Liga, 20 de marzo 22
Aubameyang (29, 51)
Araújo (38)
Ferran Torres (47)
El Barcelona de Xavi Hernández tomó el Santiago Bernabéu en un Clásico donde no dio opción al Real Madrid. Sin Karim Benzema en el equipo por lesión, Carlo Ancelotti varió la estructura de ataque del equipo, con Luka Modric en un desconocido rol de "falso nueve" para él.
El Barcelona ganó el partido desde el mediocampo, para imponerse con claridad en las dos fases del juego. Pierre-Emerick Aubameyang hizo el primer tanto del partido anticipándose a David Alaba para finalizar de cabeza. También con un rotundo remate de cabeza Ronald Araújo hizo el segundo gol en un saque de esquina. La goleada del Barcelona, sin problemas para controlar a un Real Madrid que varió su dibujo en el descanso, se consolidó en el arranque del segundo tiempo, con un gol más de Aubameyang y una asistencia también del gabonés a Ferran Torres.
El Clásico consolidó la sensación de que el Barcelona de Xavi está en pleno crecimiento, mientras que el Real Madrid, aún con amplia ventaja sobre sus rivales por la Liga, siembra dudas de cara a la recta final de la temporada.
Real Madrid-Barcelonas: Las claves tácticas
El Real Madrid, sin orden táctico
Carlo Ancelotti, ante la baja de Karim Benzema, decidió situar a Luka Modric en el rol de "falso nueve" en un 4-3-3 en ataque. En fase defensiva, el Real Madrid se organizó en un 4-4-2 en bloque medio-bajo, pero sin ajustar las estructuras de presión sobre la zona activa de juego del Barcelona. Una situación que permitió a su rival hacer aflorar las debilidades tácticas defensivas del equipo de Ancelotti.
La primera línea de presión en campo propio fue formada por Kroos y Modric, la cual generó continuos espacios a favor del Barcelona, siempre con superioridad numérica y posicional en esa zona. Además, la actitud general del bloque defensivo de los locales fue demasiado conservadora, limitándose a ser reactivos y sin coordinación de movimientos y ayudas.
Estructura defensiva fragmentada
Cuando el dispositivo defensivo del Real Madrid quiso adelantar sus líneas de presión, el equipo, sin embargo, se fraccionaba de manera clara y evidente en un 5-5. Un dibujo que generó un espacio libre a espalda de su línea medular que facilitó al Barcelona la llegada a zona de finalización con garantías y peligro.
Sin cerrar el pasillo central Kroos y Modric, y con Valverde y Casemiro en la vigilancia sobre sus pares, Busquets apareció como hombre libre para distribuir el juego del Barcelona. En los momentos en que uno de los dos medios del Real Madrid saltaba a la presión sobre Busquets, entonces el jugador que quedaba libre era De Jong.
Desajustes a pesar de los cambios
En la segunda mitad, Ancelotti reestructuró la línea defensiva: Casemiro y Éder Militão jugaron como centrales y Alaba y Nacho como laterales. Un cambio que, sin embargo, no surtió efecto. La línea defensiva se siguió viendo desarbolada con dos centrales sin coordinación con sus laterales colindantes, como también en el achique de espacios, donde dejaron un espacio significativo entre ellos.
De nuevo una situación que el Barcelona explotó, con un gol de Ferran Torres y otro de Aubameyang atacando esos espacios entre centrales y laterales del Real Madrid. Un déficit del Real Madrid que se mantuvo en el segundo tiempo, donde Thibaut Courtois evitó una goleada mayor.
Sin claridad ofensiva
En el apartado ofensivo el Real Madrid tampoco estuvo acertado, careciendo de una fluidez ofensiva que le acercara a su rival. La posición de falso nueve de Modric desajustó a Kroos, quien no encontró a su compañero de organización en los espacios interiores.
De ese modo, el juego interior del Real Madrid se vio afectado de manera clara, también por la falta de conexiones en campo rival cuando los desajustes en la medular azulgrana aparecían. Casemiro, por su parte, se vio desubicado al no encontrar el escalonamiento necesario en la línea de medios, donde tampoco funcionó que Valverde, quien atrajo rivales en sus conducción, liberara a Modric.
