Premier League, 1 de enero 2020
Nicolás Pépé (8)
Sokatris (42)
Después de cinco partidos consecutivos sin ganar (cuatro de Premier League y uno de Europa League), el Arsenal inició 2020 con una victoria de prestigio ante el Manchester United. Es, además, el primer triunfo de Mikel Arteta desde que tomara los mandos del equipo de Londres hace una semana.
Los locales saltaron al Emirates con una idea muy definida en su juego, siendo agresivos en la presión y buscando opciones ofensivas de mayor claridad que en fechas anteriores. Así, Nicolás Pépé abrió el marcador en los primeros minutos del partido y Sokatris dobló la ventaja poco antes del descanso.
Con un cómodo 2-0 a favor, el Arsenal supo gestionar en el segundo tiempo la ventaja ante un United más ofensivo, aunque sin el suficiente peligro para al menos reducir la ventaja. La victoria sitúa a los de Arteta décimos en la clasificación con 27 puntos, mientras que el Manchester United se queda en el quinto puesto con 31 puntos, a cinco del Chelsea.
10 / 4
DISPAROS / A PUERTA
11 / 6
52 %
Posesión
48 %
545 / 471
Pases / Completados
546 / 467
11 / 2 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
15/ 0 / 0
El Arsenal formó en un 4-2-3-1 (abajo) con Lucas Torreira y Granit Xhaka como centrocampistas centrales. Mientras, Nicolás Pépé, Mesut Özil y Pierre Emerick Aubameyang jugaron por delante en una línea de 3 con Alexandre Lacazette como única referencia arriba.
Utilización de los centrales:
Con este sistema, el Arsenal hizo frente a la estructura defensiva 4-2-3-1 del United (abajo), con Daniel James, Jesse Lingard y Marcus Rashford apoyando a Anthony Martial en la presión. Los locales fueron pacientes en la elaboración del juego para intentar encontrar vías de paso en el bloque medio del United. Una de las claves del Arsenal de Arteta fue la utilización de los centrales en la construcción de juego. De este modo, Sokratis y David Luiz tuvieron el balón con la intención de atraer a los atacantes del United para generar situaciones de 2 contra 1 con la ayuda de Ainsley Maitland-Niles o Sead Kolasinac.
Esto hizo que las distancias para Martial a la hora de ejercer la presión fueran muy grandes, provocando también que Lingard o Rashford tuvieran que abandonar su posición si querían seguir con la presión. Así, si Lingard iba a la presión dejaba un jugador libre por dentro, Torreira o Xhaka, y si era Rashford era el que iba a la presión liberaba a un lateral del Arsenal (abajo).
Del mismo modo, los laterales del United tampoco decidieron ir a la presión sobre sus homólogos, ya que temían dejar espacio a su espalda para Pépé o Aubameyang. El Arsenal intentó generar estas situaciones llevando el balón desde los centrocampistas a los centrales para obligar a que la presión del United fuera más arriba.
Problema por resolver:
A pesar de eso, el Arsenal tuvo serias dificultades para penetrar después de la fase inicial de construcción de juego. Algo que ya ocurrió en el último partido, en la derrota 2-1 ante el Chelsea. Un problema que Arteta deberá solucionar de cara al futuro, y es que los "Cañoneros" crean pocas ocasiones de gol, traduciéndose esto en que dos de los tres tantos desde la llegada de Arteta al banco del Arsenal han sido en acciones a balón a parado.
Para paliar esa falta de claridad, Lacazette se desplazó hacia el balón y Aubamyenag atacó el espacio por detrás. En el segundo tiempo, el juego de los locales se basó más en los momentos de transición ante un United con más efectivos en ataque para buscar la remontada.
El posicionamiento de Aubameyang y Pepe sin balón significaba que tenía que recorren largas distancias cuando el rival recuperaba la posesión, pero son jugadores con suficientes cualidades física para hacerlo. El problema para los de Arteta en las transiciones fue el último pase, que no siempre llegaba al pie del receptor o era demasiado lento para la velocidad de los contragolpes, permitiendo al United recuperar su estructura defensiva.
