La Liga: Barcelona-Real Madrid
Miércoles 18 de diciembre 2019
Es la primera vez en la historia de La Liga que Barcelona y Real Madrid llegan a un "Clásico" en el Camp Nou empatados a puntos con el campeonato tan avanzado. Después de un arranque con dudas en ambos equipos, azulgranas y blancos han afinado su juego y resultados, especialmente en las últimas fechas para llegar a este partido con 35 puntos.
Aunque no tan decisivo como anteriores duelos en el Camp Nou, donde el Barcelona logró abrir distancia con su rival, el partido sí podría tener consecuencias en función del resultado para el resto de la temporada.
Así juega el Barcelona:
Un equipo con un 4-3-3 muy claro, donde la única variación ofensiva que ha realizado Ernesto Valverde en algún partido ha sido salir de inicio con un 3-5-2. Sin embargo, no parece probable que Ernesto Valverde modifique el 4-3-3 contra el Real Madrid ya que tendría que prescindir de Antoine Griezmann o Luis Suárez en ataque.
Pretende dar mucha amplitud con los extremos, y cuando estos pasan a zonas interiores son los laterales los que ocupan esa posición más profunda para seguir estirando el bloque rival. También en campo contrario, son un equipo que busca atraer la presión del rival y llevarla de un lado a otro para que aparezcan los espacios interiores (abajo).
Con Ernesto Valverde en el banco, el Barcelona ha ido ganando en velocidad en la finalización de las jugadas, hasta llegar a ser un equipo que se maneja muy bien en las transiciones y que no peca de excesiva conservación del balón. Ofensivamente realizan movimientos en función de dónde actúe Messi, y buscan generarle situaciones ventajosas por fuera y por dentro donde él pueda recibir para generar ocasiones de peligro (abajo).
La salida de balón es algo vital en el Barcelona y ahí Marc André-Ter Stegen es de gran ayuda por sus cualidades técnico-tácticas, capaz de utilizar las dos piernas con gran precisión y con una gran lectura táctica y decisional, ante la presión de dos puntas (abajo) introducen al mediocentro entre centrales para generar superioridad.
En fase defensiva colocan el 4-4-2 (abajo) en situación de repliegue a puntos de partida con el fin de mantener a Messi y Suárez descolgados y liberados de un trabajo intenso. Con Griezmann en el campo, en defensa el equipo podría llegar a mantener la misma formación que ofensivamente, 4-3-3. La presión tras pérdida es un factor importante en sus transiciones defensivas para evitar una situación de repliegue donde no se encuentren tan cómodos.
Así juega el Real Madrid:
El equipo de Zinedine Zidane parte de salida con un 4-3-3 con dos interiores y un pivote defensivo que, por ausencias de sus jugadores de banda más importantes -Hazard, por ejemplo-, ha encontrado una variante acumulando hombres por dentro y dando la amplitud con los laterales muy profundos (abajo).
El Real Madrid presiona alto con la idea de llevar la iniciativa y para ello quiere robar en campo contrario y encerrar al rival para acosarle.
Suma mucha movilidad de sus hombres de arriba, sobre todo cuando utilizan el rombo en el medio, y gran dependencia de hombres capaces de recibir en pases reducidos y generar situaciones de peligro, como Modric (abajo) o Benzema.
En fase defensiva, el 4-1-4-1 es innegociable con Casemiro normalmente entre las dos líneas de 4 (abajo). Se añaden jugadores rápidos al cruce en defensa para cuando el rival es capaz de superar esa presión alta, sean capaces de correr hacia atrás para solventar los problemas que le genera esos riesgos anunciados.