Gary O'Neil
AFC Bournemouth, 2023-2024; Wolverhampton Wanderers, 2024-2025
Me encanta la parte táctica del juego.
Estoy en una etapa temprana de mi carrera como entrenador. Y, pese a ello, ya he tenido duelos tácticos frente a técnicos de la talla de Pep Guardiola, Enzo Maresca y Mikel Arteta. Antes de jugar partidos nunca sentí que mis equipos tuvieran problemas tácticos. Sí, tuve que ajustar algunas cosas, y la Premier League siempre te pone a prueba. Pero siempre sentí que, desde el punto de vista táctico, tendríamos respuestas.
Cuando la mayoría de los entrenadores empiezan tienen una progresión diferente a la mía. Aprenden bajo menos atención mediática. Antes de ser primer entrenador pensaba que mi trayectoria comenzaría en la League Two o League One (cuarta y tercera división del fútbol inglés), pero resultó que mi primer trabajo fue en la Premier League. Me enfrenté a Pep un fin de semana, luego a Jürgen Klopp un martes, y después a Mikel Arteta el siguiente sábado. Todo esto con el mundo observando, así que tuve que elevar rápidamente mi nivel.
Fue una prueba que requirió mucho trabajo y muchas horas, pero la disfruté enormemente. Salir victorioso en algunas de esas batallas fue muy satisfactorio. Fue fantástico dirigir un partido contra Jürgen Klopp en Bournemouth en mi primera temporada, con un equipo recién ascendido, y ganar 1-0. Igual que ir a casa del Tottenham y ganar 3-2 con un Bournemouth que la mayoría de la gente pensaba que descendería.

Me encanta que mi equipo tenga el balón, aunque no sea fácil cuando entrenas a clubes que están en la parte baja de la tabla. Siempre hemos intentado comportarnos como un equipo que quiere tener la pelota, así que todos nuestros planes de juego giran en torno a cuidar el balón cuando lo tenemos.
No se trata solo de tener la pelota por tenerla. Creo que durante un tiempo en el fútbol moderno hubo una tendencia hacia la posesión por la posesión. Yo nunca quiero que mi equipo se muestre así. Nuestra posesión siempre busca la primera y, a la vez, mejor oportunidad para atacar y llegar a portería. Dicho de otro modo, busca encontrar soluciones. Sin balón siempre intentamos ser agresivos, pero desde una base sensata y comprensiva.
El verdadero aprendizaje, sobre todo en mi etapa en el Wolves, vino de gestionar al grupo y entender cómo reacciona cada jugador. El Bournemouth era un grupo que conocía y con el que llevaba tiempo, y habían crecido juntos. En cambio, el Wolves se había formado con jugadores de diferentes partes del mundo llegados en momentos distintos, con trayectorias dispares hasta recalar allí.
"Era importante que estos jugadores entendieran que yo intentaba ayudarles"
Aprendía rápido, intentando responder a preguntas como: “¿Qué necesita Matheus Cunha de mí y cómo conecto con él?” o “¿Qué necesita Max Kilman de mí? Su trayectoria ha sido muy diferente a la de Matheus, así que ¿cómo conecto con Max?”.
En esos casos, mi equipo técnico y yo pudimos desarrollarles a ambos. Basta ver el aumento del valor de Max tras nuestra llegada. Se convirtió en un central valorado en 40 millones de libras (unos 45 millones de euros), e hicimos un gran trabajo con él en varios aspectos: su estado físico, estar constantemente listo y no desconectar, comprensión de la construcción del juego y no quedarse encerrado por el punta contrario.
Matheus llegó del Atlético de Madrid. Tenía muchísimo talento, pero no había podido proyectarlo de modo consistente en el campo. Cuando llegamos pasamos horas con él en el vestuario, además de muchas tardes en el césped cuando los demás jugadores ya se habían ido a casa. Trabajábamos constantemente sus movimientos como mediapunta izquierdo.

