Premier League, 20 de diciembre 2020
Scott McTominay (1, 3)
Bruno Fernandes (18, 68, pen)
Victor Lindelöf (35)
Daniel James (64)
Liam Cooper (40)
Stuart Dallas (70)
Dos goles de Scott McTominay en los primeros tres minutos de partido encarrilaron la cómoda victoria del Manchester United ante el Leeds United. Tantos a los que se sumaron los de Victor Lindelöf y Bruno Fernandes para un 4-0 pasada tan solo la media hora de partido.
A pesar de la distancia, el Leeds no varió su perfil ofensivo en la búsqueda de una remontada que acabaría por ser imposible. El choque de Old Trafford se selló con un definitivo 6-2 a favor del United, situado ya en la tercera plaza de la clasificación de la Premier League después de sumar seis victorias y un empate (ante el Manchester City) en los últimos siete partidos. El Leeds, por el contrario, se queda con 17 puntos en la décimo cuarta posición.
24 / 14
DISPAROS / A PUERTA
15 / 6
45 %
Posesión
55 %
680 / 531
Pases / Completados
810 / 594
5 / 1 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
5 / 0 / 0
El Manchester United formó en fase ofensiva sobre un 4-2-3-1 (abajo) con Fred y Scott McTominay en el doble pivote en el medio del campo, jugando por delante de ellos una línea de tres: Marcus Rashford, Bruno Fernandes y Daniel James. Anthony Martial, por su parte, ejerció de "9" arriba.
El Leeds, mientras tanto, se desarrolló sobre un 4-1-4-1 (abajo) en fase defensiva, donde Stuart Dallas, Luke Alying, Liam Cooper y Ezgjan Alioski formaron la línea de cuatro atrás, con Kalvin Phillips por delante de ellos. Los de Marcelo Bielsa, como se esperaba, aplicaron una agresiva presión alta sobre su rival. Una estrategia que el United gestionó a su favor a través de dos métodos.
Variantes ofensivas del United:
El primero, cuando David De Gea iba a sacar de puerta, el United posicionaba a sus jugadores como si fuera a sacar en corto para construir desde atrás, pero el portero español optaba finalmente por golpear en largo. Esto provocó que el Leeds tuviera que reorientar su agresiva presión individual a espacios más amplios con el primer y el segundo contacto cerca de la línea de medios. Una situación que facilitó a Rashford, Martial o James desarrollarse en duelos individuales ante sus marcadores, una acción favorable para jugadores peligrosos en carrera (abajo).
Otro método del United para superar la presión de su rival fue jugar hacia adelante de manera directa. Básicamente, a través de un avance individual, atrayendo la vigilancia defensiva del Leeds antes de atacar en profundidad el lado débil (abajo). La sorpresa interesante de este método fue ver a McTominay y Fred llegar hasta los metros finales, cuando suele ser habitual que lo hagan los laterales.
Si bien los jugadores del Leeds están acostumbrados a realizar estas coberturas, fue una sorpresa para Klich y Rodrigo esas incursiones de los jugadores del doble pivote rival, acompañadas además con una combinación del tercer hombre, de nuevo por el lado débil que tantos problemas causó al Leeds en defensa. De ese modo, no fue casualidad –aunque sí una situación inesperada- que McTominay hiciera dos goles en los primeros minutos.
Peligroso en las transiciones:
A través de una agresiva presión, el Leeds buscó forzar a su rival jugar atrás o por fuera, posiciones donde podían cerrar a sus oponentes o interceptar un pase para lanzar un contragolpe. El United, por su parte, buscó atraer y fijar la presión de su rival a través de la conducción de balón, particularmente Lindelöf y Maguire, quienes aguantaban la posesión hasta el último segundo para conseguir su objetivo.
Así, si los centrales atraían la marca de un centrocampista o jugador de banda que no era su oponente directo, liberando a un compañero, en un efecto domino que habilitó al United a seguir encontrando un jugador libre de marca en la progresión de la jugada ofensiva. Un enfoque acompañado al peligro que representa el equipo de Solskjaer en sus transiciones, siendo muy agresivos en los contragolpes, donde generaron claras ocasiones de gol después de conectar rápidamente con sus cuatro atacantes.
