Entrevistas Tiempo de lectura: 18 min

Reorientar mi talento

Reorientar mi talento
Fotografía: Jordi Play.
Redacción
Álvaro Romeo
Publicado el
30 de septiembre 2025

Thiago Alcántara

Barcelona, 2008-2013; Bayern Múnich, 2013-2020 y Liverpool, 2020-2024

Para mí fue muy importante crecer en un ambiente deportivo. 

Mi hermano Rafinha y yo tuvimos la suerte de poder conocer los deportes a través de mi madre, que jugaba al vóley, y de mi padre, Mazinho. Con él todavía en activo entramos en contacto con lo que era ser jugador de fútbol. 

Fuimos unos afortunados por poder presenciar entrenamientos, entrar en vestuarios y normalizar el día a día de lo que representaba ser futbolista. En ese momento, mi curiosidad no se dirigía aún hacia la parte táctica, sino hacia el comportamiento del jugador de fútbol y su día a día.

Mazinho (en primer plano), padre de Thiago Alcántara, fue uno de los grandes líderes de la selección brasileña en el Mundial 1994. Un campeonato que la canarinha ganó tras derrotar a Italia en la final. Stephen Dunn/ALLSPORT
Mazinho (en primer plano), padre de Thiago Alcántara, fue uno de los grandes líderes de la selección brasileña en el Mundial 1994. Un campeonato que la canarinha ganó tras derrotar a Italia en la final. Stephen Dunn/ALLSPORT

Entrar en un vestuario desde pequeño te ayuda a romper ciertos mitos de lo que pasa dentro del fútbol, porque ves que en ellos hay situaciones y relaciones humanas. Evidentemente, los jugadores de la época de mi padre no eran los mismos que los de ahora, y además tú como niño no participas en las conversaciones como cuando eres adolescente o adulto, cuando ya te relacionas con compañeros o entrenadores. Por lo tanto, haber conocido esos ambientes me ha podido ayudar a sentirme cómodo en ese contexto, pero luego tienes que saber valerte por ti mismo.

También tuve la suerte de crecer con un hermano muy cercano a mí en edad a quien le encantaba el fútbol. Éramos súper competitivos el uno con el otro, pero de manera sana. Competíamos jugando. No hablábamos de fútbol, no valorábamos cómo habíamos jugado, simplemente jugábamos. 

"Mi hermano Rafinha y yo tuvimos la suerte de poder conocer los deportes a través de mi madre, que jugaba al vóley, y de mi padre, Mazinho"

Éramos de hablar poco, observar mucho y hacer. Fijarnos en todo muchísimo es lo que nos hizo crecer dentro del contexto en el que estábamos, y es una actitud que podríamos trasladar a cualquier ámbito de la vida para cualquier niño. Y, así, me crié en un ambiente propicio para desarrollarme como lo hice.  

A quienes tenemos raíces brasileñas el fútbol sala nos dio mucha más agilidad con el balón, nos hizo pensar con velocidad y reaccionar muy rápido a las acciones. Pero en el fútbol sala también hay un rigor táctico importante que lo puedes aplicar al fútbol. 

Thiago y Rafinha compartieron rivalidad de niños y también de mayores, como en los duelos entre Barcelona y Bayern Múnich en la Champions League 2014/15. Quique García/AFP PHOTO vía Getty Images
Thiago y Rafinha compartieron rivalidad de niños y también de mayores, como en los duelos entre Barcelona y Bayern Múnich en la Champions League 2014/15. Quique García/AFP PHOTO vía Getty Images

A veces, en el campo, me he visto en situaciones en las que entrenadores importantes te dicen: “¡No pises el balón!”.

Vale, pues yo la voy a pisar.

“¡No hagas esta finta porque tal, no la controles con el exterior!”.

Vale, pues yo lo voy a hacer. 

Todo es parte de la naturaleza y de la magia de un deporte en el que jugando mal puedes ganar. El fútbol es el único deporte en el que pasa eso. Es la magia de lo impensable: en el fútbol puede suceder cualquier cosa. 

