Eurocopa 2020: Semifinales, 7 de julio 2021
Kjaer (39, propia puerta)
Kane (104)
Damsgaard (30)
Inglaterra jugará la primera final de la Eurocopa en su historia después de superar a Dinamarca en las semifinales. Una cita histórica para la selección inglesa donde le espera Italia, equipo también con una deuda histórica en la competencia, con un único título conquistado en 1968.
Dinamarca se adelantó en el marcador a la media hora de partido con un gran gol de tiro libre de Mikkel Damsgaard, que enmudeció un Wembley con amplia presencia de los aficionados locales. Antes del descanso llegó la igualada en el marcador con el tanto en propia puerta de Simon Kjaer. El partido se mantuvo parejo durante el tiempo reglamentario para llegar finalmente a la prórroga donde Harry Kane, después de un discutido penalti sobre Raheem Sterling, puso el broche final a su gran partido con el tanto de la victoria para Inglaterra.
20 / 10
DISPAROS / A PUERTA
6 / 3
59 %
Posesión
41 %
728 / 633
Pases / Completados
534 / 427
10 / 1 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
21 / 1 / 0
Inglaterra se estructuró en fase de posesión sobre en un 4-2-3-1 (abajo) con el objetivo de superar el compacto 5-4-1 de Dinamarca en su fase defensiva. En las situaciones de ataque de los locales, Raheem Sterling trazaba la diagonal por dentro desde banda izquierda para habilitar el desdoblamiento por fuera del lateral Luke Shaw desde su posición de lateral. Por la derecha, mientras tanto, Bukayo Saka se mantuvo más abierto, adoptando Kyle Walker una actitud más conservadora. Esto ayudó a Inglaterra a crear una línea de tres atrás, con Declan Rice como el jugador más retrasado del doble pivote en mediocampo.
Variantes ofensivas ante una compacta Dinamarca:
Mason Mount o Kane se descolgaban por el pasillo derecho del ataque de Inglaterra, con Saka posicionado hacia la banda. En esos momentos, Kalvin Phillips daba su apoyo con pases a ras de césped, jugando el futbolista del Leeds por delante de Rice. Las combinaciones en este lado tomaron más tiempo para hacer progresos debido a que los pases eran más cortos en comparación con los movimientos más directos de la sociedad que formaron Shaw y Sterling en banda izquierda. Aun así, ambos perfiles del ataque de Inglaterra no pudieron superar el compacto bloque danés.
El intercambio de posiciones entre Sterling y Mount buscaba contribuir a los avances locales, una fórmula ideal para arrastrar a los defensores daneses de su zona y encontrar a Kane entre líneas con menos presión. Sin embargo, con solo uno de los centrales daneses siendo atraído a salir de la línea defensiva, y Kane alejado de la portería danesa en estas acciones, el delantero centro inglés aún estaba en inferioridad al recibir el balón.
El compacto bloque danés en 5-4-1 también mostraría una vigilancia hombre a hombre bien calculada en su segunda línea, presionándose agresivamente para forzar a Rice y Phillips a jugar hacia atrás y, en ocasiones, continuar el pressing hasta llegar a los dos centrales ingleses. Uno de los dos centrales daneses salía a la cobertura cuando era un jugador del doble pivote el que saltaba a presionar más alto, cubriendo con acierto los espacios entre líneas (abajo).
La sociedad Kane-Saka:
Ante la incapacidad de progresar, Kane decidió descolgarse a banda, algo que mostró ser más beneficioso para Inglaterra, ya que sus combinaciones con Saka perturbaban el orden de los centrales Jannik Vestergaard y Simon Kjaer, así como también lograban, al mismo tiempo, atacar los espacios a espalda de la defensa danesa. Ambos jugadores se asociaron con acierto para generar grandes ocasiones para Sterling, jugando por momentos el futbolista del Manchester City como delantero centro, apoyado en estas instancias por detrás por Mount. Afortunadamente para él y su selección, y después de fallar el primer intento, el central Simon Kjaer marcó en propia puerta para nivelar el marcador.
