí ir a lo seguro. No ponerme a reparar lo que no estaba roto. Entonces intentaría encontrar formas de añadir algo a su juego.
Los jugadores tienen que confiar en ti y ver que, cuando tienen una pregunta, tú tienes una solución. Intenté estar preparado para todas las preguntas y ayudarles a encontrar las soluciones correctas.
Pero también he aprendido en todos estos años de trabajo que los entrenadores aprendemos mucho de los jugadores. Es muy importante en la vida estar abierto a escuchar a la gente con la que estás.
"LUKASZ FABIANSKI Y ALPHONSE AREOLA SON PORTEROS EXCELENTES Y FIABLES QUE PUEDEN CONTROLAR CUALQUIER aspecto DEL JUEGO"
Cuando entrenas a los mejores jugadores, a veces tienes la sensación de que, como eres el entrenador, tienes que darles todas las soluciones. Pero a veces ellos tienen las soluciones.
Como he tenido la suerte de entrenar a grandes porteros, me he dado cuenta de que ellos pueden encontrar las mejores soluciones. Sólo que, a veces, no saben cómo lo logran.
Así que debes prestar atención a cómo afronta tu portero las situaciones del juego. Fijarte en cómo encaran determinadas situaciones los mejores porteros. Si analizas su juego, te darán todas las respuestas. Lo que tienes que hacer es deconstruir lo que hacen y, a partir de ahí, crear ejercicios y sesiones, y construir la metodología adecuada.
No todos los porteros son capaces de controlar todas las áreas del juego, pero hay porteros que son maestros en distintas áreas. A la gente le gusta preguntarme: "¿Quién es el mejor portero?". Pero yo prefiero pensar en quién es el portero más completo.
Hay porteros que son los mejores en ciertos aspectos del juego. Luego hay porteros que te hacen sentir bien porque sabes que tienen respuestas a todos los problemas sobre el terreno de juego. Controlan todos los aspectos del juego.
En el West Ham tengo guardametas completos. Lukasz Fabianski y Alphonse Areola son porteros de primer nivel, fiables y capaces de controlar cualquier aspecto del juego.
"España ha sido la puerta de entrada de la mayor parte de la influencia sudamericana en el fútbol europeo"
Cuando empecé en el Liverpool, Reina era uno de los porteros más completos. Podía hacer de todo: distribuir, gestionar los balones por arriba, las coberturas, el 1 contra 1, paradas... Para mí era muy importante estar todos los días con un portero como Reina. Me enseñó, en cierto modo, cómo afrontar la mayoría de las situaciones de un partido.
Ahora vemos que muchos porteros son capaces de controlar todos los aspectos del juego, pero en 2007 eso era bastante inusual. Reina, junto con Víctor Valdés, habían pasado por la metodología del Barcelona, y empezaban a jugar de otra manera. Fue una influencia muy positiva para mí. Me di cuenta de que esa era la forma en que debíamos enfocar la posición de portero.
Hubo un momento, a principios de la década de 2000, en que ser portero empezó a ir en esa dirección, pero fue un proceso lento.
Trabajando a diario con Reina, fui más consciente de esta tendencia. Se veía en España, porque teníamos la influencia sudamericana.
En cierto modo, no era nada nuevo. Lo que empezaron a hacer los porteros en Europa a principios de la década de 2000, algunos porteros sudamericanos ya lo habían hecho 20 años antes. Como España ha sido la puerta de entrada de la mayor parte de la influencia sudamericana en el fútbol europeo, tuvimos la influencia de porteros que venían de allí. Aprendimos de ellos y eso se filtró a otros países.
Está, por ejemplo, el portero argentino Ubaldo Fillol, que ganó el Mundial de 1978 y jugó en el Atlético de Madrid en los años ochenta. Tenía la mejor forma de afrontar el 1 contra 1, algo que los porteros españoles empezaron a introducir en Europa a finales de los 90.
A principios de los 90, el Real Valladolid tenía un entrenador colombiano, Pacho Maturana. Fichó a dos jugadores colombianos: Carlos Valderrama, el centrocampista, y René Higuita, el portero, que era como un jugador de campo.
"Antes, los porteros tenían que cumplir quizás cinco de cada diez requisitos. Ahora tienen que cumplirlas todos"
Higuita era lo que vemos ahora, cuando los equipos construyen la salida con tres defensas, incluido el portero. En lugar de descolgarse un centrocampista para construir con dos centrales, se adelanta al portero como central.