Superar la presión del United:
El Leeds no varió su desarrollo en fase ofensiva, manteniendo el 4-1-4-1 con Rodrigo, Raphinha, Mateusz Klich y Jack Harrison operando en el medio del campo y Patrick Bamford como referencia arriba (abajo).
Tampoco cambió su dibujo el United en fase defensiva, para seguir sobre un 4-2-3-1 (abajo) con la zaga formada por Aaron Wan Bissaka, Lindelöf, Maguire y Luke Shaw, protegidos por delante por el mencionado doble pivote que conformaron Fred y McTominay.
Los de Bielsa buscaron construir su juego desde atrás frente a la presión alta de su rival, con Martial presionando la salida por fuera del central con el objetivo de eliminar el cambio de juego al otro central, haciendo así más previsible la salida de balón del Leeds. Si Martial presionaba, Fernandes se encargaba de Phillips, pero bajo roles intercambiables si el Leeds conseguía jugar el balón entres sus zagueros centrales. Entonces el United forzaba la salida por banda para atrapar a su rival en esta zona.
Cuando el balón era enviado hacia afuera, a veces Fernandes buscaba crear superioridades contra el mediocampista del lado de la posesión con la ayuda de Fred o McTominay, quienes ejercían una presión en el lado débil para buscar robar por dentro.
Progresar por el carril derecho:
En las situaciones en las que el Leeds intentaba salir desde atrás, principalmente lo hacía por el carril derecho en la combinación entre Klich y Dallas para abrir más oportunidades de penetrar. A Klich se le veía muchas veces ingresando en carreras por dentro tratando de atraer un rival generando el espacio suficiente para que Dallas centrara, o teniendo el objetivo de recibir el siguiente pase para que fuese él mismo quien cruzara el balón (abajo).
El Leeds entendía que los centros seguramente representaban su mayor amenaza y buscaban enviarlos tanto desde posiciones avanzadas como desde atrás con Bamford como principal destino (abajo). En el segundo tiempo, Bielsa introdujo a Pascal Struijk para desempeñarse en la posición de mediocampista central, previamente ocupada por Phillips. Esto proporcionó una mayor estabilidad defensiva, pero también puso un mayor énfasis sobre Dallas (trasladado al mediocampo con Jamie Shackleton entrando por Klich y pasando a jugar de lateral) y Rodrigo para que tuvieran más el balón que en la primera mitad y fuesen el vehículo para desarrollar el juego.
Un planteamiento arriesgado:
Cuando el Leeds intentaba jugar con pases más largos a espaldas del rival muchas veces esos balones terminaban siendo inefectivos y la línea defensiva del United lograba manejarlos con comodidad. Los centros tuvieron un éxito desigual. Si los anfitriones podían bloquearlos temprano entonces anulaban el peligro, pero en las ocasiones que el envío llegó al área, el Leeds tuvo, en un par de oportunidades, la posibilidad de finalizar en acciones de peligro.
Si bien las carreras hacia adelante de los centrocampistas permitieron al Leeds generar potenciales oportunidades de penetración, el posicionamiento tan alto como resultado de ese movimiento dejó espacio a sus espaldas para las transiciones del United después de robar el balón. Un planteamiento arriesgado en fase de posesión que favoreció a los locales y terminó castigando al equipo de Bielsa con más goles en contra.
“Fue un comienzo brillante, con un desarrollo fantástico desde el primer minuto. Teníamos un plan para atacarlos, de ir hacia adelante con la pelota. Los jugadores hicieron su trabajo a la perfección”, destacó Ole Gunnar Solskjaer. El entrenador del United también habló sobre las aspiraciones del equipo al título y el nivel del equipo: “Llevamos un tercio de la temporada, ni siquiera la mitad, así que no nos fijamos en nuestra clasificación en la liga. Creo que demostramos que estamos cada vez más en forma, cada vez más fuertes como equipo”.
“Tuvimos en el primer tiempo opciones similares a las que tuvieron ellos y no las convertimos. Nuestros repliegues fueron más lentos que las transiciones de ellos. Y eso está vinculado a que cuando no lográbamos terminar los ataques nos costaba regresar al ritmo adecuado”, explicó Bielsa. “Si el rival impone su forma de jugar es porque el entrenador rival no logró neutralizarla. Y vamos a corregir lo que está mal y mantener lo que está bien. Pero no vamos a abandonar la forma de jugar”, aseveró el entrenador del Leeds sobre su estilo.
Redacción: Héctor García