La Liga, 16 de julio 2020
Benzema (29, 77, pen)
Iborra (83)
El Real Madrid se proclamó campeón de La Liga en la primera oportunidad que se le presentaba con la victoria ante el Villarreal en el Alfredo Di Stéfano. Décimo triunfo consecutivo del equipo de Zinedine Zidane desde la vuelta de la competencia después del confinamiento.
Repitió el Madrid algunos de los principios que le han llevado a sumar este número de victorias. Entre ellas la influencia de Karim Benzema en ataque, el francés hizo los dos tantos locales, y las acciones bajo palos de Thibaut Courtois. El portero belga evitó el empate del Villarreal -Iborra había recortado distancias minutos antes- con una doble intervención en la recta final.
Un empate, no obstante, que no habría evitado el título local, ya que el Barcelona perdió en el Camp Nou ante Osasuna (1-2). Es La Liga número 34 del Real Madrid en su historia y la segunda de Zidane como técnico blanco después del triunfo en la 2016/17.
12 / 7
DISPAROS / A PUERTA
9 / 5
58 %
Posesión
42 %
606 / 536
Pases / Completados
440 / 388
13 / 3 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
13 / 2 / 0
El Real Madrid formó en ataque sobre un 4-4-3 (abajo), con Casemiro, Luka Modric y Toni Kroos en el medio campo y Rodrygo y Eden Hazard en los extremos acompañando arriba a Karim Benzema.
El Villarreal, por su parte, se estructuró en fase defensiva sobre un 4-4-2 (abajo), variando los de Javier Calleja en esta faceta entre una presión alta y un bloque medio.
Vigilancias en el medio campo:
Cuando el Villarreal presionaba arriba, el equipo era consciente de la posible superioridad 3 contra 2 del Real Madrid en el medio campo y, como resultado de esto, estrechó su línea de 4 para intentar cerrar los pases sobre los interiores locales o utilizar uno de sus dos centrocampistas centrales para la marca sobre Casemiro, manteniendo los otros tres jugadores una estructura compacta.
En bloque medio, los dos atacantes visitantes aplicaban una moderada presión sobre Sergio Ramos y Raphaël Varane en las ocasiones que el Real Madrid decidía combinar desde la defensa. La línea de 4 en en la zona central, mientras tanto, se mantenía compacta con los jugadores de banda en la vigilancia sobre los interiores o los extremos si estos últimos se movían por dentro.
El movimiento de Kroos:
Para superar la estructura defensiva visitante, Kroos habitualmente se movía por fuera en el espacio intermedio izquierdo para generar una superioridad de 3 contra 2 ante la primera línea del bloque del Villarreal. El internacional alemán ejercía el rol de falso lateral para atraer a los centrocampistas centrales visitantes por fuera. Un movimiento sincronizado con el de Hazard por dentro con el objetivo de abrir una opción de pase a Kroos para, a partir de ahí, profundizar en ataque (abajo).
Debido a los espacios entre Ramos, Varane y Kroos, el Real Madrid podía hacer circular el balón entre la línea defensiva contra los dos atacantes del Villarreal, acercándolos a un lado antes de cambiar el juego hacia el otro. Esto permitía al receptor del pase tener tiempo para controlar, avanzar a zonas intermedias y generar un nuevo espacio por donde penetrar. El posicionamiento que adoptaron los centrocampistas y atacantes del Real Madrid fue consistente durante todo el partido. Rodrygo intentó mantenerse abierto, cerca de la línea de banda, intercambiando también las posiciones en banda con Hazard.
Más peligro por banda izquierda:
En ataque, Casemiro se mantenía en el centro del campo como ancla del equipo, Kroos buscaba jugar en profundidad y ocupar los espacios intermedios, mientras Modric actuaba como un segundo delantero junto a Benzema.
Hazard, por su parte, trazaba la diagonal por dentro para generar espacio para los avances de Ferland Mendy por fuera. Debido al posicionamiento tan abierto de Rodrygo, Carvajal a menudo realizó carreras por dentro, sin embargo la relación en banda derecha apenas causó problemas a los visitantes.
A pesar de tener un amplio dominio de la posesión, el equipo de Zidane tuvo dificultades para generar ocasiones de gol y fue en las acciones de contragolpes (dos robos en medio campo, Casemiro en el primer tanto y Ramos en el segundo) como llegaron sus tantos. En las acciones combinativas, la línea defensiva del Villarreal cerró los espacios por donde podía penetrar el equipo local, provocando limitado ejemplos de movimientos en profundidad por parte de los jugadores del Real Madrid, que tampoco tuvieron acierto en la finalización.
