Caer hacia adelante

Mi madre me dijo: "Cuando la oportunidad llega, no te van a mandar un correo electrónico. Así que tienes que estar preparado".

Así fue este momento.

Y todo empezó en una gasolinera. Me dirigía al club, el AZ Alkmaar. El día anterior, Internet estaba lleno de información sobre las conversaciones del  primer entrenador, Arne Slot, con el Feyenoord.

Yo era su ayudante, y estaba pensando si enviarle un mensaje. ¿Quizá quería hablar de ello? Decidí que no iba a enviarle un mensaje. En lugar de eso, hablaría con él en el club a primera hora de la mañana siguiente, cara a cara, y vería qué pasaba.

Allí estaba yo, de camino, cuando tuve que repostar en una gasolinera.  Luego vi que tenía una llamada perdida del director técnico de AZ, así que le llamé en cuanto me metí en el coche. "Cuando llegues, ven primero a mi despacho", me dijo.

Ya me estaba esperando en el pasillo. Nos sentamos con el otro director; me contaron lo que había pasado y me pidieron que me hiciera cargo.

"HABÍA EMPEZADO COMO JUGADOR EN EL AZ, PERO LLEGUÉ A UNA ENCRUCIJADA HACIA LOS 19 AÑOS"

No dije inmediatamente: "De acuerdo, lo haré". Les pedí que me dejaran pensarlo, porque ese es el tipo de persona que soy.

Teníamos un partido al día siguiente, así que dije: "Lo pensaré. La mayor prioridad es el equipo, porque todo el mundo tiene que estar informado de lo que pasa. Les informaré, informaré al personal, haré el entrenamiento, haré que todo vuelva a la normalidad y que estén tranquilos los unos con los otros. Luego les dejaré saber mi decisión ".

Hicimos la sesión de entrenamiento. Hablé con los dos capitanes del equipo, me aseguré de que la sesión transcurriera bien y volví a las oficinas. Fue entonces cuando recordé lo que me había dicho mi madre.

También soy un gran admirador de Denzel Washington y su discurso sobre caer hacia adelante. Lo dijo a un grupo de estudiantes que se graduaban en la Universidad de Pensilvania: "Vuestros padres os dirán que os aseguréis de tener algo a lo que recurrir. Aseguraos de que vuestra educación es la adecuada, para que tengáis algo en lo que apoyarse".

"Si voy a caer, prefiero caer hacia adelante. Al menos así puedo ver lo que se viene".

Estaba pensando en esto y en lo que mi madre me había dicho. Este era el momento. Así que asumí las riendas del equipo, en un principio como entrenador interino hasta el final de la temporada.

Yo había empezado como jugador en el AZ, pero llegué a una encrucijada alrededor de los 19 años. Fue en ese paso, de pasar a profesionales, cuando tuve una lesión. También había empezado a sacarme los títulos de entrenador, así que cuando me lesioné tuve que tomar una decisión: ¿seguir luchando por el sueño de ser jugador o escoger el camino de entrenador?

"TUVE EL PLACER DE CONOCER A RINUS MICHELS, UNO DE LOS MEJORES ENTRENADORES QUE HA HABIDO JAMÁS"

No tenía el talento suficiente para ser un jugador de élite, aunque podría haberme ganado la vida como futbolista. Pero físicamente, debido a la lesión, no era lo bastante bueno, así que opté por la carrera de entrenador. Me propuse convertirme en el mejor entrenador del mundo. Y siempre digo que desde entonces no he trabajado ni un solo día de mi vida, porque me encanta entrenar. Es mi pasión.

Alguien que me formó desde el principio, y que ha estado ahí a lo largo de mi carrera, es Joop Brand, mi padre futbolístico, como yo le llamo. Cuando empecé en el AZ Alkmaar, él entrenaba a las selecciones Sub-18 y Sub-19. También era uno de los profesores de mi escuela y responsable de los cursos de entrenador. Joop me dijo en aquellos primeros días que tenía talento para entrenar, y que debía esforzarme al máximo.

