dick schreuder
CD Castellón, 2023-Presente
La verdad es que no quería ser entrenador.
No era sólo que no me interesara, o que no me atrajera. No quería seguir en el fútbol.
Mi carrera como jugador se vio interrumpida por una lesión. Había jugado seis años en la Eredivisie y un año en la antigua Primera División inglesa con el Stoke. Es decir, a un buen nivel, pero una lesión de rodilla me obligó a retirarme a los 30 años.
Pasé un par de años en rehabilitación y luego trabajé para la empresa de construcción de mi padre. Hice algunos trabajos de oficina, pero no me gustaba estar encerrado durante días seguidos. Pero cuando trabajaba al aire libre con otras personas en la obra, ¡disfrutaba aunque fuera un trabajo duro! Sabía que, hiciera lo que hiciera el resto de mi vida laboral, tenía que estar afuera.
Entonces me llamó un amigo, Kees van Wonderen, ahora entrenador del Heerenveen. Me dijo que iba a empezar a estudiar para ser entrenador y me preguntó si quería unirme a él.
"Hmm", le dije. "No sé". No me atraía. Estaba contento con lo que hacía. Pero Kees me convenció para que lo intentara.
Solo hizo falta un día para convencerme. Todo cambió en mi mente. Supe que entrenar era para mí. Desde ese momento, supe lo que quería hacer.
"EDGAR DAVIDS ME LLAMÓ PARA PEDIRME QUE fuera con él Al BARNET. ERA EL MOMENTO DE DAR EL PASO Y PROBAR ALGO MÁS AVENTURERO"
Fue la primera vez que empecé a pensar en la táctica. Como jugador, no le había prestado mucha importancia. Yo era un extremo o un delantero al que no le gustaba defender, y confiaba demasiado en mi talento.
De mis entrenadores sólo me había fijado en lo que no me gustaba de su estilo. Lo único que aprendí fueron cosas que no haría si me convirtiera en entrenador. El único que me influyó de verdad fue Huub Stevens, mi entrenador en el PSV, pero incluso eso fue más desde un punto vista más disciplinario que táctico.
Mi carrera en el Stoke no llegó a despegar porque tuve problemas en la rodilla, y también porque hubo muchos cambios de entrenador. Me fichó Lou Macari, pero lo destituyeron antes de empezar la temporada. Su ayudante, Chic Bates, se hizo cargo del equipo, pero tampoco estuvo mucho tiempo, al igual que tampoco estuvo mucho tiempo Chris Kamara. Alan Durban asumió el cargo de entrenador interino antes de la llegada de Brian Little (abajo). Cinco entrenadores en una temporada. Junto con mis problemas de lesiones, fue muy difícil de despegar.
Después de un año en el Stoke, terminé mi contrato y volví a los Países Bajos para hacer la rehabilitación. Luego volví a jugar a un nivel inferior, pero nunca me recuperé del todo de aquella lesión de rodilla.
Pensar en eso ahora me hace querer triunfar aún más como entrenador. Quiero hacer todo lo que no pude hacer como jugador, como dar un salto exitoso a una liga de otro país.
No siempre me sentí así. Durante los primeros años de mi carrera como entrenador, me quedé en el equipo de mi ciudad, el SDV Barneveld. No me preocupaba mucho que mi carrera avanzara. Acababa de divorciarme y mis hijos vinieron a vivir conmigo. No estaba pensando hasta dónde iba a llegar.
Pasé allí seis años y medio, aprendiendo como entrenador en la quinta categoría del fútbol de los Países Bajos, disfrutando de mi tiempo y feliz de estar instalado en mi ciudad natal.
"TRASLADARME A estados unidos NO ENTRABA EN MIS PLANES, PERO ERA UNA OPORTUNIDAD PARA ADQUIRIR EXPERIENCIA A UN NIVEL SUPERIOR"
Pero entonces surgió otra oportunidad de ir a Inglaterra en 2014.
