Liverpool
Mundial de Clubes de la FIFA 2019
El Mundial de Clubes de la FIFA 2019 cuenta con la participación de un equipo inglés por primera vez desde 2012, cuando el Chelsea quedó segundo por detrás del Corinthians brasileño. El Liverpool, cuya única aparición anterior se produjo en 2005, tras su triunfal remontada ante el AC Milan en Estambul, se incorpora a la competición en semifinales.
El Liverpool se enfrenta en la cita de semifinales a Monterrey (abajo), campeón en la Champions CONCACAF después de su victoria ante Tigres en la final. Un título que "Rayados" ya levantó tres veces de manera consecutiva desde 2011 hasta 2013. En la otra semifinal, Brasil también vuelve a tener representación después de que Flamengo ganara la Copa Libertadores el mes pasado ante River Plate, campeón de la competencia sudamericana los dos años anteriores.
Jürgen Klopp viaja a Qatar con la esperanza de conseguir un nuevo título en 2019, después de ganar la Champions League y la Supercopa de Europa. Una fuente constante de éxito durante el mandato de Klopp ha sido, sin duda, la fusión de sus tres delanteros, alimentados constantemente por los laterales y las llegadas de los centrocampistas centrales. De los 42 goles del Liverpool en Premier League hasta la fecha, Sadio Mané, Roberto Firmino y Mo Salah representan exactamente el 50% de ellos, con hasta diez jugadores que han hecho al menos un gol esta temporada.
Su calidad individual en el desarrollo de sus funciones ofensivas la convierte en la unidad de ataque más completa del fútbol mundial, y su carácter despiadado contribuirá, sin duda, a la conquista de otro trofeo esta temporada bajo la dirección de Klopp.
Roberto Firmino:
El jugador más veterano del tridente atacante (28 años) y el que también lleva más tiempo en el club, desde 2015. El papel de Firmino como delantero centro se ha convertido en una pieza clave en el rompecabezas ofensivo de los Reds, generador de asistencias-56 en 217 partidos con el Liverpool- desde una posición cada vez más retrasada, lo que ha reforzado aún más su papel como falso 9.
Inicialmente, las ayudas defensivas de Firmino facilitaron que el Liverpool dominara los momentos de transición, ya que a lo largo de la temporada 2017/18 el equipo de Klopp fue letal después de la recuperación tras pérdida. El delantero brasileño a menudo fue situado muy arriba para recuperar el balón lo más cerca posible del área rival, un rol que le llevó a ser esa temporada el segundo máximo jugador del equipo con más duelos ganados, -67-, superando ampliamente en este apartado a Salah y Mané.
Pero a medida que el Liverpool fue progresando hacia un enfoque basado en la posesión la temporada siguiente -y que mantiene actualmente-, Firmino ha ido retrasando su posición durante la fase de construcción de juego, viendo así como su capacidad de recuperación se ha reducido -también por la mejora de Salah y Mané en tareas defensivas-. Sin embargo, no ha disminuido la calidad de un jugador que es capaz de adaptar su posición y su juego para apoyar a su equipo siempre que sea necesario.
En esta temporada 2019/20, sus movimientos de asociación le hacen recibir más cerca del pivote simple o doble pivote (arriba), permitiendo esos movimientos que Salah y Mané corran en diagonal al lado débil de su marcador o haciendo que ambos jugadores puedan permanecer más tiempo en posiciones adelantadas.
Esto se debe en parte a la mayor paciencia del Liverpool en la construcción del juego, ya que los Reds mantienen una estructura por dentro de 3 contra 3 en el mediocampo, con Jordan Henderson, James Milner o Georginio Wijnaldum que a menudo se desplazan a banda para las coberturas a los laterales. Pero Henderson y Wijnaldum también han mostrado grandes capacidades ofensivas para atacar a través de los canales internos o en zonas más amplias, con Henderson ofreciendo carreras en profundidad desde la derecha para proporcionar centros y Wijnaldum buscando combinar desde la izquierda.
Pero una vez más, con Firmino más retrasado para permitir estos avances de los interiores, la capacidad del brasileño para romper líneas en carrera y apoyar los ataques en profundidad le llevan a contribuir en gran medida al juego de ataque del Liverpool. Sus movimientos y posicionamiento lejos de los defensores centrales rivales se convierten en el enlace clave para dar espacios a Mané y Salah. Por otro lado, a partir de este papel de mediapunta sus atributos defensivos para presionar y la recuperación de balón son más evidentes, especialmente cuando ejerce como primer o segundo jugador en la presión del Liverpool.
Mo Salah:
Su papel ofensivo también ha dado muestras de versatilidad esta temporada. En su primer año con el Liverpool jugó como un extremo a pierna cambiada, recibiendo casi siempre cerca de la línea de cal en banda derecha. Luego fue moviéndose hacia adentro con el balón, atacando al lateral rival en diagonal para combinar después con sus compañeros o atacar directamente la portería él mismo.
