Análisis Estadístico: La nueva Real Sociedad

El Perfil:

Finalista de la Copa del Rey (se medirá al Athletic Club de Bilbao) y cuarto clasificado en La Liga hasta la fecha, la Real Sociedad es uno de los conjuntos más destacados de la temporada 2019-2020 en España.

A los mandos está Imanol Alguacil (abajo en el vídeo). Entrenador formado en las diferentes categorías de la cantera de la Real, llegó al primer equipo en diciembre de 2018, en sustitución de Asier Garitano, un papel que ya adoptó en marzo del mismo año reemplazando a Eusebio Sacristán.

Con un balance de 8 victorias, 7 empates y 6 derrotas en 21 partidos, la Real Sociedad finalizó en novena posición en la tabla en la temporada 2018-2019, lejos de los puestos comprometidos en los que estaba el equipo a su llegada. Una actuación que llevó a la dirección deportiva de la Real a decidirse por él de manera definitiva como primer entrenador. Su contrato, después de una ampliación el pasado mes de enero, se prolonga al menos hasta junio de 2021.

Los números:

Hasta la fecha, la Real ha mejorado los guarismos de la campaña anterior. Acumula 14 victorias, 9 derrotas y 4 empates en La Liga, y ha firmado pleno de victorias (7) en las eliminatorias de la Copa del Rey.

A diferencia de experiencias anteriores, cuando llegó con la temporada comenzada, Imanol esta vez pudo trabajar desde el primer día con el equipo, asentando los principios de su estilo de juego, basados principalmente en la posesión (una media de 54% por partido) y el ataque (13 disparos a puerta). A eso se sumó también la llegada de diferentes jugadores que han permitido potenciar este estilo, como Robin Le Normand y Ander Guevara, desde la Real B y a los que Imanol conocía bien de su etapa en el segundo equipo, o Martin Odegaard, cedido por el Real Madrid.

Todos esos nombres se añadían a los jugadores con buen pie que ya tenía el equipo, como son Diego Llorente, Mikel Merino y Mikel Ozaryabal.

Esto ha permitido crecer en las estadísticas relacionadas con el juego de asociación. Así, de los 433 pases por partido en la 2018-2019, la Real llega ahora a los 480, situándose como cuarto equipo de la Liga en ese apartado, misma posición que ocupa en la tabla clasificatoria (46 puntos).

Por otro lado, el aumento del número de pases ha incrementado también las diferentes estadísticas ofensivas de la Real Sociedad respecto a la pasada temporada. Se sitúa como tercer máximo goleador del campeonato con 45 tantos, solo superado por el Barcelona (63) y el Real Madrid (49). Esto ha elevado la media a 1,92 goles por partido frente los 1,2 de la temporada anterior.

Con el 4-2-3-1 (arriba) como sistema más repetido, también ha jugado en muchas ocasiones con un 4-3-3, la Real apuesta por una construcción de juego basada principalmente en pases cortos y seguros: 430 por partido con un acierto del 85%. Mientras, solo realiza 54 pases en juego directo, donde la efectividad se reduce a un 11%.

Una idea de juego que se mantiene independiente del escenario, ya que apenas varía ligeramente estas estadísticas tanto fuera como dentro de casa, desarrollando la mayoría de las acciones en medio del campo, con un 44%. Defensa y ataque se reparten por igual el 28%.

Salida de juego desde la defensa:

Según datos de Instat, Álex Remiro se sitúa entre los arqueros de La Liga con más participación en la construcción de juego de su equipo, una media de 14 pases en juego abierto por partido (abajo). Supera así, por ejemplo, a Marc-André Ter Stegen (Barcelona), uno de los guardametas referentes en el juego con los pies, quien llega a los 12.

Los principales receptores de esos pases son Le Normard y Llorente, los dos centrales más utilizados por Imanol en el once titular esta temporada y ambos, principalmente, con una circulación de balón sencilla y segura.

En horizontal para jugar entre ellos, más adelante para conectar con el pivote en medio campo o dando salida en diagonal a los laterales más cercanos. Le Normand con Nacho Monreal en el perfil izquierdo, desde donde la Real construye el 27% de sus ataques, y Llorente con Joseba Zaldua, con un 39% en el origen de las acciones ofensivas.

Mediocampo:

En el doble pivote, la Real juega con futbolistas de corte diferente. Igor Zubeldia es posicional y con un rol más defensivo, sobre todo en el 4-3-3, para proteger los posibles contragolpes o replegar en caso de pérdida de balón. Esta capacidad defensiva le ha llevado también en algunos partidos a jugar como central.

En la gestión de la posesión, su función principal es conectar la defensa con sus compañeros mediante pases de seguridad (89% de pases acertados). Un perfil similar mantiene Ander Guevara, también utilizado por Imanol para esa función de centrocampista defensivo (23 partidos) y asociación en corto, con 44 pases por partido y un 88% de acierto.

Mikel Merino, por su parte, desarrolla una función más creativa y arriesgada dentro del eje del mediocampo a la hora de sacar el balón y la distribución, con 80% de efectividad en un total de 50 pases por partido. Suma también, y a pesar de su corpulencia (1,88 metros), una gestión hábil del balón para asociarse con los atacantes o llegar a los metros finales con claridad (4 goles).

Por delante de ambos se encuentra Martin Odegaard, quien lidera la estadística de pases de la Real Sociedad, 55 por partido y un 83% de efectividad. El jugador noruego, además, presenta un alto acierto en el juego vertical: 55% sobre 136 pases clave. Un dato que se traduce en 8 asistencias de gol.

Ataque:

Independientemente del 4-2-3-1 o 4-3-3, Alguacil mantiene dos extremos ofensivos, pero también diferentes a la hora de relacionarse con el balón. Oyarzabal, por la izquierda, es un jugador que participa más en la asociación con el mediocampo (29,8 pases y un 76% de acierto), añadiendo además pegada en los metros finales (9 asistencias y 11 goles).

Mientras tanto, el carril derecho es ocupado por Portu. Delantero con mucha movilidad en su etapa en el Girona, en la Real interviene en banda, donde su juego sigue siendo directo: 19 pases por partido y 75% de efectividad. Dentro de su perfil atacante añade la diagonal para doblar al delantero centro y facilidad de resolución en los metros finales: 7 tantos y 10 asistencias.

En relación a los delanteros centro -William José o Alexander Isak-, la capacidad de Odegaard para filtrar pases entre líneas o a la espalda de la defensa rival y el juego interior de los extremos, les permite no tener que desplazarse tanto a zonas intermedias.

De este modo, permanecen más tiempo en los metros finales, casi siempre orientados de cara a la portería rival (arriba). Situación de juego que facilita su labor, ya que necesitan un toque o dos para buscar el disparo o un último pase con un compañero. William José (10 goles) llega a los 15 pases por partido y un 73% de acierto, mientras que Isak (máximo goleador del equipo con 16 tantos) realiza 9,5 pases, con un 77% de acierto.

Redacción: Héctor García