Champions League 2020/2021 Grupo G, 28 de octubre 2020
Dembélé (14)
Messi (90+1, pen)
El Barcelona, después de su traspié en La Liga ante el Real Madrid, salió reforzado de su visita al Juventus Stadium con una victoria y la buena actuación de jugadores como Ousmane Dembélé, autor del primer gol, Pedri o Antoine Griezmann, quien volvió a la titularidad en el once dispuesto por Ronald Koeman.
Unas sensaciones muy distintas a las de la Juventus de Andrea Pirlo, frustrada en su juego ofensivo, algo que le hizo terminar el partido sin ningún remate entre los tres palos. Y los que sí fueron a puerta, acabaron en fuera de juego. Hasta en tres ocasiones Álvaro Morata vio como el VAR le anulaba su gol por este motivo. Lionel Messi, ya en los últimos instantes del choque y después de un penalti sobre Ansu Fati, certificó la victoria para un Barcelona que marcha líder del grupo G con seis puntos, seguido de la Juventus con tres puntos.
8 / 0
DISPAROS / A PUERTA
13 / 4
47 %
Posesión
53 %
8 / 0
Pases / Completados
13 / 4
18 / 3 / 1
Faltas / Amarilla / Roja
16 / 1 / 0
La Juventus se desarrolló en fase ofensiva sobre un 4-2-4 (abajo) con Juan Cuadrado, Merih Demiral, Leonardo Bonucci y Danilo en línea defensiva; Adrien Rabiot y Rodrigo Bonucci en el doble pivote en el medio del campo, formando la línea de ataque Dejan Kulusevski, Paulo Dybala, Álvaro Morata y Federico Chiesa.
Un sistema de ataque que el Barcelona contrarrestó en un 4-4-2 (abajo), con Sergi Roberto, Ronald Araújo, Clément Lenglet y Jordi Alba en la zaga. Por delante de ellos, Koeman dispuso una línea de cuatro en el medio del campo: Frenkie De Jong y Miralem Pjanic en el centro y en las bandas Pedri y Démbéle. Arriba, Messi tuvo como acompañante a Antoine Griezmann.
Juego en diagonal:
La Juve de Pirlo trató de construir su juego saliendo desde atrás, ante un Barcelona que intentó que su rival no pudiera progresar por las zonas centrales. Posicionalmente, los jugadores locales adoptaron una estructura en 3-2-5 en los momentos con balón, actuando Danilo como tercer central junto a Demiral y Bonucci, mientras Cuadrado se desarrolló en una posición más ofensiva por el perfil derecho. Esto permitió a Kulusevski moverse por dentro, facilitando al mismo tiempo a Dybala caer atrás para participar en el desarrollo del juego (abajo).
La Juve tenía una metodología simple para progresar, basada principalmente en pases diagonales hacia los lados débiles de su rival. Así se pudo ver a Bonucci con el balón en el perfil izquierdo del centro de la zaga, mientras Dybala caía a posiciones más retrasadas en zona derecha del medio del campo (abajo). En estas acciones, el equipo local intentaba que la atención de los centrocampistas del Barcelona estuviera enfocada al balón, pero también ocupándose en la marca sobre Betancur y Rabiot, algo que facilitaba a Dybala recibir el balón en esos pases diagonales desde la defensa.
Otro ejemplo de los pases diagonales de la Juve fue trasladando la posesión de vuelta al interior desde Cuadrado a la derecha. Al mover el balón a los pies de Bentancur en el espacio central derecho, Danilo avanzaría por fuera del mediocampo del Barcelona, buscando recibir un pase en diagonal entre el mediocampo central y el extremo rival.
Falta de movilidad:
Esos movimientos fueron comunes a lo largo del partido y evidentes en todo el campo. Hubo ocasiones en las que se pudo ver a tres o cuatro jugadores de la Juve posicionados en diagonal, con el objetivo de circular el balón y progresar mediante esta vía. Sin embargo, el problema para el equipo de Pirlo fue la falta de movimiento e intercambio de posiciones de sus jugadores en último tercio de campo. Los de Pirlo estuvieron acertados en la progresión del juego en los dos primeros tercios del campo, pero cuando llegaban a la línea defensiva del Barcelona, los atacantes permanecían estáticos, teniendo que volver a reiniciar la jugada para intentar generar peligro.
El Barcelona, por su parte, tenía dos estrategias defensivas. Cuando presionaba, lo hacía orientado al hombre intentando la recuperación de balón más que forzar los errores de su rival. Una acción especialmente buscada en las bandas (abajo).