Pero la aparición de Trent Alexander-Arnold en el lateral derecho le llevó a moverse por dentro, ejerciendo en muchas ocasiones como delantero centro cuando Klopp comenzó a utilizar una estructura 4-2-3-1, con el doble pivote proporcionando seguridad defensiva y el equilibrio perfecto para los avances simultáneos de los laterales. Sin embargo, esta temporada 2019/20 se ha visto a Salah desarrollarse en diferente roles, sobre todo porque el Liverpool sigue construyendo con una posesión más sostenida y la aparición más frecuente de Henderson en ataque se ha producido desde este lado derecho (abajo).
Las combinaciones interiores de Salah -antes con Firmino o Mané, y ahora más a menudo con el interior- siguen siendo una característica clave de su juego ofensivo. Aunque el desdoblamiento de Alexander-Arnold es ahora más conservador, el lateral inglés todavía puede ofrecer centros al área desde una posición más retrasada, a lo que Salah también ha demostrado su instinto goleador, con los movimientos directos como principal amenaza, a menudo apoyados por Mané.
No obstante, con las incorporaciones de Alex Oxlade-Chamberlain y Naby Keita -ambos recuperados después de un largo periodo de lesión- como interiores derechos, es posible que Salah todavía tenga que adaptar de nuevo su posición, ya que Chamberlain y Keïta ofrecen una nueva y vertical amenaza desde el perfil derecho.
De cara al Mundial de Clubes, la lesión de Fabinho puede hacer que Henderson juegue como pivote defensivo en el medio del campo. Esto también debería significar que Chamberlain y Keïta probablemente jugarán por el canal interior derecho, Mané por la izquierda y Firmino desarrollando sus habituales movimientos de asociación. De este modo, Salah tendrá que moverse hacia un papel más central en ataque, siendo así la principal amenaza del Liverpool arriba.
Sadio Mané:
La ocupación de Mané del perfil izquierdo también ha experimentado un cambio desde su llegada. Comprado inicialmente como extremo derecho para la transición defensa-ataque, la llegada de Salah y la aparición de los respectivos laterales llevaron al jugador africano a jugar por dentro arrancado desde la izquierda.
Con Robertson como el jugador más atlético de los dos laterales titulares, la posición de Mané desde la izquierda se mantiene mucho más conectada con la del jugador escocés, ya que este último ofrece carreras de superposición de manera continua. Pero tanto Mané como Robertson también trabajan incansablemente en tareas defensivas, enfocados en la recuperación de balón.
Las centros de Robertson a menudo llegan después de una carrera en profundidad y tras combinar con su compañero de banda, siendo Mané uno de los principales candidatos a recibir el pase. Mientras, desde la derecha, las entregas de Trent tienen mucha más precisión, control y variedad, permitiendo al perfil derecho en defensa más amplitud de posiciones, un aspecto que tal vez ha contribuido a que ese perfil tenga menos profundidad esta temporada 2019/2020.
Y como Trent puede proporcionar centros tanto con oposición como sin ella, Salah puede penetrar antes y permanecer arriba más tiempo. Mientras que Robertson a menudo necesita un apoyo en banda antes de buscar el centro. Aquí, Mané mantiene su posición cerca de banda en la izquierda, retrasando sus carreras por dentro a medida que Firmino gira.
Con Fabinho como único pivote en el medio del campo, apoyado por la sociedad Henderson-Wijnaldum, Mané se ha convertido a veces en un segundo delantero con Firmino. Ayudando a encabezar el ataque cerca de Salah, todavía puede proporcionar apoyo para que Robertson pueda llegar al ataque con sus carreras de superposición en banda.
Los movimientos centrales del Mané desde una posición interior le dan al Liverpool una dimensión ofensiva alternativa, ya que el internacional senegalés puede deslizarse a través de las diferentes unidades rivales y rompe las líneas corriendo con el balón. A los Reds les ha faltado esto por la derecha hasta que Oxlade-Chamberlain, y Keita en particular, han vuelto a la acción en el primer equipo, y el Liverpool ha mejorado su habilidad para romper el bloque bajo, especialmente en las acciones de 1 contra 1.
Con jugadores de la talla de Wijnaldum y James Milner como volantes en banda izquierda, las rotaciones de Mané con Robertson -y uno de los dos volantes mencionados- dan al Liverpool un apoyo y una cobertura perfectos detrás del balón, para detener las transiciones detrás del zaguero, pero también una calidad de ataque para apoyar en el área y alrededor de ella (arriba).
Como Firmino también ha demostrado su capacidad para caer en profundidad desde la banda izquierda, Mané puede entonces jugar más tiempo como delantero centro junto con Salah. Desde esta posición ha demostrado progresivamente que puede igualar al jugador egipcio en la variedad en la finalización, con una velocidad y un movimiento electrizante que amenazan tanto en los momentos de transición como ante un bloque defensivo bajo del rival.
Como resultado de su conversión de extremo derecho a delantero centro o segundo delantero, la cuenta goleadora de Mané ha aumentado de 13 y 10 goles en sus dos primeras temporadas en el Liverpool a 22 goles en 2018/19 y 9 en 15 partidos en lo que va de temporada. El Liverpool y Klopp tienen en Mané y Salah dos excelentes finalistas, siendo una pesadilla permanente para las defensas rivales.
Redacción: Héctor García