casey stoney
San Diego, 2021-Presente
Me llegó el rumor de que el Manchester United iba a crear un equipo femenino.
Evidentemente era algo que el fútbol femenino deseaba desde hacía mucho tiempo. Hablé con Phil Neville, para quien trabajaba en el cuerpo técnico de la selección femenina de Inglaterra. Phil me confirmó que era una realidad. Le pregunté si le importaba que me postulara para ese trabajo.
Me las arreglé para presentar mi currículum, y tuve que ir a Old Trafford. Ahí hice una presentación sobre lo que haría en mis primeros 30 días en el cargo. Cómo construiría un equipo, cuál sería mi filosofía, cómo estructuraría la plantilla. El equipo simplemente no existía, así que sabíamos que tendríamos que empezar desde cero.
Me enteré que muchos entrenadores y directores deportivos de alto nivel se presentaban al puesto. Si soy sincera, no pensé ni por un segundo que lo conseguiría. Sólo quería vivir la experiencia de la entrevista, ese proceso. De hecho, estaba con Phil de nuevo, haciendo un trabajo para la televisión, cuando me enteré. Vino a la sala donde grabábamos y dijo: "Creo que el puesto es tuyo".
Poco después, recibí una llamada de John Murtough, que ahora es director de fútbol del United. "Nos gustaría que vinieras a tener otra charla", me dijo. Fui al campo de entrenamiento y allí me señalaron que el trabajo era mío.
Desde el momento en que Phil me lo dijo, empecé a planificar. ¿Cómo voy a hacerlo? ¿Qué equipo de trabajo necesito? ¿A quién voy a fichar? Tenía cuatro semanas para crear un equipo completo.
Me esperaba una curva de aprendizaje muy pronunciada, pero no era la primera a la que me enfrentaba en mi carrera como entrenadora.
"Fui a una concentración DE INGLATERRA como jugadora y volví a la siguiente como entrenadora asistente"
En 2009, cuando jugaba en el Chelsea, recibí una llamada del jefe de prensa del club, que en cierto modo actuaba como nuestro presidente. El entrenador de entonces se había desvinculado del club. No teníamos más entrenadores, ni preparadores de porteros, ni apenas un fisioterapeuta. La llamada llegó un viernes por la noche. Al día siguiente jugábamos contra el Lincoln en un partido de copa.
"Te haces cargo".
No fue una elección.
Sentí una enorme responsabilidad asegurarme de que el equipo estuviese preparado, y en ese momento teníamos algunas jugadoras importantes en el equipo: Lianne Sanderson, Anita Asante, Eni Aluko. Yo era la capitana, pero lo primero que hice fue ceder la capitanía a otra persona. Era una responsabilidad extra que no necesitaba en ese momento.
Lo más difícil fue tratar de entrenar a un equipo del que eres parte. ¿Cómo se puede entrenar a una defensa para que defienda los centros, por ejemplo, cuando tú eres una de esas defensoras? Es bastante difícil cuando se tienen los recursos, pero nosotros no teníamos nada. Ni siquiera teníamos un equipo.
Aquella época supuso un gran aprendizaje para mí, pero me hizo pensar de forma diferente, ser más ingeniosa y creativa con el diseño de los entrenamientos. También tuve que aprender a transmitir información a jugadoras que habían sido compañeras de equipo la semana anterior. Es una experiencia que realmente valoro como una parte importante de mi trayectoria como entrenadora.
Mi breve paso por la selección de Inglaterra también fue fascinante. Fui a una concentración como jugadora y volví a la siguiente como entrenadora asistente. Lo más positivo que saqué de aquello fue cuando una jugadora me dijo: "Es como si siempre hubieras estado en este papel".
Yo había sido la capitana de Inglaterra, pero como miembro del equipo en esos últimos años casi me había quitado de la cabeza la idea de jugar. El paso al cuerpo técnico me pareció un proceso natural. Ser ayudante de Phil me ayudó a determinar lo que iba a necesitar de mis ayudantes cuando pasara a entrenar.
"EL CLUB HABLÓ DE CONSTRUIR PASO A PASO, PERO ESO NO ERA PARA MÍ"
También me di cuenta de que necesitaba estar en un club. Quería estar en el césped, rodeado de jugadoras, y necesitaba el día a día que no se consigue con las selecciones. Las concentraciones internacionales consisten en preparar e intentar ganar partidos. No se puede desarrollar a las jugadoras de la misma manera, y desarrollar a las jugadoras es algo que me encanta hacer.
En el Manchester United, primero tuve que encontrarlas.
Quería firmar a jugadoras en las que confiara, y tuve el gran privilegio de que hubiera jugadoras que confiaran en mí y en el club lo suficiente como para bajar de categoría y jugar en la Championship. Alex Greenwood (abajo), Amy Turner y Siobhan Chamberlain vinieron a jugar para mí, después de haber estado en la WSL -FA Women's Super League-. Se arriesgaron mucho al hacerlo, pero también harían historia al formar parte del primer equipo femenino del Manchester United, y desde el principio nos pusimos grandes expectativas.
