Bundesliga, 16 de mayo 2020
Erling Haaland (29)
Raphael Guerreiro (45 y 63)
Thorgan Hazard (48)
Después de 66 días paralizada por la crisis del COVID-19, la Bundesliga entró de nuevo en acción con la disputa de la jornada 26, que incluyó el esperado choque entre el Borussia Dortmund y el Schalke 04.
Sin embargo, esta vez el derbi de la cuenca del Rhur, en su 96 edición y sin público en las gradas por las obligadas restricciones, fue muy desigual, con amplio dominio de los locales en juego y goles. Erling Haaland abrió el marcador antes de la media hora de partido, en una rápida acción de ataque que el delantero noruego finalizó con pierna izquierda al primer toque.
Raphael Guerreiro, por partida doble, y Hazard, sumaron los siguientes tantos para el Dortmund, que sigue a cuatro puntos del líder de la tabla, el Bayern de Múnich. Los de Baviera también ganaron en su vuelta a la Bundesliga con un 0-2 ante el Union Berlín.
11 / 4
DISPAROS / A PUERTA
9 / 3
56 %
Posesión
44 %
645/ 566
Pases / Completados
439 / 364
9 / 2 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
9 / 2 / 0
El Borussia Dortmund formó en un 3-4-3 (abajo) en fase ofensiva con Achraf Hakimi, Mahmoud Dahoud, Thomas Delaney y Raphael Guerreiro en la línea de mediocampo, y Julian Brandt y Thorgan Hazard apoyando a Erling Haaland en el ataque.
Por su parte, el Schalke jugó en fase defensiva sobre un 5-4-1 (abajo) con Jon Joe Kenny, Jean-Clair Todibo, Salif Sané, Matija Nastasic y Bastian Oczipka en la zaga. El Dortmund tuvo que enfrentarse a dos métodos defensivos de su oponente, bloque medio y una presión alta, encontrando soluciones para ambos y logrando avanzar más allá de la línea del mediocampo del Schalke.
Los movimientos de Hazard y Haaland:
Cuando el Schalke buscaba presionar al Dortmund, los tres centrales locales circularon la posesión para atraer a su rival a las zonas amplias. En esos momentos, el Schalke utilizaba a sus jugadores de banda (Harit y Caligiuri) para presionar a los centrales del Dortmund, con los laterales en la vigilancia de sus homólogos rivales y los mediocampistas centrales operando hombre a hombre contra Delaney y Dahoud.
El mediocampista central que marcaba a Delaney o Dahoud se dejaba caer un poco más atrás para cerrar un posible pase interior (abajo) a Brandt o a Hazard (sin duda mucho más peligroso que asociarse con Delaney o Dahoud). Ambos jugadores se movieron en zonas intermedias con el objetivo de generar un hombre extra, situación que obligó a los centrocampistas interiores del Schalke a estar atentos a esos pases filtrados por dentro, pero dejando libres a Delaney o Dahoud para recibir desde la defensa y encarar hacia el ataque sin presión.
Estructura asimétrica en ataque:
Cuando el Schalke operó en bloque medio, los jugadores de banda se unían a la línea defensiva y al medio del campo para moverse como una unidad ante el juego ofensivo de los locales. En estas situaciones, el Dortmund utilizaba los movimientos de Brandt y Hazard en ataque para generar una estructura asimétrica en 3-4-3, mediante la cual crearon superioridades en banda. Esto causó una serie de problemas para el Schalke, demasiado expuesto en línea defensiva cuando el juego transcurría en esos espacios.
Debilidad en el flanco derecho:
El Dortmund descubrió en esos momentos del juego que los defensores rivales, particularmente cuando atacaban por la banda derecha, eran fácilmente manipulados para moverse hacia una zona determinada del campo, dejando amplios espacios en otras zonas.
Así, se pudo ver tanto a Oczipka como a Nastasic intentando cerrar las opciones de pase a Haaland, Brandt y Hazard, e incluso a Hakimi, pero dejando amplios espacios a sus espaldas. Esto permitió al equipo local generar opciones fáciles de ataque simplemente llevando el balón a esas zonas, especialmente desde el carril derecho (abajo). La fluidez de los tres delanteros del Dortmund y el movimiento para crear estructuras asimétricas fue el mecanismo para conseguir el primer gol del partido.
Con el descanso llegó un doble cambio del entrenador del Schalke, David Wagner. Guido Burgstaller y Rabni Matondo reemplazaron a Raman y Todibo. Esto, a su vez, llevó a Kenny a situarse atrás, jugando a partir de ese momento el Schalke en defensa de 4 y un rombo en mediocampo en fase defensiva (abajo). Los visitantes mejoraron así significativamente la gestión del espacio y la opción de defenderse ante el Dortmund, creando situaciones para recuperar el balón en áreas amplias.
Goles en las transiciones:
En la construcción de juego de los locales desde atrás, los volantes Caligiuri o Serdar presionaban a los jugadores de banda locales. Harit, operando como atacante central en medio campo, se encargaba de su par más cercano, dejando al segundo jugador del Dortmund en mediocampo libre. Matondo y Burgstaller, por su parte, marcaron a los dos centrales, mientras McKennie ocupaba la marca de cualquier centrocampista rival que se moviera en esas zonas, permitiendo al Schalke mantener intacta la estructura de 4 en medio campo.