"A quienes tenemos raíces brasileñas el fútbol sala nos dio mucha más agilidad con el balón"

Mi primer entrenador, mi padre, fue un entrenador invisible. Nos entrenaba a mi hermano y a mí sin tener que hablar mucho, simplemente con sus propias acciones. Yo creo que ese fue el factor número uno para que tanto mi hermano como yo acabásemos siendo jugadores. Luego, a medida que creces, vas teniendo entrenadores que tienen impacto en tu crecimiento como futbolista, como García Pimienta en la época del Barça. En Vigo, cuando mi padre jugaba en el Celta, también me ayudaron a desarrollarme en el aspecto más físico del fútbol.

Thiago Alcántara, canterano de La Masia, debutó en el primer equipo del Barcelona en mayo de 2009, con Pep Guardiola a los mandos. David Ramos/Getty Images
Thiago Alcántara, canterano de La Masia, debutó en el primer equipo del Barcelona en mayo de 2009, con Pep Guardiola a los mandos. David Ramos/Getty Images

Después, entrar en La Masia te da las armas necesarias para entender cómo funciona el fútbol del Barça y cómo quieren que se juegue. Pero lo más importante es que te proporciona, de forma personal, valores humanos. El Barça te ayuda: la disciplina que genera en sus equipos de fútbol hace que tú también generes disciplina propia para tu día a día. En eso La Masia y sus futbolistas van de la mano. Los jugadores están hechos por y para el primer equipo del Barça. 

Fue algo único poder estar en el vestuario del primer equipo del Barcelona y jugar partidos importantes, formar parte de un grupo en el que, cuando cerraba los ojos en un juego de posesión, el balón sonaba perfectamente.

"Mi primer entrenador, mi padre, fue un entrenador invisible. Nos entrenaba a mi hermano y a mí sin tener que hablar mucho, simplemente con sus propias acciones"

Los jugadores que hemos llegado a este nivel siempre hemos deseado ser los mejores en nuestro ámbito. Pero en ese Barcelona me encontré un equipo en el que ya estaban los mejores, quizá de la historia, en sus posiciones. Por lo tanto, tus metas en ese grupo van cambiando un poco, porque el techo es demasiado alto como para poder alcanzarlo de primeras. Te transformas como jugador, aprendes un montón y luego, si terminas saliendo del club, vas mucho más avanzado que los demás. Fue una gozada y una experiencia única jugar en el Barça con centrocampistas como Sergio Busquets, Xavi, Andrés Iniesta… 

Thiago Alcántara destaca en la entrevista con Coaches' Voice la calidad de sus compañeros en el Barcelona (Messi, Iniesta, Xavi, Busquets...) David Ramos/Getty Images
Thiago Alcántara destaca en la entrevista con Coaches' Voice la calidad de sus compañeros en el Barcelona (Messi, Iniesta, Xavi, Busquets...) David Ramos/Getty Images

Después, la liga alemana me mostró que en el fútbol no podemos ser dominantes siempre. Tenemos que entender que, con frecuencia, no controlaremos las cosas que suceden, y que eso estará bien siempre que seamos muy buenos en lo que dominamos. El fútbol alemán te expone a un juego ofensivo de transiciones en el que a veces tienes que aceptar que no puedes protegerte del todo, pero que en cuanto tengas la posibilidad de hacer daño tienes que aprovecharla. 

"En ese Barcelona me encontré un equipo en el que ya estaban los mejores, quizá de la historia, en sus posiciones"

Cuando llegué a Alemania, el Bayern Múnich era todavía muy dominante en la Bundesliga. Era una liga poco explorada. Yo veía que había puntos ciegos en los rivales, que con el balón podíamos ser dominantes y que si íbamos más rápido las transiciones se cortaban más fácil. Poco a poco, con la aparición de una generación muy buena de entrenadores alemanes, el fútbol de la Bundesliga en general fue puliendo esa parte táctica y se fue igualando al fútbol que hacíamos nosotros en el Bayern. Animo a los jóvenes a desarrollarse en la Bundesliga porque da pie a que te encuentres con todas las fases del juego.

