final de la copa mundial femenina de la fifa, 20 de agosto de 2023
Olga Carmona (29)
España puso el broche de oro a una exitosa Copa Mundial Femenina 2023 logrando la victoria en una reñida final ante la campeona de Europa, Inglaterra. La selección española, al igual que su rival, se presentaba por primera vez en una final de la Copa Mundial, y ambos equipos mostraron su calidad en el escenario más grande de todos. Aunque Inglaterra presionó hasta los últimos segundos a las flamantes campeonas del mundo, el gol de la capitana Olga Carmona resolvió merecidamente el partido a favor del equipo dirigido por Jorge Vilda.
Las campeonas del mundo terminaron el torneo con las centrocampistas Aitana Bonmatí y Jennifer Hermoso nombradas las dos mejores jugadoras del campeonato, mientras que la delantera Salma Paralluelo fue coronada mejor jugadora joven. Por parte de Inglaterra, la guardameta Mary Earps ganó el premio Guante de Oro del torneo a mejor arquera.
El triunfo también ha coronado otra hazaña para el fútbol femenino español. Y es que es la primera vez que un mismo país ostenta al mismo tiempo los títulos mundiales en las categorías Sub-17, Sub-20 y absoluta.
"Estoy muy orgulloso de este equipo, muy feliz por toda la gente que les hemos hecho felices. Hemos demostrado que sabemos sufrir, este equipo ha creído y somos campeonas del mundo", dijo el técnico Vilda al concluir el partido.
"Creo que lo hemos dado todo", declaró la seleccionadora de Inglaterra, Sarina Wiegman, quien ya ha perdido dos finales consecutivas de la Copa Mundial Femenina con diferentes países (en 2019 perdió con Países Bajos). "Las jugadoras lo dieron todo. Probamos diferentes tácticas. También tengo que reconocer el mérito de España. Creo que ha sido el equipo que mejor ha jugado durante todo el torneo", añadió la seleccionadora del equipo inglés.
A continuación, nuestros expertos analizan el partido, seleccionando tres puntos tácticos importantes que contribuyeron a dar forma al resultado en el estadio de Sidney (Australia).
Tres puntos tácticos clave
Laterales contra carrileras
El victorioso entrenador español Vilda dispuso a su equipo en una formación 4-3-3. Aitana Bonmatí actuó como interior derecha y buscó asociarse con la extrema Alba Redondo y con las carreras en desdoblamiento de la lateral Ona Batlle, quien se unió al ataque desde el fondo (abajo).
Las carreras de Batlle obligaron a Rachel Daly, carrilera izquierda de Inglaterra, a situarse en una posición defensiva más profunda. A su vez, la posición más retrasada de Daly permitió a España dominar el balón desde el principio, en salida de balón desde su portería ante la primera línea de presión inglesa de sus dos delanteras. Posteriormente, las mejores ocasiones de España llegaron a través de centros, especialmente cuando Inglaterra se colocó en un bloque medio para absorber la presión española.
Cada vez que las carrileras inglesas presionaban más arriba a las laterales rivales, o saltaban sobre las mediocentras de España (abajo), a las españolas les resultaba más difícil progresar. La agresiva presión alta de Inglaterra propiciaba recuperaciones arriba e intentos de remate a puerta. El juego fluido y de pases cortos de España se vio interrumpido, forzándolas a recurrir a un juego más directo.
A medida que el 'juego del gato y el ratón' continuaba entre los dos equipos, las mediocentros de España comenzaron a hacer carreras que explotaban los espacios interiores dejados por las carrileras avanzadas de Inglaterra y alrededor de las separadas centrales. Con Inglaterra en dificultades para mantener el balón tras realizar su pressing, las combinaciones de España por las bandas volvieron a ponerse en marcha, pero el lado izquierdo difería ligeramente del derecho.
En la izquierda, la lateral Carmona avanzaba mucho antes, a menudo con antelación a la salida del balón. Hermoso se descolgaba para formar un doble pivote junto a Teresa Abelleira, mientras Aitana Bonmatí empujaba hacia adelante. La extrema izquierda Mariona Caldentey operaba en el espacio entre la carrilera derecha y la central derecha de Inglaterra, generando una línea de pase clave para que España creara ocasiones (abajo).
Fue un pase de Caldentey en ese pasillo izquierdo para Carmona, con la carrilera derecha inglesa Lucy Bronze fuera de posición en la transición, lo que dio origen al gol de la victoria.
Problemas de Inglaterra con balón y la presión tras pérdida de España
A pesar de que Lauren Hemp estrelló un balón en el larguero en el minuto 16, a Inglaterra le costó tomar la iniciativa en la primera parte y creó poco con su juego directo. Alessia Russo se internó regularmente por la banda derecha (abajo), sobre todo tras recuperaciones en su propio campo. Es posible que estas incursiones se debieran también a un intento de fijar más atrás a la peligrosa Carmona, pero como las carrileras inglesas se centraron más en la defensa en la primera fase, el equipo de Wiegman se mostró a menudo estrecho en ataque.
La agresiva presión tras pérdida de España en el centro del campo (abajo) también limitó el ataque de Inglaterra en la primera parte. Cuando las internadas de Russo por la derecha estaban cubiertas, Hemp no estaba disponible y la mediapunta Ella Toone no era una opción por detrás de la línea de mediocampo de España, algo que desencadenó en problemas de Inglaterra para mantener el balón. Fue la incapacidad de Inglaterra para mantener la posesión en el centro del campo lo que acabó provocando el único gol del partido.
Cambio en el equipo inglés en el descanso
Wiegman modificó el dibujo de Inglaterra a un 4-2-3-1 para la segunda parte, con Lauren James (en lugar de Russo) y Chloe Kelly (en lugar de Daly) como extremas. Hemp y Toone formaron entonces la sociedad delantera-mediapunta (abajo), con Keira Walsh y Georgia Stanway como doble pivote. Este cambio de dibujo ayudó a Inglaterra de inmediato, ya que la amplitud extra les ayudó a trabajar alrededor del bloque 4-2-3-1 de España y crear buenas oportunidades de centros. Kelly causó problemas a España por la derecha de Inglaterra, fijando a Carmona, que apenas fue una amenaza en comparación con la primera parte.
Con el cambio de dibujo de Inglaterra, la táctica del partido se centró en los momentos individuales y en varias batallas en el 1 contra 1. Las jugadoras inglesas en las zonas amplias igualaron en número a las españolas, con vigilancias de cada carrera y movimientos (abajo).
Inglaterra también se mostró mejor equipada para ganar la posesión en el centro del campo. Contó con más efectivas para alejar el balón de la presión y explotar zonas más amplias. Sin embargo, aunque tuvo la posesión del balón con más frecuencia y durante más tiempo, Inglaterra no pudo crear ninguna ocasión clara. De hecho, tuvieron que agradecer a la guardameta Earps que les mantuviera metidas en la final, cuando detuvo un penalti a Hermoso en el minuto 69.
En ese momento, la parada pudo haber cambiado el partido. Pero España mantuvo la compostura en la final de la Copa Mundial Femenina y acabó coronándose merecidamente como campeona.
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