Arsène Wenger
Arsenal 1996-2018
Al gran Arsène Wenger no solo se le atribuye el mérito de ser el visionario creador de los Invencibles del Arsenal de la temporada 2003/04, uno de los mejores equipos de la historia del fútbol inglés. También es, junto a Sir Alex Ferguson, responsable de una de las rivalidades entre clubes más fascinantes que jamás se hayan visto. La influencia de Wenger ayudó a transformar al Arsenal en uno de los clubes líderes de Europa y a la Premier League a llegar a un nuevo hito entre las principales ligas nacionales del continente.
El estratega francés dejó el Arsenal en 2018 a los 68 años, tras llevarlo a tres títulos de la Premier League y siete FA Cups, también a finales de la Copa de la UEFA y la Champions, y a concretar los fichajes de algunos de los mejores jugadores en la historia del club londinense. Algunos de ellos incluso lo han seguido con carreras en los banquillos.
En entrevistas exclusivas con The Coaches’ Voice varios han compartido sus vivencias, ya sea al lado de Wenger o enfrentándolo. Hemos escudriñado en nuestro archivo para reunir esos recuerdos, que incluimos a continuación. El primero proviene de su primer capitán en el Arsenal, Tony Adams, y retrata la sospecha con la que fue visto Wenger cuando llegó, a mediados de la década de 1990, como un entrenador relativamente desconocido en el fútbol inglés a ocupar el banquillo de uno de sus clubes más históricos.
"Llegó Arsène e inmediatamente sentí resentimiento. Pat Rice estaba haciendo un gran trabajo como entrenador interino, y estábamos cuartos en la tabla, aspirando a la liga. Luego, Arsène apareció en el partido contra el Borussia Mönchengladbach en la Copa de la UEFA y exigió que Pat me sacara de la defensa de tres con la que habíamos estado jugando y que empleara una defensa de cuatro. Perdimos y luego se marchó.
En el vestuario después, dije: 'Pat, ¿de qué se trata todo eso? Quizás tenga solo una oportunidad de ganar esta copa y él hizo que nos eliminaran'. Estaba completamente furioso.
En su primer día de trabajo, me presenté listo para una pelea descomunal, pero ya conoces a Arsène. Es tan encantador, maravilloso y espiritual, y no le gustaba la confrontación.
Tony, eres muy atlético. Eres muy alto. Eres mucho más grande y fuerte de lo que pensaba '. Soy un fanático absoluto de cualquiera que sea amable conmigo.
Biomecánicamente, físicamente, me puso en la mejor forma en la que nunca he estado. ‘Tony, mi consejo es que uses tus fortalezas’.
No estaba en forma, pero me habría puesto unas cuantas inyecciones más en una lesión y habría seguido adelante. Arsène dijo: 'No. Ve al sur de Francia. Una semana de descanso, una semana de rehabilitación y una semana de entrenamiento nuevamente. Si no vas a estar al 100% , no te quiero. Ve y hazlo bien'. Eso fue revolucionario".
- Tony Adams fue el capitán del Arsenal desde 1996 hasta 2002
"El Arsenal era un equipo con jugadores fantásticos, un sistema establecido y, en Arsène Wenger tenían un entrenador con una filosofía que yo estaba buscando. La forma en que él piensa y ve el juego no es para todos, pero para mí fue fácil conectarme. Para mí fue fácil jugar su estilo de fútbol.
Esa forma de pensar ya estaba dentro de mí. Es por eso que sobresalimos como equipo, porque todos estábamos en la misma sintonía.
El planteamiento de Arsène con la defensa de cuatro fue enfocarse en el bloque como una unidad; él pondría un sistema, pero individualmente dependía de ti. No contaba con que fueses el producto acabado, pero sí que casi lo fueras.
Es un poco diferente ahora, pero en esos días tú tenías que resolver las cosas”.
- Sol Campbell jugó para Wenger en el Arsenal desde 2001 a 2006, y desde enero a mayo de 2010
"Me reuní con Arsène Wenger. Fue tan convincente. Hablamos durante mucho tiempo sobre cómo veía el fútbol, cómo quería jugar. Ganar era importante para él, pero también lo era el respeto. Algo simplemente hizo clic en mí. Tenía que firmar. Creo que ni siquiera hablamos de salario, solo se trataba de fútbol.
Cualquiera que haya estado cerca de Arsène Wenger sabe cuánto le gusta ganar. Es un caballero, por supuesto, pero te lo demostraba, a su manera, si no estaba contento, y nosotros sabríamos que no lo estaba.
Arsène también fue alguien con quien hablé cuando comencé a pensar en ser entrenador.
Con Arsène, a los jugadores se les permitía ser individuos, pero él era firme con relación al respeto y no tenía tiempo para la arrogancia. Siempre entendías lo que estaba haciendo y podías ver por qué tomaba las decisiones que tomaba".
- Freddie Ljungberg jugó para Wenger en el Arsenal desde 1998 hasta 2007
"Sir Alex Ferguson respetaba al Arsenal. Respetaba a Wenger y sabía que eran los pequeños detalles los que quizás pudieran hacernos conseguir un resultado.
