DOMENICO TEDESCO
Bélgica, 2023-Presente
Todo el mundo decía: "No puedes hacer eso. La luz se está apagando allí".
Se referían a una oferta que tuve a los 31 años para mi primer trabajo como entrenador principal. Fue con el FC Erzgebirge Aue, último en la Segunda División de la Bundesliga en marzo de 2017. Con 11 partidos por jugar, todos pensaron que descenderíamos. Lo daban por sentado.
Pero quería reunirme con ellos. Creo que siempre hay que tratar de hablar con las personas que contactan contigo, por una cuestión de respeto. Y no todos los días recibes una oferta de un club profesional de segunda división.
Entonces fui a Aue e hice una presentación sobre cómo veía yo al equipo. Por supuesto, sabían que había muchas debilidades, porque de lo contrario no estarían de últimos en la tabla, con muchos goles en contra.
Pero también analicé cuáles podrían ser los puntos fuertes de los jugadores. El presidente dijo: “Está bien, queremos que seas el entrenador de estos 11 partidos”. También dijo que pondrían en mi contrato que podría reconstruir el equipo en la Tercera División. No creían realmente que nos salvaríamos. Para ellos, la esperanza de sobrevivir ya se había esfumado.
Empecé un martes y el viernes fue el primer partido, contra el Karlsruher. Ganamos 1-0 poniendo mucho corazón y lucha. Ahí comenzó todo.
"TENÍA MUCHA CONFIANZA EN MÍ MISMO Y QUERÍA el TRABAJO. LES DIJE QUE PODÍAMOS CLASIFICAR PARA LA CHAMPIONS LEAGUE"
Cuando llegué, el equipo sumaba cuatro victorias en 23 partidos. En los últimos 11 partidos ganamos seis, empatamos dos y perdimos sólo tres para seguir en Segunda. Fue increíble.
Teníamos un buen ambiente después de esta racha de resultados y una buena ventana de transferencias, así que estaba contento de quedarme y preparar la próxima temporada. Entonces recibí una oferta del Schalke.
Me sentía muy a gusto en el Aue, y estaba muy agradecido al club por la oportunidad de entrenar en la segunda liga, pero tenía claro que tenía que intentarlo con el Schalke. Era una gran oportunidad en un club que me encanta.
Christian Heidel, director deportivo del Schalke, me llamó y me explicó la situación. Aspiraban a la Champions League, pero habían terminado décimos en la Bundesliga.
El Schalke es un club grande que trabaja con grandes presupuestos, pero cuando no logras clasificar para la Champions puedes tener problemas económicos. Fueron muy abiertos conmigo y me explicaron que no podían hacer gran cosa en el mercado de fichajes.
Me preguntaron: "¿Qué potencial ves en este equipo?" Tenía mucha confianza en mí mismo después de mantener a Aue en Segunda y quería el puesto. Les dije: "No es fácil, pero tenemos la posibilidad de clasificarnos para la Champions League". Por supuesto, analicé los partidos del Schalke y vi cosas que tal vez podría aportar a la estructura del equipo en posesión. Algunos principios en los que veía que potencial de mejora.
"DURANTE LA PRESIÓN, LOS LATERALES SIEMPRE PUEDEN SER MÁS VALIENTES"
Aun así, clasificarse para la Champions League es muy, muy difícil en la Bundesliga, y especialmente lo era en ese momento. Nunca se sabe a ciencia cierta, pero yo estaba convencido de que podíamos ocupar un mejor puesto que el décimo, y yo le pondría todo el empeño.
La temporada anterior, el Schalke había jugado con cuatro defensas. Pude ver que algunos de los goles que encajaron podrían evitarse jugando con tres centrales, simplemente porque tienes uno más más para lidiar con los centros.
Además, si juegas con cinco atrás, durante la presión los carrileros siempre pueden ser más valientes defendiendo hacia adelante, agresivamente. Y los centrales, por supuesto, porque cuando uno de esos carrileros se va arriba, siempre tienes al menos tres, a veces incluso cuatro atrás, que pueden salvarte.
Teníamos buenos defensores centrales. Benedikt Höwedes se fue a la Juventus ese verano, pero también tuvimos a Matija Nastasic, Naldo y Thilo Kehrer, que después se fue al Paris Saint-Germain. Benjamin Stambouli también podría ocupar esta posición.