Edgar Davids estaba entonces en el Barnet como jugador-entrenador, con Ulrich Landvreugd como ayudante. Edgar me llamó para pedirme que me uniera a ellos. Mis hijos ya tenían 16 años, así que pensé que era hora de dar el paso y probar algo más arriesgado.
El Barnet estaba en la Conference, y lo vimos como una oportunidad de entrar en el sistema de la Football League inglesa.
Teníamos unas buenas instalaciones de entrenamiento en el Hive, y me gustaban mucho algunos de los jugadores de la plantilla. Teníamos muchos jóvenes talentos, así que fue muy agradable. Me gustó la etapa que pasé allí, pero al final las cosas no salieron bien. Edgar se marchó a los tres o cuatro meses, y aunque Ulrich y yo nos quedamos como ayudantes a las órdenes de Martin Allen, yo no había ido allí para ser ayudante. No iba a mantenerme allí.
No tardé mucho en volver a los Países Bajos para empezar como primer entrenador. Fue entonces cuando mi carrera como entrenador se puso en marcha.
Conseguí el puesto de entrenador del VV Katwijk. Había decidido que quería sacarme los títulos de entrenador, así que necesitaba experiencia como entrenador para empezar. Estuve allí cuatro años, aunque no conseguí los puntos que se necesitan para obtener la licencia UEFA Pro. El nivel no era lo suficientemente alto.
Tuve mucho éxito en el Katwijk. El equipo había descendido justo antes de que yo me incorporara, pero ascendimos enseguida y luego continuamos consiguiendo ascenso a lo largo de los años. No tenía pensado irme.
"AHORA SÉ LO IMPORTANTE QUE ES TENER UN GRUPO UNIDO QUE TRABAJE DÍA Y NOCHE POR LOS MISMOS OBJETIVOS"
Entonces, en 2018, recibí una llamada de Earnie Stewart, que era el director deportivo del Philadelphia Union. Mudarme a Estados Unidos no entraba en mis planes, y volver a ser asistente, desde luego, tampoco. No estaba seguro de que eso fuera para mí, pero era una oportunidad para adquirir experiencia a un nivel superior —que necesitaba para mi licencia UEFA Pro— y aprender de otros entrenadores en una cultura diferente. Así que me apunté.
Era un poco escéptico sobre la MLS, pero en cuanto llegué allí mi perspectiva cambió.
Es mucho más profesional de lo que muchos creen, y la calidad de los jugadores es mucho mayor de lo que se dice. Todos los clubes tienen muy buenas instalaciones, y están totalmente preparados para cualquier cosa a la que pueda enfrentarse un club profesional. También hay un nivel de respeto entre los equipos que no se da en otros países, porque cuando juegas fuera pasas dos o tres días en el campo de entrenamiento del rival. Los equipos y los entrenadores respetan la intimidad de los demás durante ese tiempo, lo cual está muy bien.
Fue estupendo trabajar a las órdenes del entrenador, Jim Curtin. Nos dio a mí y al otro ayudante, Pat Noonan, mucha responsabilidad y mucha libertad. Pat es ahora técnico del FC Cincinnati, así que Jim tuvo que lidiar con el hecho de ser el entrenador y tener dos ayudantes que eran, en su cabeza, futuros entrenadores.
Hizo un trabajo fantástico y trabajamos bien como equipo. Creo que esa experiencia me ha ayudado ahora como primer entrenador, porque sé lo importante que es tener un grupo unido que trabaje junto día y noche por los mismos resultados. También sé lo que un ayudante que espera convertirse algún día en el líder de un equipo puede querer de su entrenador.
Después de un año y medio allí, mi hermano, Alfred, consiguió el puesto de entrenador del Hoffenheim tras la marcha de Julian Nagelsmann. Si no me hubiera llamado para volver a Europa como ayudante, me habría quedado en Filadelfia.