La otra estrategia que desarrolló el equipo de Koeman en defensa fue desplegarse en un bloque medio, intentando restringir el juego de Rabiot y Betancur. En esta acción, Messi y Griezmann apostaron por presionar a los centrocampistas centrales de la Juve antes que a los centrales, aunque sí se mantenían lo suficientemente cerca de Bonucci y Demirel, más a menudo Griezmann que Messi. De Jong y Pjanic, mientras tanto, mantenían a su vez una distancia muy corta sobre Betancur y Rabiot, con un sistema defensivo en el centro del campo que dificultaba el desarrollo de juego de la Juve en esa zona.
Más vertical:
En todos los pases en diagonal y los ataques al lado débil, la Juve tuvo dificultades para atacar la espalda de su rival y muchas más dificultades para generar ocasiones de gol. Si bien se podría argumentar que los locales tuvieron tres goles anulados, los tres fueron decisiones correctas como resultado del movimiento anticipado de Morata. El delantero español buscó intentar jugar por fuera de los defensores del Barcelona siempre que fuera posible y amenazar con carreras a la espalda. Desafortunadamente para el atacante español, el timing de sus acciones no fue el correcto.
En el segundo tiempo, la Juve optó por ser más directa y vertical con el balón. Todavía buscaba jugar el balón a ras de césped, pero intentando romper líneas con pases verticales, sumados a los diagonales. Asimismo, hubo más intercambio de posiciones y movimientos del tercer hombre para generar espacios a la espalda, llegando así las mejores opciones ofensivas para el equipo de Pirlo.
Superioridades del Barça:
Acertado en su sistema defensivo, Koeman no varió el modelo ofensivo que viene desarrollando con un 4-2-3-1, donde Pjanic y De Jong jugaban en el doble pivote en el medio del campo, con Messi, Dembélé y Pedri por delante en una línea de tres y Griezmann como referencia arriba.
La Juve se desarrolló en fase defensiva sobre un 4-4-2 (abajo), situándose Kulusevski y Chiesa a la misma altura que el doble pivote en el medio del campo, mientras la dupla Morata y Dyabala ejercía como primera línea de presión.
El Barcelona se enfrentó a un bloque medio de su rival, que fue diseñado para restringir el acceso a De Jong y Pjanic en la zona central. Para superarlo, los azulgrana dejaron caer a dos de sus tres centrocampistas ofensivos en las áreas centrales para crear una sobrecarga en estas zonas (abajo). La forma de defender de la Juve ante esto determinaría dónde estaba el espacio que el Barcelona podría explotar.
Si el equipo de Pirlo movía a sus mediocampistas hacia adentro para desactivar la superioridad numérica en esta zona, entonces el Barcelona podría acceder por bandas con Alba y Roberto, aunque el lateral derecho tendía a llegar más en profundidad, con Dembélé o Messi actuando por fuera.
Mientras tanto, si la Juve mantenía la línea de cuatro en el medio del campo para proteger esos espacios por banda, entonces el Barcelona buscaría jugar por dentro. La presencia de jugadores adicionales en zonas centrales dio problemas a Bentancur y Rabiot, algo que hizo relativamente fácil para De Jong (Busquets en la segunda parte) y Pjanic recibir, girar y avanzar.
Facilidad para progresar:
La libertad de movimientos de Messi habilitó al Barcelona crear numerosas sobrecargas en las zonas por donde actuaba el argentino. En la segunda mitad, el equipo de Koeman utilizó una estrategia posicional similar a la de su rival en fase de posesión, en la que Roberto se mantuvo más atrás, mientras que Alba empujó hacia arriba por el lado izquierdo. De este modo, el Barcelona fue más un 3-4-3 que un 3-5-2 en fase ofensiva, haciendo que con tres centrales, frente a los dos jugadores de la Juve en la presión, la salida de balón desde atrás fuera cómoda.
"Estamos hablando de una de nuestras primeras presentaciones en la Champions League. Somos un equipo que necesitamos tiempo y estamos aprendiendo también. Seguro que nos servirá de lección", señaló Pirlo. El técnico de la Juve añadió que echaron de menos a Cristiano Ronaldo, "pero todavía más a Aaron Ramsey. Es un jugador muy importante para nosotros para dar fortaleza y talento a nuestro juego. Lo único que espero es recuperar cuanto antes al mayor número de mis jugadores".
"Creo que hemos sido superiores, sobre todo con nuestro juego, siempre llegamos al hombre libre, hemos tenido profundidad e incluso hemos podido marcar más goles. Fue una gran victoria y estoy muy contento", celebró Koeman. "Hemos tenido ocasiones clarísimas para marcar goles, pero también tengo que decir en el caso de Antoine ha tenido mala suerte. En el primer remate al palo no se puede tener más mala suerte”, añadió el técnico del Barcelona sobre Griezmann.
Redacción: Héctor García