El Haarlem fue el primer club profesional para el que trabajé, a partir de 1993. Entré como becario y, al principio, entrené a los Sub-18. Estuve allí casi cinco años en la academia. Durante ese tiempo, formé parte de la plantilla del primer equipo durante seis meses. Eso me convirtió en uno de los entrenadores más jóvenes de Países Bajos en desempeñarse como asistente en el fútbol profesional.

Tenía todos los títulos excepto el UEFA Pro. Como no tenía un gran historial como jugador, me costó entrar en el curso. Cuando tenía veintitantos años, me aceptaron en una de las jornadas de formación para la Licencia Pro. Allí tuve el placer de conocer a Rinus Michels, uno de los mejores entrenadores que ha habido. Hablar de fútbol con él fue un momento maravilloso.

No pude en ese momento entrar en el curso, pero tuve la confianza suficiente para preguntar a la asociación por qué. Me dijeron que aún era muy joven, que intentara entrar en un club extranjero y trabajar con mayores.

Fui al Mundial de 1998 en un viaje con el sindicato neerlandés de entrenadores de fútbol. El fundador del sindicato, Jan Reker, había oído hablar bien de mí. Me preguntó si estaría dispuesto a irme al extranjero para ampliar mi experiencia.

"FUE UN PERIODO FANTÁSTICO, CON MARCEL BRANDS, QUE MÁS TARDE SE CONVERTIRÍA EN DIRECTOR DE FÚTBOL DEL EVERTON"

Fue entonces cuando tuve la oportunidad de ayudar a Rinus Israël en los Emiratos Árabes Unidos. Fue el primer capitán que levantó la Copa de Europa para un club holandés, cuando el Feyenoord la ganó en 1970, y después se había convertido en su entrenador. Ahora iba a dirigir al Al Jazira en Abu Dabi.

Fuimos los dos únicos entrenadores en los Emiratos que terminamos esa temporada. Todos los demás clubes cambiaron de entrenador dos o tres veces. La temporada siguiente, estábamos en otro club, Al Wahda, y despegamos de nuevo. Para mí, ese momento supuso una parte muy importante de mi madurez como entrenador.

De vuelta a Países Bajos, empecé a trabajar en la academia del Vitesse y me aceptaron en el curso UEFA Pro. En aquel momento, era la persona más joven de los Países Bajos en hacerlo.

En 2009 tomé la decisión de dejar el Vitesse después de nueve años, para convertirme en director de la academia del Sparta de Rotterdam, una de las mejores academias del país. En un momento dado, me propusieron ser el primer entrenador, pero eligieron a Michel Vonk. Me convertí en su ayudante, tendiendo el puente entre la cantera y el primer equipo, y lo hice durante dos temporadas.

Cuando despidieron a Michel, yo también tuve que seguir. Eso me hizo reflexionar y reajustarme. Tuve la oportunidad de trabajar como entrenador en la federación, como seleccionador nacional Sub-17, combinándolo con la docencia en cursos de formación de entrenadores, o podía empezar con los Sub-19 del PSV Eindhoven. Elegí el PSV.

Fue un periodo fantástico, con Marcel Brands —que más tarde se convertiría en director de fútbol del Everton— al frente de un proyecto de cinco años, y Phillip Cocu como entrenador del primer equipo.

"HABÍAMOS MANTENIDO EL CONTACTO A LO LARGO DE LOS AÑOS E HICIMOS JUNTOS LA LICENCIA PROFESIONAL, EN EL MISMO GRUPO QUE FRANK DE BOER Y ERIK TEN HAG"

Por mi experiencia, Marcel me preguntó si quería ser el próximo director de la academia. Lo hice durante un año, pero cuando Marcel se fue al Everton y Phillip al Fenerbahçe, muchas cosas cambiaron en el club. Me lo pasé bien, pero ya no me parecía lo más apropiado.

