Rafael Leão
AC Milan, 2019-Presente
El Perfil:
El renacimiento del AC Milan en la Serie A con la conquista del Scudetto en la temporada 2021/22 tiene varios protagonistas destacados. Uno de ellos Rafael Leão. Un jugador más de la prolífica cantera de talentos del fútbol portugués. En este caso formado en el Sporting de Lisboa bajo el perfil de un atacante de banda.
En el verano de 2018 firmó por el LOSC Lille de la Ligue 1, anotando 8 goles en 26 partidos. Una actuación que lo llevó tan solo un año después a ser jugador del AC Milan como objetivo principal para la reconstrucción pretendida por el equipo italiano. Con solo 20 años y después de un traspaso de 30 millones, Leão, sin embargo, acusó la presión en sus dos primeras temporadas en la Serie A, donde no pasó de los 6 goles por campaña.
Su explosión llegaría en la 2021/22, donde se mostró como pieza fundamental en el ataque rossonero tanto con sus goles como con sus asistencias. “Tiene más goles en las piernas, incluso más que el año pasado. Ha crecido mucho sin balón, ahora tiene que poder ocupar mejor el área”, ha señalado su entrenador, Stefano Pioli sobre un jugador por el que se ha llegado a hablar de un posible traspaso a clubes de la Premier League por un valor de 150 millones de euros.
Análisis técnico:
Leão tiene unas condiciones naturales específicas en su juego que le permiten actuar hasta en tres posiciones diferentes en ataque: extremo izquierdo, segundo delantero o delantero centro. Una cuestión que, por otro lado, abre el debate sobre cuál es realmente la posición donde puede alcanzar su mayor nivel.
Ese condicionante, la dificultad de definirlo bajo solo una posición, ha sido algo que Pioli ha convertido en una ventaja, tanto para el jugador como para el AC Milan. Y lo ha hecho aprovechando su larga zancada, unida a su capacidad de asociación y llegada desde segunda línea —más que permanecer dentro en el área—, para convertirlo en una figura de atacante moderno, alejado del clásico ‘9’ italiano.
De ese modo, en la temporada 2021/22, a las órdenes de Pioli comenzó partiendo desde el perfil izquierdo (abajo). Pero con total libertad de movimientos por todo el frente de ataque. Así, se puede decir que ocupó la posición de extremo izquierdo en el AC Milan que se llevó el Scudetto. Sin embargo, su libertad posicional y los mapas de calor indican que fue jugando por detrás del delantero principal, Olivier Giroud o Zlatan Ibrahimovic, desde donde tuvo más participación.
Desde el costado izquierdo, Leão convirtió 11 goles en la temporada 2021/22. Mucho más que los mencionados 6 de media que había firmado en cada una de las dos temporadas anteriores. Esto viene a reflejar la consecución de quitarse la presión de tener que actuar como principal referencia ofensiva. Pareció alcanzar una madurez mayor entendiendo los espacios que tiene ocupar, algo que lo ha convertido en un jugador más efectivo en el área rival.
Sin embargo, sus acertados números en la Serie A 2021/22 como goleador no significan que ese pueda ser su mejor registro posible. El jugador milanista aún tiene margen de mejora en la capacidad de definición, faceta donde marcan diferencian los grandes atacantes. Ser más decisivo en este apartado sin duda le ayudará a acercarse a ese siguiente nivel.
Sí presenta ya al nivel de los mejores atacantes la potencia y regate, dos armas que utiliza insistentemente por el bien de su equipo. En el AC Milan son conscientes de que cuando Leão recoge el balón pegado a la línea de cal, la diagonal en conducción está asegurada.
Una diagonal que traza no solo para buscar el habitual pase entre líneas o disparo a puerta, sino que, gracias a su potencia y regate, también la hace ganar el espacio a la espalda de los defensas o sortearlos (abajo). Acción que le lleva a finalizar él mismo muchas de las jugadas que arranca desde la línea de fondo. También para asistir de cara a sus compañeros —dio 10 asistencias en la temporada 2021/22—.
