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La Liga: El Informe de Lucas Torreira

La Liga: El Informe de Lucas Torreira
Getty Images
Redacción
Héctor García
Publicado el
noviembre 17 2020

Lucas Torreira

Atlético de Madrid, 2020-Presente

El Perfil:

Luego de un prometedor comienzo en el Arsenal, que incluyó un gol en el derbi del norte de Londres contra el Tottenham, Lucas Torreira no consiguió consolidarse en el equipo cañonero y, tras dos años en el Emirates Stadium, el internacional uruguayo se ha unido al Atlético de Madrid en calidad de cedido para la temporada 2020/21.

Su energía y tenacidad parecen adaptarse perfectamente al estilo de juego de Diego Simeone, aunque su estancia en el Atlético será de solo una temporada, ya que el cuadro rojiblanco no tiene opción de comprar al centrocampista una vez que expire el préstamo. Por lo tanto, es posible que el Arsenal sea el que más se beneficie de su año en España, ya sea para reincorporarlo al equipo o con una posible venta.

"Es un chico muy trabajador, vamos a necesitarlo", dijo Simeone a su llegada. "Compite muy bien y nos dará mucha fuerza allí en medio de la cancha. Desde su primer día aquí demostró que va a dar absolutamente todo. Esperemos que podamos ver su mejor rendimiento".

Análisis táctico:

Torreira se siente cómodo en el juego de posesión, ofreciendo sus mejores pases con su pierna derecha (perfil dominante). Tiene la capacidad de dividir a los oponentes con pases precisos, pero no llega a dominar y controlar los partidos con la cantidad de pases que ejecutaría un jugador como Andrea Pirlo o Sergio Busquets.

Aunque tiene las cualidades técnicas para desempeñar el rol de centrocampista central y proporcionar el vínculo entre la defensa y los mediocampistas ofensivos con muchos pases en corto, a menudo permanece estático después de soltar el balón. Por lo tanto, Torreira se adapta mucho más a un estilo de juego directo que a un fútbol de periodos sostenidos de posesión. Ocasionalmente, también retiene demasiado la posesión, lo que puede provocar que sea blanco de intento de contragolpes. Una situación que ha tenido un efecto en su toma de decisiones, ya que ahora busca mover rápidamente el balón con un pase sobre un compañero adelantado o a los interiores en el medio del campo.

Torreira está constantemente alerta a cualquier posible pérdida de posesión y siempre listo para una transición defensiva, lo que puede explicar porqué rara vez se adelanta después de realizar el pase, evitando así dejar un espacio que pueda ser explotado por el rival. Muestra una buena lectura del juego, y además de hacer muchas interceptaciones, es rápido para dar apoyo a un compañero cuando recogen un balón suelto, ofreciendo una opción de pase rápida y segura lejos de la presión, aspecto que ayuda a asegurar la posesión para su equipo. Al mantenerse por detrás de la línea de pase, a menudo bloquea cualquier contraataque por el centro, al menos disuadiendo al rival de avanzar por esa zona del campo simplemente por su posición.

Su capacidad para la recuperación es extremadamente útil cuando juega en un equipo que presiona agresivamente y requiere una unidad central combativa. Es un jugador increíblemente tenaz para tratar de recuperar el balón. Si es superado, perseguirá a su oponente y hará todo lo posible para ralentizar el ataque.

Esta cualidad es más evidente durante las transiciones defensivas, cuando actúa de manera similar al jugador del Chelsea N'Golo Kanté, presionando tanto con inteligencia como con agresividad (arriba), adaptando su carrera para reducir las opciones de su oponente para salir de apuros con un pase.

Rol en el Atlético de Madrid:

Torreira se ha desempeñado en el doble pivote en el medio del campo en la estructura fija 4-4-2 de Simeone, donde su función principal es de carácter defensivo. El uruguayo ejecuta movimientos fuera de la línea defensiva para presionar a su rival de manera directa y demorar el avance del contrario (abajo), con el Atlético bien entrenado en estrechar la línea del mediocampo cuando uno de sus efectivos salta hacia adelante. Esto garantiza que haya una presión constante sobre el portador del balón, manteniendo al mismo tiempo una estructura compacta, y también creando más oportunidades para que su equipo recupere la posesión.

Cuando Torreira no logra ganar la posesión en ese tipo de situación, por lo general forzará al rival a jugar por fuera, incentivando a los oponentes a atacar alrededor del exterior de la estructura compacta del Atlético, precisamente lo que Simeone quiere de su equipo. Torreira es entonces rápido para replegarse y recuperar su posición en el medio del campo, permitiendo que los mediocampistas de banda se abran y, de ser necesario, salir a presionar al nuevo portador del balón.

Sin embargo, en ocasiones se lanza al suelo sin necesidad en un intento de ganar el balón demasiado apresuradamente, lo que compromete la estructura defensiva del equipo. Aunque no es para nada algo que le pase a menudo, si un jugador se sale de la sincronía en un bloque bajo como el del Atlético, eso puede generar suficiente espacio para que el atacante rival avance por el centro, algo que raramente sucede contra el equipo de Simeone.

En los momentos con balón, los defensas centrales y mediocentros del Atlético muchas veces forman un cuadrado (abajo), y desde su posición Torreira desempeña un rol clave durante las transiciones. Al tener los laterales permiso para avanzar, a los jugadores del doble pivote del medio del campo se les pide que cubran las amenazas por el centro y las bandas, si el Atlético pierde la posesión. Es en estas situaciones cuando Torreira seguramente muestra su mejor faceta, con su energía y dinamismo como factores clave para destruir los contragolpes del adversario.

En fase de posesión, Torreira ha recibido instrucciones de pasar el balón hacia afuera, con el equipo por lo general construyendo juego alrededor de los oponentes. Debido a la posición avanzada de los laterales del Atlético, muchos de los pases hacia adelante de Torreira van dirigidos a los costados, ya sea para que los laterales los sigan en carrera o que el balón le llegue directamente a sus pies, si ya previamente han avanzado por sus respectivas bandas.

Torreira no acompaña el movimiento de sus pases arriba y permanece al frente de sus centrales, junto a su compañero en el centro del campo – muchas veces Koke – quien se muestra más dispuesto a avanzar y a dar apoyo a los ataques.

El internacional uruguayo rara vez envía pases verticales y muchas veces buscará a Koke con un pase en corto. Los dos han desarrollado un entendimiento mutuo, con Torreira indicando el tipo de pase que Koke debería hacer después de recibir el balón que le da a su compañero en el mediocampo. Ambos saben que un cambio de juego hacia los laterales es muchas veces una opción, y Torreira intentará dar su pase a Koke de una forma tal que sugiere que esa posibilidad del cambio de lado existe.

Aunque uno de los delanteros muchas veces retrasa su posición ubicándose entre líneas para recibir un pase del centro del campo, el uruguayo no ha estado enviando muchos pases verticales intentando dividir al rival, algo qua sí hacía con frecuencia cuando jugaba en la Sampdoria. En su lugar, tiende a dar pases muchos menos incisivos, lo que probablemente tenga relación con la influencia de su entrenador en el Atlético.