Después de mi quinto año en el PSV, pedí la rescisión de mi contrato. Me pidieron que lo reconsiderara, pero ya había tomado una decisión. Entonces no tenía trabajo, pero unos días después sonó el teléfono y apareció el AZ Alkmaar.

Entré como ayudante de John van den Brom, un entrenador de mucho éxito en Países Bajos, al que conocía desde hacía mucho tiempo. Habíamos mantenido el contacto a lo largo de los años y nos sacamos juntos la licencia Pro, en el mismo grupo que Frank de Boer y Erik ten Hag.

El primer año fue el último de John como seleccionador. El otro ayudante era Arne, que se convirtió en el nuevo seleccionador, y volvimos a alcanzar otro nivel. Por desgracia, esa fue la temporada en la que llegó el coronavirus.

Después de 25 partidos, éramos colíderes y habíamos ganado dos veces al Ajax. Por culpa del coronavirus, a falta de nueve partidos, se paró la competición. Nunca sabremos qué habría pasado, pero teníamos muchas posibilidades de ganar el título.

"CUANDO NOS SENTAMOS A DESAYUNAR A LA MAÑANA SIGUIENTE, MIRÉ AL OTRO LADO DE LA HABITACIÓN. ÉSE ERA EL MOMENTO"

El siguiente paso, asumir el cargo de primer entrenador, me llegó la temporada siguiente. El equipo estaba en un periodo interesante. Jugamos contra el Groningen en casa en mi primer partido, y a mitad de semana tuvimos que jugar nuestro último partido de la fase de grupos de la Europa League, en Croacia.

El encuentro ante el Groningen fue duro. En ese partido perdimos a dos de nuestros jugadores más experimentados, y caímos 2-1 después de ir ganando 1-0. Luego viajamos a Croacia para jugar contra el Rijeka, que también fue un partido extraño. Fuimos mejores que ellos, pero no liquidaron con dos contragolpes y  perdimos 2-1 Eso nos dejó fuera de Europa. 

Fueron dos golpes en la misma semana. Me senté en mi habitación de hotel en Rijeka, pasé la noche en vela y me aseguré de tener una visión clara de lo que había pasado.

Cuando nos sentamos a desayunar a la mañana siguiente, miré al otro lado de la habitación. Era el momento. Tenía que asegurarme de que todo el mundo entendía quién estaba ahora al mando y cómo quería que se hicieran las cosas. Sólo tienes una oportunidad para hacerlo.

Una vez sentados todos, di mi versión de lo sucedido y de lo que creía que había que hacer para mejorar individualmente y como equipo. Se podía haber oído caer un alfiler. A partir de ahí, despegamos: 17 victorias de 23 en la liga. Acabamos terceros, lo que nos clasificó para Europa, y firmé un nuevo contrato de dos años como entrenador.

En la ronda eliminatoria de la Europa League nos enfrentamos al Celtic de Ange Postecoglou. Perdimos el primer partido en Celtic Park, que fue mi primera experiencia ante Postecoglou y con la forma de jugar de sus equipos. Así que estábamos mejor preparados cuando nos enfrentamos a ellos en Alkmaar. Fue un partido de ida y vuelta, muy intenso, como un partido de la Premier League. Ganamos, pero lamentablemente no fue suficiente para pasar.

"LA INTENSIDAD Y EL FÍSICO DE JUGAR CONTRA UN EQUIPO DE LA PREMIER LEAGUE ERA ALGO QUE ESPERÁBAMOS CON IMPACIENCIA"

Gracias a nuestro rendimiento en la liga en esa temporada 2021/22, nos clasificamos para la Europa Conference League de la temporada siguiente. Tras perder solo un partido en la fase de grupos, quedamos emparejados con la Lazio en octavos de final. Bajo el mando de Maurizio Sarri, acabarían subcampeones de la Serie A esa temporada. Todo el mundo a nuestro alrededor pensaba que Europa estaba acabada para el AZ, pero yo me di cuenta de que la forma de jugar de los italianos, al menos de la mayoría de sus equipos, deja mucho espacio entre líneas.

