Trent Alexander-Arnold
Liverpool, 2016-Presente
El Perfil:
Si el Liverpool mantiene su camino hacia una temporada aún más exitosa que la de 2018/19, también es será el caso de su influyente lateral derecho Trent Alexander-Arnold.
Quizás no haya un ejemplo mejor para explicar el rol que debe desempeñar un lateral en el fútbol moderno. Y que Alexander-Arnold y el lateral izquierdo Andy Robertson sufran lesiones es quizás lo que menos puede permitirse el Liverpool en este tramo final de temporada para conseguir sus objetivos. Entre ellos están definir su título en Premier League, la FA Cup y repetir su reinado en la Champions League. Aunque para optar a esto última, antes tendrán que eliminar al Atlético de Madrid en los octavos de final.
Jugar en el medio del campo durante su etapa formativa sin duda ha contribuido mucho con la evolución de Alexander-Arnold, de 21 años, como uno de los laterales más talentos del mundo en la actualidad, uno de los mejores desde el brasileño Dani Alves, quien fue tan esencial y proporcionó cualidades similares en el Barcelona de Pep Guardiola.
Está completando una gran temporada, pero su actuación fue especialmente brillante durante el pasado mes de diciembre, donde el internacional por Inglaterra contribuyó a que su club ganara su primera Copa Mundial de Clubes –derrotando 1-0 al Flamengo- y a ampliar las distancias con sus rivales en lo más alto de la Premier League. Marcó un gol, asistió en tres ocasiones y contribuyó a que su equipo no encajara gol en tres de los cinco partidos disputados ese mes.
Una actuación que le valió para ser nombrado jugador del mes en la competencia inglesa, algo no muy habitual para un defensor. "Es un momento de orgullo", dijo el jugador del Liverpool, quien acabó por delante de Emiliano Buendía, Dominic Calvert-Lewin, Kevin De Bruyne, Ben Foster, Danny Ings, Jamie Vardy y Adama Traoré.
táctico:
Lo que más impresiona en su juego es su capacidad de pase. Su calidad técnica le permite tener una gran variedad en las entregas -entre las mejores del mundo- que ayudan también a potenciar el juego vertical del Liverpool como punto de partida a las carreras y movimientos de sus compañeros de equipo.
La potencia de sus lanzamientos también es a menudo tan crucial -la mayoría al primer o segundo toque- como la velocidad de la entrega en sí, poniendo a prueba a las defensas rivales en situaciones de repliegue defensivo o cuando rastrean los movimientos ofensivos del "tridente" del Liverpool.
Incluso cuando se demora más allá de un toque, más comúnmente para controlar una pelota aérea, el tiempo entre toques es mínimo. Esto lleva a una calidad en la entrega tan excelsa como la que realiza con el balón parado y desde posiciones más retrasadas, donde cambia cada vez más el juego de orientación hacia Robertson. También se asocia con sus compañeros en posiciones centrales antes de llegar al último tercio de campo.
Los mediocampos opuestos a menudo se organizan para limitar las combinaciones en banda del Liverpool, construyendo entonces los de Jürgen Klopp el ataque por dentro. Todavía tiene que igualar la precisión de aquellos pases que intenta cuando apunta a un compañero de equipo dentro del área rival (arriba), pero hasta ahora ha progresado a tal velocidad que se espera que lo haga pronto.
Rol en el Liverpool:
Alexander-Arnold es tan capaz de intentar centros desde las zonas en las que se siente más cómodo gracias a los precisos pases que recibe de los compañeros que le rodean en Liverpool. A menudo pasa por alto a los centrocampistas rivales, en lugar de combinar a través de ellos, porque puede correr hacia adelante sabiendo que es probable que reciba un pase en progresión.
Esos pases, en su mayoría intentados por el central del lado derecho -Joel Gómez-, el pivote defensivo -Fabinho- o el volante derecho -Jordan Henderson- lo invitan a generar amplitud y una opción de pase a la espalda del extremo contrario (arriba). Las defensas rivales a menudo priorizan bloquear las amenazas que el equipo de Klopp plantea por dentro intentando evitar la asociación entre los tres jugadores de ataque o siguiendo los movimientos de Roberto Firmino.
Cuando el brasileño se desplaza a uno de los canales interiores y un volante el otro, exigiendo tanto al volante como al mediocampista central rival a ocuparse de sus marcas, Alexander-Arnold tiene espacio para avanzar y recibir por detrás de ellos. En cambio, si el Liverpool se encuentra con un mediocampo o una defensa de 5 jugadores, ajusta su posición para hacer más carreras directas, siendo el blanco de los balones aéreos por encima del bloque defensivo rival.
En el caso de que sea difícil realizar un centro más tradicional en estas circunstancias -como también después de un cambio de juego de Robertson-, utiliza su variedad de pases y su habilidad para superar las líneas rivales. Complementado por un volante más proactivo -Alex Oxlade-Chamberlain o Naby Keïta - con una posición inicial más amplia, a menudo arrastra de su posición al volante del equipo contrario antes de jugar sobre el espacio del lateral con los compañeros que están por delante o de vuelta al canal interior (arriba) para contribuir a la construcción de juego.
Cuando llegan más unidades para generar superioridad en el canal interior derecho, Alexander-Arnold saca provecho de estas situaciones avanzando discretamente como el tercer hombre, y en el territorio donde se encuentra cómodo con el balón. Cualquiera de estos dos métodos representan una solución fiable a los intentos del Liverpool de superar una defensa determinada, como lo demuestra el hecho de que solo el mediocampista del Manchester City Kevin De Bruyne ha dado más asistencias (16 del jugador belga por 10 de Arnold) en lo que va de temporada.
Redacción: Héctor García