Pedro Neto también era un gran talento. Hacíamos sesiones individuales con él los miércoles por la tarde, cuando los demás ya se habían ido. Trabajaba para mejorar su ubicación según dónde estaba el balón, para que pudiera influir más en el juego.
Era importante que estos jugadores entendieran que yo intentaba ayudarles, lo que a su vez ayudaba al equipo y a mí mismo. Que yo trataba de ayudarles a alcanzar sus objetivos, ya fuesen quedarse en el club y ser el mejor jugador posible para el Wolves, o dar el salto al Real Madrid, Manchester City o Chelsea. El auténtico aprendizaje para mí en el Wolves fue conectar con sus metas, cualesquiera que fueran, y progresar juntos.
He tenido la enorme suerte de trabajar con jugadores de gran talento en la edad y el momento adecuados de sus carreras. En el Wolves Matheus Cunha, Pedro Neto, João Gomes, Rayan Aït-Nouri y Max Kilman estaban en el momento correcto de su carrera para comprometerse plenamente con lo que les pedía.
"Los logros hasta ahora han sido grandes, pero advierto que aún estoy en los inicios de mi carrera como entrenador"
También me enorgullece el trabajo realizado en el desarrollo de jugadores en el Bournemouth, pero especialmente lo que conseguimos en el Wolves. Basta mirar el aumento en el valor de estos jugadores desde nuestra llegada y el trabajo invertido en su mejora.
Por supuesto, la gestión de los fichajes influye. En el Wolves fue excelente, llegaron jugadores de un gran nivel. Pero también estoy orgulloso de haber jugado un papel importante en la progresión de esos futbolistas. El Chelsea y el Manchester United no llamaban a la puerta por Pedro Neto o Matheus cuando llegamos. Y Rayan Aït-Nouri estaba a punto de irse a Francia, pero hablamos mucho con el club para asegurarnos de retenerlo. Queríamos trabajar con él y ayudarle a progresar.
La mayoría de la gente juzga el éxito de un entrenador por goles, puntos y posición en la liga. Está bien, son formas evidentes y vitales de medirlo. Pero los clubes también me pagan para mejorar el valor de sus jugadores. Buscan dirigir un negocio exitoso, así que el aspecto financiero es muy importante. Además de los puntos y la clasificación, estas otras victorias son parte clave de lo que intento hacer como entrenador.

Los logros hasta ahora han sido grandes, pero advierto que estoy muy al inicio de mi carrera como entrenador. He tenido momentos increíbles a buen nivel, pero solo tengo 42 años y sigo en fase de crecimiento como primer entrenador. Mis dos primeros años consistieron en construir con el objetivo de llegar a mayores alturas, lo cual es muy emocionante. Ahora, estoy deseando volver a los banquillos.
Estaba listo para regresar inmediatamente tras salir del Wolves, porque no llevaba entrenando tanto tiempo como para necesitar un descanso. Sin embargo, los dos años y medio iniciales de mi trayectoria como entrenador principal pasaron tan rápido que fue difícil reflexionar adecuadamente. Lo intentas mientras estás en el meollo, pero la verdad es que no tienes tiempo para pensar de verdad. El descanso me permitió frenar y analizar lo que hice bien y lo que necesitaba mejorar. Por ejemplo, hay cosas que suceden temprano en tu carrera que no parecen importantes, pero más adelante se vuelven mucho más relevantes y de ellas aprendes.
He aprovechado mucho este tiempo libre, incluyendo viajes fantásticos para visitar a gente estupenda. Estoy muy agradecido por haber podido pasar un día entero en el Manchester City con Pep. Allí pude ver una sesión completa y luego pasar la tarde y la noche con ellos después del entrenamiento.
"Me aseguro de ver todos los partidos de la Premier League. Hago dos diarios con cámara gran angular para estar al tanto de todo"
También aprendí más de cultura de equipo haciendo una visita a los campeones mundiales de Rugby League, Wigan Warriors. Su entrenador, Matt Peet, ha tenido un éxito increíble. La cultura del rugby comparada con la del fútbol me fascina. Es muy diferente, pero me ayudó a aprender cómo generar unidad en un vestuario.
Lo más importante para mí es la cultura del equipo y lo que representa. Tácticamente puedes ser flexible: quizá una semana seamos más agresivos que otra, según los rivales. Pero al defender, todos debemos defender juntos; al atacar, todos atacamos juntos. En momentos difíciles, ¿cómo respondemos? ¿Cómo nos comportamos cuando ganamos? Todo eso se basa en la cultura del equipo.
Todos los equipos en la Premier League tienen talento y entrenadores tácticamente capacitados. Pero los equipos que logran grandes cosas tienen algo más: unidad, no darse por vencidos nunca. Si vas 2-0 abajo, mantener la actitud de que eso no se convierta en 3-0. Si el árbitro comete un error, ¿cómo respondemos? Hay que recuperar la concentración rápidamente y enfocarse en la siguiente acción. Se trata de crear eso en el vestuario y ayudar a los jugadores a entender tácticamente cómo debe funcionar el equipo. Un equipo que represente lo que yo defiendo es clave.

