Andoni Iraola
Bournemouth, 2023-Presente
ADN Athletic Club, influencia de Marcelo Bielsa y conceptos de juego posicional en su última etapa como jugador en el New York City con Patrick Vieira. Todo eso, como explicó en su entrevista con Coaches’ Voice, ha dado forma a Andoni Iraola como entrenador. Unas características tácticas que sobresalieron en su etapa en el Rayo Vallecano (2020-2023), como también pudimos ver en el análisis que hicimos antes de su llegada al Bournemouth, en el verano de 2023.
Al mando de los cherries Andoni Iraola ha mantenido esas características, adaptándolas al alto ritmo de juego que demanda la Premier League. El resultado es un estilo de juego que ha cautivado no solo a los aficionados del Bournemouth, sino también a toda la Premier, porque los partidos de su equipo siempre son sinónimo de diversión, con una agresiva presión alta y transiciones que ha llevado al conjunto del sur de Inglaterra a firmar grandes actuaciones y resultados.
A continuación, nuestros entrenadores expertos analizan en profundidad los dos principales fundamentos del Bournemouth de Andoni Iraola.
Presión intensa en la salida de balón del rival
El Bournemouth de Andoni Iraola es un equipo que destaca por su presión alta en la salida de balón del rival. Esta presión alta tiene su origen desde los centrocampistas Ryan Christie, Tyler Adams y Lewis Cook, jugadores que desempeñan un papel fundamental en la recuperación del balón.
Los tres centrocampistas se posicionan de manera proactiva para impedir que el equipo rival evolucione con facilidad, ya sea mediante robos de balón o faltas tácticas, en caso de verse superados. Asimismo, la capacidad de la línea del mediocampo para leer el juego, es decir, las intenciones que tiene el rival en su salida de balón, les permite anticiparse y cerrar líneas de pase interiores en el momento justo, evitando así que el oponente pueda progresar.
Por delante de la línea de medios, los jugadores más ofensivos tampoco dan respiro al rival en su salida. Dango Ouattara, Justin Kluivert, Antoine Semenyo, David Brooks o Evanilson (hasta su lesión, enero de 2025) acosan a los laterales, centrales y pivotes adversarios, obligándoles a jugar de manera errática —una salida poco limpia— o a cometer errores bajo presión de estos jugadores de primera línea (abajo).
Pero la presión propuesta por parte de Iraola no solo se dirige al poseedor del balón, sino que involucra una estructura colectiva que sincroniza los movimientos ordenados por el técnico español. Así, la ubicación de Dango Ouattara, Ryan Christie o Brooks está pensada para presionar a los laterales y centrales. Algo que obliga al equipo rival a recurrir a balones largos o a pases interiores en los que la zaga del Bournemouth ya tiene una presión férrea sobre los principales receptores. El sistema de presión en bloque del equipo de Iraola permite recuperaciones más rápidas sobre la zona activa. Es decir: el mediocampo, y espacios cercanos, logrando con ello una estructura poco permeable a los intentos ofensivos del oponente.
En la presión sobre el poseedor del balón propuesta por Iraola, la premisa clave es que cada jugador sea responsable de no dejar al rival tiempo ni espacio para pensar (abajo). No solo para interceptar el balón con anticipaciones, sino también para forzar al poseedor a realizar pases predecibles hacia los carriles laterales y exteriores. Es allí donde los extremos del Bournemouth ya están listos para saltar sobre ellos en el momento justo.
Coordinación y movilidad
La coordinación y movilidad son elementos esenciales en la presión del Bournemouth de Iraola. Marcus Tavernier, Ouattara o Semenyo lideran el frente de ataque, ejecutando la presión en bloque alto. A su vez, Tavernier, Semenyo y Brooks, posicionados en la línea de tres por detrás del punta en el 4-2-3-1, muestran una capacidad sobresaliente para movilizarse rápidamente entre las líneas defensivas del rival. Así interrumpen la circulación del balón y presionan tanto a los laterales como a los centrales y mediocampistas de manera sincronizada y compacta. De esta forma, generan una profundidad defensiva en bloque alto (abajo).
Por su parte, Ouattara, Evanilson o también Enes Ünal se encargan de presionar y disuadir a los centrales de sus intenciones de pase por dentro. Esto con el objetivo de reducir las líneas de pase cercanas, obligándolos a jugar directo o precipitando errores no forzados.
