Tammy Abraham
Chelsea, 2016-Presente
El Perfil:
Tammy Abraham puede surgir, incluso por encima de Mason Mount y Fikayo Tomori, como el principal símbolo de la voluntad del Chelsea en confiar finalmente en los talentosos jugadores de su academia. Bajo su nuevo entrenador, Frank Lampard, el club está inmerso en un proceso de reconstrucción tras la salida de Eden Hazard al Real Madrid. La constante elección de Abraham por parte de Lampard contrasta con períodos anteriores del club de Londres, cuando no fue tomado en cuenta como titular incluso cuando Álvaro Morata no lograba el impacto esperado, y ni Olivier Giroud ni Gonzalo Higuaín eran capaces de destacarse como sustitutos de garantías para Diego Costa.
Desde la salida de Didier Drogba, quizás solo Costa demostró ser capaz de cumplir con las expectativas que un club tan exigente como el Chelsea demandaba de su delantero centro. Hernán Crespo, Andriy Shevchenko, Fernando Torres parecían sucesores adecuados para Drogba, (y en el caso de Morata, de Costa), pero a pesar de haber demostrado todos su potencial en equipos anteriores, no pudieron triunfar con la camiseta “Blue”.
Favorecido en gran medida por la prohibición al Chelsea de realizar contrataciones en los dos últimos periodos de transferencias, Abraham tiene que competir con Giroud y Michy Batshuayi (jugadores internacionales) para ser el delantero principal del Chelsea, mientras su éxito ha llevado al seleccionador inglés Gareth Southgate a confiar plenamente en él. Su progreso ha siso tal que se espera su inclusión entre los jugadores que estarán en la próxima Eurocopa, originalmente programada para este año y ahora aplazada hasta 2021. Es probable que en ese torneo se le unan otros prometedores jugadores del Chelsea de su misma generación.
Análisis táctico:
Operando como delantero centro, Abraham ofrece una variedad de movimientos de apoyo para asociarse y generar ataques. Su movimiento más común consiste en atacar los espacios a la espalda de la defensa contraria para perseguir los envíos a esas zonas. Esas carreras directas y en profundidad contribuyen a generar ocasiones de gol de forma regular, aunque todavía necesita mejorar su definición en el uno contra uno.
Abraham generalmente acierta a marcar por acciones instintivas, dentro o cerca del área rival, incluso cuando tiene tiempo y espacio limitados. Su instinto goleador ya es notorio, y puede encontrar las esquinas de la portería en dos toques, independientemente de la posición corporal o la dirección de la asistencia. Dentro del área también es capaz de definir rápidamente y con capacidad de adaptación, a menudo venciendo a los porteros o anticipando a los defensores con un remate temprano.
También puede disparar a puerta a pesar de encontrarse con los rivales muy encima, aprovechando en esta situación la incapacidad del portero para tener una visión completa de la acción (arriba). Por otro lado, su altura (1,91 metros) y habilidad en el juego aéreo ofrece a sus compañeros un método alternativo para entregar el balón en el área. El hecho de que también pueda disparar después de desplazar el balón a la posición más adecuada, significa que puede generar pasillos interiores hacia la meta, incluso contra un mayor número de rivales, con la capacidad para aguantar el balón y superar a los oponentes.
Es cuando se aleja de los metros finales donde Abraham presenta algunas limitaciones en su juego. Puede asociarse con sus compañeros (abajo), pero necesita varios toques mientras está bajo presión, reteniendo el balón o la asociación. Su primer toque bajo presión no es del todo preciso, provocando que se retrase o debilite un ataque, al igual que ocurre con su capacidad de pase y de protección del balón bajo estas circunstancias.
No obstante, el hecho de que sea tan potente en los metros finales compensa su ineficacia en posiciones más retrasadas, particularmente dado que sus movimientos son en gran medida positivos. Sin embargo, si quiere competir de manera real con Harry Kane para ser el delantero titular de Inglaterra, su juego en general, también en posiciones más retrasadas, tendrá que mejorar. Como en el caso de Kane, los mejores atacantes del mundo constantemente ofrecen contribuciones superiores en todas las zonas del campo.
Rol en el Chelsea:
Frank Lampard ha apostado hasta ahora por un 4-3-3 y un 4-2-3-1, con un pivote simple o doble pivote en medio del campo, y una defensa de tres. En cada sistema, Abraham se ha mantenido como delantero centro, complementado por un apoyo constante y ofensivo. Cuando se juega en una defensa de 3, la amplitud en ataque está prevista por los laterales, por lo que los interiores permanecen casi permanentemente dentro de los pasillos interiores para conectarse a esos laterales y jugar por dentro, proporcionando apoyos al delantero centro.
El hecho de que Abraham tenga a compañeros en banda con los que vincularse lo alienta a desarrollar su juego combinativo en el último tercio de campo. El apoyo desde ambos lados significa que puede ser menos predecible; evitando las superioridades en contra y alejándose de sus rivales en fase de posesión. Además, las incursiones de Willian, Pedro, Callum Hudson-Odoi, Mason Mount o Ross Barkley dentro del área liberan las marcas sobre Abraham cuando está cerca de la portería (abajo), donde puede zafarse del defensor y utilizar el remate al primer toque para encontrar el gol.
Cuando Lampard ha utilizado un 4-2-3-1 o 4-3-3, se producen movimientos similares alrededor de Abraham cuando se encuentra tanto en un territorio más retrasado como en posiciones más avanzadas. Cuando lo hacen, se requieren más movimientos desde otros lugares, normalmente con los extremos moviéndose hacia el interior, y los laterales en desdoblamiento por bandas, asegurando una mayor cobertura detrás del balón (potencialmente de un jugador que juegue en el centro).
En el 4-2-3-1, el avance en ataque de uno de los centrocampistas del doble pivote (N'Golo Kanté de manera más regular) no siempre llega a Abraham en el momento justo, pero su capacidad para combinarse en profundidad con un tercer hombre que viene desde atrás ha mejorado. Es mucho más efectivo cuando Lampard selecciona una defensa de cuatro, aunque cualquiera de los sistemas elegidos lo invita a ir de frente ante los defensores contrarios, donde se destaca por recibir la posesión y finalizar. La combinación con Hudson-Odoi, Mount y Pulisic, podría terminar siendo la base del ataque del Chelsea a largo plazo.
Redacción: Héctor García