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Aprovechar nuestras fortalezas

Aprovechar nuestras fortalezas
Fotografía: Philip Haynes
Redacción
The Coaches' Voice
Publicado el
julio 25 2023

ROB EDWARDS

Luton Town, 2022-Presente

Había que abordar de frente una situación espinosa.

Cuando supimos —mi cuerpo técnico y yo— del interés del Luton, me preocupé. Estoy seguro de que Gary Sweet, el director ejecutivo del equipo, y Mick Harford también pensaron igual.

Yo acababa de estar en el Watford, y no hay mucho afecto que digamos entre los dos clubes. Además, yo vendría a relevar a Nathan Jones, que había hecho un trabajo brillante antes en el Luton.

Ambas cosas me rondaban por la cabeza, pero en mi primera reunión con Gary y Mick lo solucionamos todo. Hablamos de mi experiencia en el Watford, de cómo podrían ser la cosas si asumíamos el reto y de cómo lo gestionaríamos, tanto con los aficionados como con los medios de comunicación.

La charla fue bien, lo que llevó a otra con la directiva, y afortunadamente nos consideraron las personas adecuadas. Tuve la sensación, como cuando llegué al Forest Green (abajo) 18 meses antes, de que eran buenas personas. Sabía que iba a disponer de tiempo y recibiría apoyo.

Edwards llevó al Forest Green al título en la League Two. Matthew Lewis/Getty Images

Nuestra llegada durante el parón por la Copa del Mundo fue muy útil. Tener tanto tiempo para trabajar con un equipo nuevo a mitad de temporada fue algo único, y nos dio la oportunidad de entablar relaciones. Estuvimos una semana fuera, entrenándonos en Dubai, pero también pudimos trabajar juntos y compenetrarnos.

Creo que lo más importante para nosotros ha sido actuar con humildad. No se trataba de que el Luton se convirtiera en el ‘Show de Rob Edwards’. Los chicos lo habían hecho muy bien con Nathan, y queríamos que las cosas siguieran así. Se trataba de jugar en base a nuestras fortalezas, y asegurarnos de cumplir unos cuantos principios básicos: si perdemos el balón, queremos recuperarlo en cinco segundos; si es una carrera para recuperar el balón, esprintamos y un apoyo rápido siempre que tengamos el balón. Si veo esas tres cosas, sé que estamos trabajando duro.

Nos pareció que no necesitábamos cambiar demasiado en cuanto al dibujo. Carlton Morris y Eli Adebayo estaban en un buen momento de forma, y yo quería mantener a dos delanteros sobre el terreno de juego. Es a lo que estaba acostumbrado en el Forest Green, así que me pareció que eso encajaba bien.

"hemos disfrutado con el aspecto defensivo del juego. entiendo que no resulte atractivo, pero es muy importantes para ganar partidos de fútbol"

Con el transcurso del tiempo, un par de cambios nos dieron un poco de variedad con el balón. Trasladar a Amari'i Bell para jugar como central izquierdo nos permitió situar a Alfie Doughty, que lo hizo muy bien durante la temporada, como carrilero. Bell a la izquierda de los tres defensas, y Gabe Osho o Reece Burke a la derecha, nos dieron la posibilidad de construir y atacar por los costados, o jugar diagonales, además de poder llegar hasta los dos delanteros.

En enero trajimos a Marvelous Nakamba y él fue una verdadera piedra angular para nosotros. Ha permitido a nuestros mediocentros ser muy agresivos y moverse un poco más, sabiendo que siempre estaría en una buena posición para detener cualquier presión tras pérdida o contragolpe.

Entre finales de enero y mediados de marzo, ganamos seis de los diez partidos de liga, y todos por 1-0. Muchos de esos encuentros fueron muy reñidos y se decidieron por márgenes muy estrechos, como el del Sheffield United a domicilio. Sin embargo, en un par de ellos (Swansea y Bristol City en casa) creamos muchas ocasiones y probablemente deberíamos haber marcado dos o tres goles.