La defensa del Madrid:
El Villarreal formó en 4-2-4 en ataque (abajo), con Andre Anguissa y Manu Morlanes operando en el doble pivote en medio campo, con Rubén Peña, Gerard Moreno, Samuel Chukuwueze y Moisés Gómez en la línea de arriba.
Un dibujo que buscó superar el habitual 4-4-2 en defensa del Madrid (abajo), donde Kroos o Modric se juntaron a Benzema en la primera línea de presión.
Rodrygo y Hazard (abajo) enlazaban en ese momento con Casemiro y Kroos o Modric (dependiendo de quién los dos no iba a la presión arriba) para mantener la estructura defensiva en medio campo. El Villarreal trató de jugar desde atrás y construir sus ataques, pero se encontró con la coordinada presión del Real Madrid arriba, que dificultó esta tarea. Benzema y Kroos vigilaban a los centrales forzándoles a jugar por fuera. Cuando el balón llegaba a los laterales, los extremos iban a la presión sobre ellos.
El papel de Casemiro:
Kroos o Modric se quedaban en la vigilancia sobre uno centrocampistas centrales del Villarreal, marcado el otro por un extremo del Madrid en el balance defensivo. Esto permitió a Casemiro mantenerse libre de marca para controlar cualquier movimiento de los 4 atacantes visitantes, facilitando a la línea defensiva no ver comprometida su estructura, siempre en un emparejamiento de 5 contra 4 o 4 contra 4.
Viendo el poco éxito con ese desarrollo, el Villarreal optó entonces por el juego directo, en ocasiones mezclando pases en corto y en largo. La línea atacante llegaba a medio campo para recibir al pie, seguidos por los defensores del Madrid siempre que no cayeran muy atrás.
Cambio de juego en el Villarreal:
El problema para los visitantes es que los jugadores llegaban a esta situación aislados, con pocas posibilidades para girarse y limitadas opciones de pase sobre otros compañeros. Así la presión del Madrid a la espalda (abajo) surtió efecto, recuperando en mucha ocasiones la posesión o forzando errores que llevaron al Madrid a generar las dos acciones de gol.
Reconociendo ese problema, el Villarreal empezó a jugar más por fuera y después sobre los centrocampistas centrales, permitiendo a estos poder recibir el balón de cara y gestionar la presión de los jugadores locales (abajo).
Los visitantes utilizaron a sus atacantes en diferentes líneas y temporizando sus movimientos, algo que incrementó considerablemente las progresiones en ataque. Los jugadores de banda se fueron por dentro, con el delantero en zonas muy avanzadas, provocando problemas a la línea defensiva del Madrid en la gestión de estos movimientos.
Si el lateral decidía seguir el movimiento por dentro del jugador del Villarreal y el central retrasaba su posición, entonces el cuadro visitante encontraba espacios para el avance de sus laterales, algo que fue más implementando en el segundo tiempo. Los jugadores del Villarreal también utilizaron su movilidad para que los defensores del Madrid no pudieran estar perfilados adecuadamente.
El gol de Iborra:
Esto normalmente implicaba ir hacia el balón antes de girar y correr hacia el espacio recién creado en la parte posterior. Sin embargo, los visitantes no lograron encontrar el pase correcto para esos jugadores avanzados. Limitado en la asociación en ataque y la ausencia de conexiones cercanas suficientes le imposibilitó al equipo de Calleja generar situaciones claras ofensivas, encontrando su gol con un gran cabezazo de Vicente Iborra en un pase de banda desde posiciones intermedias.
"Son los jugadores que luchan desde que estoy con ellos. Tengo mi papel pero lo más importante son ellos, que creen en lo que metemos para ganar. Luchan en el campo y son un grupo, un equipo de personas humanas antes que de jugadores", señaló Zidane. Sobre el triunfo en La Liga, el entrenador del Madrid destacó que "ganamos más puntos que los demás y lo conseguimos. Es un día para mí profesionalmente uno de los mejores que he vivido. Porque es una Liga, y después del confinamiento. Impresionante”.
"En la primera parte nos faltó inquietarles, pero en la segunda nos merecimos el empate. Me voy muy contento con el trabajo de todo el equipo. Es una lástima que no hayamos puntuado", explicó el entrenador del Villarreal sobre el partido. A pesar de la derrota, Calleja celebró la clasificación de su equipo para la Europa League: "Estoy muy contento. Tiene mucho mérito y es gracias a mucho trabajo. Hemos creído y los jugadores han demostrado que siempre tienen fe. Lo hemos peleado y hemos logrado el objetivo”.