El entrenador principal en ese momento era Bobby Robson, y tenía a José Mourinho allí con él. Hice la pretemporada con el primer equipo, y pensé que podía mantenerme durante la temporada. Era todo por lo que había estado luchando durante esos años, pero finalmente terminé jugando para el Barça B esa campaña, y para el verano siguiente estaba claro que tendría que salir cedido si quería jugar continuamente.
Fue un momento difícil para mí. Había estado en el club durante seis años, y estaba cerca de hacer mi sueño realidad. Tan cerca que casi podía tocarlo.
En lugar de eso, el club arregló que fuera cedido al Toledo en la Segunda División. Incluyeron una cláusula en el contrato que señalaba que tenía que jugar una cierta cantidad de minutos. Si no lo hacía, el Toledo tendría que pagar más al Barça, así que el club se aseguró de que yo pudiera tener el tiempo de juego que necesitaba en las últimas etapas de mi formación futbolística, como jugador joven que era.
“Cruyff venía a la Masía y sabía tu nombre, te saludaba, te preguntaba cómo iban tus estudios”
Aprendí mucho en mi tiempo en el Barça. A medida que se asciende a través del fútbol base, hay un tema común en todos los equipos y con todos los diferentes entrenadores. Es la parte más básica del fútbol: aprender a controlar y pasar el balón correctamente.
Pero quizás una de las lecciones más importantes me la enseñó uno de los grandes, Johan Cruyff. No fue un concepto técnico o táctico. Se trataba del lado humano del juego.
Cruyff venía a los entrenamientos de la tarde con los sub-15, sub-16, de todas las edades, y se unía a los rondos con nosotros. Venía a La Masía y sabía tu nombre, te saludaba, te preguntaba cómo iban tus estudios. Para nosotros era increíble que el entrenador del primer equipo, un tipo que era una leyenda, tanto como jugador como técnico, supiera todos nuestros nombres y estuviera realmente interesado en nosotros.
Esa fue una de las primeras cosas que empecé a hacer cuando me convertí en el director general del Valencia. Empecé a conocer a cada uno de los jugadores de todos los equipos juveniles, hablando con ellos cada vez que los veía en el campo de entrenamiento, y los veía a todos entrenar y jugar tan a menudo como era posible. Creo sinceramente que fue ese tipo de cosas de Cruyff las que hicieron que el Barça tuviera tanto éxito en esa época. Es algo que siempre haré, dondequiera que trabaje.