Orgulloso de nuestro trabajo

Cuando recibí la oferta del Wolverhampton en el verano de 2021, no lo dudé ni un momento. Era el proyecto ideal para mí.

La oferta era por tres años de trabajo. Mi misión sería renovar la plantilla y, al mismo tiempo, tratar de implantar un estilo de juego más ofensivo y basado en el dominio de la posesión de balón.

Me gustaba mucho la calidad de la plantilla del primer equipo, aunque había que hacer algunos ajustes, y también me gustaba el potencial que ofrecían los jóvenes talentos de la cantera del club. Y, por supuesto, era mi oportunidad de ir a la Premier League. En decir, la oportunidad de jugar contra los mejores equipos y entrenadores del mundo.

No era mi primera experiencia en el fútbol británico. Entre 2015 y 2018, había trabajado en el Sheffield Wednesday en la Championship y también en el Swansea City de la Premier League como asistente de Carlos Carvalhal. Con este bagaje, me sentía preparado para el nuevo reto.

Los resultados no llegaron enseguida. En nuestros tres primeros partidos de la Premier League, perdimos 1-0 contra el Leicester City, el Tottenham y el Manchester United. Pero la manera en que jugamos esos partidos nos dio la confianza de que las victorias llegarían.

Entre octubre y noviembre, el equipo ya se mostraba sólido, capaz de convertir las buenas actuaciones en puntos en la tabla de clasificación. Pero nuestro mejor periodo fue entre diciembre y enero, cuando ganamos 13 de los 15 puntos disputados en la liga. Entre ellos, una merecida victoria en Old Trafford. A finales de febrero, estábamos entre los equipos que menos goles encajaban de Europa.

"CUANDO SE FUE adama traoré, FUE UN DURO GOLPE PARA EL EQUIPO"

Los buenos resultados y nuestra posición en la tabla nos permitían soñar con la clasificación para las competiciones europeas. A mediados de marzo, ocupábamos la octava plaza, a un punto de la zona de clasificación.

En retrospectiva, creo que desperdiciamos una gran oportunidad. Pero algunas circunstancias nos alejaron de ese objetivo.

En la ventana de transferencias de enero, cuando ya soñábamos con una plaza en competiciones europeas, deberíamos haber sido más agresivos. Deberíamos haber fichado jugadores para las posiciones que nos faltaban, como un delantero centro, por ejemplo. Alguien que jugara dentro del área, que fuera bueno en el juego aéreo. Pero no fue posible y respeto la decisión del club.

Nuestro delantero centro era Raúl Jiménez, un gran jugador y una gran persona. Jugaba con una protección en la cabeza, por lo que no podía cabecear balones. No teníamos a nadie para sustituir a Jiménez. Ni siquiera para jugar con dos delanteros centro, como me gusta hacer en algunas situaciones. Opciones de jugadores con más movilidad, pero con las mismas características que Jiménez, para hacer de delantero centro, no había. Y eso hace mucha falta, sobre todo en la Premier League.

Además, Adama Traoré se fue cedido al Barcelona. Un jugador que siempre había sido importante para nosotros, ya sea de titular o suplente. Había sido decisivo en enero, dando la asistencia del gol de la victoria en Old Trafford, y marcó en la victoria contra el Southampton. Cuando se marchó, fue un duro golpe para el equipo.

La plantilla tenía mucha calidad, pero era reducida. Así que cualquier pieza que faltara nos hacía mucho daño. Especialmente en el rol de número 9, nuestra principal carencia.

"CON TODAS LAS ADVERSIDADES A LAS QUE NOS HEMOS ENFRENTADO, CREO QUE HEMOS HECHO UNA BUENA TEMPORADA"

Llegamos a los últimos partidos de la temporada sin tres jugadores de nuestra línea defensiva: Nélson Semedo, Max Kilmann y Romain Saïss, todos lesionados. También perdimos a Rúben Neves, que era muy importante en el dominio del juego. Hwang Hee-chan y Daniel Podence, que nos ofrecieron actuaciones sólidas y goles, también tuvieron algunos problemas musculares y no pudieron jugar en algunos momentos.

Tengo que confesar que, además de estas lesiones, había muchos jugadores que llegaban al final de sus contratos, lo que no nos ayudó a conseguir mejores resultados en el tramo final de la competición.

Al final, estas deficiencias nos quitaron la posibilidad de alcanzar una plaza en competiciones europeas. Terminamos la Premier League en décimo lugar. Aun así, con tantos contratiempos en el camino, pienso que hicimos una buena temporada.

Tuvimos buenas actuaciones no sólo en nuestro estadio, sino también fuera de casa. Logramos ocho victorias a domicilio en la Premier League, incluidos triunfos contra el Tottenham y el Manchester United. Para ponerlo en valor, los Wolves no ganaba en Old Trafford desde hacía más de cuatro décadas. Fue una victoria histórica.

Por un lado, lo que logramos fue sumamente positivo. No sólo por los resultados, sino sobre todo por la forma en que jugamos. No ganamos al Tottenham y al Manchester United sólo defendiendo. Jugamos con valentía y generamos muchas ocasiones contra esos grandes equipos.

Pero yo vengo de una cultura ganadora. Y no negaré que el resultado de la temporada fue frustrante para mí. Si hubiéramos tenido a los jugadores en forma y una solución diferente para sustituir a Jiménez, podríamos haber terminado la liga en la posición que merecíamos. Es decir, muy por encima del décimo puesto.

