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Pasos positivos

The Coaches' Voice
Pasos positivos
Carlos Rodriguez/Getty Images para The Coaches' Voice
Redacción
The Coaches' Voice
Publicado el
agosto 15 2022

paulo fonseca

AC Milan, 2024-2024

El tiempo que pasé tras dejar la Roma en mayo de 2021 fue el más largo que haya vivido fuera del fútbol.

Los primeros meses no fueron difíciles, pero después eché mucho de menos el juego. Me encanta mi profesión, y estaba listo para volver, para encontrar un proyecto adecuado con gente comprometida con mis ideas.

Estuve a punto de ser el nuevo entrenador del Tottenham. Al final no fue así, pero todavía espero entrenar en Inglaterra algún día. Ya veremos en el futuro, ahora mismo estoy muy contento en el Lille.

Entre tanto, cambié de ciudad: dejé Roma y me trasladé a Kyiv. Tengo una esposa y un hijo ucranianos. De hecho, estaba viviendo allí cuando se produjo la invasión de Rusia. Habíamos seguido las noticias, por supuesto, pero no creíamos que el conflicto iba a llegar tan lejos y que ocurriera lo que ocurrió. En 2022, esto no debería ser posible.

Fonseca, en su primer partido a cargo del Lille en la Ligue 1, ganó 4-1 en casa ante el Auxerre. Matthieu Mirville/BSR Agency/Getty Images

La guerra llegó a Kyiv a las 5 de la mañana del 24 de febrero. Estaba en casa y me despertó el ruido de las bombas. Me costaría describir el pánico. Nunca había vivido algo parecido. Esa era la realidad que estábamos viviendo, que era muy difícil.

Intentamos encontrar la manera de salir de la ciudad, pero nos resultó imposible porque todo el mundo intentaba hacer lo mismo. El tráfico se paralizó.

Darijo Srna y Vitaliy Khlivnyuk, el director de fútbol y el gerente del equipo del Shakhtar Donetsk, uno de mis antiguos clubes, me invitaron a ir al hotel donde viven los jugadores brasileños con su equipo técnico y sus familias.

"Los ucranianos son muy humildes y grandes trabajadores. solo quieren vivir en paz"

"Es mejor que no te vayas hoy, porque hoy es imposible", me dijeron. "Quédate aquí y veamos qué pasa".

Me quedé allí con mi familia y la de mi mujer. Entonces me puse en contacto con la embajada de Portugal, que puso a disposición un minibús para que la gente saliera del país. Durante 25 horas, no paramos de viajar. Con la ayuda del presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol y de la Asociación Ucraniana de Fútbol, conseguimos pasar la frontera con Moldavia, y luego la de Rumanía. Finalmente, volamos a Portugal.

Cuando miro atrás, lo que tuve que soportar —comparado con la gente que sigue allí ahora —no fue nada. La tragedia es tan grande que no puedo hablar de mi experiencia. Allí la gente vive una tragedia cada día.

Fonseca vivió el inicio de la guerra de Ucrania en Kyiv. Carlos Rodriguez/Getty Images para The Coaches' Voice
Fonseca vivió el inicio de la guerra de Ucrania en Kyiv. Carlos Rodriguez/Getty Images para The Coaches' Voice

El resto del mundo no se esfuerza lo suficiente por salvar a los niños y a la gente de allí que lucha por su vida. Eso es lo más difícil para mí en todo esto.

También me resulta difícil aceptar cómo podemos estar permitiendo que esto ocurra. Tenemos que hacer mucho más, o muchas más personas —y niños— morirán. Sólo quieren vivir en paz.

Los ucranianos son muy humildes y grandes trabajadores. Cuando el Shakhtar me ofreció el puesto de entrenador en junio de 2016, fue una decisión fácil.

"ganamos al manchester city en la champions league, fue su primera derrota en 29 partidos"

Estaban acostumbrados a jugar en la Liga de Campeones, y yo quería ir a un lugar donde pudiera ganar títulos de liga. Ya los había estudiado antes, en 2014, cuando todavía estaban en Donetsk. Desde entonces, no habían ganado la liga.