Eli Adebayo (izquierda) y Carlton Morris marcaron 28 goles entre los dos. Tantos claves en la promoción del Luton a la Premier League. Harriet Lander/Getty Images

Pero no lo hicimos, y entonces depende de todo el equipo mantener la portería a cero. Eso significa trabajar duro para presionar agresivamente desde la línea de ataque y, si perdemos el balón, reaccionar rápidamente para recuperarlo.

Lo hemos hecho bien, pero también hemos disfrutado con el aspecto defensivo del juego: los bloqueos, los cabezazos, los despejes del área. Son cosas de las que no se habla mucho, y entiendo que no resulten atractivas, pero son muy importantes para ganar partidos de fútbol. Lo hicimos tan bien como nadie en la liga. En esa racha de seis victorias por 1-0, Carlton Morris marcó ese importantísimo único tanto en cuatro ocasiones. Obviamente, fue un jugador clave para nosotros, pero no sólo por sus goles. Fue por su alto ritmo de trabajo, su juego de espaldas a la portería y por ser un estorbo constante para el rival.

"Es estúpido entrenar si no intentas utilizar tus puntos fuertes contra los débiles del rival"

Es cierto que no hemos sido un equipo que haya pasado por encima de sus rivales con demasiada frecuencia. Pero hubo una racha hacia el final de la temporada en la que jugamos contra tres equipos seguidos que estaban atravesando dificultades en la liga: Blackpool, Rotherham y Reading. Teníamos la sensación de que íbamos a tener más el balón, y así fue, por lo que tuvimos que plantearnos un juego ligeramente distinto.

Trabajamos con nuestros mediocentros yendo hacia fuera o hacia dentro, sabiendo que los centrocampistas rivales querrían ser agresivos, para intentar abrir vías de pase hacia nuestros delanteros, y a partir de ahí podíamos abrirnos por las bandas. Funcionó relativamente bien en esos tres partidos; los siete puntos que obtuvimos nos permitieron cruzar la línea de meta y meternos en los playoffs.

Pero aún nos quedaban tres partidos antes de los playoffs, y gestionarlos resultó interesante. ¿Debíamos dar descanso a los jugadores, cuidar de Carlton? Tuvimos muchas discusiones, pero lo más importante para nosotros era mantener la regularidad del equipo y la dinámica. Así que trazamos un plan: haríamos jugar a Carlton 75 minutos y después lo sacaríamos, y nos aseguraríamos de utilizar a los cinco suplentes en cada partido. Queríamos llegar a los playoffs con confianza, pero también en forma.

El Luton tuvo que afrontar duros partidos en el playoff de ascenso a la Premier League, entre ellos, medirse al Sunderland en un Estadio de la Luz lleno. George Wood/Getty Images

El Sunderland fue nuestro rival en las semifinales de los playoffs. Tenían una plantilla joven, pero también algunas individualidades de gran talento que en un buen día pueden liquidarte. En resumidas cuentas, queríamos volver a Kenilworth Road para el partido de vuelta y seguir en la eliminatoria, aunque no hablamos de eso con los jugadores. Para ellos, se trataba de ir allí y ganar.

Empezamos muy agresivos, al frente, y nos pusimos 1-0 arriba en una jugada a balón parado. Les faltaban uno o dos centrales y pensamos que eso podía ser un punto débil para ellos. Es estúpido entrenar si no intentas utilizar tus puntos fuertes contra los débiles del rival.

"se me pasaron muchas cosas por la cabeza. ¿Teníamos que cambiar las cosas? ¿Deberíamos buscar algo diferente?"

Amad Diallo, delantero del Sunderland, marcó un gol de clase mundial justo antes del descanso y, por supuesto, entonces el ímpetu les acompañó: 44.000 hinchas enloquecidos y un ambiente increíble. El Sunderland es un buen equipo, con muy buenas individualidades, y tenía derecho a disfrutar de uno o dos momentos ante su público en una eliminatoria a doble partido. Sabíamos que íbamos a tener que aguantar, y en general pudimos hacerlo.

