cuartos de final eurocopa femenina 2022, 20 de julio 2022
Ella Toone (84)
Georgia Stanway (96, prórroga)
Esther González (54)
La anfitriona Inglaterra, dirigida por Sarina Wiegman, avanza a las semifinales de la Eurocopa Femenina 2022 después de superar a España en un emocionante duelo. Las de Jorge Vilda consiguieron paralizar todo el potencial ofensivo de las locales, que llegaban con unos espectaculares números en la fase de grupos: 14 tantos en 3 partidos. Desde ahí, la solidez de su dibujo, España logró también dominar el juego por muchos momentos, para adelantarse en el marcador por medio de Esther González en el minuto 54 después de una gran jugada colectiva.
Pudo hacer el segundo tanto España ante un Inglaterra que se volcó en el área rival en el último cuarto de hora de partido. Fruto de ello, Ella Toone hizo el tanto del empate. Ya en la prórroga, y con las locales con mucho más físico que su rival, Georgia Stanway hizo el segundo y definitivo gol con un disparo desde fuera del área.
Las claves tácticas
Inglaterra en fase ofensiva:
Un 4-4-3 inmutable
Inglaterra formó bajo un 4-3-3 en fase ofensiva, con Keira Walsh en la base del mediocampo, acompañada por Georgia Stanway y Fran Kirby como interiores (abajo).
Las laterales Rachel Daly y Lucy Bronze, por su parte, avanzaron con regularidad con el balón para apoyar los ataques de Inglaterra, mientras que las extremas Beth Mead y Lauren Hemp jugaban predominantemente ocuparon los pasillos laterales.
Inglaterra persistió con la misma formación 4-3-3 durante todo el partido, aunque con el paso de los minutos y el resultado en contra, Chloe Kelly avanzó por dentro desde segunda línea con más frecuencia que Mead, reemplazada en la segunda mitad del tiempo reglamentario.
España, por su parte, se instaló en un 4-5-1 en fase defensiva, fortalecidas en el mediocampo por las centrocampistas centrales, Patricia Guijarro y Teresa Abelleira, quien dificultaron al máximo que Stanway o Kirby encontraran el balón entre líneas.
El tridente del mediocampo
Las interiores anfitrionas, Stanway y Kirby, fracasaron en gran medida en sus intentos de superar el mediocampo de España. Ambas jugadoras se turnaron para moverse lo suficientemente alto, como para conectar con la delantera Ellen White, lo que significaba que los dos centrales de España estaban ocupadas en sus vigilancias defensivas.
En la construcción de los ataques, las tres del mediocampo de Inglaterra jugaron un papel crucial en las áreas centrales. Walsh adoptó una posición a la espalda, y en el lado débil de, la apremiante delantera central de España, Esther González.
Mientras, Stanway y Kirby habilitaron líneas de pase claras para hacer avanzar el juego. Un patrón típico fue la de la defensa central Leah Williamson conectando con Kirby, quien luego devolvió el balón a Walsh. Inglaterra tuvo la calidad de no jugar más de dos toques en estas situaciones.
La movilidad de Kirby
La selección anfitriona fue dinámica con su juego hacia adelante, con el intercambio de sus jugadoras en el mediocampo y líneas de ataque. Con el objetivo de ocupar espacios en la defensa de España, la delantera Hemp se movió hacia el interior para incorporarse al centro del campo, lo que permitió a Kirby avanzar y jugar como segunda atacante por el centro junto a White (arriba).
Kirby buscó posicionarse en el intervalo entre un central y un lateral rival. Mead, por su parte, mantuvo la amplitud por banda derecha, en un dibujo flexible que representó un desafío para España, obligada a proteger el espacio y presionar a la jugadora de Inglaterra con el balón.
Intentos de jugar por fuera o por dentro
Inglaterra buscó progresar por jugar a través de la compacta línea defensiva española. Para ello, Walsh fue fundamental para ayudar a Inglaterra a cambiar la orientación del juego y, a menudo, con un pase decisivo hacia adelante.
Si la unidad defensiva de España era estrecha y protegía las áreas centrales, la delantera Mead ocupaba una posición exterior para recibir a los pies. Esta estrategia pretendía desarmar la unidad defensiva española.
Así, si la defensa de las de Jorge Vilda no estaba bien estructurada (por ejemplo, si la lateral izquierda Olga Carmona no estaba detrás del balón) Inglaterra optaba por un pase por dentro del bloque de España, jugando en el intervalo entre el central y el lateral.
Stanway ocupaba con frecuencia el medio espacio del pasillo interior derecho. Si el balón estaba en el lado izquierdo del campo, Stanway se movía hacia el pasillo central, pero mantenía una distancia que significaba que podía brindar apoyo a la unidad del mediocampo, pero también generar un espacio para atacar al recibir el balón.