Jugar por fuera para fijar a su rival:
Inglaterra se enfrentó a un pasaje en el que no tuvo control del partido, originado por su juego más directo principalmente dirigido hacia Kane. El delantero del Tottenham tuvo dificultades ante la potencia área de los centrales daneses, también careciendo el equipo inglés de suficientes efectivos para asegurar los segundos balones.
Los pases directos para las rápidas carreras de Mount, Sterling o Saka sí facilitaron a la selección local superar la línea defensiva danesa por fuera, dándole a Inglaterra algo del control que necesitaban al fijar a los daneses de vuelta a su bloque bajo.
Las versátiles carreras de los interiores de Inglaterra aparecieron entonces por dentro del bloque bajo danés con la entrada de Jack Grealish en banda izquierda y Sterling desplazándose hacia la derecha. Bajo esta formación, Inglaterra hizo un mejor uso de la posesión, tomando en consideración lo compacta y retrasada que estaba la defensa danesa, con Kasper Schmeichel también siendo llamado a actuar como consecuencia de varias acciones inglesas a balón parado.
Sin embargo, la presencia de un mediocentro adicional en el 5-3-2 (arriba) de Dinamarca logró obstaculizar de forma impresionante la creación de espacios centrales. Así, las jugadas de mayor avance para Inglaterra salieron de sus combinaciones por bandas, con Mount como interior más cercano a los los extremos ingleses, especialmente al incursionar por la izquierda. Uno de los jugadores del doble pivote también se adelantó para dar apoyo al avance en amplitud, especialmente en banda derecha, donde buscaban tener ventajas numéricas frente a los carrileros daneses (abajo). Sin embargo, la mayor parte del juego hacia el área penal fue bien controlada por la férrea línea defensiva danesa, mientras Inglaterra tenía el control del partido.
Encontrar el gol:
En el tiempo extra, Jordan Henderson entró en el doble pivote, con Phil Foden situado como mediapunta, moviéndose el jugador del City con fluidez por ambos pasillos interiores para ayudar al extremo y al lateral a generar juego por fuera ante la segunda línea de Dinamarca. La presión permanente de Inglaterra terminó siendo premiada con una acción donde Sterling incursionó por banda para generar un polémico penalti que Kane convirtió tras el rechazo del portero Schmeichel. Con ventaja en el marcador, Inglaterra mostró su perfil más conservador para jugar sobre un 5-4-1 en bloque bajo hasta asegurarse su clasificación a la final.
Atacar los espacios:
Dinamarca formó sobre un 3-4-3 en fase de posesión ante la agresiva presión de Inglaterra, estructurada sobre un 4-2-3-1. La amplitud en ataque del equipo danés venía marcada a través de sus carrileros, con Martin Braithwaite y Mikel Damsgaard moviéndose por los pasillos interiores.
Dinamarca se enfrentó a la presión de los tres primeros jugadores de Inglaterra, con la banda derecha ofreciendo la mayor vía de salida inicial, especialmente jugando ante la posición más alta de Sterling. Con Shaw saltando a la presión sobre el carrilero Jens Larsen, los dos centrales de Inglaterra fueron obligados a salir de su posición para cubrir a Braithwaite y los movimientos por fuera del delantero central, Kasper Dolberg, quien también se ofreció por los pasillos interiores en la derecha (abajo). Esto facilitó espacios para combinaciones rápidas, finalizadas con envíos directos, particularmente en el espacio entre John Stones y Walker.
Los cambios de orientación al carrilero izquierdo Joakim Maehle inicialmente tuvieron menos incidencia en ataque, con Saka (abajo) defendiendo en una posición más retrasada que Sterling. De este modo, Inglaterra cubría los balones aéreos sobre el perfil izquierdo, con Walker también en una posición más retrasada en la cobertura, limitando así las opciones de Dinamarca de progresar por este lado.