Ellos podían superar en fútbol a cualquiera, y si querían ponerse agresivos o si alguna vez el juego se iba a poner un poco desagradable, podían cuidarse a sí mismos, que era lo mismo que nosotros.
Fueron grandes batallas. Junto con el espectáculo secundario de los entrenadores que parecían no llevarse bien.
Cuando venía el Arsenal-United el fin de semana, la cobertura comenzaba desde el lunes. Apenas terminaban los partidos de la jornada previa, parecía que todo iba tomando más y más impulso hacia ese partido".
"Llegué al Crystal Palace en 2002, en lo que probablemente fue el apogeo de la influencia de Arsène Wenger en el juego inglés. Los clubes y los jugadores todavía estaban lidiando con los cambios en ese momento, pero no tengo ninguna duda de que ese período hizo que la Premier League llegase a ser la potencia que es ahora.
Wenger no solo hizo el juego más atlético y alteró los hábitos de los jugadores en Inglaterra; también aportó un estilo de juego que hizo avances permanentes en la forma de jugar al fútbol en Inglaterra.
La manera de jugar de su equipo del Arsenal era increíble: un juego de velocidad, precisión y movimiento. Cuando pienso en lo que me despierta emoción ahora como entrenador, mucho tiene su base en el movimiento y la fluidez de ese equipo del Arsenal.
No todo el mundo en Inglaterra se sentía cómodo con estas novedades, pero en esa etapa de mi carrera había aprendido a sentirme cómodo con todo tipo de cambios".
"No fui el primer entrenador francés en Inglaterra. Arsène Wenger y Gerard Houllier ya estaban allí con el Arsenal y el Liverpool, respectivamente, y tenía una buena relación con ambos.
Cuando llegué a Londres para firmar mi contrato, Arsène me llamó y fuimos a cenar. No había sentido de competencia, no había presión. Al contrario, me dio la bienvenida y hablamos mucho sobre el código de gestión en Inglaterra. En cada país es diferente.
Todavía hablo con Arsène ahora. Todos los años intento reunirme con él, pasar unos días en su compañía.
Siempre es un placer. No ponemos en orden a todo el mundo del fútbol, pero igualmente hablamos de todo tipo de cosas".
"Arsène Wenger fue genial con nosotros ese día. Estaba bajo una presión real en ese momento, recibiendo muchas críticas de todos los sectores. Y, sin embargo, nos dio 90 minutos de su tiempo para hablar de fútbol después del partido. Tenía tanta pasión y amor por el juego, y eso realmente me impresionó.
Hablamos del dolor de cabeza que es hacer selecciones y de los regímenes de entrenamiento. Aunque éramos polos opuestos en términos de niveles, fue realmente interesante que nos enfrentáramos a problemas y dilemas similares.
Pero el momento que vivirá conmigo para siempre fue cuando Arsène sacó unos yogures y los puso en su escritorio. Nicky y yo nos sentamos hacia adelante en nuestras sillas, preparándonos para algunas ideas tácticas en profundidad. Luego, simplemente comenzó a tomarlos.
Fueron 90 minutos que vivirán con nosotros para siempre".
"Mi destino después de dos años maravillosos en el Mallorca era el Real Madrid. Lo tenía todo cerrado para firmar, pero poco antes de que eso sucediera, mi agente recibió una llamada de Arsène Wenger para que no firmáramos por el Real Madrid.
‘Veníos a Londres que queremos hablar con vosotros’, le dijo. Pues bien, allá fuimos para entrevistarnos con él. La reunión fue en casa de David Dein, entonces vicepresidente del Arsenal.
Fue el primero de los muchos días que estuve con Wenger, y desde ese primer momento la verdad que la sensación que te daba era de seguridad, de tranquilidad y de total confianza.
Por sus palabras en esa reunión, sabías que no te estaba vendiendo humo.
Muchas veces he estado en negociaciones, siempre lo he estado en todos mis contratos profesionales que he firmado, y captas las sensaciones. Sabes si te están diciendo una cosa que luego no van a cumplir.
Y efectivamente con Wenger, en ese sentido, te daba la seguridad de que lo que te estaba diciendo lo iba a cumplir.
Es un entrenador que no solo se preocupa por el jugador. También estaba la persona. Quería saber el feedback de sus jugadores. Dentro y fuera del campo. Para él era muy importante también conocer el lado emocional de su grupo.
En la temporada 2003/04, Wenger no lanzó ese discurso de un equipo invencible. Ni se comentaba nada al respecto. Obviamente los entrenadores saben del potencial de su equipo. Wenger y el cuerpo técnico sabían de lo que éramos capaces, pero esa temporada no se mencionó para nada.
Solo ir partido a partido. Y al final lo conseguimos: ganar una Premier League sin perder un solo encuentro. Algo que nadie había conseguido antes y que aún no se ha conseguido otra vez".
- Lauren jugó para Wenger en el Arsenal desde 2000 a 2007