En julio de 2013, Thiago Alcántara tomó la decisión de firmar por el Bayern Múnich. En siete temporadas en Alemania, el centrocampista fue uno de los principales ejes de entrenadores como Hansi Flick, Pep Guardiola y Jupp Heynckes. Alexander Hassenstein/Getty Images para AUDI
En julio de 2013, Thiago Alcántara tomó la decisión de firmar por el Bayern Múnich. En siete temporadas en Alemania, el centrocampista fue uno de los principales ejes de entrenadores como Hansi Flick, Pep Guardiola y Jupp Heynckes. Alexander Hassenstein/Getty Images para AUDI

Mi tiempo en Liverpool englobó lo que es mi perspectiva hacia un club y lo que siempre me había enamorado: la sensación de optar a todos los títulos y de ser dominante en el terreno del juego, pero mostrando que eres un club batallador, que cada día hay que luchar por un objetivo. Tenías que currártelo. En Liverpool encontré esa conjugación entre ser y sentirte dominante y trabajar para ello. 

El fútbol inglés te enseña que en el duelo tienes que ser mejor que quien tienes enfrente, dándote ese plus de crecimiento semana a semana. En cambio, el Barça y el Bayern tienen enfoques distintos. El Barcelona siempre tiene ese estilo de juego más bonito, y no hay nada en el fútbol alemán que se pueda equiparar al Bayern, que era muy dominante. 

"El fútbol alemán te expone a un juego ofensivo de transiciones en el que a veces tienes que aceptar que no puedes protegerte del todo"

Esa parte más intensa del fútbol inglés se asemeja mucho al fútbol sudamericano, y en Liverpool pasamos una etapa muy bonita de adaptación, aprendizaje y crecimiento. 

Thiago Alcántara completó su carrera en el Liverpool, otro de los grandes clubes de Europa. Una etapa donde, más allá del fútbol, vivió en primera persona la 'experiencia Anfield'. Clive Brunskill/Getty Images
Thiago Alcántara completó su carrera en el Liverpool, otro de los grandes clubes de Europa. Una etapa donde, más allá del fútbol, vivió en primera persona la 'experiencia Anfield'. Clive Brunskill/Getty Images

Ahí descubrí a Jürgen Klopp, quien se proyecta como una persona que derrocha energía en el día a día. Trabajar con él me hizo tener la suerte de estar con un entrenador capaz de adaptar todas las situaciones posibles, las buenas y las no tan buenas, en favor del equipo. Con Klopp no existen situaciones malas, sino momentos que hay que encauzar hacia un camino que sea favorable para tu grupo de trabajo. Y él lo conseguía a través de energía, calma o risas en momentos que nadie esperaba que fueran cómicos. Él conseguía que todo el mundo tuviera ese flujo de energía, ese rumbo, y que todos se dirigieran hacia él.

"El fútbol inglés te enseña que en el duelo tienes que ser mejor que quien tienes enfrente, dándote ese plus de crecimiento semana a semana"

Aparte de la intensidad en los entrenamientos, lo mejor que podría trasladar de Jürgen a mi equipo es la idea de que, incluso aunque solo quieras centrarte en trabajar una jugada en concreto, estas continúan y siguen vivas. No puedes hacer un ejercicio de finalización sin un balón extra por si hay un rechace, o por si te la quitan en un momento dado o hay que hacer una transición. Lo que me llevo del aprendizaje con Jürgen es esa intensidad que te dan correr, pasar y estar bien posicionado. 

Son muchos los entrenadores que Thiago Alcántara  destaca en su carrera. Entre ellos Jürgen Klopp, su técnico en el Liverpool. Matt Dunham/Pool/AFP vía Getty Images

Son conceptos muy similares a los de Hansi Flick. Hansi es mi referencia como entrenador, porque es la persona en la que he encontrado tanto ese punto humano como la parte más técnica. Al fin y al cabo, el entrenador lidia con personas y atletas. Hay que poder entenderles, pero al mismo tiempo darles herramientas para que se puedan desarrollar y seguir creciendo, potenciando esa hambre de la gente joven o de la gente competitiva para que el grupo siga funcionando. Con Flick aprendes a dar el máximo, y también a quitar hierro a muchas cosas que suceden alrededor del club, como pasa en el Barcelona, porque si no restas energía dentro del grupo. Para él lo más importante es controlar todo lo que sucede dentro para que lo de fuera no afecte.

