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Análisis táctico: Sheffield United 0 Leeds United 1

Análisis táctico: Sheffield United 0 Leeds United 1
Getty Images
Redacción
Héctor García
Publicado el
septiembre 28 2020

Premier League, 27 de septiembre 2020

Sheffield United 0Leeds United 1

Bamford (88)

Después de anotar siete goles y encajar otros tantos en las dos primeras jornadas de la Premier League (derrota 4-3 ante el Liverpool y victoria 4-3 ante el Fulham), esta vez el Leeds United se llevó los tres puntos en su visita al campo del Sheffield United gracias a un tanto anotado en los últimos minutos del partido.

Lo anotó Patrick Bamford para llevar a los de Marcelo Bielsa a sumar 6 puntos de 9 posibles en el arranque de temporada. Números opuestos a los que presenta el equipo de Chris Wilder, aún sin puntuar ni marcar un gol a favor.

A pesar de que no fue un partido con tantos goles como los previos del Leeds, el choque no estuvo exento de emoción, ritmo y ocasiones, cada uno desde el enfoque de su entrenador. Sí hubo más goles en el Etihad, donde el nuevo líder de la Premier League, el Leicester City de Brendan Rodgers, derrotó por un contundente 2-5 al Manchester City de Pep Guardiola, en un partido que incluyó un hat-trick de Jamie Vardy.

Alineaciones iniciales
Sheffield United
Leeds United
Estadísticas
Sheffield United Leeds United

14 / 5

DISPAROS / A PUERTA

19 / 10

41 %

Posesión

59 %

692 / 499

Pases / Completados

927 / 719

16 / 2 / 0

Faltas / Amarilla / Roja

6 / 1 / 0

 



El Sheffield United formó bajo un 3-5-2 (abajo) en fase de posesión, con George Baldock, John Lundstram, Sander Berge, Ben Osborn y Enda Stevens en la línea del medio del campo, mientras David McGoldrick y Oliver Burke jugaron en ataque.



El Leeds, por su parte, se desarrolló en fase defensiva sobre su habitual marcaje al hombre en un 4-4-2 (abajo). Estructura que le hizo tener inferioridad en la primera línea de presión, pero ganó un jugador extra en defensa.



Los enfoques ofensivos del equipo de Wilder:

El Sheffield, como se esperaba, tuvo menos posesión de balón que su rival, buscando tres métodos de ataque para intentar generar ocasiones. En primer lugar, con juego directo a zonas en profundidad, especialmente desde el portero para buscar en el juego aéreo a McGoldrick o Burke y, a veces, a Berge. Desde este punto, el equipo local buscaría después pelear la segunda jugada o generar carreras a los espacios libres, ganando metros en campo contrario bajo ambas circunstancias.

Ante las dificultades de penetrar por dentro, el equipo de Wilder optó por buscar la amplitud, adelantando la posición de sus centrales exteriores como parte de esta estrategia. Utilizó a uno de ellos, el extremo y un centrocampista central para atraer la atención de la presión rival, mientras un tercer jugador atacaba el espacio débil para recibir pases en profundidad (abajo). Esto tuvo éxito a lo largo del partido, finalizando en centros al área. Unas acciones que provocaron los despejes de los defensas del Leeds, llevando casi todo el peligro el Sheffield en acciones de saques de esquina.



Otro enfoque ofensivo de los locales fue intentar dañar a su rival al contragolpe, después de conseguir la recuperación de balón jugando rápidamente con los extremos. Lundstram añadió una opción más en esas situaciones, con carreras de área a área. Precisamente una de estas acciones llevó a una gran oportunidad para los locales en el primer tiempo, que salvó el portero del Leeds, Illan Meslier.

Problemas en las transiciones:

El Leeds buscó presionar a su rival muy arriba, en una marca directa sobre los tres centrales. Aunque los de Bielsa tenían un jugador menos en la línea de ataque, respecto a la defensa del Sheffield, buscaron utilizar a Patrick Bamford y Tyler Roberts (Rodrigo en la segunda mitad) para presionar a los dos centrales, al mismo tiempo que intentaban controlar el pase sobre el tercer central.

Mientras tanto, en segunda línea, Jack Harrison y Hélder Costa fueron responsables de la marca sobre Baldock y Stevens, respectivamente, mientras Kalvin Phillips, Matteusz Klich y Stuart Dallas cerraron a los centrocampistas del Sheffield. En algunos momentos, Harrison y Dallas cambiaron sus roles dependiendo de la profundidad que adoptaba su marca en los momentos de transición. Así, esto dejaba un 3 contra 2 a favor de la defensa del Leeds, con Luke Ayling, Liam Cooper y Robin Koch sobre los delanteros McGoldrick and Burke.

3-1-4-2 en ataque:

El enfoque defensivo que adoptó el Leeds tuvo consiguió frenar los intentos de su rival de salir jugando desde atrás. Sin embargo, tuvo complicaciones ante las transiciones ofensivas del Sheffield con carreras desde zonas más retrasadas de sus jugadores. No obstante, logró mostrarse seguro cuando tuvo que defender cerca de su área y en las bandas, limitando así las opciones del Sheffield.