Entonces estaba claro que esto era lo primero que haría para cambiar el sistema. Ser agresivos cuando no tenemos el balón y centrarnos en contraatacar, porque teníamos buenos elementos en el equipo que podían crear esas opciones.
A veces no necesitas tanto si eres fuerte en defensa Si puedes asegurarte de no encajar dos o tres goles por partido (cero o un máximo de uno), la posibilidad de ganar partidos no es tan baja. Entonces nos concentramos en eso, por el equipo que teníamos y las fortalezas que vimos.
"EL 4-4 HABÍA SIDO INCREÍBLE, PERO ESTE 2-0 FUE MUY SATISFACTORIO"
Esa era la idea, pero en esa mi primera temporada con el Schalke disputamos un memorable partido en noviembre en el que encajamos cuatro goles en 25 minutos. Fue en el Revierderby, un partido enorme ante el gran rival del Schalke, el Borussia Dortmund. Increíblemente, en la segunda parte nos recuperamos y conseguimos empatar 4-4, con un gol de Naldo en el minuto 94.
Fue un partido famoso que recordaré para siempre. Todo el mundo habla de ello, lo cual, por supuesto, lo entiendo. Pero unos meses más tarde nos tocó de nuevo el Dortmund, esta vez en casa, y para mí ese partido demostró cómo habíamos progresado durante ese lapso.
Antes del encuentro estábamos segundos detrás del Bayern Múnich y un punto por delante del Dortmund. Veníamos de perder de visitantes ante el Hamburgo por un gol que marcaron en los últimos minutos, lo que puso fin a una racha de seis victorias consecutivas. Pero en este Revierderby en casa dominamos y ganamos 2-0.
En ese partido tuve la sensación de que no había dudas de quién resultaría vencedor desde el propio inicio. El 4-4 había sido increíble, pero esta victoria 2-0 fue realmente satisfactoria.
Terminamos la temporada subcampeones, ocho puntos por delante del resto de equipos que luchan por una plaza en la Champions League. Jugar la Champions era un gran objetivo para muchos de los jugadores. Teníamos un equipo con futbolistas jóvenes y no todos habían jugado la Champions League antes.
Así que el segundo año no fue fácil, porque teníamos la sensación de que para algunos jugadores la Bundesliga no era tan importante como lo había sido el año anterior.
"TENÍA UNA FUERTE CONEXIÓN EMOCIONAL CON EL EQUIPO Y LA AFICIÓN"
Siempre traté de explicar que nuestro pan de cada día era la Bundesliga, que siempre seríamos evaluados por nuestros resultados en el campeonato alemán, pero la siguiente campaña comenzamos perdiendo cinco partidos seguidos en la Bundesliga.
Ni el club ni los jugadores estaban en la mejor forma mentalmente. Fue duro, pero ese otoño nos clasificamos desde nuestro grupo de la Champions para llegar a los octavos de final. Fue un buen logro, pero estábamos tan ocupados con la Bundesliga que no pudimos disfrutar de este resultado tanto como probablemente merecíamos.
En octavos de final nos enfrentamos al Manchester City de Pep Guardiola. Estuvimos cerca de ganar el partido de ida en casa. Después de 85 minutos estábamos arriba 2-1, pero encajamos dos goles justo al final. Se veía que el Manchester City era mejor, pero con todas las armas que teníamos en ese momento habíamos podido competir.
Durante las dos semanas previas a la vuelta en Mánchester, el equipo perdió más partidos en la Bundesliga, por lo que perdimos aún más confianza en nosotros mismos. Estábamos en un momento realmente malo cuando fuimos a Mánchester.
Los primeros 35 minutos no estuvieron mal, porque el marcador seguía 0-0. Después encajamos tres goles antes del descanso y el equipo se desvaneció. Dos días después, yo también me había desvanecido. El club decidió que era hora de cambiar de entrenador.
Me tomé un tiempo para digerir esto, porque tenía una fuerte conexión emocional con el equipo y los hinchas. Incluso ahora si tengo tiempo veo los partidos del Schalke porque simplemente me gusta el club.
"HABÍA SIDO MUY DIFÍCIL SEPARARME DE MI FAMILIA POR LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS"
Mirando hacia atrás, fue una muy buena experiencia para mí desarrollo como entrenador. Tuve un gran éxito, momentos increíbles en los buenos tiempos, pero también la experiencia de los malos ratos.