"Con Klopp no existen situaciones malas, sino momentos que hay que encauzar hacia un camino que sea favorable para tu grupo de trabajo"

Podría hacer una larga lista de todos los entrenadores que han sido beneficiosos a lo largo de mi vida: Guardiola, Hansi Flick, Luis Enrique, Ancelotti, Klopp, Jupp Heynckes… Pero ese beneficio se manifestó, sobre todo, en la etapa final, no sé si porque Klopp me veía ya las canas o porque empleábamos parte del tiempo que teníamos en el terreno del juego para  hablar y liderar. Fue él quien me dijo que iba a ser entrenador.

Thiago Alcántara se ha incorporado al cuerpo técnico de Hansi Flick en el Barcelona en septiembre de 2025. Ambos también trabajaron juntos en el Bayern Múnich. Christof Stache/AFP vía Getty Images

Cuando llegas a una cierta edad y observas qué patrones se van repitiendo en un partido, los vas usando para tomar atajos con el fin de generar esa superioridad y beneficio en el juego. Lo que sucede campo no va de uno mismo, va de un equipo. A la gente joven le vas dando esos inputs para que ellos puedan tener tranquilidad a la hora de hacer las cosas a su manera. Proporcionas a los jóvenes más herramientas de las que ya tienen. Y así va creciendo esa curiosidad por averiguar cómo puedo ayudar, siendo todavía jugador, a otros compañeros, a otros atletas.

Pero a eso aún no le pones nombre. 

Poco a poco esa parte didáctica va incorporándose a tus hábitos. Dices: “Vale, tengo que rendir al máximo en este entrenamiento, en este partido, pero también tengo tiempo y quiero poder ayudar a otra persona, a otro compañero, a rendir también”. Esto va creciendo y poco a poco, cuando el jugador de fútbol desaparece, piensas en cómo seguir utilizando con otras personas ese conocimiento del juego que tienes. Esa es la transición natural que algunos vivimos.

"Hansi es mi referencia como entrenador, porque es la persona en la que he encontrado tanto ese punto humano como la parte más técnica"

La experiencia durante tu carrera como jugador te da un conocimiento basado en prueba-error.  Aprendes las cosas que te van a ir bien a ti y sabes qué va a hacerle bien al grupo, pero no es la misma fórmula para todos. En este caso lo más importante es algo psicológico: identificar qué es lo que más le conviene a esa persona o grupo de personas y generar armonía.

Después de tanto tiempo luchando, primero, por ser jugador de fútbol, y luego por ser el futbolista que quería ser, el paso más duro fue aceptar que eso se terminaba. No ya por lo que vendría después, sino por dar por concluido algo de lo que estás enamorado debido a cuestiones que van más allá de lo que te puedas permitir. Cuesta, pero hay que encontrar esa paz con uno mismo, esa aceptación y ese orgullo por la carrera que uno ha tenido. 

Thiago Alcántara puso fin a su carrera en julio de 2024, a los 33 años. Lo hizo rodeado de compañeros y frente a la afición del Liverpool en Anfield. Clive Brunskill/Getty Images

Una vez termina tu carrera deportiva resulta necesario ir más despacio, pues te da perspectiva para hacer un repaso a todo lo que has construido. Es conjugar todo lo que has hecho para poder moverte hacia adelante. Esto no significa que tengas que cargar toda tu vida con esa mochila en la que has ido metiendo cosas durante todos estos años. Simplemente tienes que coger esa mochila, abrirla y ver lo que hay dentro. Y el viaje seguirá con las cosas que quieras meter en ella. Para seguir aprendiendo y evolucionando a veces tienes que ir a otro ritmo y tomar otra dirección.