En 1991, el Valladolid salía con dos centrales abierto e Higuita en el centro, a 10 metros de su área, jugando lejos de la presión. Así que estas cosas pasaban hace años, pero en pequeñas dosis.
Fue el Barcelona, por la influencia holandesa, el equipo que realmente empezó a ponerlo en práctica de forma sistemática, desarrollando así a jugadores y porteros.
Recuerdo que el portero neerlandés Hans van Breukelen jugaba así en el PSV Eindhoven en los años ochenta. Por aquel entonces, el PSV era uno de los mejores equipos de Europa. Enviaban un saque de banda directamente a Van Breukelen, que hacía un cambio de juego. Yo decía: "Vaya, ¿qué están haciendo?" Era excelente con el balón y les ayudaba a construir el juego.
En Colombia, en Argentina, en Paises Bajos, y luego en España, todo esto se repetía un poco. Después, el Barcelona desarrolló ese estilo de juego, en el que los porteros controlan el juego.
Así que poder trabajar con Reina, que fue formado de esa manera, me abrió aún más los ojos a este enfoque holístico. Ahora, los porteros tienen que ser buenos con el pie derecho, con el pie izquierdo, ser capaces de jugar con una línea defensiva alta, ser buenos en el juego aéreo, en el uno contra uno. Antes, los porteros tenían que cumplir quizás cinco de cada diez requisitos. Ahora tienen que cumplirlos todos.
"ha abierto más LA POSIBILIDAD DE QUE LOS ENTRENADORES DE PORTEROS SALTEN A OTRAS POSICIONES EN EL FÚTBOL"
A medida que la posición de portero ha ido evolucionado, también lo ha hecho el rol del entrenador de porteros. En la década de 1990 y principios de 2000, incluso en los clubes profesionales, los entrenadores de porteros acudían a los entrenamientos dos veces por semana. Trabajaban a tiempo parcial, sin formación como entrenadores.
El entrenador de porteros solía centrarse únicamente en el guardameta, porque este solía entrenarse lejos de los jugadores de campo. El portero estaba bastante aislado del equipo durante los entrenamientos, al igual que el entrenador de porteros. No había comunicación con el cuerpo técnico, sólo se centraba en los porteros. Eso ha cambiado.
Ahora, incluso los equipos de las ligas inferiores, en las academias, tienen entrenadores de porteros a tiempo completo. Están integrados al cuerpo técnico, participan en la toma de decisiones del equipo porque el portero es una parte muy importante del equipo, con y sin balón.
No se puede decidir cómo jugar desde atrás si el portero no está allí. No se puede decidir jugar en bloque alto si el portero no está apoyando una línea defensiva alta. El portero tiene que estar presente en el 70% de los ejercicios, porque es una parte fundamental del equipo. En consecuencia, el entrenador de porteros también tiene que estar ahí, para desarrollar los ejercicios, las sesiones, la metodología, de manera que todo tenga sentido para el equipo y todos trabajen con la misma idea.
Las titulaciones de entrenador también han mejorado mucho. Ahora, para tener la licencia de portero de la UEFA, hay que pasar de la licencia de campo a la de portero. Hay que ser entrenador para convertirse en entrenador de porteros.
Para obtener la licencia, tienes que desarrollar una metodología y ser capaz de demostrar que puedes ser una parte activa del cuerpo técnico, no sólo un entrenador aislado. Eso abre más la posibilidad de que los entrenadores de porteros salten a otros puestos en el fútbol. Como segundo entrenador, como primer entrenador, o en el scouting, porque los entrenadores de porteros son ahora muy activos en los procesos de contrataciones.
"Para ser un maestro del juego posicional, hay que hacer muchas cosas bien"
Cuando miro atrás, tuve la suerte de trabajar con Rafa porque era abierto de mente y realmente integraba al entrenador de porteros. A veces, en una sesión de 90 minutos, sólo tenía 15 minutos conmigo y los porteros. Rafa los quería con el equipo, haciendo todo tipo de ejercicios tácticos.
Lo que aprendí de todos mis años con Rafa -en el Liverpool, el Real Madrid, el Chelsea y el Napoli- es la importancia del equilibrio. Es fundamental tener un portero equilibrado y un equipo equilibrado.