Nos costó encontrar el ritmo en la segunda parte. No presionamos tan bien ni mantuvimos el balón lo suficientemente bien en las transiciones, pero una vez que nos pusimos 2-1 abajo, creo que los chicos fueron muy inteligentes. El Sunderland siguió presionando, aunque no creó mucho más allá de algunos disparos lejanos. No queríamos perder, por supuesto, pero al final sabíamos que seguíamos con vida en la eliminatoria.

Decidimos pasar la noche en Sunderland después del partido. Tuvimos que ir y volver en autobús para los dos partidos, mientras que ellos sólo tenían que tomar un avión para la vuelta. Queríamos recuperarnos bien, pero la noche extra también nos permitió repasar el partido como equipo y seleccionar los vídeos y cualquier otra cosa que considerásemos importante para compartir con los muchachos.

Tom Lockyer celebra el gol que dio el pase al Luton a los playoffs. Shaun Botterill/Getty Images

Al día siguiente, hablaron algunos de los muchachos. Recuerdo a Tom Lockyer, con mucha vehemencia, resaltando la gran oportunidad que teníamos y la confianza que había en el vestuario con respecto a la vuelta. A mí también se me pasaron muchas cosas por la cabeza. ¿Teníamos que cambiar las cosas? ¿Deberíamos buscar algo diferente?

Pero la otra pregunta era: ¿qué nos había llevado hasta allí? La regularidad nos había permitido tener 14 partidos invictos antes de la ida, y creía que el equipo de la ida era el adecuado para la vuelta. Creía que, tres días después, los chicos podrían darle la vuelta a la situación; que podrían demostrar la calidad y el carácter que nos habían llevado hasta ese punto.

Estuvieron increíbles durante todo el partido de vuelta. Los niveles de energía fueron brillantes, los aficionados estuvieron fantásticos, y fue una noche fenomenal para el club. Fue una eliminatoria muy dura contra un buen equipo, pero jugamos con nuestro estilo y hemos cruzado la meta con una victoria por 2-0.

"Habíamos analizado mucho sobre los penaltis antes de los playoffs. Me apoyé en Steve Cooper y en algunos de sus colaboradores del Nottingham Forest"

A los doce minutos de la final de los playoffs contra el Coventry, el fútbol prácticamente desapareció de la escena. Tom Lockyer, nuestro capitán, que había conseguido el gol de la victoria contra el Sunderland (arriba) y probablemente nuestro mejor jugador a lo largo de la temporada, se fue al suelo. Su salud era lo más importante, y en ese momento fue increíblemente difícil para todos nosotros, en el partido más importante de nuestras vidas, concentrarnos realmente en la tarea por delante.

Una vez que supimos que Locks estaba bien, aunque obviamente muy afectados, se trató de reunir a los muchachos y reanimarlos lo antes posible. Les dije: "Bien, concéntrense, lo hacemos por Tom". Su respuesta en esa primera parte, ante una verdadera adversidad, fue increíble. Mostraron una gran resilencia y temperamento para actuar como lo hicieron, y para ser francos, probablemente deberíamos haber estado más de un gol arriba en el descanso.

Hicimos entrar a los chicos y, ante todo, les hicimos saber que Locks estaba bien. Luego se trataba de hablar de lo que se avecinaba. Habíamos oído que Matt Godden, del Coventry, podría entrar en el equipo y que ellos podrían jugar con dos delanteros, así que analizamos lo que eso podría significar y algunas cuestiones tácticas al respecto. El cambio les dio un nuevo impulso, y sus intercambios de posiciones en el mediocampo comenzaron a sacar de posición a nuestros centrocampistas. Controlaron un poco más el juego y el gol del empate, obra de Gustavo Hamer (abajo) fue merecido.

Gustavo Hamer, del Coventry, marcó el gol del empate en el duelo celebrado en Wembley. Alex Pantling/Getty Images

Hamer cayó al terreno lastimado poco después, y el parón nos dio la oportunidad de reunir a los chicos, calmar los ánimos y recordarles cómo habíamos llegado hasta ahí haciendo lo que hacemos. Hubo mucha emoción, por supuesto, pero volvimos a hacer lo que hacemos bien y terminamos el partido con fuerza.