En octubre de 2019, llegó el momento de aceptar mi siguiente trabajo, en el Spartak de Moscú. Fue algo similar al Schalke, porque el club ocupaba el undécimo puesto cuando asumí el cargo. Sabía que el Spartak es el club más grande de Rusia, con millones de aficionados. Pero hay que ir allí y conocer a la gente, ver la ciudad y sentir el club. Cuando me ofrecieron el puesto, me fui a Moscú con mi segundo entrenador, Andreas Hinkel, durante tres días.
Nos reunimos con el presidente del Spartak, el señor Fedun, en el enorme edificio de Lukoil, donde era vicepresidente. El señor Fedun me dijo: “Mira, esta temporada ya pasó. Ya estamos en la segunda mitad, así que sólo hay que darle estabilidad al equipo. Pero la próxima temporada queremos competir por los dos primeros puestos”. En Rusia en aquella época, para clasificarse para la fase de grupos de la Champions, había que terminar entre los dos primeros.
Fue un buen proyecto. Cuando llegamos teníamos alrededor de 30 jugadores, demasiados para jugar la liga y la Copa de Rusia. Cambiamos el equipo por completo.
Se fueron muchos jugadores y decidimos incorporar a algunos jóvenes del segundo equipo, e incluso de la Sub-19. Al final tuvimos unos 20 jugadores de campo y los porteros, y creamos un ambiente realmente bueno.
"ES UN CLUB CON GRANDES AMBICIONES, PERO TAMBIÉN CON GRANDES JUGADORES"
Me encantó trabajar con este equipo joven, así como con los jugadores experimentados que teníamos, como Samuel Gigot, que ahora está en el Olympique de Marsella, o Georgi Dzhikiya, el capitán e internacional ruso.
En la primera temporada llegamos a las semifinales de la Copa de Rusia, donde perdimos 2-1 en San Petersburgo. Y en el segundo año terminamos segundos en la liga para clasificarnos para la Champions League. Fue fantástico.
Pero había tomado la decisión de irme al final de esa temporada, porque había sido muy difícil estar separado de mi familia por la pandemia del coronavirus. Después, en diciembre de 2021, asumí el cargo del RB Leipzig.
De nuevo fue una situación similar porque había malestar en el club por los resultados que venían obteniendo y aspiraban a meterse en la Champions. Ser undécimos no es lo que esperan en el RB Leipzig.
En Leipzig teníamos otra calidad de jugadores, y fue fantástico trabajar allí. Si ves el equipo ahora, han perdido a algunos jugadores, pero luego pueden traer a futbolistas como Xavi Simons y Loïs Openda. Es un nivel realmente alto.
"LA GENTE DE ALLÍ ME DÍA LA MANO, PORQUE ME RESPETAN. COMO ENTRENADOR, PERO TAMBIÉN COMO PERSONA"
En los 20 partidos restantes de la Bundesliga de la temporada 2021/22 pasamos del puesto 11 al 4 y nos clasificamos para la Champions League. Y en la Copa de Alemania llegamos hasta la final en Berlín.
Esa final fue dura. Estábamos perdiendo 1-0 y desde el minuto 57 jugamos con diez por una tarjeta roja. Christopher Nkunku anotó el empate en el minuto 75, pero después nos quedamos con nueve jugadores en la prórroga. Finalmente ganamos en los penaltis, el primer título en la historia del club. ¡Fue una tarde realmente buena en Berlín!
Por supuesto, es muy bonito ganar un título. Para la gente de fuera, estos resultados son importantes porque se ponen a analizar cuántos puntos de media probablemente les aportará un entrenador en el futuro. O cuántos títulos podrían ganar.
Pero para mí, mantener a Aue arriba en esa primera temporada también fue un trofeo. Y hay otros éxitos importantes. Por ejemplo, si volviera a Moscú después de mi etapa como entrenador del Spartak, la gente de allí me daría la mano, porque me respetan. Como entrenador, pero también como persona. O cuando hablo con un jugador al que entrené hace cuatro años, y me abraza y me dice que jugar para mí ha sido lo mejor que ha hecho. Esas cosas son aún más importantes.
domenico tedesco