He realizado viajes de aprendizaje al extranjero en los últimos meses, además de sostener reuniones con mi cuerpo técnico, en las que hemos repasado los partidos del Wolves en los que hemos tenido éxito y en los que no tanto. Por ejemplo, hemos trabajado mucho en las jugadas a balón parado, una parte enorme del juego, para mejorar nuestro rendimiento.
He intentado cubrirlo todo en los últimos once meses. Es mucho tiempo cuando cada día puedes trabajar para mejorar, incluyendo estar al día de la Premier League, una liga que tácticamente evoluciona rápido. Si desconectas entre trabajos, cuando vuelves Chelsea, Manchester City, Liverpool, Arsenal y los demás no están igual que antes. Por eso veo todos los partidos de la Premier League, dos diarios con cámara gran angular, para estar completamente al tanto.
Aún queda mucho por venir de mí y de mi cuerpo técnico. Como jugador debuté a los 16 años, así que dos años y medio después de mi debut seguía siendo un jugador de academia. De la misma manera, haber estado un par de años como entrenador principal aún ofrece muchas oportunidades de crecimiento. Por eso estoy aprovechando el tiempo para retornar siendo mejor entrenador.
"La situación financiera del club nos obligaba a mejorar y aprovechar al máximo lo que teníamos"
Esperemos que en el próximo trabajo tengamos oportunidad de sumar al grupo. En Bournemouth estábamos recién ascendidos y atravesando un proceso de compra del club, así que incorporar jugadores que encajaran fue complicado. Fichamos a Antoine Semenyo e Illia Zabarnyi. Lamentablemente, Zabarnyi sufrió una lesión y Semenyo una fractura en la pierna, por lo que no pudimos aprovecharlos plenamente.
En el Wolves la situación financiera nos obligaba a usar al máximo lo que teníamos. Por ejemplo, Pedro Neto estaba en la banda derecha, pero no había velocidad en ambos lados, así que tuvimos que ser tácticamente inteligentes para usar lo que había.

En nuestro próximo trabajo nos esforzaremos al máximo dentro y fuera del campo para mejorar a los jugadores que tengamos a nuestra disposición. Si conseguimos el derecho a tener tiempo, podremos añadir nuevas piezas y progresar al siguiente nivel.
No me comparo con otros, solo quiero mejorar constantemente y ser lo mejor que pueda. Cuando era niño en un patio de Londres, si me hubieran dicho que llegaría aquí, me habría reído. No habría imaginado poder jugar 20 años en las dos principales divisiones inglesas y luego entrenar en la Premier League.
Estoy abierto a llevar mi trayectoria como entrenador a donde sea. Me encanta la Premier League y es lo único que he conocido, pero estoy abierto a entrenar en cualquier parte del mundo. Ahora hago todo lo posible para estar mejor preparado para mi próximo rol. Eso es en lo que me concentro.
Gary O'Neil