Miguel Almirón
Newcastle United FC 2019-presente
Miguel Almirón -nacido en la capital paraguaya de Asunción- se abrió camino en las categorías inferiores de Cerro Porteño. Llegó allí después de que varios clubes rivales le dijeran que no por su baja estatura. Tras ingresar en el primer equipo, y conseguir su primer gol un mes después, las apariciones de Almirón como jugador revulsivo saliendo desde el banquillo ayudaron al Cerro Porteño a permanecer invicto en esa temporada.
Las crecientes actuaciones de Almirón tuvieron eco al otro lado de la frontera, donde pronto se mudó para unirse al club argentino de Lanús. Sin embargo, aquí volvió a tener dificultades para tener continuidad. Eso hizo que su salto a la titularidad fuera más lento de lo esperado. Finalmente encontró su espacio, ayudando a Lanús a obtener el título de Primera División en 2016, donde hizo un gol en la Final contra San Lorenzo en una cómoda victoria 4-0.
En diciembre de 2016 se marchó a la MLS para firmar por Atlanta United, franquicia que arrancaba su participación en la liga norteamericana. Un traspaso de 9 millones de euros mostró el interés del equipo dirigido por Tata Martino por el joven paraguayo, quien fue considerado como una de las piezas claves para el futuro del club. Bajo las órdenes del Tata (ex entrenador del FC Barcelona y la Selección argentina), el centrocampista paraguayo floreció con un juego consistente. Almirón anotó 13 goles cruciales en su última temporada en Estados Unidos, donde Atlanta ganó la Copa MLS por primera vez en su breve historia. Después de hacer su debut internacional en septiembre de 2015, Almirón suma ya 12 internacionalidades, participando en la Copa América Centenario y en la clasificación para la Copa Mundial de la FIFA 2018. Aunque todavía no ha conseguido marcar con su Selección.
Análisis táctico:
El paraguayo ha demostrado a lo largo de su carrera que es extremadamente versátil para jugar en la zona de ataque. Con su club más reciente, Atlanta, Almirón fue utilizado como mediapunta, segundo delantero e interior izquierdo en un medio del campo de tres jugadores. Su habilidad para recibir bajo presión es una de las fortalezas de su juego. A menudo, moviéndose hacia el portador de la pelota, Almirón tiene la explosividad necesaria para deshacerse de sus marcadores al primer toque, atacando después el espacio que se queda libre.
Cuando juega como segundo delantero también usa bien su cuerpo para zafarse de defensores e ir directo al espacio que se abre por detrás del zaguero. Interpretando el papel de volante izquierdo en el medio del campo, Almirón tiene la capacidad de mover la pelota rápidamente entre líneas después de girar. A eso suma la virtud de ver con claridad pases de penetración para los compañeros avanzados. Sin el balón, Almirón es el sueño de cualquier entrenador. ¿Por qué? Aplica una actitud agresiva y trabajadora, sello típico de los jugadores sudamericanos. El paraguayo trabajará incansablemente para recuperar el balón si es la estrategia marcada por el entrenador. Siempre se muestra dispuesto a perseguir a múltiples oponentes, intentando también interceptar los pases entre ellos. Algo que le diferencia de muchos delanteros, que solo presionan el primer pase de la línea defensiva rival para luego detenerse en los siguientes.
Aunque no siempre gana el balón directamente, sus habilidades para atacar y para ganar el balón son decentes, aunque todavía no sobresalientes. Su presión es constante y suele forzar el error de los rivales en el pase o recepción de balón. Esto luego ayuda a su equipo a recuperar el balón en distintas zonas del campo, originando a continuación contragolpes rápidos. Almirón es un jugador absolutamente ideal para un equipo que hace presión alta o uno basado en transiciones de ataque rápido lanzadas desde un bloque medio.
Sin embargo, un inconveniente importante en el juego de Almirón es su dificultad para jugar con la pierna derecha. A pesar de que es muy fuerte en su perfil izquierdo, la previsibilidad del paraguayo después de una recuperación puede provocar una pérdida. Esta deficiencia del lado derecho también significa que Almirón no puede girar de forma natural en ambas direcciones, una vez más, haciendo que sus movimientos sean predecibles. Los marcadores inteligentes ciertamente se darán cuenta de esto y, por lo tanto, intentarán forzarlo hacia su lado derecho siempre que sea posible.
Rol en su nuevo equipo:
El Newcastle United ha roto su récord de transferencias con la llegada de Almirón (27 millones de euros). Un fichaje que se hacía necesario ante la falta de gol. Con 21 tantos en 24 partidos de la Premier League, el Newcastle es el tercer equipo menos goleador del campeonato, superando solo al Cardiff City y al Huddersfield. La llegada de un jugador de perfil ofensivo como el paraguayo sin duda será bienvenida.
Y lo agradecerá también Salomón Rondón. El venezolano se ve extremadamente aislado cuando juega como único “9”, con jugadores como Ayoze Pérez, Kenedy y Christian Atsu, a menudo incapaces de proporcionar un juego de calidad consistente en fase ofensiva. Por lo tanto, con la incorporación de Almirón como uno de los jugadores de apoyo en la estructura 1-3-4-3 del Newcastle, las Urracas finalmente obtendrán un jugador que puede regatear y atacar con el balón, pero también orquestar el juego ofensivo con un avance incisivo. Sumará pases y combinaciones rápidas en espacios reducidos.
Pérez, Kenedy, Atsu y Jacob Murphy son todos un tipo de jugador muy similar, que prefieren driblar o correr por detrás de Rondón cuando se suman al ataque. La inclusión de Almirón, junto con cualquiera de los atacantes mencionados anteriormente, debe proporcionar suficiente variedad en el ataque para crear más oportunidades y aumentar el número de goles. El internacional paraguayo se convertirá en la figura creadora de juego en la unidad atacante, y, con varios jugadores corriendo hacia él o por detrás, Almirón tendrá suficientes opciones de pase para demostrar sus habilidades de juego.
Cuando Rafael Benítez no ha usado un 1-3-4-3, el Newcastle ha adoptado por una estructura 1-4-4-2 o 1-4-2-3-1. Almirón no se ajustaría a un papel más amplio como centrocampista en ninguna de estas formaciones, ya que su desarrollo se vería limitado. El centrocampista paraguayo necesita jugadores que corran a su alrededor, lo que le permite convertirse en el vínculo perfecto entre la defensa y el ataque desde una posición central.
Será interesante ver cómo se asienta Almirón en el noreste de Inglaterra, aunque llega con problemas físicos que arrastra desde el final de temporada de la MLS. Lo más importante para Almirón es tener minutos de juego para mostrar todos sus atributos. Almirón podría tardar un tiempo en arrancar, sobre todo si en los primeros partidos es utilizado desde el banquillo. Por lo tanto, si los aficionados del Newcastle quieren ver lo mejor de su juego, deberán tener paciencia. La recompensa llegará.
Redacción: Héctor Riazuelo