"Tenía la necesidad de hacerlo, la curiosidad de saber si realmente estaba preparado para jugar a ese nivel"
1996 es un año inolvidable en la historia del Atlético de Madrid, con la conquista de la Liga y Copa del Rey. Y Milinko Pantic fue uno de los jugadores capitales para tal conquista, marcando, entre otros importantes partidos, en la final de Copa ante el Barcelona.
En este primer capítulo de la entrevista con The Coaches' Voice, el exjugador rojiblanco relata todo lo ocurrido antes de llegar a ese momento, con Radomir Antic como gran artífice de su contratación. Una relación que comenzó años atrás, en el Partizán de Belgrado. "Nuestro segundo entrenador era Antic. Después de un tiempo, él se fue a la Liga española, con el Real Zaragoza, y yo a jugar a Grecia, al Panionios. Ya en Grecia recibí una llamada suya. Quería saber qué tal estaba siendo mi rendimiento en la liga griega. Yo le conté que mi adaptación había sido muy buena. Pero antes de que pudiera empezar la siguiente frase, Antic me pidió algún vídeo para ver cómo estaba jugando en el Panionios.“Entrenador, eso va a ser muy difícil, aquí nadie guarda ese tipo de cosas”, le contesté. Un tiempo después fuimos a jugar a Atenas, y ahí me encontré a un periodista griego, que trabajaba en la televisión nacional del país y con el que tenía relación. Se me ocurrió preguntarle si él podía encontrar algo mío y, sin ningún interés, se puso a preparar como pudo una cinta de mis cuatros años en Grecia".
El resultado de ese vídeo desencadenó todo lo que llegaría después. "No pasaron ni dos días cuando me volvió a llamar a casa Antic para decirme que no firmara nada. “Ahora estoy negociando con algunos equipos y quiero que estés conmigo”, me dijo. El entrenador serbio cumplió su promesa cuando firmó por el Atlético de Madrid, contratando para el equipo a Pantic, por entonces jugador referencial del Panionios.
"Llamé al presidente (del Panionios), y él, llorando como un niño, me pidió por favor que me quedara. “Presidente tengo que probar”. “Sé cómo es Jesús Gil y todo lo que se habla de él como presidente del Atlético, pero tengo que probar. Creo que valgo para esto”. Tenía la necesidad de hacerlo. La curiosidad de saber si realmente estaba preparado para jugar a ese nivel. Cuando firmé con Partizan con 19 años yo era un talento, uno de los más grandes jugadores del país, pero por una cosa u otra no exploté allí. Y tenía ganas de mostrarme y demostrar a los demás que era un jugador para un equipo grande.
Firmé con 29 años por el Atlético, en el verano de 1995. Tal vez un poco tarde, pero fueron tres años muy buenos. Especialmente el primero, el año del “doblete” con Antic al frente de todo".