Champions League 2020/2021 Grupo B, 9 de diciembre 2020
Benzema (9, 31)
Después de un complicado camino europeo en la fase de grupos con dos derrotas ante el Shakhtar Donetsk, el Real Madrid resolvió la clasificación para los octavos de final como primero del Grupo B.
Lo hizo en un partido donde los de Zinedine Zidane superaron ampliamente en todas las facetas al Borussia Mönchengladbach, equipo que, a pesar de la derrota en esta última jornada de la fase de grupos, también logró su clasificación para los octavos gracias al empate sin goles entre Inter de Milán y Shakhtar Donetsk. El equipo ucraniano que dirige Luís Castro jugará la Europa League.
Karim Benzema fue el gran protagonista con sus dos goles, ambos en sendos remates de cabeza en la primera mitad. Un encuentro especial para el francés, ya que también igualó a Roberto Carlos en el número de partidos jugados por un extranjero con el Real Madrid, un total de 527.
18 / 6
DISPAROS / A PUERTA
5 / 1
63 %
Posesión
37 %
1054 / 897
Pases / Completados
723 / 556
9 / 0 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
15 / 1 / 0
El Real Madrid formó sobre un 4-3-3 en fase ofensiva con Casemiro, Toni Kroos y Luka Modric operando en el medio del campo, mientras Vinícius, Rodrygo y Karim Benzema jugaron en línea de tres arriba. Un sistema de ataque que se enfrentó al 4-4-2 del Borussia Mönchengladbach en fase defensiva, con Stefan Lainer, Mattias Ginter, Nico Elvedi y Oscar Wendt en la zaga; Alassane Pléa, Christoph Kramer, Florian Neuhaus y Marcus Thurman en la segunda línea y Lars Stindl uniéndose a Breel Embolo en la delantera.
Ocupar diferentes posiciones:
El Real Madrid buscó jugar a través de la estructura defensiva de su rival con la movilidad de sus centrocampistas para generar superioridades en la salida de balón. Para ello, Casemiro se posicionaba como falso central, con Modric o Kroos en los laterales (abajo). Esto permitió a los de Zidane habilitar una línea de pase ante la presión rival, donde la posición retrasada de los centrocampistas madridistas facilitaba, al mismo tiempo, a los laterales adelantar su posición para ayudar a progresar en ataque.
La estructura del Mönchengladbach en fase de presión facilitaba espacios que el Real Madrid podía explotar, logrando acceder a ellos con bastante facilidad a lo largo de todo el partido. En los exteriores, Lucas Vázquez se mantenía abierto en banda, mientras Rodrygo alternaba posiciones laterales con la ocupación de espacios intermedios.
Un desarrollo diferente al del perfil izquierdo, donde Mendy era quien actuaba por dentro en el medio del campo (abajo), con Vinícius más abierto. Como resultado de esto, Mendy pudo encontrar el balón entre líneas de manera regular para conectar después con Benzema o con las carreras por fuera de Vinícius, siempre buscando el brasileño las situaciones de uno contra uno ante Lainer.
En las siguientes líneas defensivas, el Borussia mostró una tendencia a protegerse demasiado cuando el balón se movía hacia las bandas, tanto en zona intermedia como en último tercio de campo, situación que el Real Madrid buscó explotar con un cambio de juego - a través de un pase diagonal- para el lateral que progresaba en ataque una vez superada la presión.
Dos goles desde centros laterales:
Buscar el juego por bandas generó oportunidades que dieron sus frutos para el Real Madrid, con ambos goles provenientes de centros laterales, y con Benzema como rematador. Con el marcador en 2-0, parecía improbable que el equipo visitante encontrara una forma de volver al partido equilibrando las fuerzas ante un Real Madrid que, por otro lado, no buscó aumentar el ritmo de juego ya que el resultado le aseguraba la clasificación.
Aún con un ritmo más pausado que en la primera media hora, los de Zidane continuaron generando oportunidades de gol, siendo las mejores para Modric y Ramos, ambos provenientes de nuevo desde un centro lateral. En último tercio de campo, los de Zidane buscaron jugar combinaciones inteligentes a través de pases cortos y rápidos, junto con carreras en profundidad atacando el lado débil de su rival.
