Ashley Young
Inter de Milán, 2020-Presente
El Perfil:
Ashley Young se convirtió en el tercer jugador que deja el Manchester United para unirse al Inter de Antonio Conte en los últimos meses, siguiendo el ejemplo de Romelu Lukaku y Alexis Sánchez. Al tomar ese camino, Young ha mostrado que mantiene intacto el deseo de seguir su carrera al más alto nivel a pesar de ser un jugador veterano (34 años).
Y después de una arranque positivo en Italia hay razones para creer que puede hacerlo. “Conte fue clave en la decisión de venir aquí”, dijo Young después de llegar al Inter. “Ya quería llevarme con él cuando estaba en el Chelsea”.
“Es un entrenador fantástico que tiene la ambición de ganar trofeos y eso es algo que también quiero yo”. Cuando ya parecía que solo tendría un papel secundario en el United y en la selección inglesa, Young se mantiene enfocado en culminar de forma destacada su etapa de jugador, algo que no lucía tan probable.
Análisis táctico:
Extremo en sus días en el Watford y el Aston Villa, Young ha encajado sin dificultades en el sistema 3-5-2 de Conte, operando por cualquiera de las dos bandas como carrilero, diferente a su rol más defensivo en Old Trafford y tras actuar como lateral izquierdo de la selección inglesa en el Mundial de Rusia 2018. Young se encuentra más cómodo por la izquierda desde donde puede recortar por dentro para jugar con la derecha, su pierna dominante, aunque también puede ser empleado por el costado diestro.
En banda derecha tiende a ocupar una posición más pegada a la línea de cal, invitando al defensa central más cercano a progresar con el balón por ese sector de campo. Una ves que llega a posiciones adelantadas, más repetidas desde este perfil derecho, encuentra más facilidades centrando con su pie dominante, en comparación a cuando está por la izquierda.
Cuando está por la izquierda, Young también tiene la habilidad de combinar con los delanteros que tiene por delante, utilizando la capacidad de Lukaku de mantener a raya a los defensas y retener la posesión arriba. Este patrón demuestra ser ideal para el Inter en la construcción de juego desde atrás y cuando el equipo está bajo una intensa presión del rival, o si un mediocampista central no puede ser habilitado con un pase directo.
Young también tiene la habilidad de crear oportunidades de central el balón desde posiciones muy pegadas a la banda. Tanto Lukaku como Lautaro Martínez representan potentes objetivos por arriba, zafándose en muchas ocasiones las vigilancias defensivas dentro del área.
Si los dos mediocampistas ofensivos del Inter y el carrilero del costado opuesto también atacan sus centros, Young tiene muchas opciones potenciales. Ya en su debut envió un centro perfectamente colocado para que Martínez rematara de cabeza (abajo).
Aunque desde la izquierda Young puede atacar por afuera y centrar con su pie más débil, cuando es utilizado como lateral izquierdo inevitablemente intenta girarse y usar su pie derecho para enviar centros desde afuera hacia adentro. Esto plantea a los defensas rivales un nuevo problema, ya que esos envíos suelen estar dirigidos a los espacios a la espalda. Pero si esos envíos se demoran por la necesidad de colocar el balón en su pie dominante, esto permite a los defensas tener más tiempo para posicionarse adecuadamente para defender el centro.
Young también requiere apoyo más cercano desde el centro del mediocampo cuando está jugando desde la izquierda, algo que puede forzar a Conte a cambiar la composición de su mediocampo. Con Young en la derecha, el Inter puede organizarse con un pivote en mediocampo apoyado por dos interiores más todo terreno, capaces de avanzar y ofrecer opciones de pase, siendo Christian Eriksen, Nicolò Barella y Stefano Sensi particularmente efectivos en estas acciones.
Con Young por la izquierda, se requiere un doble pivote para que de manera consistente tenga una opción de pase directa cuando ingrese por dentro. Esto también significa que hay un solo mediocampista central en el ataque – quizás Sánchez o Eriksen – por delante de Matías Vecino y Marcelo Brozovix, y, por lo tanto, provoca que el Inter cuenta con menos opciones en el ataque.
Rol en el Inter de Milán:
Si esa estrategia significa que hay menos jugadores llegando al área, Young aun tiene la capacidad de centrar desde banda– una acción marca de la casa de los equipos de Conte – hacia los delanteros (abajo).
La posesión puede volver entonces atrás hacia Eriksen o Sánchez, jugando cualquiera de los dos como mediapunta, mientras encaran la portería. Esto es un patrón ideal de ataque para intentar penetrar un bloque defensivo bajo, pero cuando esa opción no está disponible los mediocampistas más retrasados del Inter pueden dar apoyo cercano a Young, creando las opciones de pase requeridas para retener la posesión.
Ya desde hace algún tiempo, la velocidad ha dejado ser uno de sus puntos fuertes, pero la efectividad de Young no ha sido debilitada por eso. Aún mantiene la habilidad en sus centros y cambiarse el balón de pie, creando espacio para centrar al área, tal como lo ha hecho a través de su carrera.
Young agrega además experiencia al lado izquierdo de la defensa del Inter, donde juega por delante de Alessandro Bastoni, joven central del equipo. Jugando por la izquierda en una defensa de tres con Stefa de Vrij y Young en Serie A es algo que le da a Bastoni la plataforma perfecta desde donde desarrollar su juego.
Se trata de una asociación que también beneficia a Young. El atlético y exuberante Bastoni es capaz de desplazarse para cubrir los espacios que el inglés deja vacíos, especialmente cuando los rivales intentan contragolpear por ese pasillo.
Young había acordado un contrato de seis meses con el Inter, pero su más reciente aventura quedó en suspenso por el brote del coronavirus. No obstante, el prometedor inicio que ha tenido en Milán sugiere que el club tomará la opción de extender su estadía por otro año.
Redacción: Héctor García