Eurocopa 2020: Octavos de final, 29 de junio 2021
Sterling (75)
Kane (86)
Inglaterra salió victoriosa del duelo ante Alemania para sellar su clasificación para los cuartos de final de la Eurocopa 2020. En un partido donde ambas selecciones buscaron evitar cualquier riesgo que les comprometiera, Raheem Sterling cambió el guion con un gol a falta de un cuarto de hora para el final en una acción colectiva del combinado inglés. El extremo del Manchester City se ha convertido en jugador capital para Inglaterra, con tres goles en el campeonato.
Thomas Müller tuvo la oportunidad de igualar el partido, precisamente después de un error de Sterling con una pérdida de balón en mediocampo. Sin embargo, el jugador del Bayern Múnich no acertó a marcar en el mano a mano ante Jordan Pickford. Sí lo hizo Harry Kane, quien dejó atrás las dudas que había sobre él y su rendimiento con Inglaterra, que al margen de conseguir su pase a cuartos -se medirá a Ucrania- consiguió romper su particular maldición ante Alemania, a la que no ganaba en un gran torneo desde el Mundial de 1966.
5 / 4
DISPAROS / A PUERTA
9 / 3
45 %
Posesión
55 %
445 / 369
Pases / Completados
528 / 438
11 / 3 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
9 / 2 / 0
Inglaterra varió su desarrollo en fase de posesión respecto a los anteriores partidos para jugar sobre un 3-4-3 (abajo), con Kieran Trippier y Luke Shaw como carrileros, acompañados en mediocampo por Kalvin Phillips y Declan Rice. Arriba, Gareth Southgate apostó por Raheem Sterling, Bukayo Saka y Harry Kane.
Un sistema de ataque que buscó superar el 5-2-3 (abajo) que Joachim Löw dispuso en la fase defensiva de Alemania, también con tres centrales, Matthias Ginter, Mats Hummels y Antonio Rüdiger, y Toni Kroos y Leon Goretzka como pareja en el doble pivote.
Atacar las debilidades:
El cambio de sistema de Inglaterra al 3-4-3 parecía tener como objetivo principal anular la amenaza de Alemania por bandas a través de sus carrileros, Robin Gosens y Joshua Kimmich. Sin embargo, también le fue útil al equipo de Southgate para explotar las principales deficiencias de Alemania en su estructura defensiva, especialmente en el espacio izquierdo en zona intermedia.
Una deficiencia provocada principalmente por el rol de Havertz sin balón. El jugador del Chelsea se desplazaba a la línea de medios cuando Inglaterra tenía el balón en su perfil derecho, permitiendo a Goretzka y Kroos ejercer el balance defensivo y mantenerse compactos. Sin embargo, cuando Inglaterra cambiaba el juego a banda izquierda, Haverzt adelantaba su posición para saltar a la presión sobre Maguire, provocando que Goretzka y Kroos tuvieran que cubrir mucho campo en zona intermedia. Una situación que facilitaba a Sterling descolgarse a zonas intermedias con suficiente espacio para recibir, girarse y avanzar (abajo).
En la línea de atrás, Ginter dudó entre seguir esos movimientos de Sterling o mantener su posición en defensa. Una indecisión que facilitaba a Sterling su desarrollo en ataque.
Vías para progresar:
El acceso por el espacio izquierdo fue evidente en la construcción de juego del primer gol de Inglaterra, con Jack Grealish recibiendo en este espacio antes de habilitar a Shaw. En la primera mitad, Inglaterra, sin embargo, pecó de dar demasiados toques en el desarrollo de su juego, perdiendo así la oportunidad de sorprender. Esto provocó que las incursiones en campo rival, especialmente en transiciones, acabaran siendo anuladas por Alemania en su repliegue defensivo.
Otra área que Inglaterra buscó explotar en su fase de posesión fue el posicionamiento de Walker como central exterior en la derecha. Con Rice posicionado por delante de la defensa, Walker tenía la oportunidad de situarse más arriba en la salida (abajo); fuera de la primera línea de presión de Alemania, para abrir una vía de pase por la que Inglaterra podía progresar.
Walker y Phillips:
Ese posicionamiento de Walker fuera de la primera línea de presión de Alemania también fue evidente en la construcción del primer gol. Hasta entonces, los centrocampistas Rice y Phillips se habían mostrado precipitados con errores en la posesión, como también con demasiados pases atrás y horizontales.
Una actuación que mejoró según avanzaba el partido. Phillips pasó a intercambiar su posición con Walker, cayendo el jugador del Leeds United como falso lateral cuando Walker se movía hacia el mediocampo. La sincronización de estos movimientos fue clave, habilitando Walker el espacio para Phillips, recibiendo este último el balón en esa zona en un pase de Stones o Maguire.