El club estaba muy bien organizado y tenía muy buenos jugadores, entre ellos los brasileños, como Fred y Bernard. Creía que podíamos ganar la liga ucraniana y ser competitivos en Europa.

El conflicto en la zona (la guerra del Donbass) hizo que el Shakhtar tuviese que instalarse en Kyiv durante la semana, y que durante esos primeros seis meses tuviéramos que viajar a Lviv para jugar nuestros partidos en casa. Después, el club se trasladó a Kharkiv, que está más cerca de Donetsk —y donde mucha gente se había trasladado para huir de Donetsk—, así que allí teníamos más apoyo.

Fred fue un futbolista crucial en el Shakhtar Donetsk de Fonseca, campeón consecutivo de la liga ucraniana, antes de fichar por el Manchester United. Matthew Lewis/Getty Images
Fred fue un futbolista crucial en el Shakhtar Donetsk de Fonseca, campeón consecutivo de la liga ucraniana, antes de fichar por el Manchester United. Matthew Lewis/Getty Images

Durante tres temporadas sucesivas tuvimos que volar unas 125 veces. Al principio fue difícil. Nunca llegó a ser fácil, pero nos acostumbramos.

Además, yo estaba reemplazando a Mircea Lucescu, quien había sido el entrenador del equipo durante doce años. Muchos de los jugadores que heredé estaban acostumbrados a sus métodos, que son muy diferentes a los míos. Pero fue fácil conseguir que esos mismos jugadores aceptaran lo que yo les pedía. A todos les gusta jugar, ser importantes, tener el balón... y el fútbol que intentábamos practicar también los potenciaba como jugadores.

También querían ganar, y con un estilo. Por supuesto, la calidad que tenían era importante, pero eran un grupo muy abierto que asimiló rápidamente nuestras ideas.

"un periodista me había preguntado qué máscara usaba de niño, y mi respuesta fue la de Zorro. Si ganábamos al City, tendría que llevarla"

El vestuario —en su mayoría brasileños y ucranianos, con culturas muy diferentes— también era fácil de manejar. Había una buena relación entre ellos, y los brasileños se habían adaptado muy bien, así que teníamos un grupo muy sólido. El ambiente era realmente bueno, lo que contribuyó a que se convirtieran en un equipo tan fuerte.

El club también merece crédito, porque el ambiente estaba organizado por ellos, lo que se demostró después de que ganáramos al Manchester City por 2-1 en la Liga de Campeones en diciembre de 2017. Esa derrota fue la primera del City en 29 partidos, y nos llevó a los octavos de final.

Después de un partido previo, un periodista me había preguntado qué máscara usaba de niño, y mi respuesta fue la de Zorro. Entonces, Vitaliy, el director de nuestro equipo, me propuso una apuesta. Si ganábamos al City, tendría que llevar la máscara.

Fonseca se disfrazó con la máscara del Zorro y la capa después de la victoria del Shakhtar ante el City de Pep Guardiola. Stanislav Vedmid/AFP via Getty Images
Fonseca se disfrazó con la máscara y la capa del Zorro después de la victoria del Shakhtar ante el City de Pep Guardiola. Stanislav Vedmid/AFP via Getty Images

No es que no creyera que pudiéramos conseguirlo —sí lo creía—, pero le vi el lado divertido al asunto. El fútbol puede tan serio que ayuda divertirse para aliviarlo. En realidad, no esperaba ver la máscara antes de la rueda de prensa posterior al partido, pero estaba todo preparado, así que tenía que ponérmela.

En ese momento ya llevaba doce años como entrenador. De hecho, dejé de jugar muy pronto, a los 32 años, porque ya no me sentía motivado.

En los últimos años de mi carrera, había tenido muchas lesiones. Incluso ya había empezado a estudiar para ser entrenador cuando el presidente del Estrela Amadora, donde todavía era jugador, me habló de entrenar a su equipo sub-19.

