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Euro 2020: El uso del delantero de referencia

Euro 2020: El uso del delantero de referencia
Getty Images
Redacción
Héctor García
Publicado el
junio 18 2021

Análisis, Euro 2020



Una tendencia en la Eurocopa 2020 es la inclusión en las alineaciones iniciales en muchas selecciones de un delantero centro de referencia, de gran contextura física y con cualidades para influir en los ataques de juego directo, como también generar situaciones de ataque sin la necesidad de progresar a partir de un juego combinativo. Algo que va a contramano de las competiciones europeas de clubes, donde los técnicos están apostando más por delanteros con una alta movilidad y participación en el juego combinativo, e incluso por jugar con un falso 9.

Un motivo posible de la presencia de este modelo de delantero es el corto proceso de entrenamiento que tienen los seleccionadores para encontrar un funcionamiento colectivo, entendiendo que la sincronización de todas las partes de un equipo -principalmente en la fase ofensiva- requiere de un determinado tiempo para poder sistematizarse. Desde otro punto de vista, la decisión de utilizar este ‘9’ está directamente relacionada con las características del plantel, entendiendo el entrenador que su participación es el método para conseguir resultados.

Al mismo tiempo que comparten características físicas y posicionales, estos delanteros de referencia no siempre ejecutan las mismas funciones y participación. Un aspecto que viene marcado por el estilo de juego de cada selección.

Hay algunas que parten con un modelo de juego que prioriza la posesión del balón y ataques con una estructura en amplitud. Posicionándose estos '9' en espacios que beneficien la progresión y la ruptura de los bloques defensivos, a partir de una buena velocidad en la circulación y el aprovechamiento de los espacios libres.

Dos claros ejemplos de esto son Harry Kane en Inglaterra (dentro del 4-3-3 de Gareth Southgate) y Romelu Lulaku en Bélgica (en el 3-4-3 de Roberto Martínez). Ambos se desenvuelven en equipos con planteamientos ofensivos y una obligación por ser protagonistas en cada partido, pero con tareas particulares diferentes en las distintas fases del juego.

Al momento de iniciar el juego, Lukaku mantiene en Bélgica un posicionamiento entre el central y lateral izquierdo rival (arriba), con el objetivo táctico de fijarlos y generar el espacio para que Dries Mertens, extremo derecho, ingrese al mismo carril para ser receptor del balón entre líneas. Unos movimientos sincronizados con la subida en amplitud de Thomas Meunier.

En su rol en el Inter de Milán, Lukaku suele también posicionarse sobre ese sector, aunque con una tarea diferente, ya que comparte la dupla de ataque con Lautaro Martínez en un esquema de 3-5-2. Por otro lado, mientras en Bélgica el espacio que busca generar es para Mertens, en el Inter lo aprovecha en muchas oportunidades Nicolò Barella, quien parte desde la posición de interior derecho.

Volviendo a su desarrollo en la selección de Bélgica, Lukaku se ofrece en apoyo descendiendo entre líneas cuando el equipo se encuentra bajo presión rival. Aquí, su gran capacidad para aguantar la marca de espaldas al arco rival para descargar con un compañero o girar sobre el rival es una alternativa que el equipo de Martínez utiliza para descomprimir el juego. Mientras, en los ataques directos, la selección belga busca profundizar posicionando a su delantero a espaldas de los defensores rivales.

Kane, por su parte, desarrolla en Inglaterra una posición centralizada con los descensos similares (arriba) a los que realiza en el Tottenham, buscando participar de forma activa en la gestación de los ataques. Estos movimientos son ejecutados cuando Inglaterra hace circular el balón y consigue ampliar los espacios entre los jugadores rivales.

Sin embargo, y debido al contexto general del partido -como ante Croacia-, su participación en ocasiones es intermitente. Eso ocurre cuando en las transiciones ofensivas no logra recepcionar perfilado, ni controlar orientado hacia la portería adversaria. Una situación que limita así sus opciones de ser el jugador que inicia los contraataques buscando pases profundos, función que sí cumple en su club y en la que se complementa muy bien con Son Heung-min.

Tanto Kane como Lukaku identifican muy bien cuando hay posibilidades de progresión y ruptura de la segunda línea defensiva rival. También interpretando hacia donde realizar los desmarques en profundidad para recibir o arrastrar la marca de un rival, generando así espacio para que lo aprovechen compañeros que parten desde fuera o rompen por carriles internos, como en el gol de Raheem Steerling ante Croacia.

Dentro del abanico de delanteros de referencia presentes en la Euro 2020, encontramos a jugadores como Artem Dzyuba en la selección de Rusia (en el 4-1-4-1 de Stanislav Cherchesov) y Patrik Shick en la República Checa (en el 4-2-3-1 de Jaroslav Silhavy).  Atacantes que participan en selecciones donde predomina el juego directo.

En esas acciones, la tarea de Dzyuba (arriba) y Shick es la de generar descargas para jugadores que acompañan desde segunda línea o ganar tanto las disputas de duelos aéreos como la captura del rebote. No obstante, a diferencia de Dzyuba, Shick también puede tener una participación relevante en los contraataques debido a su potencia física y su buen control del balón.

Sí hay un patrón común en todos estos delanteros, ese es su posicionamiento en zonas centrales en las finalizaciones desde las bandas, atacando de cara la portería rival, al igual que lo hacen en las acciones a balón parado a favor. Una particularidad durante la primera fecha de la Euro 2020 fue que Shick conectó un porcentaje elevado de centros después de ubicarse correctamente en tiempo y espacio dentro del área.

Fase defensiva:

Estos delanteros también ejecutan un rol similar en los momentos en que sus equipos no tienen el balón, posicionándose generalmente sobre los pasillos centrales, por momentos en la presión sobre el balón o sobre un posible receptor y, en otras instancias, tapando líneas de pase.

En Inglaterra, Kane se encarga de la vigilancia en zonas interiores con la intención de impedir la salida por dentro de su rival. Una tarea que llevó a cabo ante Marcelo Brozovic, centrocampista defensivo de Croacia. Lukaku, por su parte, tiene como tarea saltar a la presión sobre el central izquierdo, acompañado por uno de los carrileros en la marca sobre el otro central rival.

Shick y Dzyuba, mientras tanto, tienen un rol más conservador en fase defensiva, que está relacionado con la actitud de sus selecciones, ya que esos equipos escogen replegarse armando el bloque defensivo en sector medio. Ambos delanteros ofrecen resistencia en el inicio de presión desde una posición central, pero Shick -como se vio en el partido ante Escocia- puede ejercer también presión tras pérdida cuando el ataque rival temporiza y consigue cambiar de orientación pasando la pelota por los pies del pivote en medicampo.

En el caso de ir a la presión sobre su rival, Shick también llega a presionar muy arriba al portador del balón -sobre el libero en el partido ante Escocia (arriba)-, mientras que el extremo derecho, Josef Masopust, y el izquierdo, Jakub Jankto, mantienen la vigilancia de los laterales y pendientes de presionar a los centrales de sus respectivos sectores con el mediapunta, Vladimír Darida, tomando la marca del mediocentro defensivo rival.

Aunque son jugadores importantes en la tarea defensiva, también con una participación destacada en las acciones a balón parado donde cubren el primer palo, no cabe duda de que su mayor aporte llega en los últimos metros. Espacio donde estos '9' demuestran seguir teniendo vigencia en el fútbol actual.