Premier League, 20 de septiembre 2020
Mané (50, 54)
El Liverpool, campeón de la Premier, derrotó al nuevo Chelsea de Frank Lampard. El técnico local optó por dar entrada en el once a Timo Werner y Kai Havertz, las dos grandes contrataciones del equipo 'Blue' para esta temporada. Ambos, sin embargo, con una tibia actuación ante el equipo de Jürgen Klopp, muy seguro en defensa y certero arriba.
La expulsión de Andreas Christensen pocos minutos antes del final del primer tiempo condicionó el sistema del Chelsea, dando más espacios al ataque del Liverpool. En apenas cuatro minutos, Sadio Mané desniveló el partido. El primero gol con un remate de cabeza después de un centro desde la banda de Roberto Firmino y poco después aprovechando un error de Kepa Arrizabalaga en la salida de balón para llevar el balón a la red.
Pudo el Chelsea volver a meterse en el partido, pero lo evitó Alisson con una excepcional parada a Jorginho desde el punto de penalti. Una acción que terminó de cerrar el partido, manteniendo el Liverpool la ventaja. Al margen de la victoria, Klopp también dio entrada a su nueva incorporación, Thiago Alcántara, quien dio muestras de todo lo puede aportar al juego asociativo de los Reds.
4 / 2
DISPAROS / A PUERTA
15 / 5
39 %
Posesión
61 %
514 / 450
Pases / Completados
790 / 704
10 / 0 / 1
Faltas / Amarilla / Roja
6 / 0 / 0
El Chelsea formó en fase ofensiva sobre un 4-3-3 (abajo) con Jorginho, Matteo Kovacic y N' Golo Kanté en la línea del medio del campo, apostando Lampard en ataque por dos de las rutilantes incorporaciones para esta temporada: Timo Werner y Kai Havertz. Acompañados los jugadores alemanes por el canterano Mason Mount.
La estructura ofensiva del Chelsea buscó superar el 4-3-3 del Liverpool en fase defensiva (abajo), con Trent Alexander-Arnold y Robertson en los laterales, formando como pareja de centrales Fabinho y Virgil Van Dijk. Por delante los Reds jugaron con Jordan Henderson como pivote en medio del campo, mientras de Nabi Keïta y Georginio Wijnaldum ejercieron como interiores.
La presión del Liverpool:
El Chelsea buscó construir su juego de posesión desde atrás siempre que fuera posible ante la agresiva y coordinada presión del Liverpool, liderada por sus tres jugadores de ataque. Los visitantes utilizaron a Mo Salah y Sadio Mané para cerrar la salida por fuera de los centrales para dificultar la conexión con los laterales. Firmino, por su parte, se encargaba de la vigilancia de Jorginho en el medio del campo, mientras los extremos continuaban la presión sobre los centrales si éstos decidían jugar atrás con el portero, Kepa Arrizabalaga. En la línea de medios, los interiores ejercían una marca individual sobre sus homólogos del Chelsea, dejando a Henderson libre para proteger la línea defensiva del Liverpool y controlar los movimientos de Havertz en la zona central.
Werner para atacar la espalda:
Si el Chelsea conseguía transferir la posesión a los laterales desde su línea defensiva, se hacía complicado para el Liverpool que su extremo más alejado de la acción pudiera presionar al central y al lateral al mismo tiempo. Ante esto, el equipo de Klopp adelantaba a sus laterales para cerrar al lateral del Chelsea mientras le llegaba el balón, confiando en que Van Dijk y Fabinho fueran capaces de defender los pasillos por fuera cuando el Chelsea intentaba atacar esas zonas.
Havertz se movió en zonas intermedias para participar en la asociación durante el primer tiempo, buscando atacar el lado débil de Henderson para generar situaciones de 2 contra 1 acompañado de uno de los interiores del equipo de Lampard. A pesar de que el Chelsea buscó salir con el balón desde atrás, fueron pocas las ocasiones en las que pudo progresar bajo esta dinámica.
Los locales principalmente generaron acciones de peligro con las carreras de Werner a la espalda de la defensa del Liverpool (abajo). Una situación que el Liverpool supo gestionar con acierto por la solidez defensiva de Fabinho en la zaga, obligando a retrasar los ataques de Werner y defendiéndose bien en las situaciones de 1 contra 1.
Mientras el Chelsea buscaba activamente a Werner con balones a la espalda de la defensa rival, mostró, sin embargo, un medio del campo muy estático y pasivo con el balón. Su estructura central era muy predecible y los movimientos de los interiores apenas generaron problemas al Liverpool. Después de la expulsión de Christensen, Lampard reemplazó a Havertz por Kihayo Tomori para formar el Chelsea en ataque bajo un 4-3-2.
Sin peligro desde la segunda línea:
Un sistema que no le dejó más remedio que optar de manera definitiva por atacar a través de las transiciones (con balones para Werner) para intentar meterse en al partido con un gol. Sin embargo, como ocurrió durante el primer tiempo, el equipo local apenas llevó peligro sobre la portería de Allison, destacándose tan solo la acción del penal que terminó siendo errado por Jorginho.