Su inteligente posicionamiento jugó un papel en el gol de la victoria de Inglaterra, ya que buscó ubicarse entre la defensa española y las centrocampistas de contención (abajo), que se desorganizaron cuando el partido se prolongó hasta la prórroga.
España en fase ofensiva:
Superioridades por fuera
Vilda partió con una formación 4-2-3-1 en fase ofensiva, que adaptó dependiendo de los momentos del partido. No obstante, la idea principal era presionar para recuperar el balón y busca la profundidad sobre la línea defensiva rival.
En esas acciones, fueron claves las sociedades formadas por las laterales y extremos en ambos costados: Ona Batlle y Marta Cardona en la derecha (abajo) y Olga Carmona y Mariona Caldentey en la izquierda. Ambas sociedades intentaron aislar a las laterales inglesas y retrasar a sus extremos. Esto limitó el potencial de transición ofensiva de las inglesas, un aspecto clave en su éxito en la fase de grupos.
Gestionar la presión de Inglaterra
Inglaterra se replegó a un 4-5-1 cuando no tuvo la posesión, con sus jugadoras de banda tomando posiciones retrasadas incluso a pesar de tener ventajas numéricas (abajo).
En la primera parte en particular, España dominó la posesión y los intentos de las anfitrionas de asegurar las líneas de pase, fueron infructuosos. Incluso, las de Vilda movieron el balón de un lado a otro con tal efectividad en su línea defensiva, que la delantera centro Ellen White tuvo que desgastarse recorriendo largas distancias.
Atacar por banda y pase atrás
La entrada de Athenea del Castillo generó problemas en la defensa rival. En acciones donde la extremo española manejaba el balón con habilidad, provocando que la lateral izquierda a perfil cambiado, Rachel Daly, se viera muy incómoda.
España explotó la profundidad de su última línea con pases atrás por dentro para apoyar a las jugadoras ofensivas, quienes tenían espacios para recibir.
Esto fue precisamente lo que llevó al primer gol de Esther González. Del Castillo recibió el balón en un costado, superó fácilmente a Daly, avanzó hacia el área y buscó el pase hacia atrás. El plan de España funcionaba (abajo).
Espacios por dentro
Cuando se daban transiciones ofensivas después de una recuperación en la zona central, la delantera centro González se retrasaba para recibir al pie. Este movimiento arrastraba a la defensora central Millie Bright fuera de su posición junto con Leah Williamson. Ahí España buscaba retroceder y tocar a los costados (abajo).
Cuando la ejecución era veloz, Inglaterra mutaba a una línea de fondo de tres, con espacio para explotar en el centro. Como resultado, España pudo mostrarse peligrosa en varios avances. Solo sus fallos en el último balón les impidieron tomar más ventaja.
Juego combinativo
La presión alta de las inglesas fue frecuentemente superada por el impresionante juego desde atrás de las españolas. Las centrocampistas de Vilda escalonaron su posición, con una de las mediocentros más lejana manteniendo una posición central, lo que permitía a las otras compañeras jugar hacia afuera.
La precisión técnica y la calma para jugar bajo presión, ayudaron a España a mantener su plan táctico y jugar entre líneas a pesar de la mencionada presión alta inglesa. A medida que el partido avanzó, las anfitrionas desistieron de la presión alta y prefirieron conservar su energía en un bloque medio, antes de retroceder a un bloque bajo en los últimos compases del juego. Un dispositivo defensivo que le permitió a Inglaterra mantener la ventaja ante España en la prórroga.
Análisis de los entrenadores:
"Me he vuelto loca, estaba tan contenta. Ha sido un partido muy igualado que podría haberlo ganado cualquiera de los dos", señaló Sarina Wiegman, en una previa del partido marcado por su positivo en COVID. "Para mí ha sido un día loco. Para llegar al partido, estaba esperando el test negativo. Al final por la tarde se ha confirmado y he podido venir. Es difícil decir que el estar aquí haya sido diferencial, tengo un gran cuerpo técnico. Hubiéramos estado conectados igual”, señaló al respecto.
"El cambio de sistema es algo que entrenamos. No lo hemos entrenado específicamente ahora, pero antes sí. Las jugadoras sabían que era un escenario y las jugadoras sabían que podíamos hacerlo. Siempre hemos sido nosotras mismas", celebró la seleccionadora inglesa sobre el nivel de sus jugadoras.
"Hay que irse con la cabeza alta. Tenemos equipo para rato, una España con mucho futuro por lo que hemos visto en esta Euro y lo que viene por debajo. Habrá días para analizar", señaló Jorge Vilda en la rueda de prensa.
"Empezaron a acercarse, perdíamos balones. Por eso hemos sacado a esas jugadoras. Todas lo han hecho bien, han dado nivel. En el futuro espero tener el balón más. La clave habría sido meter el segundo gol y ahí se hubiera acabado el partido”, añadió el seleccionador de España sobre la remontada de Inglaterra.
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