Champions League: Análisis táctico Atlético de Madrid 2 Inter de Milán 1 (global 2-2, 3-2 en los penaltis)

El Atlético de Madrid se clasificó para los cuartos de final de la Champions League apeando al Inter de Milán de la competición. Lo hicieron los de Diego Simeone en la tanda de penaltis, después de remontar una desventaja que llegó a ser de dos goles.

El Inter, que traía un 1-0 a favor del partido de ida, agrandó su distancia con el gol de Federico Dimarco en el minuto 33, pero la reacción de los rojiblancos no se hizo esperar, con el 1-1 de Antonie Griezmann en el 35. Un gol decisivo para el devenir de la eliminatoria, no solo por ser el tanto del empate, sino también por el momento, tan solo dos minutos después del 0-1 del Inter. No obstante, los locales no lograron igualar la eliminatoria hasta los minutos finales con un gran gol de Memphis Depay. Rodrigo Riquelme tuvo en sus botas el 3-1 para cerrar la eliminatoria, pero su remate se marchó arriba.

En la prórroga, Atlético e Inter fueron conscientes de que era importante marcar, pero, si cabe, más no encajar gol. Un devenir que desembocó en una media hora llena de tensión, pero sin resolución final, que terminó llegando en la tanda de penaltis, siendo Jan Oblak protagonista con dos penaltis atajados, aunado al fallo de Lautaro Martínez en el quinto penalti del Inter. Así, los de Simeone (3-2 en los penaltis) siguen adelante después de una noche europea espectacular entre dos grandes equipos.

Análisis de los entrenadores

Diego Simeone, por encima de nombres, destacó el trabajo colectivo de su equipo: "Los centrales jugaron un partidazo, Koke se dejó la vida, Griezmann corrió hasta que ya no pudo más. Apareció Memphis, que lo necesitamos, Barrios, Correa, y Riquelme fallando el gol y teniendo las bolas de patear un penalti y marcarlo. Estar entre los ocho mejores parece fácil, pero créanme no es fácil".

Eso sí, en la tanda de penaltis, el técnico rojiblanco señaló la figura de Jan Oblak. "Me pone contento por él, está con nosotros en el Atleti y quiere estar con nosotros, es de los mejores de Europa".

"Es un disgusto para toda la familia del Inter. Pero los jugadores deben estar orgullosos de su camino en la Champions. Cometimos un error en la segunda parte y en la prórroga pudimos pasar. Mi mensaje a los jugadores es que deben estar orgullosos y que debimos ser más compactos después de ponernos 2-0 en la eliminatoria", analizó Inzaghi.

"El equipo no está acostumbrado a perder, hay que pasar rápido esta página", añadió el técnico del Inter, equipo que hasta este partido ante el Atlético había hecho pleno de victorias en 2024: 13 de 13. Una racha cortada en el Metropolitano.

Sistemas defensivos

Diego Simeone organizó al Atlético de Madrid sin balón sobre un 5-4-1, con Griezmann en el extremo izquierdo y Álvaro Morata en punta. El dispositivo defensivo rojiblanco se ubicó en un bloque intermedio, evitando un excesivo repliegue que concediera al Inter de Milán un control mayor del juego y de los espacios en campo propio.

En el inicio de juego rival, el Atlético realizaba una presión adelantada en igualdad numérica sobre los tres medios del Inter, consiguiendo varios robos de balón en campo contrario que les hizo poner en apuros a la defensa visitante. Si el Inter lograba conectar con Marcos Thuram, entonces el dispositivo del Atlético replegaba hasta zona intermedia, invitando a los centrales rivales a filtrar pases interiores sobre el punta. Ahí, en ese espacio, los de Simone Inzaghi sí pudieron generar superioridades numéricas (abajo).

El Inter fue fiel a su estilo y sistema, jugando con un 5-3-2 tanto en ataque como en defensa. Inzaghi mantuvo su trivote habitual, Çalhanoglu-Barella-Mkhitaryan, como eje y motor del equipo. El dispositivo defensivo del Inter realizaba un repliegue intensivo, concediendo el balón y el espacio en campo propio al Atlético. Esta ubicación, sin embargo, fue un factor clave para conceder numerosas situaciones claras de gol a los de Simeone. ¿Y por qué se dio ese déficit en los visitantes? La respuesta está en la última línea defensiva, la cual se posicionaba cerca del área, pero que dejaba a los tres medios con demasiado espacio de responsabilidad y sin la ayuda de los puntas, quienes se mostraron desconectados de la tarea defensiva debido a los cambios de orientación del Atlético en sus ataques (abajo).