Generar ventajas numéricas:
El Borussia formó en fase de posesión sobre un 4-2-3-1 (abajo) con Christoph Kramer y Florian Neuhaus operando en el doble pivote en el medio del campo, mientras que Pléa, Stindl y Thuram apoyaron a Breel Embolo en el ataque.
El Real Madrid, por su parte, se desarrolló en defensa sobre un 4-1-4-1 (abajo) con Lucas Vázquez, Raphaël Varane, Sergio Ramos y Mendy en línea defensiva de cuatro, jugando Casemiro por delante en el medio del campo.
Como de costumbre el equipo alemán intentó construir su juego desde atrás, pero se enfrentó a una agresiva e intensa presión del Real Madrid, donde los extremos fijaban la marca sobre los defensas centrales del Borussia, con el apoyo de Benzema. Los laterales madridistas, al mismo tiempo, adelantaban su posición para cubrir a los laterales del conjunto alemán, con Varane y Ramos acompañando en la presión alta (abajo).
El objetivo era forzar errores del equipo de Marco Rose, que buscó una salida a través de Neuhaus, jugador que retrasaba su posición para generar una ventaja numérica y facilitar la progresión. En ocasiones, Neuhaus se posicionaba como falso lateral (abajo) dejando un espacio en mediocampo que era ocupado por Thuram o Embolo, con Wendt avanzando por el costado izquierdo.
Embolo buscó recibir al pie continuamente durante la primera mitad, mientras que Pléa era el encargado de lanzar los desmarques en diagonal al espacio creado por el suizo. El movimiento de Embolo facilitaba una ventaja numérica del equipo alemán en mediocampo, aunque Ramos y Varane no tenían problema en saltar a su marca a zonas intermedias para evitar que recibiera y se girara sin oposición. Esta presión agresiva por parte del Real Madrid provocó que el Borussia tuviera muchas dificultades en la primera mitad para encontrar soluciones, intentando para ello buscar al tercer hombre con movimientos hacia el lado ciego.
Sin capacidad para generar ocasiones de gol:
Una estrategia que consistía en atraer la presión del Real Madrid hacia la zona central, incluso también la atención de los laterales, para después conectar con los jugadores de banda (abajo). A través de estos movimientos, el Borussia logró superar la primera línea de presión madridista o incluso la segunda línea. Sin embargo, apenas pudo poner en peligro a la línea defensiva visitante. Solamente pudo generar algunas acciones ofensivas a través de rápidas transiciones, aunque sin llegar a concretar estas oportunidades.
En la segunda parte, Rose apostó por cambiar su estructura a un 4-3-3, lo que conllevaba jugar con un mediocentro posicional en lugar de dos, y con ello una unidad más en posiciones avanzadas. Este cambio de esquema permitió al equipo alemán llegar con más jugadores al área rival, lanzando además a sus laterales más arriba.
Otra variante del equipo alemán fue utilizar a Stindl como falso 9, formando un rombo en mediocampo para crear una ventaja numérica de 4 contra 3, con Thuram y Pléa encargados de realizar los desmarques de ruptura. Sin embargo, y a pesar de poder controlar la posesión en algunas fases del segundo tiempo, el Borussia siguió sin ser capaz de generar acciones de peligro.
"Sabíamos lo que nos estábamos jugando, era un partido importante en el que había que sumar y terminamos la ronda como primeros de grupo. Es el objetivo que queríamos antes del partido", señaló Zidane. "Karim me impresiona, pero no me sorprende. Ya sabemos cómo es. Nunca sabemos si es un 9 o un 10, siempre hace cosas magnificas y eso es espectacular para un entrenador", añadió el técnico del Real Madrid sobre el goleador.
"Les hemos dado demasiado tiempo y espacio al Real Madrid, que ha jugado un partido distinto al de la ida. Modric ha sido un factor muy importante en nuestra contra". A pesar de la derrota, Rose celebró el pase a octavos: "Hemos jugado seis partidos importantes en la Champions. Hemos pasado segundos, con todo muy reñido, y eso me hace estar orgulloso de mi equipo porque sabemos que es un momento muy importante para los aficionados y el club".
Redacción: Héctor García