"Quedar tercero con el paÇos ferreira, sólo por detrás del Porto y del Benfica, fue un logro histórico"

Empezar la siguiente etapa de mi carrera era algo que me motivaba, así que pasé los dos años siguientes en ese puesto. Fue una gran experiencia, y fue muy importante empezar a ese nivel.

Luego entrené al Dezembro y al Odivelas, antes de pasar al Pinhalnovense en 2009. Allí superamos las expectativas al llegar dos veces a los cuartos de final de la Copa de Portugal.

La Copa representa una oportunidad para mostrar tu trabajo y la forma de jugar de tu equipo. La segunda vez, jugamos contra el Porto, dirigido entonces por André Villas-Boas. Perdimos, pero tuvimos una actuación muy positiva, y eso fue importante. Todo el mundo vio el partido. Un par de años después, el Porto me ofreció un puesto.

André Villas-Boas eliminó en la Copa de Portugal al Pinhalnovense, equipo dirigido entonces por Fonseca. Un Porto que acabó conquistando la liga y la Europa League para firmar el triplete. Jamie McDonald/Getty Images
André Villas-Boas eliminó en la Copa de Portugal al Pinhalnovense, equipo dirigido entonces por Fonseca. Ese Porto acabó conquistando también la liga y la Europa League para firmar el triplete. Jamie McDonald/Getty Images

Mi siguiente paso importante fue en 2012, al Paços Ferreira, y eso representó otra gran oportunidad para mí. El Paços es un club pequeño pero increíble. Es como una familia, y ese año construimos un equipo muy, muy bueno y joven. Quedar tercero en la Primeira Liga, sólo por detrás del Porto y del Benfica, fue un logro histórico. Nunca había sucedido en el Paços, así que fue increíble tanto para el club como para la ciudad, pero también, por supuesto, para mi reputación.

El secreto de nuestro éxito fue crear una gran familia, un equipo valiente y ambicioso con muchos jugadores jóvenes que querían demostrar su valía. Cuando empezamos a ganar partidos, empezamos a creer que era posible conseguir algo esa temporada.

Pero no fue sólo que termináramos terceros. Jugamos un fútbol muy positivo, que potenció el valor de esos jugadores y permitió al club hacer ventas y seguir creciendo. Además, todo fue posible gracias a la dinámica del grupo y al ambiente acogedor que creamos.

"el final en el porto fue difícil. Las expectativas eran muy altas, y yo también me impuse esas expectativas"

Al final de esa temporada, la 2012/13, fue cuando el Porto me ofreció el puesto de primer entrenador. La decisión fue fácil. No hay ningún entrenador en la posición en la que yo estaba que rechace una oferta del Porto.

Quizá era demasiado pronto en mi carrera, pero fue una experiencia increíble. Puede que esa temporada sea en la que más aprendí y evolucioné, y era muy importante seguir creciendo para las temporadas siguientes. Diría que es el año más importante de mi carrera.

Es muy diferente comparar un grupo de jugadores de un club como el Paços Ferreira con uno del Porto. Allí, los jugadores están muy acostumbrados a ganar, a jugar todos los partidos y a un ambiente distinto. Todo es diferente.

Pero aprendí a entrenar a un club de esa envergadura, aprendí mucho de la gente con la que trabajé y de los jugadores. Fue una época muy, muy importante para mí.

Fonseca señala que su llegada al Porto tal fue demasiado pronto en su carrera. Miguel Riopa/EuroFootball/Getty Images
Fonseca señala que su llegada al Porto tal fue demasiado pronto en su carrera. Miguel Riopa/EuroFootball/Getty Images

Es raro en Portugal que un entrenador vuelva a un club pequeño desde uno grande, pero cuando dejé el Porto en 2014 busqué el placer que me había dado mi puesto anterior. Sabía que el Paços era el mejor lugar para ir. Sabía que allí había gente que podía apoyarme y permitirme entrenar como quisiera.

También era importante para mí ir a un lugar en el que supiera que iba a estar totalmente respaldado. Nadie fuera de Paços apoyó mi decisión, pero fue un buen movimiento.

El final en Porto había sido difícil. Las expectativas allí eran muy altas, y yo también me impuse esas expectativas. Si las cosas no funcionan, es normal dudar de uno mismo.