Una acción que arrastraba la marca de Müller, al mismo tiempo que hacía dudar a Kroos, reacio el centrocampista alemán a seguir al jugador para no dejar un espacio a su espalda. Kane, a pesar de no intervenir durante gran parte del partido, siempre trató de penetrar y vincularse donde fuera posible con Saka, Sterling y Jack Grealish, ofreciendo también carreras a la espalda de la defensa alemana. En el segundo gol, un movimiento suyo, mientras Shaw tenía el balón, arrastró la marca de Ginter a una posición interior para habilitar una línea de pase por fuera a Grealish, asistiendo el jugador del Aston Villa a Kane en boca de gol.
La selección alemana, por su parte, formó en un 3-4-3 (arriba) en fase de posesión, donde Havertz, Timo Werner y Thomas Müller formaron la línea de ataque. Para contrarrestar este esquema, Inglaterra varió su dibujo en defensa a un 5-2-3 (abajo), con Trippier, Walker, Stones, Maguire y Shaw en línea de cinco atrás.
Soluciones en la salida:
La estructura de Inglaterra a la hora de presión estuvo muy definida, con emparejamientos individuales sobre su rival: los tres delanteros en la marca sobre los tres centrales alemanes, los dos carrileros con los carrileros oponentes y el doble pivote sobre Kroos y Goretzka. Mientras, atrás, los tres defensores se encargaron del trío atacante alemán.
En un inicio, esta estructura defensiva de Inglaterra funcionó, obligando a Manuel Neuer a buscar envíos directos sobre sus delanteros o sobre los carrileros, ante la incapacidad para encontrar huecos para sacar el balón jugado en corto. Sin embargo, a continuación, Alemania buscó generar problemas a los de Southgate al retrasar la posición de Havertz y Müller a mediocampo, obligando a Phillips y Rice a ocuparse de ellos.
Eso hizo que Inglaterra tuviera que utilizar a sus delanteros en la vigilancia sobre el doble pivote alemán, facilitando la progresión de los centrales o, en el caso de ir a la presión sobre los centrales, dejar libre de marca a Kroos y Goretzka.
Una de las estrategias ofensivas de Alemania con los movimientos de Müller y Haverzt fue tratar de sacar de su posición a Walker y Maguire, para dejar en situaciones de uno contra uno a Werner ante Stones. El delantero alemán jugó por fuera del central inglés, a menudo al borde del fuera de juego, pero mostrándose como amenaza constante atacando el espacio a la espalda.
Inglaterra se ajustó al planteamiento de Alemania aliviando la presión sobre los centrales y dejando a Kane, Sterling y Saka en la vigilancia sobre el doble pivote alemán, al mismo tiempo que Rice y Phillips se encargaban de Müller y Havertz (abajo). Inglaterra utilizaba al atacante más cercano al balón en la presión sobre el poseedor del balón, mientras que los otros dos jugadores cerraban el espacio interior para restringir los accesos de Alemania por esta zona.
Con el paso de los minutos, Alemania adelantó a Goretzka a la misma altura de Müller y Havertz, generando así una ventaja numérica de 3 contra 2 entre líneas. Esto llevó a una ventaja numérica de tres jugadores contra uno para Inglaterra ante Kroos, pero también significaba que los de Southgate podrían utilizar dos jugadores para presionar la línea defensiva en lugar de uno. A pesar de esto, el posicionamiento más adelantado de Goretzka (abajo) permitió a Alemania romper líneas rivales en ocasiones y acceder a zonas peligrosas.
Sin acierto en los momentos decisivos:
Las situaciones más amenazadoras de Alemania llegaron cuando Inglaterra no había logrado organizarse rápidamente en la transición, o durante momentos caóticos del partido, como segundas jugadas, errores en el pase o pérdidas de balón, como la acción de Müller después del 1-0 de Inglaterra. Al igual que el jugador del Bayern, Havertz y Werner tampoco estuvieron acertados en los metros finales ante una organizada Inglaterra en defensa, donde también tuvo un importante protagonismo Jordan Pickford, muy seguro durante todo el partido.
"Nos enfrentamos a un rival con gran experiencia, con cuatro Mundiales en su historia y con un entrenador (Löw) al que he querido felicitar personalmente por su carrera. Fue un gran paso adelante", celebró Southgate. "Los jugadores estuvieron inmensos. Pero los (40.000) espectadores en el estadio estuvieron increíbles. Yo estuve aquí en partidos con el aforo completo y no había ni la mitad de ruido que había en este partido", destacó el seleccionador inglés.
"Es una gran decepción para todos nosotros. Esperábamos conseguir mucho más en este torneo y la confianza en este equipo era alta", señaló el seleccionador alemán. "En partidos como éste es imprescindible aprovechar las pocas oportunidades que se tienen. Werner y Müller, por desgracia, no pudieron marcar en sus oportunidades, así que nos sentimos muy mal por estar fuera", añadió Löw sobre su último partido al frente de Alemania.
Redacción: Héctor García