final supercopa de españa, 15 de enero 2023
Benzema (90+3)
Gavi (33)
Lewandowski (45)
Pedri (69)
Xavi Hernández conquistó su primer título como entrenador del Barcelona. Y lo hizo con una contundente victoria de su equipo ante el Real Madrid en la final de la Supercopa de España. "Este título va a quedar para mí toda la vida", celebró el técnico en rueda de prensa, quien también destacó el juego de su equipo: "Estoy muy satisfecho. Con cuatro centrocampistas hemos generado superioridades, y todos lo han entendido".
Fue ese medio del campo del Barcelona con Pedri, Gavi, Sergio Busquets y Frenkie de Jong lo que marcó la diferencia en el Clásico. Gavi encontró el primer tanto para el Barcelona a la media hora de partido. Desde ese momento, el cuadro azulgrana dominó a su rival, para llegar a firmar un 3-0 con los goles de Robert Lewandowski y Pedri. No hubo respuesta alguna del Real Madrid, en un bajo tono de juego y con señalados errores defensivos, en especial de Antonio Rüdiger. Solo Karim Benzema pudo recortar distancias al final.
"Es un momento complicado, pero el Real Madrid siempre vuelve", apuntó Carlo Ancelotti después del partido. El entrenador italiano, eso sí, reconoció los defectos de su equipo: "Hemos estado poco intenso y poco acertados. En la primera parte tuvimos 25 pérdidas. No estuvimos contundentes en los duelos y en los uno contra uno".
Las claves tácticas
Real Madrid:
Sin orden táctico
Carlo Ancelotti organizó a su equipo en fase defensiva en un 4-1-4-1 (abajo), con Eduardo Camavinga como pivote defensivo y Luka Modric y Toni Kroos como interiores. La intención del entrenador italiano era ubicar su dispositivo en bloque medio, para así controlar las superioridades posicionales del Barcelona en zona de creación, como también buscar efectuar acosos sobre los centrales rivales. Sin embargo, el Real Madrid cedió la posesión del balón demasiado pronto y se vio forzado a retrasar el dispositivo defensivo, con las líneas muy estiradas y sin una presión contundente sobre los centrales del Barcelona.
Por otro lado, en muchos momentos de la primera parte, Fede Valverde retrasaba en exceso su posición para proteger a Dani Carvajal en las incorporaciones de Alejandro Balde. Una acción que ampliaba los espacios en la línea del mediocampo por donde penetraban Gavi, Pedri y Frenkie de Jong.
Modric-Kroos, desconectados
En fase de ataque y zona de inicio de juego, la dupla Modric-Kroos no ajustó sus acciones ofensivas ni movilidades coordinadas que les facilitaran unas primeras conexiones ofensivas fluidas ante la presión del Barcelona. Kroos retrasaba su posición sobre el lado izquierdo para acomodarse para un posterior pase interior con Modric. Sin embargo, el internacional croata estaba muy lejos y tampoco aprovechaba el espacio que generaba Sergio Busquets cuando saltaba en la presión sobre Camavinga (abajo).
De esa manera, el Real Madrid perdía la posesión del balón, aumentado los metros a recorrer en la posterior reorganización. A consecuencia de ello, el desgaste físico hizo mella en los centrocampistas del Real Madrid.
Desajustes defensivos
Los desajustes defensivos del Real Madrid en la ocupación de espacios quedaron en evidencia cuando el Barcelona aumentaba el ritmo de juego buscando atraer al interior del lado activo. Karim Benzema se mostró descolgado lejos del balón junto a Vinícius Júnior, sin opciones de contragolpe para el brasileño. Asimismo, Modric y Kroos se veían forzados a saltar sobre un central y el pivote rival, liberando a De Jong y Gavi entre líneas.
Posteriormente, y para intentar solventar este desajuste, Carvajal y Éder Militão saltaban a la vez y sin coordinación (abajo). A consecuencia de ello, los espacios afloraban y fueron aprovechados por Gavi y Lewandowski, como ocurrió en el segundo gol del Barcelona.