Dominio de Dinamarca:
La construcción de juego por dentro de Dinamarca mejoró cuando un jugador del doble pivote se abría o lograba atraer a Phillips hacia el centro. Con Mount en la vigilancia sobre el otro pivote danés, Rice mostraba dificultades para controlar las carreras por dentro de los delanteros daneses, habilitados para recibir entre líneas. Asimismo, los carrileros se mantuvieron ligeramente adelantados, permitiendo a la línea de ataque mantenerse por dentro para generar una ventaja numérica de 4 contra 3. Esto llevó a que Dinamarca dominara en muchas fases del partido la posesión, obligando a Inglaterra a defender más atrás. Un dominio acompañado por el gol de Damsgaard en un tiro libre.
Después de que Inglaterra empatara, las principales acciones de Dinamarca llegaron a través de transiciones ofensivas desde su bloque bajo, con sus delanteros interiores siendo claves para permitir las progresiones. Los envíos directos a Kane fueron bien defendidos por los centrales daneses, apoyados por el doble pivote para controlar también las segundas jugadas.
A partir de ahí, consiguieron los daneses recuperar el balón, de nuevo beneficiándose con los movimientos de Dolberg lejos de los centrales ingleses. En los momentos en que Dinamarca se mantenía arriba, Damsgaard se descolgaba por el pasillo izquierdo, Dolberg mantenía su movilidad, sumado al posicionamiento de Braithwaite como segundo delantero para amenazar a los centrales ingleses.
Sin capacidad para contragolpear:
Dinamarca varió su dibujo a un 3-5-2 en múltiples ocasiones, con uno de sus dos delanteros buscando jugar en corto. Las carreras hacia adelante sin balón fueron apoyadas por el trío en mediocampo, quienes intentaban recibir en los espacios entre líneas, especialmente cuando el doble pivote de Inglaterra saltaba a la presión (abajo).
El equipo de Southgate defendió en un bloque medio de manera general, en una estructura en 4-2-3-1, para controlar estas carreras, una situación que, sin embargo, habilitaba el acceso a uno de los delanteros de Dinamarca para aparecer por dentro. Sin embargo, los daneses se vieron rápidamente forzados a jugar en bloque bajo, debido al creciente impulso y dominio de la posesión de Inglaterra, provocando que sus contraataques carecieran de unidades suficientes para apoyar a los delanteros, ya que los tres jugadores de mediocampo tuvieron que defender cerca de su área.
Después de superar en gran parte la presión de Inglaterra, Dinamarca se vio abajo en el marcador por el gol de Kane, buscando hacer todo lo posible en la segunda parte de la prórroga para encontrar el empate. Sin embargo, el equipo danés careció de la convicción necesaria para superar el bloque bajo de Inglaterra en un 5-4-1 (arriba), aún con más dificultades después de verse obligados a jugar los últimos minutos con diez jugadores por lesión.
"Sabíamos que no todo iba a salir tan bien como en Roma (victoria 4-0 ante Ucrania), por lo que los chicos tenían que mostrar su resiliencia y su capacidad para reponerse de los contratiempos que pudieran surgir. Lo hemos conseguido", destacó Southgate. "Estamos en una final y tenemos que disfrutar de ello, pero todavía nos queda un reto importantísimo por delante y que debemos conquistar. Italia es muy buena y está en un momento de forma fantástico, tiene unos defensas que son unos guerreros, y estoy seguro de que será un gran partido", señaló el técnico de Inglaterra sobre la final.
"Tengo sentimientos encontrados. Es una gran decepción no haber llegado a la final porque tuvimos oportunidades. Pero también hay una parte de orgullo por este viaje por el que hemos pasado", señaló Hjulmand. "Ha sido un penalti que no debería haberse pitado y me molesta. Perder de esta manera es decepcionante, porque estos chicos han luchado mucho", se lamentó el seleccionador de Dinamarca sobre la acción decisiva.
Redacción: Héctor García