El Perfil:
Rodrigo de Paul realiza el viaje de vuelta a la Liga española después de jugar para el Valencia de 2014 a 2016. Esta vez su destino es el Atlético de Madrid, donde llega como centrocampista consolidado y cotizado –un traspaso de 38 millones de euros- después de cinco años brillantes con el Udinese en la Serie A.
Como Diego Pablo Simeone en sus tiempo de jugador, De Paul también se ha convertido en pieza imprescindible en el mediocampo de Argentina, reciente campeona de la Copa América. “Disfrutaré estar bajo su mando porque crecí viéndolo como jugador con la selección de Argentina”, ha confesado el nuevo fichaje del Atlético sobre su entrenador.
Análisis táctico:
De Paul es un centrocampista versátil diestro, capaz de desenvolverse con soltura tanto en la banda derecha como en posiciones interiores. Es un jugador fuerte a la hora de portar el balón, siendo más eficaz cuando conduce por el pasillo interior derecho, situación de juego en la que es capaz de contener a los rivales. El hecho de que también pueda girar bruscamente al recibir el balón (abajo) mejora esa capacidad de relacionarse con el esférico, de tal modo que atrae a su oponente directo para generar el espacio suficiente para profundizar. Una acción que potencialmente finaliza con un pase directo hacia los jugadores que tiene por delante.
Esos atributos, sumados a su buen criterio a la hora de combinar, independientemente de si se enfrenta a un bloqueo defensivo más profundo o a una línea más alta, aumenta su eficacia en el juego de posesión. Interpreta de forma notable la carrera del compañero mientras avanza para asegurarse de que reciba el pase correcto en el área de penalti o para asociarse con él en el espacio desde donde puede centrar.
Sus incisivos pases hacia delante (abajo), igualmente más efectivos desde el pasillo interior derecho, también han probado ser útiles para profundizar sobre la línea defensiva rival -balones aéreos o a ras de césped-, generalmente en el espacio entre el defensa central y el lateral izquierdo para liberar regularmente a sus compañeros. Sus desplazamientos en largo son igualmente eficaces desde posiciones ligeramente retrasadas -las que adopta cuando le cuesta desmarcarse con el balón en los pies-, del mismo modo que destaca en la generación de ocasiones de gol en las acciones a balón parado.
También ha demostrado una gran variedad de remates, aspecto que contribuye a su creciente amenaza de gol. La mayoría de sus tantos llegan tras largas carreras sin balón por el pasillo interior y lejos de donde progresa la circulación de la pelota, posicionándose alejado de la marca de los rivales para tener mejores posiciones desde donde disparar, ya sea desde media distancia o bajo presión desde más cerca de la portería rival. Sólo el exceso de confianza en su golpeo con el pie derecho limita su influencia ofensiva, ya que le lleva a utilizarlo en momentos incómodos y antinaturales en los que sería preferible utilizar su pie izquierdo. No obstante, hay ocasiones en que sí acierta con la derecha cuando debería ser difícil que lo hiciera.
En la tarea defensiva, De Paul presiona con agresividad (abajo) y responde bien a las pérdidas de posesión, tanto si es él como un compañero el que ha cedido el balón. Cuando le interceptan los pases, reacciona manteniendo su posición para intentar parar y bloquear al rival, y es más eficaz cuando se resiste a realizar entradas.
Es aún más eficaz en el seguimiento de las carreras rivales, y es capaz de hacerlo por todo el centro del campo, lo que significa que es útil tanto en zonas interiores como cuando tiene que ayudar a un compañero posicionado en el lado opuesto del campo para evitar que se vea en inferioridad numérica, realizando también el balance defensivo cuando tiene que salir por banda derecha. Suele apoyar al lateral derecho por detrás de él, en la cobertura por dentro y por fuera, y trabajando para bloquear los disparos y los centros, obligando así al rival a jugar por banda.
Rol en el Udinese:
De Paul fue utilizado como interior derecho en la estructura 3-5-2 preferida por su entrenador Luca Gotti a lo largo de 2020/21. Ese mismo 3-5-2 se convertía en un 5-3-2 en fase defensiva y, durante periodos sostenidos sin posesión, se convertía en un bloque bajo. De Paul era el responsable del juego por el pasillo interior derecho, y, al principio de la temporada, se apoyaba en las carreras de desdoblamiento que Jens Stryger Larsen hacía desde el lateral derecho.
