Análisis Tiempo de lectura: 8 min

Descubriendo a Davide Ancelotti: claves tácticas

Descubriendo a Davide Ancelotti: claves tácticas
Getty Images.
Redacción
The Coaches' Voice en español
Publicado el
8 de septiembre 2025

Davide Ancelotti

Botafogo, 2025-Presente

Después de recibir varias ofertas, no solo este año, sino también en temporadas anteriores, Davide Ancelotti decidió en julio de 2025 dar el salto como primer entrenador. Lo hizo en una entidad histórica del fútbol brasileño: el Botafogo.

Nacido en Parma (Italia) en 1989, Davide es hijo de Carlo Ancelotti. Pero a diferencia de su padre, que jugó en equipos como el AC Milan y la Roma, además de ser internacional con Italia, su carrera como futbolista fue breve y en categorías modestas, lo que le llevó a centrarse muy pronto en su formación académica y técnica. Licenciado en Ciencias del Deporte, su enfoque combina la táctica tradicional con un profundo análisis de datos, métricas de rendimiento y una preparación física moderna. Comenzó a trabajar junto a su padre en el Paris Saint-Germain (estuvieron allí temporada y media, entre 2011 y 2013) como preparador físico, función que también desempeñó en su primera etapa en el Real Madrid, de 2013 a 2015.

Fue en el Bayern Múnich (2016-2017) cuando se acercó más al banquillo, ya como segundo entrenador de su padre. Ocupó el mismo rol en el Napoli (2018-2019), Everton (2019-2021) y Real Madrid (2021-2025). En el equipo blanco tuvo un papel importante en la conquista de las dos Champions League (2022 y 2024), sobre todo en la gestión de los cambios, como la recomendación a su padre de introducir a “Joselu” en los últimos minutos de la vuelta de semifinales de la Champions 2023/24 contra el Bayern Múnich. El delantero resultó determinante con dos goles que culminaron una nueva remontada madridista (2-1).

Davide Ancelotti reúne en su perfil toda la experiencia adquirida junto a su padre para trazar, a partir de ahora, su propia trayectoria como primer entrenador. A continuación, nuestros entrenadores UEFA Pro nos descubren sus rasgos tácticos y estilo como entrenador.

Transición ofensiva inmediata: verticalidad tras presión alta

Davide Ancelotti mantiene como sello distintivo un inicio agresivo tras la recuperación del balón. En el 4-2-3-1 que emplea en Botafogo, el delantero Arthur Cabral lidera la primera línea de presión, acompañado por los extremos, quienes cierran los pasillos exteriores y obligan al rival a conducir hacia zonas de riesgo (abajo).

En el modelo de juego del joven técnico italiano, la presión tras pérdida se convierte en un mecanismo ofensivo por sí mismo: la recuperación en campo rival desencadena de inmediato una secuencia acelerada de transición, con conexiones rápidas orientadas a finalizar la jugada antes de que el adversario reorganice su bloque. 

Ataque del Botafogo de Davide Ancelotti

Para el doble pivote —con perfiles como Marlon Freitas, Newton da Costa o Danilo dos Santos— asegura el equilibrio estructural, realizando coberturas interiores y controlando la basculación para evitar que el equipo se fracture.

La sincronía entre la agresividad en la presión y la solidez posicional permite a Botafogo mantener la altura del bloque y sostener la amenaza constante sobre la última línea rival (abajo).

Transición del Botafogo de Davide Ancelotti

Mediapunta híbrido y generador de desequilibrios

Davide Ancelotti apuesta por la figura del mediapunta en su sistema 4-2-3-1. El internacional venezolano Jefferson Savarino es el jugador principal en esta posición. Lo hace con un rol que va más allá de la mera recepción entre líneas en los momentos con balón. Su ubicación en zona central le permite asociarse con los extremos por dentro, especialmente con Montoro, generando triangulaciones que rompen la estructura defensiva contraria. En estas secuencias, Savarino se convierte en el nexo que transforma la posesión en progresión, fijando marcadores y habilitando jugadores libres en profundidad.

La sincronización de los apoyos de Savarino con la movilidad de los extremos provoca superioridades interiores que obligan al rival a replegar o a liberar espacios en banda para la proyección de los laterales. Además de su protagonismo en la circulación interior (abajo), aporta profundidad y finalización. En el equipo de Davide Ancelotti, el mediapunta también debe atacar la frontal, llegar en segunda línea y buscar el disparo con acierto, manteniendo una amenaza constante desde media distancia.

