Final FA Cup: Watford-Manchester City
Es cierto que los antecedentes no son positivos para el Watford en su intento de ganar la FA Cup por primera vez en su historia. Desde su regreso a la Premier League en la temporada 2015/16, los Hornets se han enfrentado al Manchester City en ocho ocasiones, perdiendo en todas ellas. Cuatro entrenadores diferentes, Quique Sánchez Flores, Walter Mazzarri, Marco Silva y, más recientemente, Javi Gracia, lo han intentado, pero todos con igual resultado: 8 derrotas, 4 goles a favor y 25 en contra.
Sin embargo, hay esperanza para el Watford. Esta temporada, cayó ante el City por solo un gol en Vicarage Road en diciembre (1-2), aunque la distancia fue mayor en el Etihad (3-1) ante un inspirado Sterling, que hizo un hat-trick. Los hombres de Javi Gracia (abajo) lograron al menos hacer gol en ambos partidos, algo que no había ocurrido en los 30 años anteriores. Un buen dato al que agarrarse de cara a la final.
Planteamiento táctico:
Después de hacerse cargo del Watford en enero de 2018, Javi Gracia inicialmente utilizó una formación de 4-2-3-1. Incluso probó sistemas con 3 defensores atrás, pero para el comienzo de la siguiente temporada el equipo se asentó sobre un 4-4-2. Un sistema que dio sus frutos desde el principio con cuatro victorias consecutivas en la Premier League.
De cara a la final, es probable que el Manchester City domine la posesión y juegue con una línea defensiva alta para condensar sus líneas y ayudar así en la presión tras pérdida. Teniendo esto en cuenta, el Watford tendrá que crear tantas opciones de contraataque como pueda para aliviar esta situación y estirar las líneas rivales.
No obstante, si Javi Gracia emplea su formación más habitual en Wembley, esas posibilidades podrían ser limitadas debido a la elección de la pareja atacante: Deeney (abajo) no tiene el ritmo suficiente para correr constantemente por detrás de las defensas rivales y Andre Gray carece de la capacidad suficiente para aprovechar al máximo los momentos de transición.
Asimismo, el 4-4-2 también podría permitir a Pep Guardiola empujar a uno de sus laterales (en las últimas jornadas Zinchenko ha realizado ese papel desde la izquierda) hacia adentro para ayudar en esa zona y sobrecargar de trabajo a la pareja de centrocampistas del Watford, muy probablemente Capoue y Doucoure.
Cualquier situación en la que el medio del campo de los Hornets tenga que estrecharse para evitar esa superioridad podría tener consecuencias peligrosas: 1 contra 1 de los extremos del City contra los defensas del Watford.
En la dramática semifinal de la FA Cup ante el Wolves en Wembley, Javi Gracia distribuyó a su equipo en un 4-4-2 en rombo en el medio del campo. El sistema funcionó para crear una congestión central y permitir a su vez que los dos delanteros centrales permanecieran en campo contrario. Con una unidad central más cerrada como puede pasar en esta final, el Watford podría bloquear a los jugadores avanzados del Manchester City y forzarlos a jugar por las bandas.
La ventaja del rombo en el centro del campo es que funcionaría para anular el efecto de uno de los laterales del City cuando entra al medio del campo. Además, podría ayudar a restringir los rápidos cambios de juego que el City usa con tan buenos resultados, un aspecto crucial para las posibilidades del Watford.
Calidad sobre cantidad
El Watford han utilizado poco una estructura defensiva 4-1-4-1 con Javi Gracia en el banco. No obstante, podría ser una opción. ¿Por qué? El equipo de Guardiola ha mostrado signos de frustración al enfrentarse a esta configuración particular, especialmente en sus derrotas consecutivas de la Premier League ante el Crystal Palace en casa y a domicilio frente al Leicester. El mismo Javi Gracia usó esta misma formación en el Etihad en su duelo ante los Citizens, con Capoue incrustado entre la líneas defensiva y el medio campo, y Gray abriendo como único delantero. Los Hornets lograron llegar igualados al descanso, pero en la segunda mitad Sterling se desató.
Ese 4-1-4-1 podría ser una opción viable para el Watford en Wembley. Más jugadores por detrás de la pelota no solo crearían una estructura más compacta sin posesión, sino también oportunidades de mejor calidad en el contraataque.
Un caso simple de calidad sobre cantidad en los contragolpes ante el City fue la base del triunfo del Tottenham en la eliminatoria de cuartos de final de la Champions League. La formación 4-1-4-1 ofrece además una cobertura adecuada de las áreas centrales, para luego lanzar los ataques a través de Deulofeu, Pereyra o Success.
El factor Wembley
Sin importar el sistema defensivo que utilice el Watford, el Manchester City impondrá su dominio habitual de la posesión. Las dimensiones de Wembley favorecerán al City para estirar la defensa del Watford horizontalmente, creando así huecos entre las unidades de Javi Gracia.
Como se mencionó anteriormente, al City le resultó complicado en ocasiones afrontar una estructura rival 4-1-4-1. Pero si sus defensas centrales entran en el centro del campo y atraen a los centrocampistas del Watford, esto podría crear más espacio entre líneas. Desde aquí, la calidad de Sterling, Bernardo Silva y Leroy Sané proporcionan un ancho de ataque fantástico. De este modo, los Hornets podrían encontrarse demasiado expandidos tanto vertical como horizontalmente, la peor pesadilla de una línea de fondo.
Si sus defensores centrales avanzan consistentemente, el City podría empujar a un mediocampista atacante más arriba, ya sea para unirse al único delantero central, probablemente Sergio Agüero, o combinar con uno de los extremos. En ese momento, las combinaciones y movimientos rápidos ayudarían a los jugadores del City a penetrar entre los centrales de Watford y los laterales, lo que lleva después a asociarse con el extremo opuesto o buscar el centro al área en el segundo palo.
Esto no es nada novedoso para el Watford, por supuesto, ya que el City ha estado jugando así durante gran parte de los últimos dos años bajo el mandato Guardiola. La cuestión es si podrán detenerlo o no.