Habíamos analizado mucho sobre los penaltis antes de las eliminatorias, y hablado con mucha gente con experiencia en esas situaciones. Me apoyé en Steve Cooper y en algunos de sus colaboradores del Nottingham Forest -habían pasado por lo mismo en su semifinal contra el Sheffield United de la temporada anterior-, y también utilizamos el trabajo que Chris Markham y la federación ingles, la FA, habían dedicado a investigar los  lanzamientos penales.

Si vuelven a ver las imágenes, verán que en cuanto sonó el pitido final al término de la prórroga,  cada quien fue a su respectivo lugar. No queríamos que todo el mundo viniera a hablar con los muchachos y a meterse en sus cabezas. Sólo estábamos el cuerpo técnico y los jugadores.

"Cuando supe que locks estaba bien, me di cuenta de que sólo entonces podía disfrutar del momento"

Todo el mundo sabía dónde ir a por bebidas y geles, todo estaba limpio y ordenado, y nos colocamos donde queríamos, más cerca del banquillo para intentar aislar un poco a los rivales. Puede parecer una tontería, pero las tandas de penales no se limitan a los penaltis. También queríamos que la parte psicológica saliera bien.

También queríamos asegurarnos de que nuestro portero pasara el balón a nuestro siguiente lanzador. Luego, queríamos que nuestros lanzadores se tomaran su tiempo, respiraran y no pusieran el balón en el punto de penalti hasta que el  portero de ellos estuviera en la línea. Y les dijimos a los jugadores que eligieran el sitio para disparar y no lo cambiaran.

Ganamos el sorteo, así que optamos por disparar primero y tratar de presionarles. Algunas cosas nos favorecieron, pero hubo mucha práctica, mucho proceso, y creo que los chicos lanzaron unos penales increíbles.

Los jugadores del Luton celebran el triunfo en los penaltis. Richard Heathcote/Getty Images

En cuanto ganamos, quise ir primero a ver al staff del equipo contrario. Sabía lo duro que habían trabajado para llevar a su equipo hasta ese punto, así que lo lamenté por Mark Robins y su equipo.

Después, obviamente, todo se centró en ver cómo estaba Locks. Estaban pasando muchas cosas, con el título, las celebraciones y todo eso… Y yo estaba haciendo una entrevista en directo cuando me enseñaron el mensaje del padre de Tom. Cuando supe que estaba bien, me di cuenta de que sólo entonces podía disfrutar del momento.

Me sentí increíblemente orgulloso, por supuesto. La vida es para vivirla, y sigo diciendo a los jugadores que deben disfrutar del momento. Fue especial para la ciudad y para un club de fútbol que ha pasado por momentos muy, muy oscuros. Participar en ese éxito fue muy especial.

Edwards afronta su primera temporada como entrenador en la Premier League, en la que se medirá ante algunos de los mejores entrenadores del mundo. Philip Haynes

He tenido dos años brillantes como entrenador, y ahora voy a enfrentarme a algunos de mis ídolos —algunos de los mejores entrenadores del mundo— en la Premier League. Cualquiera que se dedique a este deporte -ya sea jugador, entrenador, fisioterapeuta, analista, científico deportivo, lo que sea- quiere trabajar al más alto nivel. Ese ha sido mi objetivo durante mucho, mucho tiempo.

Quise convertirme en entrenador después de experimentar lo que Ian Holloway hizo con nosotros en el Blackpool en la temporada 2009/2010. Ese año éramos favoritos para descender, pero él nos ascendió a la Premier League a través de los playoffs. Recuerdo que entonces pensé: "Esto es lo que quiero hacer". Estar allí y hacerlo exactamente igual con el Luton 13 años después me pareció realmente especial.

El reto ahora es enfrentarse a los mejores, al más alto nivel, y encontrar la manera de mantenernos ahí.