Jefferson Savarino con el Botafogo de Davide Ancelotti

En zona de creación, Savarino puede caer a los carriles exteriores para recibir de cara, ampliar ángulos de visión y detectar líneas de pase hacia desmarques profundos, asumiendo con precisión el rol de último pasador. La versatilidad del mediapunta de Botafogo, unida a su lectura táctica, lo convierte en pieza clave para que el equipo mantenga una correcta ocupación racional del espacio y un flujo ofensivo dinámico adaptable a distintas estructuras rivales.

Por último, Savarino gestiona ritmos de juego en el 4-2-3-1, alternando conducciones verticales (abajo) y pausas según lo exija la jugada. Una función que añade imprevisibilidad táctica y lo reafirma como enlace natural entre creación y finalización.

Jefferson Savarino con el Botafogo de Davide Ancelotti

Flexibilidad defensiva: del bloque medio-alto a la línea de cinco circunstancial

A partir del 4-2-3-1, Davide Ancelotti ajusta la estructura defensiva según el rival y el momento. Frente a equipos de alto volumen ofensivo, apuesta por retrasar a los extremos para formar un bloque medio-alto que puede transformarse en 4-5-1 en el repliegue. En este proceso, Marlon Freitas actúa como eje de la contención (abajo). Así protege el carril central y se coordina con centrales como David Ricardo, Marçal, Kaio Pantaleão o Alexander Barboza.

La basculación es un principio defensivo esencial para el joven técnico italiano. Cerrando así líneas de pase interiores y orientando el juego rival hacia las bandas, zonas de menor peligro (abajo). Mantener la profundidad tras pérdida protege la espalda de los laterales y condiciona al oponente a recurrir a centros forzados o envíos exteriores de baja eficacia. Esta coordinación tan agresiva en los laterales, junto a la correcta ocupación de intervalos, minimiza amenazas centrales y sostiene la solidez del bloque medio-alto.

Progresión con balón: control posicional y amplitud de los laterales

Aunque la identidad del equipo es vertical, Botafogo también sabe gestionar posesiones prolongadas. En partidos con dominio de la posesión de balón, el doble pivote —Danilo dos Santos, Freitas o Santiago Rodríguez— regula el tempo. Esto mientras que los laterales Vitinho y Alex Telles ganan altura para aportar amplitud. Por delante, el mediapunta se sitúa entre líneas, arrastrando marcas y liberando carriles exteriores para centros hacia el atacante Arthur Cabral (abajo).

Ante defensas cerradas por dentro, el equipo activa un patrón de circulación lateral y cambios de orientación rápidos para fijar al bloque rival y generar desborde por fuera (abajo). Este mecanismo estira la estructura defensiva contraria, abre líneas de pase y permite atacar desde zonas ventajosas. Lo logra, además, sin perder la ocupación racional del espacio ni la complementariedad entre amplitud y profundidad.

Gestión táctica desde el banquillo: sustituciones de impacto estructural

En la gestión de Davide Ancelotti, las sustituciones obedecen a ajustes tácticos que modifican tanto la estructura como el comportamiento colectivo. Para reforzar el equilibrio defensivo, introduce perfiles como Danilo dos Santos o Newton da Costa en el doble pivote. Asortaleciendo la contención y asegurando coberturas para proteger la espalda de laterales como Telles o Vitinho (abajo).

Esos cambios pueden complementarse con centrales posicionales como Barboza o laterales defensivos como Mateo Ponte, formando un bloque más compacto en repliegue.

Cuando busca potenciar la proyección ofensiva, el técnico italiano recurre a extremos verticales. Pueden ser Nathan Fernandes o Matheus Martins, por ejemplo, para ensanchar el campo y activar llegadas de segunda línea (abajo). También utiliza a Joaquín Correa como pieza polivalente —interior, mediapunta o segundo punta— para variar la altura de la presión y el tipo de progresión.

De ese modo, cada sustitución de Davide Ancelotti es una intervención estratégica que ajusta la densidad defensiva. Además, amplía recursos ofensivos y optimiza la ocupación del espacio según las necesidades del momento.

Puedes conocer a más jugadores y su juego en The Coaches' Voice Análisis/Jugadores. También te invitamos a conocer la oferta académica de MBP Coaches' School.