Análisis táctico:
Cancelo ha sido utilizado habitualmente como lateral derecho a lo largo de su carrera, pero ha demostrado ser una opción versátil y con una enorme capacidad de adaptación en los diferentes clubes donde ha jugado, algo que aumentó su atractivo para Guardiola antes de su fichaje por el City. Es capaz de jugar tanto de lateral como de extremo por la derecha, también actuando como lateral izquierdo con el City en varios partidos. Sin embargo, se siente tan cómodo con el balón que se ha convertido con Guardiola en uno de sus jugadores híbridos, compaginando la función de lateral y con la de centrocampista en un mismo partido.
Cuando juega como un lateral tradicional -tradicional en el sentido de que mantiene su posición en banda sin pasar al mediocampo-, calcula bien sus carreras hacia delante. Tiende a adelantarse cuando tiene la posesión del balón en lugar de desdoblar por el exterior a un compañero, y prefiere recibir el balón al pie en lugar de perseguir los balones. Con balón, es tan capaz de cortar por dentro desde la derecha como de ir por fuera, y regularmente buscará centrar con su izquierda -pie más débil- o conducir hacia el interior del lateral izquierdo rival para combinar con los jugadores más adelantados.
Es muy fuerte en el regate y esta habilidad, combinada con el hecho de que se siente seguro en posesión del balón con ambos pies, hace que sea extremadamente difícil defenderse de sus avances. Es muy hábil en el regate en estático, y puede centrar con ambos pies, por lo que es muy bueno para encontrar la manera de colocar el balón en el área rival después de haber recibido un pase a los pies. Los centros los lanza a gran velocidad, evitando ponerlos a demasiada altura, y apuntando a un compañero concreto, con la esperanza de que pueda aprovechar esa velocidad para guiar el balón hacia la portería.

Asimismo, se siente muy cómodo en la posesión del balón y muestra una impresionante compostura bajo presión del rival, driblando a su marcador para salir de los problemas, incluso en campo propio. Sus compañeros pueden confiarle el balón en zonas muy pobladas, y también es muy hábil a la hora de asegurar la posesión para su equipo tras un despeje del rival. Muestra una buena anticipación para saber el lugar donde caerá el balón y lo amortigua con verdadera habilidad -a menudo con la cabeza- para tenerlo bajo control y poder lanzar inmediatamente otro nuevo ataque (abajo).
En el plano defensivo, comprende bien sus responsabilidades y reduce al mínimo el espacio entre él y los centrales cuando el rival tiene el balón. Cuando se descuelga de la línea defensiva, suele ser porque ha detectado una oportunidad de interceptación.