El club había dicho que no había presión para ascender en nuestra primera temporada. Hablaron de construir poco a poco, de una estrategia de crecimiento, pero eso no era para mí. Queríamos construir un equipo no sólo para ascender, sino para ganar la liga. Desde el principio hablamos de la Liga de Campeones como objetivo.
También vi un enorme potencial para cambiar la cara del fútbol femenino. Todo el mundo sabe que el Manchester United es un gran club. Sin embargo, sólo cuando estás dentro te das cuenta de lo enorme que es. Pensé en los aficionados que podríamos tener si lo hacíamos bien, y en lo que eso podría suponer para el fútbol femenino. Sí, el escudo conlleva presión y expectativas, pero siempre he sentido que trabajo mejor bajo presión. Esta era la oportunidad perfecta.
En nuestro primer partido de liga, ganamos 12-0 al Aston Villa. Sin embargo, estuvimos descuidadas durante los primeros 20 minutos, y también en los últimos. Les dije a las jugadoras: "Imaginad lo que podríamos haber hecho si hubiéramos actuado durante 90 minutos en lugar de 50".
Supongo que no podía quejarme, pero ese resultado les puso a las jugadoras una enorme diana en la espalda en esa división. Sabíamos que tenían que enfrentarse a pruebas más duras y queríamos prepararlas para lo que les esperaba. Por eso, aprendimos mucho de nuestra trayectoria hasta las semifinales de la Copa de la Liga Femenina.
"TIENES QUE SENTIRTE CÓMODA ESTANDO INCÓMODA"
Perdimos 2-0 en casa contra el Reading en nuestro primer partido de la liguilla, ante casi 5.000 espectadores. Sin embargo, creamos ocasiones y tuvimos bastante mala suerte contra un equipo consolidado de la WSL. Quedar primeros en un grupo en el que también estaban el Liverpool y el Everton nos hizo creer que podíamos jugar en la WSL. Luego, jugar tan bien contra el Arsenal, uno de los mejores equipos de Inglaterra, en una semifinal que sólo perdimos por 2-1, marcó un hito.
También me permitió ver en qué aspectos creía que seguíamos siendo deficientes, y en qué aspectos debíamos reclutar si realmente queríamos competir cuando subiéramos. No sólo quería participar en la WSL, quería subir y competir de verdad en nuestro primer año. La derrota ante el Arsenal mostró a las jugadoras el nivel que debíamos alcanzar.
Necesitábamos un poco más de calidad en la defensa en términos de juego, y definitivamente necesitábamos más físico en el centro del campo. En enero ya sabíamos que íbamos a fichar a Jackie Groenen, y luego fuimos a por Hayley Ladd (abajo), que es una de las mejores para frenar al rival en el centro del campo. Confiaba en que marcaríamos goles, pero teníamos delanteras jóvenes y quería una delantera con un poco más de experiencia, así que contratamos a Jane Ross, que era fantástica dentro y fuera del campo. Queríamos gente en el vestuario que impulsaran los estándares. No se trata sólo de talento, sino también de carácter.
Desde el primer día, quise hacer una cosa al mes en la que dejáramos el balón de lado e hiciéramos algo como equipo que pusiera a prueba nuestros niveles de comodidad. Lucha de sumo, yoga en el agua… Hicimos muchas actividades, pero se trataba de juntar a un grupo que se conocía poco entre sí. La rapidez con la que podíamos conectar, la rapidez con la que podíamos construir una unidad cohesiva era realmente importante.
También quería que todo el mundo compartiera sus historias personales, y empecé ese proceso. Quería que supieran para quién estaban jugando. Si yo estaba preparada para ponerme de pie y mostrarme vulnerable frente a ellas, ellas podrían hacer lo mismo. Y siempre dije que nunca les obligaría a hacer algo que yo no haría, como bailar en la calle, que es básicamente mi peor pesadilla. También vino alguien con serpientes y arañas. No soporto las arañas en absoluto, así que tuvimos que enfrentarnos juntas a nuestros miedos.
Algunas cosas nos hacen sentirnos incómodos, pero si quieres clasificarte para la Liga de Campeones o ganar un título de liga, habrá momentos incómodos. Tienes que sentirte cómodo estando incómodo.
"cuando traes a jugadorAs estadounidenses a tu vestuario, lo que consigues es una mentalidad increíble"
En nuestra primera temporada en la WSL, el calendario no fue muy amable con nosotras: El Manchester City en el Etihad el primer partido, el Arsenal en casa el segundo. Fue una prueba muy dura.
Perdimos por 1-0 en el Etihad (abajo), pero dominamos algunos tramos del partido y tuvimos nuestras oportunidades. Pero la actuación dio al equipo la confianza de sentir que de pertenecías a la WSL, y luego, aunque el Arsenal dominó el siguiente partido, nos defendimos brillantemente y sólo lo perdimos en el minuto 89. Necesitábamos esa primera victoria, y cuando la obtuvimos contra el Liverpool pudimos ver cómo el equipo crecía en confianza y convicción.
A partir de ahí, entramos en una pequeña racha, pero entonces llegó el Covid, y eso fue duro. Recuerdo que el Reading se retiró de un amistoso que teníamos programado, diciendo que iba a cerrar su campo de entrenamiento, y dos días más tarde el club nos dijo que también cerrábamos. Literalmente, lo dejamos todo y nos fuimos.
