Premier League, 14 de marzo 2021
Odegaard (44)
Lacazette (64, pen)
Lamela (33)
El Arsenal mantiene su apuesta por alcanzar puestos europeos después de ganar al Tottenham en el derbi del norte de Londres disputado en el Emirates Stadium. Un partido donde los de Mikel Arteta tuvieron que remontar el espectacular gol de Erik Lamela a la media hora de partido. Dentro del área y sin espacios, el jugador argentino se inventó un remate raso y angulado de rabona con pierna izquierda para hacer el 0-1.
Igualó también otro zurdo para el Arsenal; Martin Odegaard llegando desde segunda línea al borde del área para rematar a la red. El segundo gol de los locales llegó en el segundo tiempo desde el punto de penalti, transformando Alexander Lacazette la pena máxima. Los de Arteta alcanzan con esta victoria los 41 puntos, situándose a 10 de la cuarta plaza -en manos del Chelsea - y a tan solo 4 del Tottenham, séptimo clasificado.
12 / 4
DISPAROS / A PUERTA
5 / 3
55 %
Posesión
45 %
549 / 465
Pases / Completados
492 / 420
12 / 1 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
14 / 3 / 1
El Arsenal formó en 4-2-3-1 (abajo) en fase ofensiva, con Granit Xhaka y Thomas Partey en el doble pivote en mediocampo; Bukayo Saka, Martin Odegaard y Emile Smith-Rowe por delante de ellos en línea de tres y Alexandre Lacazette como referencia arriba.
Un sistema de ataque que encontró el mismo dibujo, 4-2-3-1 (abajo), en la fase defensiva del Tottenham, donde Matt Doherty, Toby Alderweireld, Davison Sánchez y Sergio Reguilón formaron la zaga defensiva, protegidos por delante en mediocampo por Pierre Emile-Hojbjerg y Tanguy Ndombélé.
Dominio sin profundidad:
El Arsenal tuvo un claro dominio de la posesión en los primeros minutos de partido –hasta un 76%-, buscando el Tottenham neutralizar la desventaja numérica que tenía (Thomas y Xhaka ante Moura) en salida de balón de su rival. Para ello, Heung Min Son y Gareth Bale adoptaron posiciones más estrechas y mostraron a los centrales del Arsenal la salida por fuera, aunque hubo cierta inconsistencia con esto, ya que Son se posicionaba regularmente más en banda, mientras Bale alternaba en ambos perfiles. A pesar de esto, los Spurs consiguieron su objetivo de neutralizar a su rival.
El Arsenal se vio obligado a encontrar una solución, y esa pasó porque Xhaka y Thomas salieran de la zona de mediocampo y se ofrecieran por fuera de la estructura de juego. Un movimiento que llevaba al lateral más lejano al balón a desplazarse al centro del campo para mantener la seguridad defensiva y cerrar espacios en mediocampo, mientras que Odegaard se descolgaba de su posición de partida para recibir pases en profundidad con los que eliminar a los jugadores de los Spurs (abajo).
No obstante, el Arsenal tuvo que echar mano de mucha paciencia para tratar de atraer a su rival hacia el balón antes de buscar explotar el espacio generado en la circulación de balón. Los anfitriones intentaron utilizar pases a la espalda de la defensa con bastante regularidad, con Saka y Smith-Rowe trazando carreras diagonales de fuera a dentro para acceder al espacio. Unos movimientos que habilitaron a los laterales a presionar arriba, permitiendo al equipo de Arteta ocupar todos los pasillos de ataque en campo contrario, e hicieron plantear dudas a los laterales de los Spurs sobre si seguir la carrera y dejar el espacio por fuera para la progresión del lateral rival, o permitir la carrera y mantener la estructura defensiva para restringir el cambio de juego (abajo).
Un patrón de ataque:
El Arsenal continuó buscando jugar entre líneas y la inconsistencia posicional mencionada anteriormente en el Tottenham fue evidente en la construcción del gol del empate del Arsenal, donde los anfitriones pudieron jugar fácilmente por dentro para superar la estructura defensiva de su rival.