Superioridad táctica
El Barcelona, asentado sobre su clásico 4-3-3 en fase ofensiva, encontró su principal y máxima virtud táctica ante el Real Madrid: la superioridad numérica y posicional en todas las zonas activas del juego.
Una vez en zona de creación, el Barcelona buscó la espalda de los interiores del Real Madrid, en función del jugador que saltaba al acoso sobre el poseedor del balón. Así, si Toni Kroos saltaba a la presión sobre Gerard Piqué, Pedri desajustaba a Valverde sobre la zona débil, generando así un dos contra uno del Barcelona sobre Casemiro. De esta manera, y a través de organizaciones simétricas, el Barcelona le hacía llegar el balón a De Jong en campo rival.
Eric García y un equipo organizado
En transición defensiva y tras la pérdida del balón en campo rival, el Barcelona evidenció una buena reorganización en la activación de la presión tras pérdida en el achique de espacios.
Si los jugadores más cercanos a la zona de pérdida de balón que cerraban las líneas rivales eran superados través de pases verticales, no se desactivaban de la acción defensiva. En una siguiente fase y después de replegar, estos mismos jugadores pasaban a ayudar a Eric García en las acciones defensivas del central en campo rival.
García tómo durante todo el partido la distancia adecuada para realizar las vigilancias ofensivas idóneas sobre los espacios, como también sobre los jugadores del Real Madrid que podían intervenir posteriormente a la pérdida del balón de su equipo. De esta manera, el Barcelona desactivó la gran virtud del Real Madrid tras el robo de balón en campo propio: el contraataque.
Sistema para potenciar a Dembélé
El sistema 4-3-3 facilitó contextos de ataque para las apariciones de Dembélé en campo rival, siendo el extremo azulgrana un factor determinante. Xavi situó por el sector derecho del Barcelona a Ronald Araújo, con la intención de liberar a Dembélé de las vigilancias defensivas sobre Vinícius Júnior.
Araújo, como lateral, fue el encargado de realizar esas vigilancias sobre el extremo del Real Madrid con acciones sin ganar profundidad, pero sí atrayéndole para ganarle en los duelos individuales. De esta manera, fueron constantes el uno contra uno con espacios de Dembélé ante Nacho, situación que dio origen del 0-1 del Barcelona. Por el otro flanco el dispositivo fue distinto, ya que la dupla Ferran Torres-Jordi Alba buscó situaciones de dos contra dos en repliegue rival, siendo profundos y coordinados en sus acciones ofensivas.
Generación de espacios
Cuando el Real Madrid realizaba intentos de achique de espacios, la generación de espacios por parte de los jugadores de ataque del Barcelona fue constate durante el encuentro. El central del Real Madrid más cercano al balón fue invitado por parte del interior rival de la misma zona a saltar de línea, como por ejemplo el duelo Militão, generando así una situación de igualdad ante la línea defensiva del Real Madrid.
Posteriormente y de manera coordinada, Aubameyang generaba el espacio al arrastrar la marca Alaba, un espacio que aprovechó De Jong a la a espalda de Casemiro. De esta manera, el central del Barcelona con balón tenía una conexión directa con el atacante para saltar las líneas de presión del equipo de Ancelotti.
Análisis de los entrenadores:
"Buscábamos más control de balón, presionar más arriba, pero después del gol, el 0-1, no nos ha salido el plan y nos han hecho daño. El planteamiento no ha sido bueno", resumió Carlo Ancelotti sobre el desarrollo del partido.
"El Barça ha jugado mejor y ha merecido ganar, pero la derrota no nos hunde. Hay que mirar hacia adelante y tener equilibrio, pensar que tenemos nueve puntos de ventaja", añadió el entrenador del Real Madrid.
"Le he dicho a los jugadores que hoy era un partido de personalidad, valentía. No perder balones porque el Real Madrid vive de eso", señaló Xavi Hernández, quien añadió que en el plan de partido "hemos entendido que saltaban Modric y Kroos a la presión, y hemos buscado la espalda de los interiores del Madrid".
"Quizás sí se puede decir que el Barça ha vuelto. Este es el modelo, la idea de juego. La idea del Barcelona para jugar y competir. Tenemos jugadores muy buenos técnicamente que entienden el juego", celebró el entrenador azulgrana