La verticalidad que demanda Pioli a su equipo es otro de los aspectos importantes que han hecho explotar al atacante portugués. Y es que el juego de transiciones que impone el equipo rossonero validan aún más los registros de Leão en el ámbito ofensivo.
Sin tener una gran capacidad de asociación, ni ser un jugador resolutivo en espacios reducidos o en la filtración de balones entre líneas para los delanteros, el portugués utiliza su velocidad y conducción para las situaciones de contraataque. Dos virtudes que se complementan a la perfección con el estilo de juego que propone el técnico italiano.
Aunque no es un delantero referencia, como hemos señalado, sí posee muchos de los atributos, sobre todo en relación a su complexión física. Sobre todo, por su casi metro noventa de estatura y un buen juego de espaldas. Esto le hace ser muy productivo cuando su equipo necesita ir a campo contrario para quitarse la presión del rival. También como mecanismo para atacar cuando su equipo no puede progresar con el balón línea por línea (abajo).
Su altura y corpulencia, unidas a su potencia en el juego aéreo, también le permiten sacar múltiples ventajas en estas disputas o balones divididos. Acciones en las que con su agresividad resulta ganador en muchos de esos duelos ofensivos.
Rol sin balón:
Uno de los movimientos que Leão tiene automatizados en el AC Milan es buscar ir a recibir a pie del lateral izquierdo, Theo Hernández. También variar la carrera para esprintar al espacio que se genera en la espalda del lateral rival.
Además, su esfuerzo sin balón es otro de los aportes positivos que se pueden incluir en su juego. Sin tener demasiadas cualidades en el aspecto defensivo, no rehúye las ayudas tanto con el balón en movimiento como cuando tiene que colaborar para tapar el desdoblamiento de su par, como en los balones parados, donde impone su altura y potencia en el cuerpo a cuerpo (abajo).
La madurez que va adquiriendo se puede observar también en los movimientos y posicionamiento que realiza cuando su equipo no es poseedor del balón.
Además de las señaladas ayudas defensivas, el estar bien ubicado para poder recibir el balón en fase ofensiva hace que tácticamente sea un jugador inteligente. Ofrece constantemente una línea de pase o una alternativa a su equipo. Se trata de aspectos que enriquecen mucho al futbolista tácticamente y solventan las posibles salidas en ataque para Pioli.
Encontrar la conexión con Cristiano Ronaldo:
En una selección de Portugal con un elenco de estrellas en ataque, Leão ha ido ganándose un hueco poco a poco. Un equipo donde ha ido adoptando una posición similar a la que desarrollado en el AC Milán.
Quizá la salvedad es que la libertad de movimientos que tiene en el conjunto italiano se ve reducida mínimamente en Portugal. Esto debido a la gran transcendencia en el juego de Cristiano Ronaldo. Además, el mejor pie en la medular de Portugal con futbolistas como Bernardo Silva, João Moutinho o Bruno Fernandes hacen que la verticalidad que propone el Milan también se vea reducida en el combinado portugués; un equipo que apuesta más por madurar la jugada.
De ese modo, el estilo de juego de Portugal invita a que Leão permanezca más tiempo anclado a la posición de extremo izquierdo, esperando un balón que le permita encarar o buscar una finalización hacía adentro (abajo).
Si bien para Pioli es un titular indiscutible en el equipo rossonero, el seleccionador Fernando Santos le concede su confianza, pero con matices. Y es que Diogo Jota es el otro futbolista que opta a ocupar esa posición de extremo izquierdo y que, por el momento, le tiene ganada la partida a Leão.
No obstante, y aunque los registros de los jugadores son diferentes —Jota busca más la asociación y convertirse en un mediapunta más al uso, mientras que Leão es más llegador y cercano al área— la figura de Cristiano Ronaldo es decisiva en la definición de su acompañante, y por el momento parece que tiene más feeling en ataque con el juego de Jota que con el de Leão.
Aún con unos meses por delante para que dé comienzo el Mundial, el jugador del Milan tendrá que trabajar para pasar de ser una alternativa en ataque a formar la dupla ofensiva con Cristiano Ronaldo, en el que se vaticina será el último campeonato mundialista del cinco veces ganador del Balón de Oro.
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Redacción: The Coaches' Voice