"Después de tanto tiempo luchando, primero, por ser jugador de fútbol, y luego por ser el futbolista que quería ser, el paso más duro fue aceptar que eso se terminaba"

Hace poco menos de un año Jordi Alba, Oscar Pierre (cofundador y director general de la empresa Glovo) y yo decidimos intentar ayudar al Centro de Deportes el Hospitalet, un club catalán, generando un equipo de fútbol en el que a nosotros tres nos gustaría estar. A través de un club histórico como el Hospitalet estamos logrando crear esa intención de crecimiento, aunando lo que ellos siempre han sido con lo que nosotros esperamos que sea un club de fútbol.

Se están creando cosas mágicas. Estamos viendo a una población entregada acudiendo a un estadio de 6.000 personas con ganas de ver al equipo subir a categorías superiores. También queremos aportar a su cantera calidad y aprendizaje. Vemos que en el fútbol de hoy se está buscando siempre el beneficio económico y nosotros, en este caso, queremos explorar esa parte social para poder generar un impacto dentro de esa ciudad, incluida su gente.

Thiago y Rafinha son motores principales de la Alcantara Family Foundation. Fotografía: cortesía de Alcantara Family Foundation

Además, mi familia fundó en 2019 la Alcantara Family Foundation para utilizar el deporte como vía de inclusión social y de ayuda. Y ha sido muy bonito, muy transformador. A lo largo de nuestras vidas ya habíamos hecho cosas por nuestra cuenta, inspirados por nuestros padres, solo que esta vez decidimos unirlo todo para poder iniciar nuestros propios proyectos y también poder contribuir a que otras iniciativas se desarrollen a través del deporte.

Lo que más escucho de profesionales de distintos deportes es que has de tener tiempo y libertad antes de poder dedicarte en cuerpo y alma a lo que quieres hacer. Yo creo que no existen las medias tintas, el no involucrarse. Tú tienes que dedicar parte de tu vida a la tarea o la misión que se te ha dado. Pero hay que darse tiempo antes de dedicarte plenamente a ello. 

"Mi familia fundó en 2019 la Alcantara Family Foundation para utilizar el deporte como vía de inclusión social y de ayuda. Y ha sido muy bonito, muy transformador"

Mi experiencia en el cuerpo técnico del Barça en el verano de 2024 fue maravillosa. Llegó en un punto en el que todavía el juego estaba fresco en mi cabeza y en mis piernas pero no podía competir al más alto nivel. Sabía que el niño que llevaba dentro y me hacía jugar al fútbol se había apagado. Para poder ayudar a otras personas mi yo adulto tenía que aportar conciencia. La utilicé para dar una idea clara de juego, una filosofía y un comportamiento de grupo. Estoy muy orgulloso de esa etapa que vivimos en 2024, y sobre todo me enorgullece lo que todo el grupo consiguió la temporada pasada y lo que está haciendo ahora. 

Thiago Alcántara ha iniciado una nueva etapa en su vida, con el horizonte de ser entrenador. Jordi Play

Me estoy formando para poder ser entrenador, pero me apasiona poder entender y aprender de otros ámbitos que están dentro de un grupo de trabajo, como por ejemplo sentarme en la mesa y poder hablar con los fisios o los preparadores sobre lo que están haciendo. 

Hasta que no vea que tengo esa preparación en todo, no podré decir que me quiero dedicar exactamente a esto. Ahora mismo quiero conocerlo todo para poder desarrollar lo que describo.

Si doy el paso a entrenar es porque a lo mejor mi talento no era solo para ser jugador de fútbol, sino para ayudar a otros. Soy muy didáctico, quiero ayudar mucho, y puedo dirigir mi talento a generar esa trascendencia en la vida de otros atletas. 

El balón siempre va a estar presente en cada día de mi vida. Simplemente ahora será diferente. Es darle a ese balón una ubicación dentro de un equipo de fútbol o dentro del fútbol en general. 

Yo he cumplido el sueño que tuve toda mi vida, que era ser jugador de fútbol.

Pero mi otro sueño sigue: quiero ayudar a la gente.

Thiago Alcántara