Zonas de ataque

El Atlético se mostró muy vertical, algo que le llevó a dominar el ritmo de juego y aprovechar también los espacios interiores que concedía el Inter en fase defensiva. En la segunda mitad, y tras la salida de Memphis y Ángel Correa, el equipo de Simeone encontró mayor equilibrio en la zona de finalización, situación que le permitió formar escalones ofensivos entre Koke, Correa y Memphis por el carril interior. Marcos Llorente, a su vez, estiraba a la última línea defensiva rival por el carril exterior derecho.

Cabe destacar que la posición de Correa facilitaba que Memphis encontrara el espacio relevante que se generaba entre los centrales del Inter, como se vio en el 2-1 (abajo). En la primera mitad, con menos frecuencia, fue Griezmann el jugador encargado de encontrar esos espacios desde segunda línea.

El Inter no fue un equipo dominador, tal y como está acostumbrado en la Serie A. El trivote en el mediocampo no controló su zona, como tampoco corrió por el carril central, justo por donde más daño hace con su juego entre líneas. También cabe señalar que esto no le fue posible al equipo de Inzaghi debido a la ubicación del dispositivo defensivo del Atlético en bloque medio. Un ejercicio defensivo de los de Simeone que no concedió los espacios para que los tres centrocampistas del Inter pudieran conectar. Ante eso, Inzaghi varió la táctica en la primera mitad, buscando que Barella recibiera a la espalda de Savic en profundidad como cuarto hombre. De ese modo, llegó el primero gol del encuentro (abajo).

Transiciones

Los dos equipos se mostraron muy activos y productivos tras el robo de balón en fase de ataque, buscando activar sus transiciones ofensivas de manera rápida, aunque por diferentes vías.

El Atlético, tras forzar el pase interior a los centrales rivales y con sus carrileros en profundidad, buscaba rápidamente ocupar y aprovechar los espacios libres que cedían Denzel Dumfries y Dimarco. Espacios que eran ocupados por Samu Lino y Nahuel Molina. Después de conseguir el balón por el carril central, tanto Koke, De Paul o Griezmann conectaban con los carrileros, para que fueran estos últimos los encargados de llegar a zona de finalización en ventaja por los carriles exteriores. Posteriormente, los carrileros valoraban finalizar o buscar a uno de los dos rematadores, Griezmann o Morata (abajo).

En el Inter, el modo de transitar en ataque fue ejecutado tras robar el balón en zona de creación, acción en la que Thuram realizaba un desmarque de apoyo que atraía a uno de los centrales locales y habilitaba espacios sobre el carril interior débil. En esos espacios irrumpían Dumfries o Dimarco, carrileros que realizaban los desmarques de ruptura en profundidad para realizan conducciones interiores posteriores que les permitieran enfrentarse a Oblak. De esta manera, llegaron las ocasiones más claras del Inter (abajo).

Los cambios

No hay duda de que los cambios fueron decisivos en el partido y el devenir global de la eliminatoria. En el Atlético, la entrada de Memphis, Correa, Pablo Barrios y Rodrigo Riquelme mejoró exponencialmente al equipo.

Memphis fue clave para encontrar los espacios interiores de remate, aprovechando los desajustes en campo rival que generaba el Inter en su proceso de repliegue tras la pérdida del balón. Correa, por su parte, desordenó a la defensa rival con sus movimientos entre líneas, moviéndose entre de los centrales y pivotes. En la línea de medios, Barrios dio orden y generó triangulaciones junto con Koke, Saúl y Correa, pausando el juego para encontrar los espacios libres. Por fuera, Riquelme buscó los centros laterales cerrados para que Memphis rematara cerca del área de meta en situaciones de 1x1 (abajo).

Inzaghi, sin embargo, no consiguió activar a su equipo con la elección de los jugadores de reemplazo. Lejos de conseguir el objetivo, el Inter se desajustó por dentro en fase defensiva y le faltó efectividad de cara a gol en la fase de ataque.

Francesco Acerbi y Matteo Darmian no lograron encontrar los espacios libres en transición por fuera, ya que estaban demasiado incrustados atrás para defender las subidas de Llorente y Riquelme. Otro de los cambios del Inter fue Yann Bisseck como central diestro. Un jugador que no logró realizar las coberturas necesarias que impidieran la llegada a zona de remate por dentro de Griezmann y Memphis. Davy Klaassen, también como central, sí dio al Inter una mejor salida de balón, pero sin que los medios pudieran conectar entre sí posteriormente para llegar a zona de finalización con espacios libres (abajo).

Finalmente, y después de 120 minutos con una importante carga táctica e importantes decisiones de los entrenadores, todo se decidió en una tanda de penaltis en la que emergió la sobresaliente figura individual de Jan Oblak.

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