Equilibrio es intentar tomar las decisiones correctas en todo momento, lo que no es fácil cuando el juego es tan rápido. Intentar estar en la posición correcta en el momento adecuado es muy complejo.
El objetivo es que parezca sencillo. Cuando observas a los mejores jugadores del mundo, lo que más destaca es cómo hacen que todo parezca fácil. ¿Cómo hacen que parezca fácil? Controlando todo lo que pueden.
El juego posicional es muy importante. Para ser un maestro del juego posicional, hay que hacer muchas cosas bien. Se trata de entender los patrones de juego, la mejor posición para cada situación de juego.
A veces hay que subir y jugar con más riesgo. A veces hay que jugar con un poco más de seguridad por el contexto del partido, la competición, el entrenador para el que juegas, tus compañeros, tu nivel de confianza en ese momento.
"QUIZÁS ALGÚN DÍA LOS LLAMEMOS 'jugador de portería' EN LUGAR DE PORTERO"
Jugar con equilibrio es jugar con la cantidad justa de riesgo, mezclando la habilidad del portero con las exigencias del equipo y del entrenador. Así se reduce la probabilidad de cometer errores.
No hace falta ser excepcional en todo, pero sí sólido, fiable y hacer que las cosas parezcan muy sencillas. Una vez que el portero está en esa situación, puede ofrecer un rendimiento sólido en todos los partidos.
En el West Ham, David Moyes quiere que los porteros formen parte activa de su equipo. David es de mentalidad muy abierta. Siempre está intentando mejorar las cosas, trayendo a entrenadores diferentes con ideas distintas. Quiere que el equipo siga evolucionando, pero siempre desde una posición equilibrada.
Formar parte del cuerpo técnico del West Ham cuando ganamos la Europa Conference League fue especial. Ganar un título europeo no es fácil para ningún club, y para el West Ham era la primera copa en 43 años.
Fue un orgullo participar. Comparado con los entrenadores de porteros de hace 20 años, ahora formas parte de verdad de todo, lo que supone una enorme mejora, no sólo para los entrenadores de porteros, sino también para el fútbol.
El fútbol ha dado pasos para implicar mucho más al portero en el equipo. Se ha pasado de una formación 4-2-3-1 a una 1-4-2-3-1, por ejemplo. Quizá algún día les llamemos 'jugador de portería’, en vez de portero. El resultado son mejores jugadores, capaces de practicar un fútbol diferente cuando el portero participa activamente.
"LA NEUROCIENCIA NECESITA ESTAR MÁS PRESENTE EN EL ENTRENAMIENTO, PARA DESARROLLAR UNA MENTALIDAD ESTABLE Y SÓLIDA EN LOS PORTEROS"
Pero aún queda mucho por hacer para que los porteros desarrollen un fuerte sentido del juego posicional. Los métodos de entrenamiento deben pasar de los ejercicios aislados, no relacionados realmente con el juego, a una posición más práctica.
Parece algo sencillo, pero es complejo hacerlo bien. Enviar ese mensaje a todas las academias y al fútbol base. Que comprendan que aún podemos acercar mucho más el portero al equipo.
También espero que en los próximos años se preste más atención al desarrollo psicológico y cognitivo de los porteros. Entender cómo funciona la mente, cómo percibimos las cosas y cómo respondemos a las cosas que suceden a gran velocidad. Cómo controlamos nuestras emociones y el estrés. Ya se está haciendo en muchos clubes, pero hacen falta recursos. La neurociencia tiene que estar más presente en el entrenamiento, para desarrollar una mentalidad estable y sólida en los porteros.
En lo personal, me encanta formar jugadores, incluida mi participación en la academia. Dondequiera que he entrenado, siempre he ido a la academia para ver qué teníamos y cómo podíamos mejorar. Intento dar a los jóvenes la misma atención y el mismo respeto que a los profesionales. Siempre he intentado desarrollar un departamento de porteros en todos los sitios donde he estado.
Me siento privilegiado por hacer lo que hago, y disfruto mucho de mi rol en el West Ham. En mi carrera como entrenador, he tenido la suerte de trabajar con grandes entrenadores, todos ellos ganadores de títulos. Quizá algún día tenga la oportunidad de ser primer entrenador yo mismo. Sería un salto emocionante y, en algún momento, podría plantearme dar ese paso.
Por ahora, estoy totalmente centrado en hacerlo lo mejor posible como entrenador de porteros del West Ham.