Champions League 2020/2021 Grupo B, 3 de noviembre 2020
Benzema (25)
Sergio Ramos (33)
Rodrygo (80)
Martínez (35)
Perisic (68)
Sin una victoria en las dos primeras jornadas de la fase de grupos, Real Madrid e Inter llegaban al partido afrontándolo casi como una final. Más incluso si cabe para el equipo de Zinedine Zidane, con un solo punto hasta esta jornada.
Eso hizo que el conjunto anfitrión saliera más agresivo que su rival, encontrando una ventaja de dos goles con los tantos de Karim Benzema y Sergio Ramos -alcanzó los 100 con la camiseta blanca- a la media hora. Una situación adversa de la que se repuso el Inter en dos asociaciones brillantes, y donde Lautaro Martínez ejerció un importante papel. Primero para finalizar marcando en el 2-1 y, más tarde, para asistir a Ivan Perisic en el empate a dos.
Volcados los dos equipos en busca de la victoria -el empate no les servía de mucho- Vinícius detectó una brecha en la defensa del Inter para asistir a Rodrygo, quien sentenció con acierto para dar al Real Madrid tres puntos claves.
11 / 7
DISPAROS / A PUERTA
10 / 3
53 %
Posesión
47 %
598 / 529
Pases / Completados
485 / 417
13 / 4 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
15 / 3 / 0
El Real Madrid formó en fase de posesión con su habitual 4-3-3 (abajo) con Ferland Mendy en el lateral izquierdo, Sergio Ramos y Raphaël Varane como centrales y repitiendo Lucas Vázquez como lateral derecho. La línea de medios estuvo compuesta por Casemiro, Toni Kroos y Fede Valverde, encargados de dar equilibrio al equipo siendo Karim Benzema el hombre en punta, escoltado en los extremos por Eden Hazard y Marco Asensio.
Antonio Conte, por su parte, desarrolló al Inter en ataque en su habitual 3-5-2 (abajo) con Danilo D’Ambrosio, Stefan de Vrij y Alessandro Bastoni como centrales; Marcelo Brozovic, Arturo Vidal y Nicolò Barella en el centro del campo, acompañados en los carrileros exteriores por Achraf Hakimi y Ashley Young. Mientras, Ivan Perisic –en sustitución del lesionado Romelu Lukaku- y Lautaro Martínez jugaron en punta.
Aprovechar la presión del Real Madrid:
Comenzó el Inter gozando de posesiones más largas, con un inicio de juego combinativo con los centrales muy abiertos. De Vrij se situaba como jugador más retrasado, mientras los carrileros se posicionaban con mucha altura para superar líneas de presión buscando provocar que los extremos del Real Madrid saltasen a la presión en zona de inicio. Esta presión, bien a un central o a uno de los mediocentros que se incorporaban a la línea en salida, facilitaba al equipo de Conte generar superioridades por fuera con el central abierto o con el carrilero.
El equipo blanco trató de corregir esa situación con Valverde yendo a presionar a Vidal cuando el chileno se acercaba a fase de inicio. Una situación que provocó algunos robos y posteriores contragolpes desde los primeros minutos, castigando el Real Madrid al Inter por el riesgo asumido por sus jugadores en la salida de balón.
Y ese parecía el plan del equipo de Zidane: presión alta para robar en campo contrario asfixiando al rival, negarle los espacios con la defensa en campo rival y tratar de finalizar poco después del robo (arriba). Sin embargo, esta situación dio pie a algunas transiciones rápidas del Inter aprovechando los espacios a la espalda de la defensa del equipo local, como fue la acción lanzada por Brozovic (abajo), tras ganar un balón dividido que acabó con remate de cabeza al larguero de Barella.
Las soluciones de Zidane:
Jugar ante un 3-5-2 presenta siempre un reto posicional a la hora de realizar la presión por las superioridades que se pueden generar por dentro y por fuera, en función de cómo se comporte el equipo presionante. En este caso el Real Madrid optó por acercar más a Casemiro a zona de protección de sus centrales, casi incrustándose en la línea defensiva con ellos cuando los laterales perseguían a los carrileros del Inter hasta campo contrario para evitar las superioridades exteriores.
Otra de las propuestas clave para defender el 3-5-2 que Zidane introdujo, como variante, fue que el lateral del lado opuesto se situara junto a los centrales, mientras el lateral presionante iba arriba. Una estructura que permitía permanecer con tres defensas ante dos delanteros, dejando liberado así al carrilero alejado.