Cuando Larsen fue trasladado al perfil izquierdo de la zaga defensiva, y sustituido en la derecha por Nahuel Molina, Larsen se adaptó moviéndose hacia dentro y por el pasillo interior, y por extensión atrayendo a los defensores hacia sus carreras directas. De este modo, De Paul a menudo tenía más espacio para recibir en banda derecha si los jugadores del otro perfil eran capaces de cambiar el juego. Si De Paul, en cambio, recibía en posiciones más retrasadas, también había ocasiones en las que se mostraba capaz de habilitar carreras hacia delante con sus penetrantes pases hacia adelante.
El Udinese comenzó la temporada 2020/21 con los dos delanteros, Stefano Okaka y Kevin Lasagna (arriba). De Paul y Roberto Pereyra proporcionaban un apoyo ofensivo secundario desde el centro del campo, pero, a medida que avanzaba la temporada, Pereyra pasó a jugar junto a Okaka, desde donde se retrasaba al centro del campo y, por lo tanto, generaba más oportunidades de intercambiar las posiciones entre líneas, y espacios que De Paul podía aprovechar. También hubo ocasiones en las que Pereyra se movió aún más atrás para enlazar con el centrocampista más retrasado del Udinese, y en las que De Paul sacó provecho adoptando una posición central más avanzada sin balón (abajo). El alcance de los pases de De Paul provocó de forma regular contraataques dirigidos por las carreras directas de Okaka, pero también hubo ocasiones en las que apuntó a los pies de Lasagna con la certeza de que mantendría la posesión.
Cuando el lateral derecho del Udinese avanzaba -en línea o incluso por delante de sus dos delanteros centro-, De Paul mantenía su posición y, en ocasiones, se desplazaba más hacia afuera, desde donde podía dar apoyo por detrás de ese lateral derecho antes de centrar desde una posición más retrasada o cambiar la orientación del juego desde el centro del campo. En estas acciones, Pereyra, en el canal interior izquierdo, era su objetivo preferido.
Con los jugadores de ataque del Udinese en las vigilancias de los defensores contrarios, y su lateral derecho sobre el lateral izquierdo del rival, De Paul tenía más espacio para conducir hacia adelante con el balón en los pies. Al replegarse un poco para tentar a su oponente directo a salir de su posición en el centro del campo, De Paul realizaba movimientos bruscos para girar y correr con fuerza por delante del centro del campo del rival. Una acción que resultaba especialmente eficaz contra los bloqueos centrales, dado el espacio que existía por detrás para que él pudiera dar pases.
Si ese carrilero derecho se mostraba más conservador y conseguía atraer al lateral izquierdo rival hacia él, De Paul entonces sacaba provecho atacando el espacio generado. Al defensa central más cercano, a su vez, le costaba hacer cobertura por el otro lado y, por tanto, impedir que De Paul penetrara a su espalda. El argentino se mostraba regularmente capaz de hacer avanzar el balón a través de sus pases o de sus movimientos sin balón, pero era más raro que lo hiciera con el balón en los pies.
¿Cómo puede jugar en el Atlético de Madrid?
Su versatilidad para desarrollarse en zonas interiores o en banda en el mediocampo se adapta a la perfección a los dibujos más utilizados por Simeone. Bajo el 4-4-2, De Paul podría partir desde banda derecha en una versión más ofensiva en su juego, priorizando ingresar por los pasillos interiores para conectar con los delanteros o buscar el remate final. Asimismo, el jugador argentino podría formar pareja en el centro del campo junto a Koke, formando así una sociedad equilibrada donde Koke interpretaría un papel más posicional y combinativo, mientras De Paul tendría más libertad para sumarse al ataque desde segunda línea.
En el habitual 5-3-2 del Atlético de la temporada 2020/21, De Paul tendría un papel más asociativo como interior en mediocampo, liberándose en acciones de ataque para llegar a la frontal del área donde puede poner a prueba su capacidad de disparo. Bajo este rol, el internacional argentino también ofrecía a Simeone una amplia capacidad de ida y vuelta para equilibrar al equipo en las transiciones.
No obstante, la primera tarea -y tal vez la más complicada- de De Paul será adaptarse al estilo y las exigencias que demanda su entrenador. Como se ha visto con anteriores contrataciones con un alto valor en el traspaso, eso no asegura tener un puesto en el once inicial. Y menos en un mediocampo donde la competencia por un puesto es máxima.