Análisis
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ANGE POSTECOGLOU
Tottenham Hotspur, 2023-Presente
A sus 57 años, y tras dos temporadas en las que ganó cinco trofeos con el Celtic, Ange Postecoglou toma los mandos del Tottenham Hotspur. El extécnico del Brisbane Roar, Australia y Yokohama Marinos sigue los pasos de Mauricio Pochettino, José Mourinho y Antonio Conte en el norte de Londres, donde hará historia como el primer australiano que dirige en la Premier League.
Desde sus primeros éxitos como entrenador del South Melbourne a finales de la década de 1990, el ascenso de Postecoglou ha sido más bien lento. Los títulos consecutivos con el Brisbane Roar en 2011 y 2012 cimentaron su reputación como entrenador de primera categoría en su Australia natal, una reputación que se vio reforzada con su etapa de cuatro años como seleccionador nacional al frente de los Socceroos.
Tras llevar a Australia al Mundial de 2014 (arriba), la condujo a su primera conquista de la Copa de Asia en 2015 y los clasificó para el Mundial de 2018 antes de marcharse para tomar las riendas del Yokohama. Un título de liga en tres temporadas en su etapa en Japón le llevó a Glasgow, donde otro par de campeonatos consecutivos sirvieron para alertar a Daniel Levy de sus cualidades.
"Ange aporta una mentalidad positiva y un estilo de juego rápido y ofensivo", dijo Levy, presidente del Tottenham, de su nuevo entrenador. "Tiene un sólido historial en el desarrollo de jugadores y entiende la importancia del vínculo desde la academia, todo lo que es importante para nuestro club. Estamos encantados de que Ange se una a nosotros".
Con balón: Laterales versátiles
Tras triunfar en su país con el Brisbane Roar y una temporada completa en el Melbourne Victory, Ange Postecoglou llevó a Australia al Mundial de 2014 con un 4-2-3-1 ofensivo. Un dibujo en el que los extremos se situban en las bandas y buscaban el balón entre líneas, con Tim Cahill como eje de la delantera. Mile Jedinak desempeñó un papel clave en la base del mediocampo; ya que él y su compañero en la medular mantuvieron sus posiciones para permitir a los laterales atacar simultáneamente.
Cuando Australia se proclamó campeona de la Copa Asiática por primera vez en su historia, en 2015, el sistema había mutado para entonces al 4-3-3. Pero también lo hizo la identidad del equipo, que pasó a tener un mayor énfasis en mantener la posesión, algo que se tradujo en intercambios de posiciones más complejas. Los laterales subían constantemente (Jason Davidson fue especialmente eficaz por la izquierda), mientras que los dos mediocentros atacaban al mismo tiempo (abajo) para ofrecer profundidad por dentro o alrededor de los extremos.
Postecoglou mantuvo el 4-3-3 en el Yokohama Marinos, al que en 2019 condujo a su primer título de la J1 League en 15 años. En este caso, sus extremos se mantenían muy abiertos por delante de un fluido mediocampo de tres unidades, con los laterales a menudo con movimientos por detrás de la línea de pase para añadir efectivos adicionales en el pasillo central. Los centrocampistas se dejaban caer para facilitar la progresión de un lateral a atacar, o se acercaban al delantero para proporcionar una amenaza más de gol.
El 4-3-3 en el Celtic
En sus dos temporadas en el Celtic, Ange Postecoglou utilizó un 4-3-3 similar al que empleó en el Yokohama, de nuevo con extremos muy abierto en la delantera. El objetivo ha sido crear espacios en los pasillos interiores para que los pueda aprovechar uno de los laterales o de los mediocampistas centrales. En su primera temporada, no era raro ver a los laterales regatear en diagonal hacia esos espacios, y a los extremos amenazando el espacio a la espalda de la defensa rival. Los mediocentros adaptaban entonces su posición de acuerdo con la situación de juego.
En su segunda temporada, la zaga de Postecoglou se convirtió más a menudo en una línea de tres. Un lateral se adelantaba y el otro mantenía una versión más conservadora. Esto resultaba especialmente útil cuando se jugaba contra equipos que formaban con dos delanteros, ya que el jugador colocado más hacia la banda de la recién formada línea de tres podía pasar al centro del campo.
