Partido de ida semifinales de la Liga de Campeones de la UEFA, 28 de abril 2021
Marquinhos (14)
De Bruyne (63)
Mahrez (70)
Mauricio Pochettino y Pep Guardiola volvían a cruzar su camino en la UEFA Champions League dos años después. Por entonces, el entrenador argentino, al frente del Tottenham eliminó al Manchester City en los cuartos de final. Esta vez el duelo era con Pochettino como entrenador del PSG, ante un City de Guardiola que se ve más cerca de jugar la primera final de su historia en la Liga de Campeones tras ganar en el Parque de los Príncipes.
Un partido con una parte para cada equipo. Si bien el PSG dominó y se adelantó en el primera por medio de Marquinhos, en el segundo acto se vio superado por el planteamiento del City. Kevin De Bryune y Riyad Mahrez, en apenas siete minutos remontaron el partido para el equipo inglés, que toma la delantera en la eliminatoria.
10 / 4
DISPAROS / A PUERTA
11 / 6
40 %
Posesión
60 %
457 / 393
Pases / Completados
677 / 622
9 / 2 / 1
Faltas / Amarilla / Roja
15 / 2 / 0
El PSG formó sobre un 4-2-3-1 (abajo) en fase ofensiva, operando con Ángel Di María, Marco Veratti y Neymar en línea de tres por detrás de Kylian Mbappé. Una estructura de ataque que buscó superar el 4-2-4 del Manchester City en defensa, con Ilkay Gündogan y Rodri en el doble pivote por delante de una zaga formada por Kyle Walker, John Stones, Rúben Dias y João Cancelo.
Proteger el centro:
Los de Pep Guardiola utilizaron ese mismo dibujo en la presión, con Riyad Mahrez y Phil Foden cerrando la salida por fuera de los centrales para forzar al PSG a jugar por dentro, donde los citizens estaban muy protegidos ante los centrocampistas rivales juntando en esa zona con Kevin De Bryune, Bernardo Silva, Rodri y Gündogan (abajo).
Por el PSG, Leandro Paredes retrasaba su posición para incrustarse entre los centrales en la salida de balón. Esto coincidía con Verratti y Di María moviéndose en los espacios intermedios y los laterales, Alessandro Florenzi y Mitchel Bakker por fuera, generando así el equipo de Pochettino una estructura 3-3-3-1 (abajo).
El PSG tuvo que lidiar con la presión alta del City, que tenía como objetivo robar en campo contrario para lanzar el contragolpe. Un desarrollo con un alto riesgo para el equipo inglés, ya que comprometía a varios jugadores por delante en áreas pequeñas para recuperar. Y más ante un equipo como el PSG, donde la calidad de sus jugadores les permitió encontrar líneas de pase en estas zonas tan restringidas (abajo), para, desde ahí, generar peligrosos ataques durante la primera mitad.
Un duelo desigual:
El primer gol llegó en una acción a balón parado en la que el PSG utilizó a dos jugadores para bloquear la salida de los defensores del City al despeje. En un desajuste defensivo, Gündogan tuvo que emparejarse con Marquinhos, en un duelo desigual a favor del jugador brasileño que acertó a marcar. A medida que el partido continuaba, y con ventaja del PSG, los de Pochettino buscaron atacar de manera constante la espalda de la defensa del City, sobre todo con Mbappé, quien repitió de manera constante estos esfuerzos. Unas situaciones en las que la posición adelantada de Ederson Moraes, como es habitual, facilitó al equipo de Guardiola controlar esas acciones.
El PSG siguió buscando construir su juego desde atrás y, en la segunda parte, el City ajustó su estructura de presión a un 4-4-2, con De Bruyne y Silva cerrando la salida de los centrales por fuera. Mientras, Foden y Mahrez adoptaron posiciones más interiores para cerrar la conexión con Di María o Verratti en los espacios intermedios, pero también iban a la presión de los laterales del PSG si les llegaba el balón.
Los de Pochettino buscaron generar una estructura en rombo en la salida de balón entre su defensa central, su lateral, su centrocampista y su extremo. Estos dos últimos buscaban hacer movimientos opuestos mientras participaban en la asociación para eliminar a Foden o Mahrez durante la construcción de juego. A medida que avanzaba la segunda parte, el PSG encontró más dificultades para hacerse con el control del balón, ya que el City dominaba la posesión y aumentaba la intensidad y la altura de su presión, con una estructura menos abierta, pero logrando ser más agresivo. Después de la tarjeta roja, el PSG adoptó un 4-3-2, optando por dejar a Mbappé y Neymar en primera línea para intentar aprovechar cualquier oportunidad de contraataque.
Construcción de juego:
El Manchester City se estructuró también en fase ofensiva sobre un 4-2-4 (arriba), con Mahrez, Bernardo Silva, De Bruyne y Foden en el ataque. Una estructura sin un ‘9’ de referencia, que buscó imponerse al 4-4-2 del PSG en defensa (abajo), formando la zaga parisina con Alessandro Florenzi, Marquinhos, Presnel Kimpembe y Bakker.