Con balón, el Real Madrid trató de iniciar de manera combinativa. Pero no le fue fácil filtrar balones para superar el bloque defensivo del Inter, siendo más efectivo generando ocasiones tras robo que después de iniciar el juego desde atrás.
Así llegó el primer gol madridista, a pesar de que Vidal y, sobre todo, Brozovic estaban encontrando el desajuste por dentro y recibiendo bien los pases desde los centrales. Un balón perdido de Achraf tras la presión alta de Mendy en banda permitió a Benzema plantarse delante de Handanovic para superarlo con un desborde y finalizar a la red.
También el segundo gol del Real Madrid tuvo como origen una pérdida de balón del Inter. En esta ocasión de D'Ambrosio, quien trató de ofrecer una salida distinta a Handanovic rompiendo al espacio y abandonando su posición de central derecho. Ramos recuperó el balón para conducir y conectar con Hazard, quien provoco un córner donde el central del Real Madrid remató de cabeza a gol.
Cerrar los espacios:
Defensivamente, el Inter incrustaba los carrileros atrás, generando una línea estrecha de cinco que protegía la presión en tres cuartos de campo de los tres centrocampistas y los dos delanteros (abajo). Una presión que iban adelantando durante la jugada dependiendo la vulnerabilidad detectada en la salida de balón del Real Madrid. El objetivo de los de Conte con esta acción era cerrar los espacios hasta obligar a su rival al golpeo en largo.
Precisamente en una de esas presiones llegó el gol del Inter antes del descanso. Brozovic salió sobre Valverde para robar. Ya con el balón, el equipo dibujó una combinación tan rápida como brillante entre Barella –asistió de espuela- y Martínez, a la que no llegó Varane para evitar el tanto del delantero argentino (abajo).
En el segundo tiempo, ambos equipos siguieron tratando de circular con velocidad y no dejar espacios al rival, lo que garantizaba un partido vivo y de áreas. Esto hizo que se vieran dos conjuntos muy verticales buscando constantemente hacer daño en la portería rival.
Resolución del partido:
Los locales, con un gol arriba, decidieron explotar las bandas dando mayor amplitud y profundidad a Rodrygo y Vinícius (abajo), y así poder aprovechar los contraataques ya que el Inter empujaba arriba en busca del empate.
Y lo que llegó fue el empate visitante, siguiendo la tónica del partido. En un nuevo robo en la presión, por parte de Brozovic sobre Casemiro, los de Conte calcaron el modo de actuación del primer gol. Esta vez fue Lautaro el que asistió a Perisic para que el internacional croata empatara el partido.
El partido se acabaría resolviendo por perseverancia, y es que el Real Madrid, prácticamente, no consiguió superar la presión rival. A pesar de eso, decidió no variar su planteamiento y seguir intentándolo, ante los riesgos asumidos por el Inter en su presión.
El tercer gol llegó en la primera vez que los locales consiguieron encontrar la debilidad por dentro de su rival en el segundo tiempo. La defensa interista no se sumó a la presión para cerrar espacios, lo que facilitó a Mendy encontrar libre de marca a Valverde en el medio del campo (abajo).
El jugador uruguayo consiguió girarse y buscar en profundidad la velocidad de Vinícius a la espalda de la defensa interista. Una vez más por banda izquierda del ataque blanco, asistiendo el jugador brasileño a su compañero Rodrygo en banda contraria, quien definió brillantemente para dar el triunfo al Real Madrid.
"Hemos empezado muy bien, presionando arriba como queremos, y lo hicimos bastante bien. Luego nos pusimos con 2-0, pero encajamos muy rápido y tuvimos dificultad para seguir con nuestro fútbol. Luego la segunda parte ha sido muy igualada", analizó Zidane. "Había que aportar algo y la jugada ha sido muy buena entre Vinícius y Rodrygo. Pero todos han estado muy bien, había que sumar los tres puntos. Hay que estar contentos con todos", añadió el entrenador del Real Madrid sobre el tanto definitivo.
"Para bien o para mal es mi Inter. Tenemos que crecer, pero no sé cuántos equipos han jugado así en Madrid. Los goles fueron dos regalos, tenemos que mejorar, pero marcamos dos goles y tuvimos varias ocasiones para hacer el 2-3. Los resultados no recompensan los esfuerzos que hacemos", explicó Conte. "Tenemos tres partidos y haremos todo lo posible para pasar la ronda porque este equipo ha demostrado que puede jugar con cualquiera", añadió el entrenador del Inter sobre las posibilidades de clasificación de su equipo.