AURELIEn tchouaméni
Real Madrid, 2022-Presente
El Perfil:
Aurélien Tchouaméni es la nueva gran contratación del Real Madrid, por un valor que asciende a 80 millones de euros más 20 en variables. Un jugador procedente del Mónaco, equipo donde explotaron futbolistas como Kylian Mbappé y Tiémoué Bakayoko, o anteriormente Jérome Rothen y Patrice Evra, e incluso Thierry Henry. A sus 22 años, Tchouaméni, como ya pasó también con esos mencionados jugadores, se convirtió en el objetivo de los principales clubes de Europa, ganando finalmente el pulso por su fichaje el vigente campeón de la Champions League.
El centrocampista francés ha elevado espectacularmente su valor en apenas dos temporadas, ya que fue firmado desde el Girondins de Burdeos en enero de 2020 por una cifra cercana a los 18 millones de euros. "Aurélien es un jugador de primera clase mundial. Tiene un enorme potencial y mucho autocontrol. Los jugadores jóvenes también están saliendo adelante y eso es genial", ha destacado sobre él Didier Deschamps, seleccionador de Francia.
Análisis táctico:
El diestro Tchouaméni puede desarrollar tanto la función de centrocampista defensivo como la de centrocampista con mentalidad ofensiva. Esta última posición le permite superar líneas rivales desde el centro del campo con pases entre líneas o por encima de los defensas rivales.
También destaca por su buen desplazamiento en largo para cambiar la orientación del juego. Un rango de pases con el que sorprende en muchas ocasiones a las líneas rivales para encontrar a compañeros cercanos o en territorio más avanzado.
A diferencia de sus precisos cambios de juego sobre un compañero que está estático o en una posición fija, como también en los momentos que juega a los pies de un compañero; sus desplazamientos en largo a través del centro del campo pueden no alcanzar el objetivo deseado si no son ejecutados con la sincronización correcta en relación a los movimientos de su compañero o con la velocidad necesaria.
No obstante, es capaz de girar el juego de un lado a otro a través del movimiento de su cuerpo para encontrar a sus compañeros en profundidad por las bandas (abajo). Lo hace con una sincronización admirable para aprovechar los espacios entre los centrocampistas rivales. Estas acciones las ejecuta con regularidad cuando adopta posiciones más retrasadas para ofrecerse como enlace con la defensa.
Una alternativa en su juego consiste en retener la posesión para atraer a los rivales hacia él y generar tiempo y espacio para que sus compañeros de ataque tomen posiciones avanzadas en las que pueden recibir el balón con ventaja (abajo). Su interpretación del juego para no verse atrapado por un rival cuando sus compañeros progresan, aumentan su responsabilidad como principal lanzador de las transiciones.
En el apartado defensivo, Tchouaméni es un jugador combativo, presiona a los rivales con agresividad y es lo suficientemente rápido para hacer intercepciones, como también fuerte en los duelos individuales. Su capacidad de abarcar terreno se complementa con su lectura del juego y, por tanto, la interpretación correcta para reconocer cuándo liberar la marca sobre un oponente para dirigirse hacia otro.
En algunas ocasiones, Tchouaméni va al suelo para deslizarse y realizar intercepciones que de otro modo estarían fuera de su alcance (abajo), pero cuando lo hace también es más difícil asegurar y retener el balón. Una acción donde a menudo requiere tanto el apoyo de sus compañeros como menos rivales a su alrededor. Mientras, en duelos individuales, tiene la agilidad para no verse superado en la salida por ambos perfiles, lo que dificulta al rival la capacidad de regatearlo.
Cuando se enfrenta a un adversario que apuesta por la velocidad para superarlo, intenta utilizar sus brazos para desequilibrarlo sin concederle una falta. Como alternativa ha demostrado ser capaz tanto de temporizar la acción rival al igual que de seguir a sus adversarios. Otro enfoque consiste en cortar el juego del rival con alguna falta táctica para impedir que los rivales puedan avanzar en ataque.
Cuál era su rol en el Mónaco:
Tchouaméni solía actuar como centrocampista defensivo junto a Jean Lucas, Youssof Fofana o Eliot Matazo en un 4-2-3-1 o 4-4-2. Los laterales superpuestos contribuían en gran medida a la estructura de ataque del Mónaco. Así, si Caio Henrique se adelantaba desde el lateral izquierdo y el extremo correspondiente se desplazaba hacia el interior, Tchouaméni solía cubrirle la espalda, y aprovechaba la opción de pase adicional que representa el extremo izquierdo en zonas centrales.
Cuando los adversarios adoptaban formas más compactas para restringir las opciones del Mónaco a través de los pasillos centrales, la capacidad de Tchouaméni para dar pases en relación a la carrera de Henrique (abajo) resultaba valiosa. Les ayudaba a progresar alrededor o por encima de los bloques defensivos resistentes. Desde una posición similar, también demostraba ser capaz de cambiar el juego hacia la derecha.
El Mónaco atacaba regularmente con una forma asimétrica que implicaba que Rubén Aguilar mantuviese su posición en el lateral derecho o que se moviera hacia el interior para formar una zaga de tres. En este último caso, Tchouaméni disponía de mayor libertad para permanecer ligeramente más adelantado y ofrecer una opción de pase más amplia, sin dejar de cubrir la espalda a Henrique.
Es cuando atacaba orientado hacia la derecha cuando Tchouaméni realizaba pases más efectivos y cercanos, combinándose mejor con los jugadores que le rodeaban para hacer progresar la posesión hacia el último tercio de campo. Unas acciones potencialmente desarrolladas con pases entre líneas por el interior. El hecho de que el extremo derecho del Mónaco permaneciera a menudo en la banda significa que lo libera con la misma regularidad para atacar él mismo al lateral contrario.
Cuando lo hacía, el centrocampista francés rara vez realizaba carreras hacia delante por el pasillo interior porque, en su lugar, da prioridad a proporcionar cobertura y ofrecer una línea de pase desde una posición más avanzada, mientras Aguilar permanecía replegado.
Tchouaméni, que solía ser el jugador del Mónaco que más pases ejecutaba en el último tercio del campo, también registraba algunos de los mejores números del equipo en cuanto a interceptaciones y a ganar duelos defensivos.
Generalmente adoptaba la posición más retrasada de los dos centrocampistas defensivos (arriba), y por ello era más responsable de las coberturas, de las ayudas a la defensa y de ganar las segundas jugadas en el juego directo del rival.
En las tareas sin balón, es más probable que presionara de manera individual y que defienda con agresividad cuando cubra todo el campo, tal vez por detrás de su lateral izquierdo, desde donde intentaba recuperar el balón en ese lado del campo. En el caso de que el adversario intentara recortar hacia el interior, se comprometía a desafiarlo con agresividad antes de intentar recuperar su posición defensiva.
Sus acciones defensivas en la banda derecha implicaban que pudiera realizar carreras de recuperación; seguir a los oponentes; ofrecer una segunda marca y cerrar cualquier opción de pase sobre zonas interiores.