A medida que el Arsenal ganaba la posesión y avanzaba hacia el último tercio, Smith-Rowe solía hacer carreras al espacio entre el defensa central y el lateral del Tottenham, mientras el Arsenal se asociaba con Tierney. Una acción acompañada por el desplazamiento de Lacazette a zonas centrales, proporcionando así a Tierney una opción de pase sobre Smith-Rowe al espacio o jugar de cara con Lacazette. Este patrón era muy común en el ataque del Arsenal y permitía el acceso por el lado izquierdo para luego buscar centros al área de penalti.
El Tottenham se mantuvo también sobre su habitual 4-2-3-1 (arriba) en fase ofensiva, con una línea de tres en ataque formada por Bale, Moura y Son, apoyando al "9", Harry Kane. El Arsenal, por su parte, sí varió su estructura en fase defensiva para protegerse sobre un 4-4-2 (abajo), con Cedric Soares, David Luiz, Gabriel y Kieran Tierney en la línea defensiva.
El Tottenham trató inicialmente de salir jugando desde atrás, pero se encontró con una agresiva presión del Arsenal, en la que Lacazette y Odegaard cerraban a los centrales y a Hugo Lloris. El 4-4-2 de los locales en defensa ofrecía a los de Mourinho la posibilidad de generar ventajas numéricas de 3 contra 2 en el centro del campo, pero la intensidad con la que el Arsenal ejercía la presión dificultaba mucho el juego visitante en el centro del campo y a menudo los obligaba a jugar en largo.
El Arsenal trató de orientar el juego de su rival por fuera, donde podía cerrar el lateral con su extremo, bloquear las vías de pase por dentro con su centrocampista y restringir el acceso al pivote defensivo del Tottenham en mediocampo con su delantero (abajo). En varias ocasiones, los visitantes trataron de superar la presión, pero acabó en pérdidas de balón que facilitaron a los de Arteta lanzar el contragolpe tras la recuperación.
Circular el balón para encontrar el espacio:
A medida que avanzaba el partido, los Spurs se dieron cuenta de que, para superar esa presión, necesitaban que Lloris desplazara al balón al espacio más alejado y aprovechara el tiempo que le tomaría al Arsenal realizar el balance defensivo para progresar.
Ya en campo rival, la idea era similar: mover el balón de un lado a otro para buscar espacios en la estructura defensiva del Arsenal a través de los cuales se pudiera lograr la penetración o un cambio de juego para optar después por el centro. Fue precisamente a través de estos cambios de juego que llegó el primer gol del Tottenham, con el brillante remate del Lamela.
Ataque en estático:
El 0-1, sin embargo, no reflejaba lo que estaba ocurriendo hasta entonces en el partido, con los Spurs apenas generando peligro. Esto fue debido en gran parte a que muchos de sus jugadores querían recibir en estático, con poca o ninguna amenaza al espacio en la espalda (abajo). Un desarrollo que permitió al Arsenal permanecer compacto, con poca distancia entre líneas.
Quisieron variar esa tendencia los Spurs desplazando a Ndombélé hacia delante para que operara en una posición más avanzada, pero siguió sin generar peligro. El trabajo con el balón en la banda y el envío de centros al área rival produjo algunas situaciones ligeramente amenazantes, pero no lo suficiente como para igualar el marcador en el derbi del norte de Londres.
"Empezamos el partido con mucha fuerza, fuimos dominantes. Después Lamela marcó un gol increíble y tuvimos que reaccionar. Obviamente mentalmente no es fácil, pero me encantó cómo jugó el equipo", señaló Arteta. "Creo que mientras sea matemáticamente posible, vamos a creer y vamos a darlo todo por seguro. Sabemos que tenemos que ser muy regulares para tener alguna posibilidad", añadió el entrenador del Arsenal sobre la posibilidad de llegar a puestos de Champions League.
"Las únicas dos cosas que fueron positivas en la primera mitad fueron un gol increíble (de Lamela) y el resultado. El 1-1 no fue un reflejo justo de esa primera mitad en la que nos dominaron. Fuimos muy pobres", reconoció Mourinho. El entrenador del Tottenham también explicó los cambios de Bale y Ndombélé en el segundo tiempo: "Necesitamos más intensidad en ese juego. Necesitamos presionar más. Necesitamos profundizar más. Necesitamos ser más intensos en el juego".
Redacción: Héctor García