Premier League, 2 de julio 2020
De Bryune (25, pen)
Sterling (35)
Foden (45)
Oxlade-Chamberlain (66, propia puerta)
Arrancó el partido con el pasillo del Manchester City al Liverpool en reconocimiento al triunfo de los Reds en la presente Premier League. Fue el único momento de tregua de los de Pep Guardiola a su rival, mostrándose más activados, especialmente en la primera mitad. Una situación que llevó a una cómoda victoria local, encarrilada a partir del gol de Kevin De Bruyne cerca de la media hora desde el punto de penalti. Raheem Sterling y Phil Foden sentenciaron con dos tantos más antes de ir a vestuarios.
Mucho más igualado fue el segundo tiempo, con el Liverpool intentando limitar el daño en el marcador, algo que, sin embargo, no consiguió. El City amplió la diferencia con un gol en propia meta de Alex Oxlade-Chamberlain y estuvo cerca de hacer más tantos de haber estado afinado en los metros finales.
La victoria deja al equipo de Guardiola segundo en la clasificación y con una cómoda distancia de once puntos sobre el Leicester. El Liverpool de Jürgen Klopp, a pesar de esta derrota, continuará en su intento de batir el récord de los cien puntos en una temporada, alcanzado, precisamente, por los Citizens en la 2017-2018.
12 / 7
DISPAROS / A PUERTA
10 / 3
50 %
Posesión
50 %
786/ 643
Pases / Completados
799/ 648
8 / 2 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
7 / 2 / 0
El Manchester City se estructuró en un 4-3-3 (abajo) en fase ofensiva con Rodri, Ilkay Gündogan y Kevin De Bruyne en el mediocampo, formando la línea de ataque Phil Foden, Gabriel Jesus y Raheem Sterling.
La misma estructura utilizó Jürgen Klopp para el Liverpool en fase defensiva. Un 4-3-3 (abajo) con Trent Alexander-Arnold, Joe Gomez, Virgil Van Dijk y Andy Robertson en la zaga, mientras Fabinho, Jordan Henderson y Georginio Wijnaldum se emparejaron en medio campo.
Cuadrado en medio campo:
El City intentó sortear la reconocida presión alta del Liverpool utilizando a Gündogan y Rodri en un doble pivote con De Bruyne y Foden, quienes se desplazaban por dentro, formando por delante. Un cuadrado en mediocampo que facilitaba generar una superioridad de 4 contra 3 ante la línea de medios Reds.
En un comienzo, el Liverpool buscó que Sadio Mané y Mo Salah salieran a presionar a los defensas centrales, con Roberto Firmino haciendo lo propio con Ederson, pero el City optó por jugar a través del doble pivote.
Acción-reacción entre Klopp y Guardiola:
Por delante, De Bryune y Foden jugaron más abiertos dentro del cuadrado del City en el mediocampo (abajo), situándose ambos en los espacios intermedios para poder conectar con sus compañeros. Otro beneficio de este dibujo del equipo de Pep Guardiola era que Fabinho, como único pivote en el centro, no podía controlar él solo los movimientos de De Bruyne y Foden. El City, además, utilizó a Jesus y Sterling por dentro para intentar fijar la línea defensiva del Liverpool, impidiendo así su avance cuando los visitantes tenían el balón.
El Liverpool hizo ajustes para gestionar esa dificultad retrasando a Firmino aún más para seguir a uno de los dos jugadores del doble pivote, mientras Henderson se encargaba del otro, dejando que Wijnaldum y Fabinho hicieran frente a De Bryune y Foden.
También hizo el City un ajuste ante la reacción del Liverpool, posicionando a Gündogan (abajo) entre Eric García y Aymeric Laporte, y desarrollando el juego desde atrás con una línea de tres (más Ederson para hacer cuatro) con De Bruyne ocupando el doble pivote conjuntamente con Rodri.
Tres jugadores en la salida de balón:
Al tener tres centrales, el City aumentó los espacios para el desarrollo del juego desde la primera línea, dificultándose así la presión de Salah y Mané sobre ellos y un posible pase sobre los laterales, también con Firmino en la marca sobre un jugador.
Eso obligó al Liverpool a utilizar a sus interiores para controlar a De Bruyne y Rodri, lo que dejaba a a Fabinho sobre Foden, aunque aun así el City conseguía salir por medio de pases a los espacios intermedios para Sterling o Jesus. Ambos caían a posiciones más retrasadas para proporcionar el siguiente hombre libre de marca, y también por medio del movimiento de De Bruyne al lado débil, después de que los 2-3 pases iniciales atraían la atención de los rivales lejos de él y hacia el balón.
ocasiones el Liverpool sí tuvo éxito en su presión alta y en recuperar la posesión en el último tercio, creando algunas acciones de potencial peligro. Sin embargo, les faltó fineza técnica tanto en los pases como en la recepción, lo que le permitió al City tener suficiente tiempo para recuperarse en defensa.
Buscar los espacios intermedios:
Los dos jugadores que dictaron el juego para los anfitriones fueron De Bruyne y Foden. Ambos volantes ofensivos recibieron frecuentemente el balón entre las líneas y en espacios intermedios, y se mostraron enérgicos al correr con el balón llevando el juego hacia terreno contrario.