Pedro marcó para la Lazio a los 18 minutos del partido de ida, en Roma. Parecía que iba a ser una noche difícil, pero el equipo se mantuvo unido. Conseguimos un gol justo antes del descanso, cuando Vangelis Pavlidis se adelantó a su defensor y metió el balón en el primer palo.

En la segunda parte jugamos con la posesión y les hicimos correr detrás del balón, y Milos Kerkez marcó el segundo. Deberíamos haber marcado el tercero. En cambio, tuvimos que esperar a que vinieran a Alkmaar para terminar el trabajo. Una vez más, remontamos y ganamos 2-1.

Superamos al Anderlecht en cuartos de final y luego nos enfrentamos al West Ham en semifinales. La intensidad y el aspecto físico de jugar ante un equipo de la Premier League era algo que esperábamos con impaciencia. El West Ham es conocido por dejarte el balón hasta que te acercas a su área. Entonces se cerraban en banda y buscaban el contragolpe.

Tardamos unos diez minutos en asentarnos en el primer partido en el estadio de Londres, y luego salimos. Cuando intentaron presionarnos, seguimos jugando, encontrando al hombre libre, espacios libres y haciéndoles correr.

Se replegaron en su campo y esperaron. En un momento dado no lo hicieron correctamente. Avanzamos y Tijjani Reijnders disparó desde lejos. El portero no estuvo muy seguro, y llegó el 1-0.

"HE ESTADO REFLEXIONANDO Y ASEGURÁNDOME DE ENTENDER BIEN LO QUE PASÓ"

Controlamos el partido durante al menos una hora, y estábamos haciendo callar al estadio. Entonces el West Ham, como era una característica conocida bajo la dirección de David Moyes, nos castigó a balón parado. Regalamos un penalti fácil, luego concedimos un córner y ellos le dieron la vuelta al partido.

En el partido de vuelta estuvimos bien hasta el borde del último tercio. En comparación con el primer partido, el West Ham estrechó incluso más su campo , así que fue muy difícil encontrar los espacios. Y la forma en que disputaban sus duelos era de otro nivel en comparación con lo que experimentamos en la Eredivisie. Perdimos por un gol muy tardío, pero había sido una gran trayectoria hasta las semifinales.

En verano se volvieron a tomar decisiones, vender a los mejores jugadores que teníamos, así que volvimos a una situación muy conocida para el club. Teníamos que dar forma a un nuevo equipo.

Yo había demostrado como entrenador que era capaz de hacerlo. Así que fue toda una sorpresa que el club decidiera cambiar de entrenador en enero de la temporada siguiente. Habíamos tenido problemas en Europa, pero éramos cuartos en la liga cuando me fui.

Habíamos tenido uno de los mejores comienzos de la historia del club, con 25 puntos en los nueve primeros partidos. Cuando llegamos a principios de noviembre, perdimos a algunos buenos jugadores por lesión, y otros cayeron de nivel. Por supuesto, yo quería que mi equipo jugara mejor, pero todas esas cosas las había previsto, teniendo la experiencia de temporadas anteriores. No me preocupaba.

Uno de los puntos fuertes del Alkmaar como club era mantener la visión. Por eso es tan extraño lo que me ha pasado. No es propio de ellos actuar así, pero probablemente tengan sus razones. Han tomado una decisión que consideran es la mejor para el club. Lo acepté, nos dimos la mano y seguimos adelante.

Estuve reflexionando y asegurándome de comprender bien lo que pasó, y lo que hay que hacer por mi parte para convertirme en una mejor versión de mí mismo como entrenador.