Esa presión de los de Wagner dejaba opciones al Dortmund para realizar cambios de juego si eran suficientemente rápidos, sin embargo los visitantes pudieron gestionar con acierto este tipo de situaciones.
Sí mostró más peligro el equipo local en las transiciones, que se hicieron aún más amenazantes por la estructura posicional del Schalke en fase de posesión. En el intercambio de posiciones, el Dortmund buscaría liberar a carrileros y jugadores de banda junto con Haaland para crear una línea de ataque de 5 jugadores.
La acción más común en ese tipo de situaciones de ataque fue un pase diagonal al hombre más alejado de la jugada en zonas intermedias, permitiendo que el receptor -con tiempo suficiente para recibir - tuviera la orientación propicia para continuar avanzando. Dos de los cuatro goles del Dortmund llegaron en momentos de transición.
En fase ofensiva, el Schalke formó en 4-1-5 (abajo), con Kenny por la derecha en la línea de ataque con Caligiuri, Raman, Serdar y Harit mientras McKennie operó como pívote en mediocampo.
El Dortmund utilizó un 5-4-1 en bloque medio en defensa (abajo), con Achraf y Guerreiro uniéndose a la zaga para formar la línea de 5 junto a Lukasz Piszczek, Mats Hummels y Manuel Akanji.
En fase defensiva, el Dortmund ocasionalmente buscó presionar la salida de balón del Schalke con los tres delanteros moviéndose para cerrar el juego por dentro y obligando a su rival a llevar el balón a banda.
Obligar al Schalke a jugar por fuera:
Entonces, los carrileros empujaron hacia arriba para presionar a sus homólogos del Schalke, mientras los centrocampistas centrales se emparejarían con sus rivales en medio campo. Sin embargo, era más frecuente que el Dortmund se mantuviera en bloque medio, cerrando las posibilidades de penetrar por dentro al Schalke (abajo).
Sin profundidad en ataque:
Los visitantes trataron de hacer circular el balón a lo largo de su línea defensiva y llevar el balón a McKennie antes de devolver atrás para generar una nueva acción. Esto fue diseñado para compactar la línea del mediocampo del Dortmund y permitir que los jugadores de banda tuvieran más espacio para recibir y avanzar.
Si eso pasaba, debido al 5 contra 5 de la línea de ataque de Schalke frente a la línea defensiva de Dortmund, los visitantes podían generar situaciones de 2 contra 1 en banda. El problema con esto fue que el Dortmund se mostró muy hábil para moverse y cerrar los pases por dentro.
Con la pelota a los pies de Nastasic o Sané, el Dortmund utilizó a Brandt o Hazard para cerrar el posible pase sobre Serdar o Caligiuri, dejando a Delaney y Dahoud como opciones de cobertura en el interior y evitar así el juego en el medio. Este posicionamiento defensivo también permitió a Brandt o Hazard moverse y presionar en banda si era necesario. Más atrás, los centrales del Dortmund, Akanji y Piszczek, se encontraban muy cómodos para defender cuando el balón llegaba a Caligiuri o Serdar .
Entonces si el Schalke lograba jugar a través de la línea defensiva del Dortmund, el receptor solo podía jugar de espaldas a portería y bajo presión. Además, debido a la posición en la misma altura de los atacantes, las únicas opciones del receptor serían jugar de vuelta con McKennie, quien se veía superado en número o forzado a devolver el balón a la línea defensiva. De este modo, la posesión del Schalke fue muy plana, sin capacidad para hacer daño a su rival.
La velocidad de Hakimi y el acierto de Guerreiro:
Además del problema de la falta de movimientos en ataque, jugar con línea de 5 arriba más los carrileros por fuera, dejó al Schalke extremadamente vulnerable en la transición ataque-defensa.
En esa acciones, Haaland, Brandt, Hazard, Delaney y Dahoud se mantuvieron posicionados por dentro y listos para superar a su rival al contragolpe, añadiéndose también Hakimi y Guerreiro (autor de dos goles) tras recuperar el balón. En conclusión, el derbi del Rhur estuvo marcado por la falta de contundencia del Schalke en ataque y defensa, situación que facilitó la goleada local.
"Evidentemente hubiéramos preferido unas condiciones normales, pero al final el fútbol sigue siendo el fútbol y tratamos de disfrutar", señaló Lucien Favre. "La clave fue que el equipo jugó bien en todo su conjunto, también en fase defensiva. Enfocados en la tarea que tenían que realizar. Eso fue muy, muy especial", añadió el entrenador del Borussia Dortmund.
"No fuimos lo suficientemente valientes, dando al Dortmund demasiada libertad y espacio", explicó David Wagner sobre la actuación de sus jugadores. A pesar de la derrota, el entrenador del Schalke 04 se muestra optimista de cara a los próximos partidos: "El equipo tiene mucho potencial. No quiero cuestionar a mis jugadores por un partido".