Los dos solían comenzar por el centro arrancando hacia los espacios intermedios y hacia los flancos en el lado débil de los mediocampistas del Liverpool y podían ser habilitados con balones en diagonal. Sus posteriores carreras con el balón les permitían atraer jugadores hacia ellos y crear espacios para que sus compañeros pudieran seguir adelante. Adicionalmente, De Bruyne emprendió varias carreras solidarias desdoblándose para alejar a rivales del balón y crear espacios para otros pases, como ocurrió en el segundo gol del City.
La capacidad de atraer jugadores fue evidente tanto con Foden como con De Bruyne para el tercer gol, con Foden haciendo una pausa con el balón para atraer a Robertson hacia él, mientras que De Bruyne fijaba a Van Dijk, y el par jugando una extraordinaria pared para superar a la que es, estadísticamente, la mejor defensa de la Premier.
Fabinho, en defensa:
Los desmarques de Sterling y Jesus también crearon grandes ángulos para recibir pases de sus compañeros. Sin embargo, Sterling no estuvo del todo acertado en el primer toque. Con un acierto mayor y con más intención se podrían haber generado más oportunidades para el extremo del City y la selección inglesa.
En el segundo tiempo, el Liverpool atrasó a Fabinho a la línea defensiva para reemplazar a Joe Gomez, quien había tenido una desafortunada primera parte. Aun así, el City siguió siendo un equipo peligroso, especialmente en las transiciones. Al final cuatro goles fueron menos de los que pudieron haber cosechado en la noche.
El objetivo en ataque:
El Liverpool formó en ataque sobre un 4-3-3 (arriba) con Fabinho, Henderson y Wijnaldum en el mediocampo, y su habitual línea de 3 ofensiva con Mo Salah, Firmino y Mané para buscar superar el 4-4-2 (abajo) en defensa del City, donde repitió Eric García en el centro de la zaga junto a Aymeric Laporte. Destacó también el rol de De Bruyne en el ejercicio defensivo, uniéndose a Jesus en la primera línea de presión.
El Liverpool intentó buscar y sacar ventaja de la inexperiencia de García atacando el espacio a su espalda con juego directo para las carreras de los atacantes Reds, juntando a estos más de lo habitual. Una acción que tuvo resultados mixtos. Por un lado, los delanteros del Liverpool conseguían conectar con el balón, pero no generar ocasiones de peligro, ya que la pelota no llegaba con claridad. En otras ocasiones, el defensor citizen supo gestionar el peligro.
Los pases en largo tendían a llegar desde el perfil derecho con Mané (abajo) como principal objetivo para la recepción. El Liverpool buscó jugar desde atrás pasando por el mediocampo, sin embargo, la organización defensiva complicó esta tarea. Los locales utilizaron a De Bruyne o Jesus muy cerca del central portador del balón, mientras el otro se ocupaba de Fabinho, roles que se intercambiaron si el balón era jugado entre los centrales.
Esto permitió a Gündogan y Rodri situarse sobre Henderson y Wijnaldum, además de dar al City un buen balance y poder ocupar toda la amplitud del campo en defensa con los dos centrocampistas y los dos laterales. Esto redujo la oportunidad del Liverpool de generar superioridades de 2 contra 1 por banda.
La posición de De Bruyne en defensa:
El Liverpool trató de superar esa organización defensiva del rival situando a Fabinho entre los centrales, para generar un 3 contra 2 ante la presión de los delanteros del City y avanzar a zonas intermedias. Después de una secuencia de pases entre los tres jugadores Reds, los delanteros del City no podían llegar a cubrir todos los espacios.
A pesar de eso, los de Klopp tuvieron problemas para pasar a la siguiente fase y movimientos limitados en medio campo, con una inhabitual falta de actividad de la línea atacante. La decisión de Guardiola de utilizar a De Bruyne en la primera línea de presión (abajo) significó que, en las transiciones, los locales tenían acceso a su estrella con rapidez en pases avanzados, utilizando la creatividad del jugador belga para generar ocasiones de gol.
La entrada de Naby Keïta y Alex Oxlade-Chamberlain en el mediocampo dio más dinamismo al equipo visitante, mostrándose más peligroso en los avances con balón con el seguimiento de los jugadores del City. Una situación que generó espacios para mejores acciones ofensivas del Liverpool. Esto coincidió con una mejora general del equipo de Klopp, aunque ya con el partido resuelto a favor del City.
"En el pasillo al Liverpool ya vi lo concentrados que estábamos. Les hemos ganado 4-0. Las ocasiones que hemos creado, cómo hemos defendido... Son tres puntos más que nos ayudan en la Premier League y de cara a enfrentar al Arsenal y Real Madrid", celebró Guardiola. El entrenador del City destacó el nivel del Liverpool esta temporada y a De Bruyne: "Es el mejor jugador del mundo ahora mismo".
"Ellos fueron más rápidos que nosotros mentalmente. Y eso, contra el City, significa que vas a tener muchos problemas. Son un equipo increíble, los vi esta temporada y no jugaron ni un solo partido mal", analizó Klopp en rueda de prensa. A pesar de la derrota, el entrenador del Liverpool no mostró ningún reproche sobre sus jugadores: "Me gustó la actitud de mi equipo".