Sobre el papel, el Leeds parecía instalarse en un 4-1-4-1 en fase ofensiva, aunque en realidad la estructura adoptada era más un 3-1-4-2 (abajo). Luke Ayling, Liam Cooper y Robin Koch formaron atrás, con Kalvin Phillips jugando como enlace entre la defensa y el medio del campo, línea donde jugaron Jack Harrison, Stuart Dallas, Mateusz Klich y Hélder Costa. En ataque jugaron Patrick Bamford y Tyler Roberts.



Modelo defensivo local:

El Sheffield United varió a un 5-3-2 en fase defensiva (abajo), con George Baldock, Chris Basham, Ethan Ampadu, Jack Robinson y Enda Stevens en la línea defensiva de cinco. John Lundstram, Sander Berge y Ben Osborn, mientras, jugaron en el mediocampo y David McGoldrick y Oliver Burke quedaron emparejados en ataque.



El Leeds buscó intentar romper el organizado bloque medio de su rival utilizando la superioridad de 3 contra 2 en la primera línea para generar la primera progresión. Los locales intentaron evitar la ventaja del Leeds en superioridad numérica en la primera línea, enviando a Osborn para presionar a Ayling (abajo). En la misma secuencia, Lundstram mantendría la marca en el mediocampo sobre Dallas, dejando a McGoldrick y Burke sobre Cooper y Koch.

Al mismo tiempo, los laterales del Sheffield se harían responsables de Harrison y Costa, asegurando que la línea defensiva no perdiera su estructura compacta. Dallas a menudo se unía a Phillips para crear un doble pivote entre el ataque y el mediocampo del Sheffield, mientras que jugadores como Klich, Bamford y Roberts buscarían participar en el juego de asociación.



Los movimientos ofensivos del Leeds:

A través de los pases verticales hacia los jugadores que retrasaban su posición a zonas intermedias, el Leeds iniciaba las combinaciones que causaban muchos problemas a su rival. Estos movimientos a menudo incluían pases desde línea de fondo, seguidos de carreras hacia el lado débil del Sheffield o envíos hacia Phillips o Dallas, para luego progresar hacia los delanteros.

El Sheffield intentaba detener esta amenaza utilizando a sus centrales y el doble pivote en medio del campo en la vigilancia sobre los movimientos interiores de los jugadores del Leeds. Mientras que un jugador impedía al receptor girarse, otro se encargaba de prevenir que se produjeran pases a los costados. También, de manera crucial, el Sheffield se aseguraría de rastrear las carreras hacia al espacio para restringir la participación de los delanteros del Leeds.

La organización defensiva de los anfitriones limitó las opciones de ataque del Leeds, que optó en algunas ocasiones por saltarse el pase al medio del campo y buscar directamente envíos a la espalda de la defensa de Wilder. Para hacer esto, sus centrocampistas y delanteros realizaban movimientos opuestos -uno cayendo hacia el balón mientras el otro avanzaba-, para así romper la organización defensiva rival (abajo). Desde aquí, el Leeds buscaba acceder al espacio a la espalda de la defensa.



Como el uso del tercer hombre del Leeds estaba teniendo menos impacto de lo habitual, los jugadores de Bielsa encontraron algo de éxito a través de paredes aunadas a una carrera al espacio al lado débil del defensor. Básicamente, el jugador que tenía la posesión enviaba el balón hacia adelante, y acto seguido, buscaba una carrera a la espalda de la línea defensiva, sin que los defensores del Sheffield pudieran detectarle para así recibir el balón.

Rodrigo y la profundidad de Harrison:

Con Rodrigo en el campo en el segundo tiempo, los visitantes continuaron operando con dos delanteros, aunque con la entrada del atacante español hubo una diferencia en cuanto a movilidad. Rodrigo buscaba recibir el balón y, al atraer la presión, buscaba envíos al espacio que había creado (abajo). A pesar de parecer más amenazante en la segunda mitad, el Leeds siguió teniendo problemas parar crear buenas oportunidades, intentando lograrlas a través de centros al área con Bamford como objetivo.



Harrison también se mostró amenazante por banda izquierda en situaciones de 1 contra 1 contra Baldock y, finalmente, fue esto lo que llevó a los visitantes a ponerse por delante en el marcador. La acción más buscada por Harrison era arrastrar a su rival hacia adentro, antes de superarlo por fuera y buscar el centro.



"El Leeds tiene una mentalidad muy ofensiva, pero en realidad no crearon nada ante nosotros", señaló Wilder en rueda de prensa. El entrenador del Sheffield, a pesar de la derrota, destacó "la forma de jugar del equipo, el entusiasmo, la naturaleza competitiva del equipo y las ganas de ir a por la victoria en el segundo tiempo".



"El primer tiempo fue parejo, podríamos haber convertido y también haber recibido goles. El segundo tiempo fue mejor para nosotros", señaló Bielsa después de la victoria. El entrenador del Leeds también analizó el cambio de Rodrigo, jugador que había entrado en el segundo tiempo: "No fue una decisión acertada, porque Bamford (autor del gol) estaba muy cansado y debería haber conservado a Rodrigo en el campo".