"La Roma se acercó a mí después de tres años en el Shakhtar. Lo habíamos ganado todo en Ucrania, así que quería un nuevo reto"

Esas dudas son una parte esencial de nuestra profesión. Volver a Paços me sirvió para estar más convencido de lo que quería de mi carrera, y de mi enfoque. Los entrenadores dudan de sí mismos todos los días, pero yo me volví más seguro que nunca sobre cuál debía ser mi enfoque.

Ir a Braga en 2015, después de esa temporada en el Paços, fue otro paso positivo. Suelo tomar decisiones tomando en cuenta el aspecto emocional, y vi al Braga como otra buena oportunidad. Estudié el equipo y el club, y sentí que podía crear algo, que podía ir allí y ganar algo.

Hicimos una temporada fantástica. Tuvimos una buena racha en la Copa de la Liga portuguesa, buenas campañas en la Europa League y en la Primeira Liga, y ganamos la Copa de Portugal. La temporada anterior, el Braga había perdido la final contra el Sporting en la tanda de penaltis, después de encajar un empate en el tiempo añadido. Ganarla se había convertido en un sueño para el club y la gente de Braga.

Fonseca ganó en 2016 la Copa de Portugal con el Braga, derrotando al Porto en la final. Gualter Fatia/Getty Images
Fonseca ganó en 2016 la Copa de Portugal con el Braga, derrotando al Porto en la final. Gualter Fatia/Getty Images

Es muy difícil para el Braga competir con el Sporting, el Benfica y el Porto en múltiples competiciones, debido a las inversiones que esos clubes están en capacidad de hacer, pero aquel año luchamos. Siempre creí que podíamos darle la copa a un club que tiene una afición increíble. Fue una temporada increíble que me llevó a firmar por el Shakhtar, donde todos los años ganamos el doblete de liga y copa.

La Roma se acercó a mí después de tres años en el Shakhtar. Lo habíamos ganado todo en Ucrania, así que quería un nuevo reto, y entrenar en una de las principales competiciones europeas. La Serie A es una de las mejores, y yo ya quería entrenar en Italia y seguir formándome, y la Roma es un club increíble.

"Como entrenador, puedo obsesionarme con la posesión. En Italia, aprendí a no entrar en pánico cuando mi equipo no tiene el balón"

Aprendí mucho durante mis dos temporadas allí. Tácticamente, el fútbol italiano es muy específico. Cada partido es diferente, y muy estratégico. Hay que estudiar y trabajar mucho antes de cada partido.

El derbi de Roma también es increíble. El ambiente es increíble, y todos los aficionados sueñan con ganarlo. Puede que incluso sea más importante ganar al Lazio que ganar la Serie A. El ambiente que se vive antes del partido es una experiencia increíble.

Como entrenador, puedo obsesionarme con la posesión. En Italia, aprendí a no entrar en pánico cuando mi equipo no tiene el balón. En Italia, lo que más importa es ganar, y no necesariamente cómo se gana. Esto fue diferente para mí, y significó que tuve que luchar contra las ideas que tenía anteriormente. Tuve que adaptarme.

Fonseca ha iniciado una nueva etapa en Francia al frente del Lille después de una dilatada experiencia. Carlos Rodriguez/Getty Images para The Coaches' Voice
Fonseca ha iniciado una nueva etapa en Francia al frente del Lille después de una dilatada experiencia. Carlos Rodriguez/Getty Images para The Coaches' Voice

También tuve que trabajar durante ocho meses sin director deportivo, y luego lidiar con la paralización del calendario futbolístico por la propagación del Covid.

Cuando el Grupo Friedkin, los nuevos propietarios, llegaron a la Roma en agosto de 2020, entendí que querían iniciar un nuevo proyecto con gente nueva. Y se acordó que me marcharía cuando terminara mi contrato al final de la temporada 2020/21.

Eso me llevó de vuelta a Kyiv y ahora estoy en el Lille. Muy ilusionado con otro nuevo proyecto en otro nuevo país.