Lo más difícil fue no saber cuándo íbamos a volver, porque las fechas cambiaban. Pero luego ves las noticias y te das cuenta de que el fútbol no era importante. Lo más importante era asegurarme de que mis jugadoras y mi cuerpo técnico estuvieran seguras y conectadas. Algunos de nuestras jugadoras vivían solas, sin familia, sin amigos, no podían salir ni hacer nada.
Pusimos en marcha procesos para asegurarnos de que todo el mundo tuviera apoyo: llamadas de zoom, concursos de cocina, pequeñas tareas técnicas. Establecimos un sistema de compañerismo que cambiaba cada semana, de modo que la gente se ponía en contacto con diferentes jugadoras o con el personal del equipo, y también nos aseguramos de hacer llegar el equipo a todo el mundo. Son deportistas que están acostumbrados a entrenar. Si se les quita todo, van a tener problemas.
Me decepcionó la cancelación de la temporada, por supuesto, pero fue lo correcto. Sé que la Premier League continuó, pero en el fútbol femenino no se podía justificar el gasto de tanto dinero para terminar una campaña. Era mucho mejor invertirlo en asegurar que todo estuviera listo para la siguiente temporada.
"estoy muy orgullosA de lo que mi cuerpo técnico, mis jugadores y yo construimos en el United"
Tuvimos el presentimiento, antes de que llegara, de que Tobin Heath y Christen Press (ambas abajo) querían venir a jugar a Inglaterra. Hablé con ellas y el acuerdo se cerró, aunque era bastante tarde y no estaban disponibles de inmediato. Sin embargo, cuando traes a jugadoras estadounidenses a tu vestuario, lo que consigues es contar con una mentalidad increíble. Saben cómo ganar, son increíblemente competitivas, y Tobin y Christen añadieron eso desde el principio.
Tuvimos que tomarnos tiempo con ellas. No habían estado en un entorno de equipo durante un tiempo, así que tuvimos que asegurarnos de gestionarlas adecuadamente, de que se pusieran en forma, pero fueron grandes incorporaciones.
Sabía que, aunque sólo estuvieran con nosotros una temporada, dejarían un impacto duradero. La influencia que tuvieron en las jugadoras más jóvenes, en términos de mentalidad y competitividad, se mantendrá en la siguiente parte de sus carreras.
En el ecuador de la temporada 2020/21, estábamos en lo alto de la tabla de la WSL. Sin embargo, no se gana un partido sólo después de 45 minutos, y no soy de esas personas que se dejan llevar. Habíamos cosechado algunos resultados excelentes -fuimos convincentes contra el Arsenal y merecimos los puntos-, pero el Manchester City podría habernos vapuleado en la primera parte de un partido que acabó 2-2. Al final, hicimos bien en conseguir un punto.
Soy ambiciosa, pero también realista. Todo lo que le dije a las jugadoras fue que nos habíamos colocado en una buena posición para conseguir la clasificación para la Liga de Campeones.
Por desgracia, las lesiones nos crucificaron en un momento realmente importante. Nuestra preparación para algunos partidos podría haber sido mejor, en términos de tener que cambiar de sede y no poder entrenar en ciertos campos. Eso influyó, pero no voy a poner excusas. Perdimos contra el Brighton cuando no debíamos, perdimos contra el Reading cuando no debíamos. Al final, esas derrotas nos costaron la clasificación en la Liga de Campeones que tanto queríamos.
"san diego ha cambiado mi vida, no sólo para mí, sino también para mi familia"
Dejé el club al final de esa temporada. La curva de aprendizaje fue empinada, de nuevo, pero la necesitaba y nunca dejaré de aprender. Quiero ser cada vez mejor, pero también estoy muy orgullosa de lo que mi cuerpo técnico, mis jugadoras y yo construimos en el United.
No olvidemos que, en mayo de 2018, no existía la sección femenina. Ahora, el club tiene un equipo competitivo que lucha por estar entre los tres primeros. Hay una base realmente buena allí. Realmente espero que el club ahora lo lleve al siguiente nivel.
En cuanto a mí, no podría estar más entusiasmada con el reto que se me presentó en San Diego Wave. Una nueva liga, una nueva cultura, diferentes reglas y regulaciones. Un verdadero reto para mí, pero eso es lo que quiero.
Quiero tener éxito, y San Diego significa que trabajo para alguien que sabe lo que es el éxito. Jill Ellis -la presidenta- ha ganado dos Copas del Mundo consecutivas con Estados Unidos. Ha estado allí, lo ha visto y lo ha hecho. Nunca he tenido a alguien por encima de mí, cuyos conocimientos y experiencia puedo aprovechar.
Es una decisión que ha cambiado mi vida, no sólo para mí, sino también para mi familia. Pero también es muy emocionante. La NWSL es una de las ligas más competitivas del fútbol femenino, si no la más. Literalmente, nunca sabes quién va a ganar un partido, y me gusta esa emoción.
Mi curva de aprendizaje continúa.