"ESE FUE EL GRAN ERROR QUE COMETIMOS"

Después, en pretemporada, mi primer objetivo fue convencer a la directiva de que lo que había sucedido en los últimos partidos podía repetirse en el futuro. Teníamos que preverlo.

Algunos jugadores estaban al final de sus contratos, y perdimos a jugadores importantes como Fernando Marçal, Romain Saïss y, al comienzo de la nueva temporada, Willy Boly, Conor Coady y Leander Dendoncker. Por desgracia, el Wolverhampton no consiguió traer suficientes recambios durante la pretemporada. Sólo fichamos a un central, Nathan Collins, procedente del Burnley.

Creo que ese fue el gran error que cometimos. Intenté ser muy claro advirtiendo de la necesidad de reforzar la plantilla, pero comparto la culpa con la directiva. Quizá no fui lo suficientemente persuasivo sobre la importancia de tener la plantilla lista cuanto antes.

Los refuerzos, que llegarían de fuera de Inglaterra, necesitarían tiempo para adaptarse a un nuevo país y, sobre todo, a una competición como la Premier League.

Por si fuera poco, la siguiente temporada tendría un calendario modificado debido al Mundial, que se disputaría en mitad de la liga inglesa (noviembre/diciembre de 2022). Como resultado, hubo más partidos en agosto, septiembre y octubre de lo habitual. Esto no hizo sino reforzar la importancia de esa pretemporada; el equipo tenía que estar muy bien preparado para competir desde muy pronto, y cada tres días.

Sin embargo, cuando empezó la temporada, mi idea de la plantilla ideal era muy distinta de la que nos ofrecía la realidad. Una plantilla más completa garantiza una sana competencia interna entre los jugadores. Cada día, el jugador debe saber y sentir que tiene que luchar por un puesto en la siguiente alineación.

"VOLVIMOS A TENER EL MISMO PROBLEMA ENTRE MANOS, Y ERA GRAVE"

A pesar de todo, hicimos una pretemporada fantástica. Raúl Jiménez marcó casi un gol por partido antes de lesionarse en el último duelo de pretemporada. Cuando sólo tienes un delantero centro a tu disposición, surgen los problemas. Los números lo demuestran: esa temporada no perdimos ni un solo partido cuando disponíamos de un delantero centro neto.

Así que empezamos la Premier League con una dinámica diferente a la que preparamos al equipo en pretemporada. Se creaban ocasiones, pero nos faltaba un delantero centro que marcara los goles.

Nuestra primera victoria de la campaña llegó en la sexta jornada, cuando por fin pudimos contar con el recién fichado delantero centro Sasa Kalajdzic. Su presencia nos devolvió el dinamismo que habíamos buscado durante toda la pretemporada. Poco después, él también se lesionó y nos encontramos de nuevo con un viejo problema entre manos.

Mi cuerpo técnico y yo siempre hemos creído que tenemos la capacidad de superar una situación negativa. Eso es lo que imaginábamos en aquel momento en el Wolverhampton. Pero la directiva decidió poner fin a nuestra relación. En estas situaciones, siempre es más fácil para el club cambiar de entrenador.

Aun así, más tarde reconocieron los problemas que habíamos detectado, y que la plantilla no era lo bastante competitiva para la Premier League. Tuvieron que incorporar a jugadores de primer nivel como Craig Dawson, Mario Lemina, João Gomes, Pablo Sarabia y Matheus Cunha.

Siempre hemos hecho todo lo posible en todo momento. Terminamos la temporada 2021/22 con 15 victorias —ocho de ellas fuera de casa—, 11 partidos sin encajar gol y 51 puntos. Desde que dejamos el club, nadie ha superado esas cifras.

"LOS CLUBES DEBEN ANALIZAR A LOS TÉCNICOS Y ENTENDER QUÉ PUEDEN APORTAR A LARGO PLAZO"

Sé que los aficionados del Wolves han entendido las dificultades a las que nos enfrentamos durante nuestra etapa en el club. Es muy difícil marcar goles en la Premier League si no tienes un delantero titular. Y, desde luego, a los aficionados les gustó nuestro desempeño en la primera temporada. Siempre hice todo lo que pude, con lo que tenía a mano, para intentar solucionar los problemas. 

Hasta ahora, nunca había hablado públicamente de mi etapa en Wolverhampton. Esta es la primera vez. Estoy muy orgulloso del trabajo que hicimos y me doy cuenta de que, por encima de todo, guardo buenos recuerdos de este periodo.

De cara al futuro, sería ideal encontrar un proyecto hecho a medida. Uno que combine nuestras ideas de juego, entrenamiento, liderazgo y nuestra cultura de excelencia, que es nuestro ADN, con jóvenes talentos listos para entrar en el fútbol profesional.

La estabilidad a corto plazo se consigue con resultados. Pero, más que nunca, los clubes deben observar a sus entrenadores y comprender lo que pueden ofrecer a largo plazo. Y, teniendo en cuenta los jugadores disponibles y la capacidad de inversión del club, entender cuáles son los resultados económicos y competitivos que el entrenador puede conseguir de forma realista.

Es lo que ocurrió en el Benfica, donde ganamos títulos con jugadores de la cantera y, al mismo tiempo, obtuvimos buenos resultados económicos. También lo hicimos con los Wolves, donde jugamos un buen fútbol y ayudamos a Max Kilman a consolidarse en el equipo. Lo ideal sería encontrar un nuevo proyecto en el que pudiéramos seguir adoptando este tipo de enfoque.