Dudas defensivas:
Un equipo que se mostró sólido en los primeros instantes del partido, con el Arsenal intentando abrirse camino. Sin embargo, el equipo no se movió de manera colectiva con los cuatros atacantes intentando llevar la presión muy arriba, lo que dejaba espacios al Arsenal para jugar a través de ellos.
El United también tuvo problemas en banda, de manera especial en el perfil izquierdo donde Luke Shaw tenían dudas si debía seguir a Pépé o mantener su posición mientras Maitland-Niles avanzaba. Este dilema permitió la progresión del Arsenal que generó el saque de esquina del segundo gol.
El Manchester United formó en 4-2-3-1 en fase de posesión (arriba). Fred y Nemanja Matic operaron en el medio del campo, mientras James, Lingard y Rashford jugaron por detrás de Martial, referencia arriba.
De este modo intentó superar el 4-2-3-1 defensivo del equipo de Arteta (arriba), aunque tuvo dificultades para hacerlo en el primer tiempo, sobre todo debido a los errores en la creación de juego desde atrás ante la agresiva y organizada presión del Arsenal, obligando al United a jugar en largo desde la defensa (abajo).
El United utilizó a Rashford para hacer carreras en diagonal desde la banda al espacio entre Maitland-Niles y Sokratis, mientras Martial se desplazaba hacia el balón. El objetivo era que los centrales del Arsenal no siguieran la marca del delantero francés, para poder recibir el balón y jugar entre líneas. Martian buscaba moverse a la zona de Lingard y explotar el espacio por la izquierda cuando Matic o Fred se unían a la presión en arriba. De este modo, Lingard ocupaba la posición central en el medio del campo y Martial atacaba el espacio para recibir, girarse y avanzar (abajo).
Buena estrategia defensiva del Arsenal:
El United intentó acceder al espacio a la espalda de la defensa del Arsenal, pero solo lo consiguió desde zonas muy retrasadas. Faltaba claridad y calidad para generar juego que hubiera puesto en apuros a su rival. El Arsenal se había preparado para la estrategia ofensiva del United, defendiendo el espacio a su espalda y utilizando también a Torreira y Xhaka para proteger la línea defensiva.
Sabiendo que Rashford podía cortar por dentro, el Arsenal utilizó al centrocampista más cercano a él para proteger el espacio y obligar al United avanzar por fuera. Esto permitió que el central y lateral del Arsenal se mantuvieran juntos. Los locales, además, utilizaron a Aubameyang y Pépé en el mismo sentido con un trabajo defensivo ante los atacantes por banda (abajo).
El ataque del United se mostró desorganizado en los últimos metros, con jugadores que querían terminar el ataque de manera individual y con demasiados toques dentro del área, facilitando así la tarea defensiva del Arsenal, que se mantuvo compacta. Pero fue la ayuda de Xhaka, Torreira, Aubameyang y Pépé por delante y entre ellos mismos lo que permitió una gran unidad del equipo, otra de las señas de identidad desde la llegada de Arteta.
"Perdí mi voz hablando con ellos en el campo, pero estoy muy contento. Principalmente por ellos y también por los aficionados. Estoy feliz por dar la vuelta en el estadio y porque vi caras sonrientes, energía, gente de pie y eso es lo que quiero", afirmó Arteta después del triunfo ante el United. El entrenador del Arsenal también señaló el significado de esta victoria: "Al final somos juzgados por los resultados. Esto les dará confianza a los jugadores, les hará ver que pueden competir contra cualquiera en esta liga y ser mejores y dominarlos".
"Fue un partido entre dos equipos de mucha calidad. El Arsenal demostró más calidad que nosotros en la primera mitad, y así fue como ganó el partido. Creo que comenzamos bien, tuvimos dos o tres contraataques, pero después ellos se apoderaron del balón", analizó el entrenador del United. Solskjaer también habló sobre la necesidad de reforzar al equipo: "Puedes analizar la plantilla y a veces piensas que uno o dos refuerzos nos haría bien porque estamos construyendo algo. Sólo depende de si creemos que será beneficioso para nosotros con las opciones disponibles que tenemos".