Durante la construcción de juego, el equipo de Guardiola buscaba desplazar a De Bruyne y Bernardo Silva por dentro para formar un cuadrado con Gündogan y Rodri, mientras que Mahrez y Foden mantenían una posición alta y abierta. Un desarrollo que tenía el propósito de intentar controlar el centro del campo y dejar situaciones favorables en el uno contra uno para los extremos del equipo inglés.
Esfuerzo defensivo local:
El PSG operó principalmente en defensa en bloque medio y se conformó con permitir que el City tuviera la posesión en horizontal. Una de las áreas claves del éxito del PSG en la primera mitad fue la compactibilidad mostrada entre su línea defensiva y la del mediocampo, lo que impedía que el City pudiera atravesarlas con su juego o desarrollarlo entre ambas (abajo). Idrissa Gueye y Paredes fueron especialmente hábiles en la vigilancia a las carreras de jugadores del City cuando los de Guardiola intentaban avanzar por fuera, pero también fueron efectivos reajustando su posición para presionar por el centro en el caso de que el City volviera a jugar por zonas interiores. Di María y Verrati también brindaron una enorme colaboración defensiva, recuperando rápidamente su posición y asegurándose de que el City no pudiera dejarlos expuestos en amplitud.
A pesar del buen trabajo defensivo del PSG, al City le costó, en parte, crear oportunidades en la primera mitad debido a su cauteloso posicionamiento. El equipo de Guardiola buscaba mantener ambos laterales, ambos centrales y ambos mediocentros en posiciones con la protección de la retaguardia en mente, apoyándose en los cuatro atacantes para que crearan ocasiones frente a una estructura defensiva numéricamente sólida. Hacia el final de la primera mitad, Cancelo o Gündogan comenzaron a avanzar (nunca los dos al mismo tiempo), añadiendo un hombre al ataque (abajo). Tener un efectivo extra le permitió al City mover el balón un poco más rápidamente y hacer combinaciones a través de espacios más reducidos.
Más ofensivo:
Otro problema más para el City fue su falta de carreras a espaldas de la línea defensiva del PSG. La mayoría de las ocasiones del equipo inglés se desarrollaron en campo contrario. Los cuatro atacantes se ofrecían para recibir el balón a los pies, aunque algunas veces Foden buscó recibir por fuera de Florenzi. En el segundo tiempo, el City sumó un nuevo atacante, con Walker también buscando avanzar en varias ocasiones. El posicionamiento inicialmente cauteloso se debió a la gran amenaza representada por Mbappé y Neymar en el contragolpe, pero Guardiola intentó ser más osado en la segunda mitad.
La construcción que llevó al gol del empate (a raíz de un saque de esquina corto) fue una ocasión generada gracias a la carrera hacia delante de Walker por fuera, que ayudó a ganar el córner. Situación que el City no hubiese fabricado en la primera mitad debido a su planteamiento en ese tramo del partido. El segundo gol del City llegó producto de un tiro libre gracias a un terrible intento de formar una barrera por el PSG. Kimpembe y Paredes permitieron que el balón la atravesara cuando Kimpembe se dio vuelta al saltar, creando el espacio para que el balón se colara.
Cambios de orientación:
Después de la tarjeta roja a Gueye, el City buscó tener superioridades en el lado derecho con De Bruyne, Walker y Mahrez, posicionados todos por fuera del mediocampo de tres hombres del PSG. El City desarrollaba la jugada por banda izquierda, antes de cambiar la orientación de la acción y encontrar a uno de los tres jugadores mencionados con un pase diagonal para luego buscar crear una oportunidad de gol.
Después de mostrarse más valientes en el segundo tiempo, los de Guardiola controlaron el partido y mostraron una versión más amenazante en el último tercio, con más carreras hacia delante sin el balón y movimientos más rápidos en posesión. Si bien sus dos goles llegaron con jugadas a balón parado, fue el impulso que los visitantes lograron adquirir al tener la posesión, con un planteamiento más proactivo, lo que les permitió ganarse el derecho a tener esas jugadas a balón parado.
"Encajamos dos goles en detalles. Y justo antes de su segundo gol deberíamos haber marcado el segundo. Quizás con el 2-0 hubiera sido un partido diferente", se lamentó Pochettino. "En la segunda mitad la posesión del balón fue para ellos. ¿Cansancio? Sí, es posible. Quizás que no mostramos la energía necesaria. Empezamos a perder la pelota muy rápido, pero no diré nada en contra de mis jugadores. Su esfuerzo fue increíble”, añadió el entrenador del PSG.
"Fuimos más agresivos en la segunda parte, mejor con el balón, pudimos mover el juego y volvemos a Manchester con un buen resultado. No cambió mucho en el descanso, solo dijimos a los chicos: "Jugad al fútbol, mostrad personalidad. Si perdemos, perdemos, pero tenemos que ser nosotros mismos", señaló Guardiola. A pesar del 1-2, el entrenador del City se muestra cauto. "Este equipo no tiene experiencia en estas rondas, así que tenemos que saber que tenemos que ser nosotros mismos o cualquier cosa puede pasar. Lo único que quiero es que seamos nosotros mismos en la vuelta".
Redacción: Héctor García