Parte de esa falta de peligro se debió a que el medio del campo del Chelsea careció de opciones creativas de gol y amenaza ofensiva. En algunas ocasiones a lo largo del partido Werner y Mount cayeron a banda para facilitar una opción de pase por delante, generando así un espacio por la zona central para la línea de medios, pero fue una situación que no supieron aprovechar Kanté o Kovacic (abajo). Buscó Lampard una solución con el avance por fuera de Marcos Alonso y Reece James, aunque sin la consistencia deseada debido a la amenaza del Liverpool al contragolpe.
Los de Klopp no variaron su estructura defensiva para atacar, manteniendo el habitual 4-3-3 (abajo) con Firmino, Salah y Mané en el tridente, y un fuerte impacto de la segunda línea: Wijnaldum, Keïta y Henderson. Este último en un rol más cauteloso en la línea de medios.
Sí modificó el Chelsea su estructura en fase defensiva, desarrollándose sobre un 4-5-1 (abajo). Reece James, Andreas Christensen, Kurt Zouma y Marcos Alonso en la línea defensiva; Mount, Kante, Jorginho, Kovacic y Werner en el medio del campo, mientras Havertz operaba en ataque. El equipo local buscó aplicar una presión media sobre el Liverpool, con Werner y Mount sobre los centrales intentando cerrar la salida por fuera del equipo de Klopp. Este método fue acompañado con una línea de medios muy junta para mantenerse compacta y prevenir el acceso a las zonas centrales.
El Liverpool, no obstante, superó esta situación desplazando a Henderson a posiciones más retrasadas para mantenerlo en el medio del campo como distribuidor de juego desde esa posición (abajo). Acompañado por delante de Firmino, para acabar generando los visitantes un 4 contra 3 ante el medio del campo del Chelsea.
Una situación que los los locales intentaron solventar llevando a Werner y Mount por dentro, algo que, sin embargo, facilitó el avance por fuera de los laterales del Liverpool. Mané, además, jugó en los espacios intermedios en zona izquierda posicionándose sobre el perfil derecho de James, algo que tuvo consecuencias sobre el Chelsea.
Primero porque el jugador del Liverpool pudo correr a su espalda o en diagonal, con James en serias dificultades para frenarlo, como se vio en el primer gol. Seguidamente, la posición de Mané sobre James, sumado al rol de Firmino en zonas intermedias, permitió a Keïta moverse cerca de Wijnaldum, permitiendo al internacional holandés superar la marca de Kanté. Esto, junto con Robertson también cargando el perfil defensivo de James, creó una situación potencialmente muy peligrosa para que el Liverpool la explotara, casi siempre a través de un pase en diagonal desde Henderson (abajo).
Después de la tarjeta roja, el Chelsea varió a un 4-3-2 en defensa, encontrando el equipo de Klopp más facilidad para mover el balón de un lado a otro y generar desajustes en su rival. Buscó remediarlo Lampard situando a Mount en el medio del campo creando un 4-4-1, dibujo que con el que el Chelsea ganó más equilibrio, pero perdió opciones de dañar al Liverpool, que siguió operando de manera fluida en ataque con el intercambio de posiciones de sus jugadores. Firmino y Wijnaldum, con este último haciendo carreras en profundidad, o también entre Salah y Alexander-Arnold.
Salah tuvo menos impacto directo en el juego de lo que suele tener y operó de una manera ligeramente diferente a la normal, jugando con menos toques. No obstante, el egipcio mostró su inteligencia al buscar asociarse al primer toque con los compañeros por delante, desequilibrando la defensa rival al hacerlo. Algo visible en el primer tanto, con el equipo de Anfield muy hábil para vaciar y llenar espacios a través del intercambio de posiciones. Si el balón llegaba a banda, siempre habría una carrera en diagonal a la espalda del lateral, pero nunca estaba claro qué jugador la podía realizar. Esto dificultaba que el Chelsea rastreara a sus oponentes sin dejar de ser compacto.
La entrada de Thiago proporcionó a los visitantes una referencia en el juego asociativo, con el centrocampista hispano-brasileño siempre buscando apoyar y recibir la posesión. Thiago proporcionó una variedad de opciones de pase, aunque a menudo buscaba el pase en diagonal sobre la defensa del Chelsea.
A pesar de su gran cantidad de posesión, el Liverpool no llegó a tener la misma claridad en ataque que en la pasada temporada (algo que ya ocurrió en el triunfo ante el Leeds), pero es un proceso en el que sigue trabajando Klopp.
"Estoy feliz con nuestro juego defensivo, y mostramos momentos al contragolpe en los que fuimos peligrosos", analizó Lampard, satisfecho con la actuación de su equipo a pesar de la derrota. "La tarjeta roja a Christensen cambió el partido”, añadió el técnico del Chelsea, quien dijo necesitan "al menos un mes o mes y medio de preparación. Estamos en pretemporada todavía, sin suficiente tiempo para haber realizado entrenamientos individuales y colectivos con muchos jugadores nuevos".
“Jugar en el campo del Chelsea es uno de los partidos más difíciles que vamos a afrontar. Para nosotros es bueno sentir realmente la forma en que jugamos y como vamos mejorando. Podemos tener éxito si seguimos creciendo en el campo", enfatizó Klopp al término del partido. El entrenador del Liverpool también destacó el juego de Thiago: "Lo firmamos por diferentes razones, entre ellas para jugar ante equipos en bloque defensivo bajo. Es algo que le sale de manera natural".