El único pivote, la mayoría de las veces Callum McGregor, se interpondría entre los dos delanteros centro rivales (arriba), con los laterales Greg Taylor, Alistair Johnston o Josip Juranovic (que se marchó al Union Berlin en el mercado de fichajes de enero en enero de 2023), todos ellos capaces de adelantarse para proporcionar centros, invertir su posición hacia dentro para añadir un elemento más en el medio o permanecer replegados como parte de una línea de tres zagueros.
Espacios centrales
Ange Postecoglou demostró su versatilidad como entrenador cuando utilizó una línea de tres en defensa y un 3-4-2-1 con balón con Australia, tanto en la Copa Confederaciones 2017 como en la fase de clasificación para el Mundial 2018. Dos mediapuntas operaban cerca del delantero, mientras que los carrileros habilitaban la amplitud del equipo (abajo). Con Aaron Mooy, Jackson Irvine, Tom Rogic y Massimo Luongo, Australia tenía mucha calidad en el centro del campo. Como era de esperar, Postecoglou eligió una formación que se adaptara a los puntos fuertes de sus jugadores.
En el Celtic, Ange Postecoglou utilizaba sus laterales en posiciones más interiores para ofrecer intercambios de posiciones centrales más variadas y utilizar las superioridades con el objetivo de dominar el juego. En las dos campañas ligueras que disputó con el australiano, el Celtic promedió un 67,3% y un 69,5% de posesión, respectivamente.
Durante su primera temporada en el Celtic, en la salida por las bandas, el interior del lado opuesto se adelantaba para apoyar al delantero centro, normalmente Kyogo Furuhashi. David Turnbull era especialmente ofensivo bajo este rol cuando se le utilizaba como interior, aprovechando cualquier oportunidad para avanzar por el pasillo interior y ofrecer así una mayor amenaza a la portería rival (abajo). Sus compañeros Rogic y McGregor, centrocampistas centrales, tendían a desplazarse hacia afuera para apoyar a la sociedad extremo-lateral de su lado, en lugar de unirse al delantero como hacía Turnbull.
Como resultado de esa disposición, el único pivote del Celtic tenía un apoyo adicional en la transición defensiva. Así, el Celtic podía encerrar al rival en campo contrario para evitar contraataques, y los mediocentros podían permanecer más tiempo por delante del balón. Un principio clave de Postecoglou en la dirección de sus equipos es no tener la pelota en el punto más alto del ataque, con jugadores que ataquen la espalda rival y el intercambios de posiciones —principalmente en los espacios centrales— efectuándose tan a menudo como sea posible.
Variantes de ataque
A medida que en su segunda temporada en el Celtic Ange Postecoglou desarrollaba su planteamiento basado en la posesión, el lateral que avanzaba se convertía a menudo en un segundo pivote en el mediocampo o avanzaba aún más en el pasillo interior para convertirse en otro mediocentro. A partir de ahí, el mediocentro original de ese lado podía presionar más arriba para apoyar al delantero. Con los dos extremos también en la línea superior de ataque, el equipo se asemejaba más bien a un 3-3-4 con balón.
Dentro de ese esquema, los dos interior tenían libertad de movimientos. Podían adelantarse a la línea más avanzada, situarse más atrás para apoyar al pivote único, o incluso ofrecer el apoyo en la banda más característico de la primera temporada de Postecoglou.
Sin posesión: Bloque medio o bajo
La mayoría de las veces, la Australia de Postecoglou se organizaba en un bloque bajo o medio. El delantero vigilaba y cubría los pases entre los centrales. Esto mientras los jugadores en los flancos intentaban forzar el juego hacia la línea de banda en la medida de lo posible. Los dos mediocampistas más cercanos se desplazaban entonces hacia el balón. El tercero permanecía en el centro en caso de que el rival intentara cambiar el juego. Postecoglou prefiere centrocampistas versátiles y combativos que puedan realizar esta labor con eficacia.