La presión en bloque del equipo de Iraola, ya sea desde el 4-2-3-1 o el 5-4-1, es efectuada siempre mediante una estructura compacta que se desplaza como unidad desde la zona de creación. Achicando así los espacios e impidiendo que los receptores cercanos reciban el balón en ventaja. Esto obliga al equipo rival a jugar de manera acelerada, limitando su tiempo de reacción y generando condiciones ideales para que un jugador del Bournemouth intervenga en ventaja defensiva (abajo).
Flexibilidad táctica en función del rival y partido
Aunque el libro de estilo de Iraola pasa por la presión alta, el técnico también es flexible y se adapta al desarrollo a las condiciones del rival y el partido. Por ejemplo, en situaciones donde el adversario tiene mayor control del balón, los zagueros pueden ajustar su posición retrasando la línea defensiva y adoptar un enfoque más conservador.
También durante esos momentos de juego con una defensa más conservadora, Christie, Lewis Cook y Tyler Adams desempeñan roles claves cerrando espacios intermedios. Realizando así basculaciones y coberturas para interceptar los pases interiores del rival. Mientras, la última línea defensiva mantiene una organización rigurosa con distancias ajustadas al balón, evitando que los jugadores rivales penetren por el centro (abajo).
La flexibilidad que propone Iraola para alternar entre presión alta y moderada permite a Bournemouth controlar el ritmo del partido y adaptarse a diferentes situaciones. De ese modo evita verse desbordado por ataques rápidos y dejando que los rivales pierdan su fluidez en el juego (abajo).
En definitiva, este equilibrio entre la presión alta y control pone de manifiesto la inteligencia táctica de Iraola, quien ajusta las instrucciones de presión dependiendo de las necesidades del momento.
Transiciones rápidas y verticales
Una vez que el Bournemouth recupera el balón a través de su presión, se activa la otra gran característica de su juego: las transiciones rápidas con la intención de dañar la estructura defensiva rival lo más pronto posible.
En estas transiciones, los pivotes principales, Christie o Adams, juegan un papel crucial en el enlace entre la defensa y el ataque. Su capacidad para filtrar pases verticales con precisión tras recuperar el balón permite que Brooks y Semenyo se desmarquen y arrastren a los defensores rivales fuera de su posición. Hecho que facilita que Tavernier, Kluivert u Ouattara reciban el balón en posiciones avanzadas para explotar su capacidad en el 1x1.
Las transiciones tan veloces y verticales del Bourtmenounth de Iraola buscan no solo generar oportunidades de gol inmediatas, sino también desestabilizar la estructura defensiva rival mientras intenta reorganizarse. Aquí, Tavernier, Evanilson, Christie, Kluivert o Brooks tienen la velocidad y el talento para realizar pases hacia adelante y correr hacia un espacio libre en desmarque de ruptura, lo que obliga a la defensa rival a retroceder rápidamente (abajo).
En todo momento, la idea de Iraola pasa por ejecutar transiciones directas hacia el área rival. Así se evitan pases horizontales innecesarios y mejorando la efectividad del pase en transición.
Un equipo para el ida y vuelta
La consecuencia del estilo de juego del Bournemouth de Andoni Iraola —presión alta y transiciones rápidas— lleva a partidos fragmentados. Es decir: un juego de ida y vuelta con poco tránsito de pases por el mediocampo. Esto, que bien puede desequilibrar a cualquier equipo, por la falta de control, para el equipo de Iraola es un escenario a favor por el perfil de sus atacantes y la idea de juego de su entrenador.
La línea de atacantes presiona a los defensores rivales constantemente. Algo que hace que la primera línea de construcción rival realice pases horizontales o hacia atrás. Estas situaciones forzadas por los movimientos de basculación y achique de espacios del dispositivo defensivo del Bournemouth en 4-2-3-1, 5-4-1 o 4-4-1-1 generan situaciones donde el control del balón cambia rápidamente entre los dos equipos.
De ese modo, al no poder tener una fase de ataque clara, se genera una alta incertidumbre en el rival. Una vez recuperara la pelota, el Bournemouth acentúa dicha sensación utilizando el balón para llegar a portería rival lo antes posible (abajo).
El constante ida y vuelta también beneficia a los extremos del Bournemouth, quienes se sienten cómodos en este tipo de ritmo acelerado. Tavernier, Semenyo o Brooks son expertos en explotar la amplitud del campo. Algo que contribuye a generar, ocupar y aprovechar espacios que se utilizan después en el proceso de contraataque, también junto al delantero (abajo).
La característica del Bournemouth de encontrarse cómodo en partidos de ida y vuelta y sin control, le permite afrontar situaciones continuas de transición ofensiva o defensiva durante todo el partido. Un hecho que obliga a los rivales a estar en constante vigilancias sobre los posibles receptores que se queden por delante del balón.
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