"REALMENTE NO PODÍA CREER LO QUE MI HERMANO HABÍA HECHO. NO PENSÉ QUE FUERA UN PROBLEMA TAN GRANDE COMO PARA QUE SE FUERA"
El Hoffenheim había vivido momentos muy buenos, pero el año anterior a nuestra llegada cayó en picado y realizó una mala temporada, terminando noveno. Y luego, en verano, cuando llegamos, vendieron a muchos de sus mejores jugadores. Joelinton se fue al Newcastle, Nico Schulz al Borussia Dortmund, Kerem Demirbay y Nadiem Amiri al Bayer Leverkusen. El reto al que nos enfrentábamos era enorme.
La nueva plantilla tardó un poco en cuajar, pero al cabo de cuatro o cinco meses empezamos a jugar muy bien.
Nuestro equipo dominaba la posesión de balón, pero también presionaba muy bien. Teníamos un equipo joven y hambriento en un entorno perfecto para su desarrollo. A lo largo de los años, el Hoffenheim ha contribuido al desarrollo de muchos jóvenes talentos, como Joelinton, Roberto Firmino o Sebastian Rudy. Lo mismo ocurrió en nuestra temporada allí.
Teníamos un contrato de tres años, pero a falta de cuatro jornadas para el final de la primera temporada y con el equipo sexto en la tabla, mi hermano tuvo un desacuerdo con los responsables del club sobre cómo la visión de futuro de la entidad. No se ponían de acuerdo sobre cómo llevar adelante el club, y Alfred decidió que no podía seguir trabajando allí. Así que lo dejó.
No podía creer lo que había hecho. No creí que fuera un problema tan grave como para que se marchara, y pensé que podríamos resolverlo en verano. Pero también le apoyé plenamente en su decisión.
En ese momento, ya había conseguido una plaza en un curso para obtener la licencia UEFA Pro, ¡13 años después de obtener el carné A! Así que sabía que mi segundo año en el Hoffenheim iba a ser muy ajetreado.
"MUCHA GENTE ME DIJO QUE ESTABA LOCO POR ACEPTAR EL TRABAJO. EL ZWOLLE ERA COLISTA DE LA EREDIVISIE"
Sabía que tenía que seguir los pasos de Alfred y me marché de allí en buenos términos. El club accedió a pagarme un año más de salario. De ese modo, tomé ese año para concentrarme en sacarme mi licencia profesional, lo cual me alegró mucho. Tengo una relación fantástica con el Hoffenheim, y sigo hablando cada dos semanas con Alex Rosen, el director de fútbol del equipo. Al fin y al cabo, si un club te trata de esa manera, tiene que haver estado contento contigo.
De hecho, Alex me ayudó a conseguir mi siguiente trabajo después terminar mi licencia profesional. Me recomendó al director técnico del Vitesse Arnhem, y allí entré como segundo entrenador.
Cuando empecé, dije que quería ayudar al equipo, pero se acordó que, si otro club venía a por mí con una oferta para ser entrenador, me dejarían marchar. Tres meses y medio después, el PEC Zwolle me ofreció el puesto de entrenador.
Y así, en noviembre de 2021, tuve mi primer trabajo de nivel superior como primer entrenador.
Mucha gente me dijo que estaba loco por aceptar el trabajo. El equipo estaba último de la Eredivisie, con cuatro puntos en 13 partidos. Básicamente ya estaban descendidos.
Hicimos muchos cambios y mejoramos mucho el equipo, pero ya era demasiado tarde. Ganamos seis y empatamos cinco de los últimos 21 partidos. Era el duodécimo mejor registro de la división en aquella época. Sin embargo, no fue suficiente para mantener el ascenso.
Además, el club tenía problemas económicos de los que no fui informado cuando me incorporé. Tuve que hacer frente a la marcha de muchos jugadores y a la falta de dinero para fichar. Fue un verdadero reto, pero formamos a algunos jugadores muy buenos de la cantera que ahora van a tener grandes carreras al más alto nivel. Algún día podrían ser vendidos por mucho dinero.