Más tarde, cuando Australia utilizaba tres centrales, defendía con un quinteto, un doble pivote y un trío de delanteros estrecho que trabajaba para cubrir las zonas centrales y forzar el juego hacia las bandas. Así, los rivales se veían obligados a construir en torno al bloque central 5-2-3. Si superaban a los tres delanteros, el carrilero del lado correspondiente empujaba hacia delante para disputar el balón, mientras que el extremo retrocedía para apoyar el trabajo defensivo.
Era más probable que un jugador con una mentalidad más ofensiva ocupara el carril derecho que el izquierdo —en el izquierdo se prefería a un lateral natural— para crear más peligro a la contra. Este carrilero derecho era más propenso a presionar el balón con agresividad que el carrilero izquierdo (arriba). Los centrales exteriores tenían libertad para salir a presionar cuando los dos carrileros se encontraban en posición, dejando una defensa de cuatro hombres detrás de ellos. Sin embargo, si un carrilero presionaba hacia arriba, los centrales estarían menos dispuestos a hacerlo.
El 4-5-1 en el Celtic
En la mayoría de los partidos del Celtic, sobre todo en las competiciones nacionales, Ange Postecoglou prefería la presión alta y el contragolpe. Algunos partidos, sobre todo en competiciones europeas, exigían un bloque defensivo más consistente y conservador. De su estructura 4-3-3, el Celtic se convertía a menudo en un 4-5-1, con al menos uno de los mediocentros retrocediendo para proporcionar cobertura junto al único pivote.
Mientras basculaban buscando bloquear el juego rival hacia la línea de banda, el Celtic intentaba cubrir el pasillo interior más cercano e impedir el acceso a través de los espacios entre el central y el lateral. Al tratarse de un espacio clave para que el equipo de Postecoglou atacara con el balón, se convirtió naturalmente en un área de atención a la hora de defender. Aquí, los centrocampistas centrales daban prioridad a la cobertura, el bloqueo y el cribado por encima de saltar a presionar o batirse en duelo.
La presión alta y la presión tras pérdida
El Celtic defendió más adelantado que muchos de los anteriores equipos de Ange Postecoglou. Bajo su mando, el equipo escocés presionaba agresivamente, a menudo muy arriba. Siempre tras perder el balón, con su estructura 4-3-3 preparada para replegarse hacia dentro, contragolpear y asfixiar al rival. Una línea de fondo alta también les ha ayudado a hacerlo con eficacia.
A lo largo de la campaña 2021/22, los extremos se unieron a menudo al delantero centro en la presión alta. Así doblaban sus carreras hacia dentro para forzar el balón hacia las zonas centrales. Los dos interiores quedaban entonces libres para saltar hacia delante y presionar alto. Esto, mientras los laterales también se adelantaban para apoyar al pivote en la siguiente línea de presión. Incluso cuando no presionaban con tanta agresividad, los extremos del Celtic seguían alentando el juego interior. La posición del extremo opuesto a menudo liberaba a Kyogo para presionar aún más arriba (arriba), a menudo sobre el portero rival.
Esta intensidad de presión se mantuvo en la temporada 2022/23, cuando la presión tras pérdida mejoró aún más. El apoyo del lateral estrecho en el extremo opuesto del campo ayudaba a formar un doble pivote protector que limitaba los pases centrales profundos cada vez que el rival recuperaba el balón en el pasillo central (abajo). Como resultado, cualquier balón directo que amenazara el espacio por detrás de la línea de fondo alta normalmente tendría que ir desviado y lejos de la portería de Joe Hart.
Tanto los dos interiores como el extremo más cercano al balón se activaban agresivamente cada vez que se perdía la posesión. Allí, Kyogo presionaba en repliegue cuando estaba lo suficientemente cerca. El lateral más cercano al balón también tenía licencia para saltar al centro del campo y ayudar en la presión tras perdida. Esto mientras que los centrales eran protegidos por el doble pivote, pudiendo así cubrir las zonas más amplias si era necesario.
Ange Postecoglou ha desarrollado a lo largo de su dilatada y ascendente carrera como entrenador planteamientos tácticos que, en última instancia, siguen ciñéndose a sus principios básicos. Ahora, con el Tottenham, tiene la oportunidad de ponerlos a prueba al más alto nivel.
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Redacción: The Coaches' Voice
