João Félix
Atlético de Madrid, 2019-Presente
El Perfil:
João Félix se convirtió en el cuarto jugador más caro de todos los tiempos cuando en julio de 2019 y con 19 años, el Atlético de Madrid pagó 127 millones de euros al Benfica (el valor de su cláusula de rescisión) para reemplazar a Antoine Griezmann, quien ese verano firmó por el Barcelona.
Félix había debutado con el primer equipo del Benfica en agosto de 2018 y marcó su primer gol una semana después contra el Sporting de Lisboa, convirtiéndose en el goleador más joven de la historia en un derbi de Lisboa. Un récord al que le sumó también el de jugador más joven en hacer un hat-trick en competencias europeas, en la victoria del Benfica 4-2 sobre el Eintracht de Frankfurt en la Europa League.
"João tiene muchas capacidades", ha señalado Diego Pablo Simeone. “Tiene una visión de juego que le permite adaptarse a diferentes posiciones y está en proceso de adaptación, y lo mejor que tiene son esas ganas de aprender. El talento es innato, pero el deseo de aprender es el camino más corto que debe realizar un jugador”.
Análisis táctico:
La mayor fortaleza de Félix es su movilidad, que a menudo es comparable con los mejores mediapuntas, incluso aunque haya pasado gran parte de su carrera formando pareja de ataque junto a otro delantero. Esto significa que muchos de esos movimientos sean complicados de rastrear por los defensores rivales, aumentando su potencial ofensivo tanto en posesiones largas como en los momentos de transición. Esos movimientos sutiles lejos de los defensores centrales le facilitan vincularse con el ataque y con sus compañeros de equipo, ofreciendo más movimientos a su alrededor y haciendo que los defensores rivales se muestren reacios a seguir su marca.
Si un ataque es liderado por un compañero de equipo, Félix está igualmente dispuesto a atacar la espalda de la defensa rival operando como lo haría un número ‘9’ más convencional: yendo al espacio, midiéndose al oponente en una carrera en velocidad o trazando un desmarque en profundidad. Quizás sea solo su falta de presencia en el juego aéreo lo que le impide ser un nueve más completo.
Su sentido posicional y lectura táctica del juego complementan esas cualidades. Escanea inteligentemente lo que ocurre a su alrededor para detectar los espacios más adecuados por donde moverse, a veces haciéndolo casi estático o manteniendo la posición que ya ha asumido. Y aunque puede acelerar rápidamente, es la inteligencia de esos movimientos (abajo) y no su velocidad lo que más preocupa a sus oponentes, con quienes intenta evitar medirse innecesariamente.
Otro punto fuerte, y una demostración de su confianza en sí mismo, es su deseo de buscar el disparo lo más rápido posible. A menudo marca en sus primeros dos toques, con una impresionante técnica de golpeo que le facilita ejecutar el lanzamiento con acierto antes de que los porteros tengan la oportunidad de colocarse y reaccionar. Asimismo, la trayectoria de sus disparos –principalmente por abajo o a media altura- obliga a los guardametas a tener que predecir el probable ángulo y altura que tendrán.
Esos tiros (abajo) buscan con precisión el primer palo o tienen la suficiente potencia para que, incluso si un arquero logra meter una mano o un pie, a menudo el despeje también llegue a la red. Durante la temporada 2018/19, cuando su presencia en el once del Benfica fue más regular, marcó 14 de sus 20 goles en todas las competiciones con el pie derecho; de los seis restantes, tres fueron con la izquierda y tres con la cabeza. Por otro lado, 18 de sus 20 tantos llegaron dentro del área penal, 11 desde posiciones centrales, 3 por la derecha y 6 desde el perfil izquierdo.
Rol en el Atlético de Madrid:
Simeone mantiene su compromiso de organizar a su equipo en un 4-4-2 en el que Félix aparece de manera más consistente como segundo delantero junto a Diego Costa o Luis Suárez, de manera similar al papel en el que se destacó en el Benfica.
Contribuyendo a los ataques desde áreas más amplias, desde donde busca aportar recortes, Costa, Suárez -y antes Álvaro Morata- representan el punto focal del ataque del equipo y el objetivo de los balones al área de penalti, ya sea en centros por arriba o por abajo.
Los movimientos de Félix hacia posiciones más retrasadas, desde donde enlaza con los mediocampistas (abajo), significa que los jugadores intermedios de banda - Thomas Lemar, Vitolo, Ángel Correa, Koke, Yannick Carrasco y Marcos Llorente– puedan ofrecer apoyos por delante de él, más comúnmente a través de carreras interiores en profundidad cerca del delantero que ocupa el área.
Esos mismos movimientos que ejecuta el portugués también alejan regularmente a los defensas rivales de la marca sobre Costa o Suárez, y contribuyen a vincularse con los laterales avanzados de Atlético por los pasillos interiores. Una acción apoyada por Koke, Llorente y Saúl Ñíguez frecuentemente en los momentos de transición.
La gran energía generada desde el mediocampo beneficia habitualmente a los dos delanteros rojiblancos, con Llorente también jugando en la dupla atacante en algunas ocasiones. Cuando el equipo recupera la posesión, esos dos delanteros pueden atacar los espacios en el último tercio de campo, y si Félix es uno de ellos, su rápido disparo tiene un potencial especial.
Su influencia en los contraataques está mejorando, algo de destacar particularmente dado que se trata de una acción valiosa para un equipo en el que la defensa y la organización son una prioridad. Si además es capaz de mejorar la calidad de sus regates que, para un jugador de su talento todavía le falta pulir, puede hacer al Atlético aún más fuerte al contragolpe.