"SOLO en la TEMPORADA 2022/23, CUATRO EQUIPOS DE LA EREDIVISIE intentaron FICHARME"
A nivel personal, ha sido el mejor paso que podía haber dado. Todo el mundo pudo ver la enorme mejora en el campo y el fútbol ofensivo que practica el Zwolle. Aunque fuera en la segunda división holandesa, demostramos a todo el mundo lo que puedo hacer y el nivel al que debo estar.
Somos un equipo que siempre defendemos arriba y queremos recuperar el balón rápidamente después de perderlo. Los mejores en la liga en cuanto al número de pases que permitimos al rival antes de recuperar el balón, y atacamos rápido y directos una vez que lo tenemos.
Puedo ser bastante duro con mis jugadores en lo que respecta a la disciplina. Si alguien no trabaja por el bien del equipo, no jugará conmigo. Cuando llegué al Zwolle, tuve que tomar decisiones difíciles sobre jugadores que no me convencían. Esos jugadores fueron vendidos, pero todos los demás que no trabajaban lo suficiente cambiaron de opinión. Me convencieron de que merecían quedarse con su esfuerzo sobre el terreno de juego.
Nuestro entrenador de porteros me dijo hace poco que no entendía cómo conseguía que los jugadores corrieran para mí como lo hacen.
"Nunca he visto nada igual", dijo. "¡Y además parece que les caes bien a todos!".
Supongo que ese es uno de mis principales puntos fuertes: puedo establecer buenas relaciones con mis jugadores sin dejar de ser directo y honesto con ellos. Es importante estar cerca de los jugadores, pero también tener claro que estás por encima de ellos en el club. Todavía mantengo el contacto con muchos de mis jugadores del Hoffenheim y del Philadelphia Union, lo que demuestra lo buenas que son esas relaciones.
También soy consciente de que hay muchas cosas en las que tengo que trabajar. Tengo puntos débiles que siempre intento mejorar.
Desde fuera, en los Países Bajos se tiene la sensación de que mi táctica es lo que me distingue. Mi comprensión táctica del juego es muy buena, pero esa gente no ve lo que pasa dentro del club.
"QUIERO LLEGAR AL NIVEL MÁS ALTO POSIBLE. MI OBJETIVO FINAL ES DIRIGIR EN LA BUNDESLIGA O EN LA PREMIER LEAGUE"
Intento no dar demasiada importancia a la táctica. Creo que es más importante que todos se sientan unidos, que todos trabajen duro, que sean libres de decirse entre sí que trabajen más si creen que alguien no se esfuerza lo suficiente, y que todos se sientan libres en el campo. Quizá sea porque yo era atacante; quiero que mis jugadores tengan libertad para expresarse.
Sin embargo, mis tácticas han recibido mucha atención. Solo en la temporada 2022/23, cuatro equipos de la Eredivisie intentaron ficharme. Fue una gran distracción, pero los rechacé a todos para centrarme en lograr ascender al Zwolle.
Creo que al decirle al club que quería terminar la temporada aquí, todo el mundo —incluido yo— pudo seguir concentrado en el trabajo que tenemos que hacer. También creo que es importante ser respetuoso con el club.
Aquí todo es positivo. Tenemos muchos motivos para estar contentos. Pero al mismo tiempo tengo ambiciones personales.
Quiero llegar al nivel más alto posible. Mi objetivo final es dirigir algún día en la Bundesliga o en la Premier League.
Nunca se sabe lo que hay a la vuelta de la esquina, pero si quiero cumplir mis ambiciones tengo que dar pasos para lograrlo.
No obstante, siempre guardaré respeto al PEC Zwolle. Me dieron la oportunidad de dirigir a un club de la Eredivisie, y de empezar bien mi carrera como primer entrenador.
Hace tres años ni siquiera tenía trabajo, así que sé mejor que nadie que todo puede pasar. Veremos lo que puedo conseguir.