Inferioridad posicional
El Real Madrid no encontró la estructura defensiva idónea para evitar que el Barcelona de Xavi encontrara el hombre libre con facilidad en su inicio de juego. Tampoco en los momentos que los de Ancelotti intentaban realizar una presión alta. Ahí, la distancia entre los jugadores y la prioridad de tapar el pase interior, habilitaba al Barcelona una vía de salida por el lado débil del Real Madrid (abajo).
Una situación que venía motivada también porque Mendy no saltaba a la presión sobre Araújo, ya que el lateral estaba fijado atrás por Dembélé en profundidad. Además, Camavinga tampoco elegía bien los momentos en los que debía ayudar a la presión alta, quedando Pedri como hombre libre.
Barcelona:
Superioridad táctica
Xavi utilizó su sistema base 4-3-3 en fase de ataque (abajo) y 4-1-4-1 en defensa, pero con algunas variantes tácticas individuales. Araújo jugó lateral derecho para contrarrestar la verticalidad ofensiva de Vinícius, mientras que Gavi actuó como falso extremo para aprovechar los espacios interiores intervalos en la última línea defensiva rival. Por su parte, De Jong tomó una posición interior para atacar los espacios que dejaron los medios del Real Madrid para llegar a zona de finalización.
Araújo fue el encargado de realizar vigilancias ofensivas sobre Vinícius, con un rol mucho muy defensivo del jugador uruguayo. Al otro lado, Dembélé logró encontrar constantes uno contra uno ante Mendy, ya que Rüdiger optó principalmente mantenerse cercano a Militão, para evitar que el brasileño se viera desprotegido en los duelos individuales con Lewandowski.
Desdoblamientos defensivos en el repliegue
En transición defensiva y tras la pérdida del balón en campo rival, los de Xavi mostraron una buena reorganización en su proceso de repliegue. De Jong, en todo momento, trataba de darle equilibrio a la última línea defensiva mediante la ocupación de los espacios libres que generaba Balde tras la pérdida del balón.
Además, Araújo realizó un encuentro conservador en fase de ataque, ya que priorizó las vigilancias ofensivas sobre Vinícius junto a las ayudas de Jules Koundé cerrando los pasillos interiores y dificultado así sus conducciones superiores (abajo). Un enfoque defensivo con el que el Barcelona de Xavi contrarrestó el peligroso contragolpe del Real Madrid.
Estructura defensiva en inicio rival
Xavi planteó un encuentro donde su dispositivo defensivo del 4-1-4-1 quedaba fragmentado para presionar el inicio del Real Madrid por el sector de Rüdiger. Lewandowski, por su parte, orientaba el primer pase de salida del Real Madrid hacia Mendy. Justo ahí, Dembélé cerraba la opción de pase del lateral rival sobre el pasillo lateral exterior, forzándole a jugar por dentro, con envíos a pierna cambiada.
Busquets, jugador que realizaba marcaje al hombre en esta primera zona, fijaba a Camavinga y le forzaba a cometer errores de control. Posteriormente, los azulgrana aprovechaban los espacios e intervalos entre Carvajal y Militão, como los existentes entre el central brasileño con Kroos. Una situación que el Barcelona aprovechó para hacer llegar el balón al lado débil con rapidez y finalizar la jugada (abajo), como se vio en el origen del primer gol.
Creación de espacios para Gavi y Pedri
La creación de espacios fue el factor clave que aprovechó el Barcelona para desajustar las dos principales líneas defensivas del Real Madrid. Primeramente, los de Xavi trataban de estirar la estructura de su rival ubicando a Balde y Dembélé en la máxima amplitud y en la misma línea que Gavi y Pedri, siempre los dos centrocampistas a la espalda del rival en la línea del mediocampo rival.
Posteriormente, los dos interiores del equipo de Xavise posicionaban entre los espacios rivales. Por último, Lewandowski realizaba desmarques de apoyo sobre el lado débil rival para atraer a su par, Militão, generando así un espacio a su espalda si el brasileño le perseguía (abajo). Lewandowski también cayó sobre la línea de pase para realizar tercer hombre si quedaba libre.
De esa manera, la última línea defensiva blanca quedaba desajustada. Tónica que se repetió durante todo el encuentro.
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